La Mujer Mapuche: Símbolo y Platería

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La mujer mapuche, figura central y pilar fundamental de su comunidad, representa mucho más que un individuo; encarna la continuidad del linaje, la preservación del conocimiento ancestral y la conexión vital con la tierra, la espiritualidad y la identidad de su pueblo. Su rol trasciende lo doméstico para situarse como guardiana de las tradiciones, transmisora de la lengua (Mapudungun) y partícipe activa en la vida social, política y ceremonial. Comprender lo que representa la mujer mapuche implica adentrarse en la riqueza de su cosmovisión, su resiliencia histórica y, de manera muy significativa, en la simbología que porta, donde la platería tradicional juega un papel esencial.

¿Cómo eran las mujeres mapuches?
En la historia las mujeres mapuche, indígenas y mujeres en general no figuran como heroínas: son excluidas de lo político, sus voces son desconocidas; aunque siempre han formado parte de los procesos sociales de sus pueblos y comunidades, ejerciendo como autoridad originarias y roles de representación importantes.
Índice de Contenido

Un Pilar de la Comunidad y la Familia

Desde tiempos inmemoriales, la mujer mapuche ha desempeñado un papel crucial en la organización social y económica del Lof (unidad familiar y territorial básica). Es la principal responsable de la educación de los hijos en el Admapu (ley y costumbre mapuche), la transmisión del Kimün (conocimiento) y la enseñanza de oficios tradicionales. Su labor en la huerta (trabajo de la tierra) garantiza la subsistencia familiar, mientras que su participación en ceremonias y rituales asegura la armonía con las fuerzas de la naturaleza y el mundo espiritual. La mujer es vista como poseedora de una sabiduría particular, a menudo relacionada con la sanación y la conexión con lo sagrado.

La Platería Mapuche: Un Lenguaje de Símbolos

La platería no es un simple adorno en la cultura mapuche, especialmente para la mujer. Cada pieza es un receptáculo de historia, un símbolo de estatus, una protección espiritual y una manifestación tangible de la identidad individual y colectiva. La plata, metal considerado puro y asociado a la luz y la luna, es trabajada por el rütrafe (platero) para crear piezas que acompañan a la mujer a lo largo de su vida, desde la infancia hasta la vejez. Estas joyas no solo embellecen, sino que comunican linaje, riqueza, estado civil y la conexión con los ancestros y el territorio.

Piezas Emblemáticas y su Significado

La platería que porta la mujer mapuche es rica en formas y significados. Algunas de las piezas más icónicas incluyen:

El Trapelakucha: Vínculo entre Mundos

Quizás la pieza más representativa. Es un pectoral colgante compuesto por varios discos, a menudo con formas antropomorfas o zoomorfas, unidos por eslabones. Representa la conexión entre el mundo terrenal y el mundo espiritual, sirviendo como un puente comunicacional. Su sonido al moverse se interpreta como una forma de llamar a los espíritus protectores o de espantar las energías negativas. El Trapelakucha simboliza el poder, la sabiduría y la fuerte ligadura de la mujer con su espiritualidad y su linaje.

El Trarilonko: Cinto Frontal de Identidad

Una vincha o cinto de plata que se lleva en la frente. Está compuesto por placas rectangulares o cuadradas unidas por cadenas. Cada placa puede llevar grabados o repujados que narran historias, representan elementos de la naturaleza o simbolizan la pertenencia a un determinado linaje o territorio. El Trarilonko enmarca el rostro de la mujer y simboliza su pensamiento, su conocimiento y su posición dentro de la comunidad. Es un distintivo de identidad y dignidad.

Los Sikil: Pendientes de Poder y Protección

Grandes aros colgantes, a menudo de forma rectangular o de media luna, profusamente decorados. Los Sikil enmarcan el rostro y se cree que protegen a la mujer de las malas energías. Su tamaño y elaboración suelen indicar el estatus social. El sonido de los sikil al moverse también tiene un significado ritual, similar al del Trapelakucha.

Los Punon Olla: Brazaletes de Fuerza

Brazaletes anchos que se llevan en las muñecas. Simbolizan la fuerza física y espiritual de la mujer, su capacidad de trabajo y su rol como sostén de la familia. A menudo están decorados con motivos geométricos o fitomorfos.

Los Tupu: Prendedores con Historia

Grandes alfileres o prendedores utilizados para sujetar los textiles, como el küpam (vestido). No son meros elementos funcionales; suelen tener cabezas decoradas con formas que representan flores, estrellas o figuras antropomorfas, cada una con su propio significado simbólico y protector.

La Platería como Legado y Resistencia

La confección y el uso de la platería han sido, a lo largo de la historia, actos de afirmación cultural y resistencia. Durante periodos de represión o intento de asimilación, portar estas joyas era una declaración silenciosa pero poderosa de identidad mapuche. Las mujeres, al seguir usando y transmitiendo el significado de estas piezas, se convirtieron en guardianas activas de su herencia cultural. La platería, a menudo hecha con plata obtenida a través de intercambios o, en tiempos coloniales, como pago por servicios, se transformó en un símbolo de riqueza y autonomía.

Transmisión del Conocimiento de la Platería

Aunque el oficio del rütrafe ha sido tradicionalmente masculino, las mujeres tienen un conocimiento profundo sobre el significado, la historia y el valor de cada pieza. Son ellas quienes transmiten a sus hijas el nombre de las joyas, su uso adecuado, la ocasión en que deben ser portadas y las historias y simbolismos asociados. En algunos casos, las mujeres también participan en la creación de las piezas, especialmente en el diseño o el repujado, o se especializan en la limpieza y el cuidado de la plata, una labor que también tiene un carácter ritual.

La Mujer Mapuche en la Actualidad y su Platería

Hoy en día, la mujer mapuche sigue siendo una figura central en la revitalización y defensa de su cultura, lengua y territorio. La platería tradicional continúa siendo un elemento fundamental de su vestimenta ceremonial y un símbolo de orgullo identitario. Muchas mujeres jóvenes combinan el uso de piezas tradicionales con elementos contemporáneos, adaptando la cultura a los tiempos modernos sin renunciar a sus raíces. La platería no es una reliquia del pasado, sino un símbolo vivo que sigue narrando la historia, la Espiritualidad y la resiliencia del pueblo mapuche a través de la mujer que lo porta.

La mujer mapuche, con su sabiduría, su fuerza y su conexión con la tierra y el cosmos, encarna la esencia de su pueblo. La platería que adorna su cuerpo no es un simple ornamento, sino un lenguaje visual que comunica su historia, su linaje, su estatus y su profunda espiritualidad. Cada pieza es un testigo silencioso de su resistencia, un portador de conocimiento ancestral y un símbolo brillante de su inquebrantable identidad.

How tall were the mapuches?
Results: Among males, the mean height was 166.6±7.3 cm and among females, the figure was 153.6±5.9 cm. Mapuche subjects were significantly shorter: -3.2 cm (95% Confidence Interval (CI) -4.0 to -2.3) among females and -4.8 cm (CI -6.0 to -3.6) among males (non adjusted models).

Comparativa de Piezas de Platería Femenina Mapuche

PiezaDescripciónUso PrincipalSimbolismo Clave
TrapelakuchaPectoral colgante con discos y eslabones.Vestimenta ceremonial.Conexión mundo terrenal/espiritual, poder, linaje.
TrarilonkoCinto frontal con placas unidas.Vestimenta ceremonial y diaria.Identidad, pensamiento, estatus, protección.
SikilGrandes aros colgantes.Vestimenta ceremonial y diaria.Protección, estatus, belleza.
Punon OllaBrazaletes anchos.Vestimenta ceremonial.Fuerza física y espiritual, sustento.
TupuPrendedor para textiles.Funcional y decorativo.Sujeción, protección, decoración simbólica.

Preguntas Frecuentes sobre la Mujer Mapuche y su Platería

¿La platería mapuche es usada solo por mujeres?

Aunque hay piezas específicas para hombres (como botones o adornos para el caballo), la mayor parte de la platería ceremonial y la más elaborada es usada por mujeres, quienes son las principales portadoras de estos símbolos de identidad y estatus.

¿Qué metales se utilizan en la platería mapuche?

Tradicionalmente, el metal principal es la plata. Históricamente, se obtenía de monedas de plata de origen colonial, fundiéndolas y trabajándolas. Hoy en día, se utiliza plata de ley, pero se mantiene el valor simbólico del metal.

¿Quiénes crean la platería mapuche?

El oficio tradicional del platero (rütrafe) ha sido predominantemente masculino, transmitido de generación en generación. Sin embargo, las mujeres tienen un rol fundamental en la transmisión del conocimiento sobre las piezas y, en algunos casos, participan activamente en su elaboración.

¿La platería mapuche tiene un significado espiritual?

Sí, profundamente. Muchas piezas, como el Trapelakucha y el sonido de los sikil, se consideran elementos de conexión con el mundo espiritual, protectores contra las malas energías y símbolos de la armonía con la naturaleza y el cosmos.

¿La platería mapuche se sigue usando hoy en día?

Absolutamente. Aunque no siempre en el uso diario completo, la platería es fundamental en ceremonias (como el Nguillatun), encuentros culturales y eventos importantes. Es un símbolo vivo de identidad y orgullo para las mujeres mapuche.

¿Cómo puedo distinguir una pieza auténtica de platería mapuche?

La platería auténtica suele caracterizarse por sus técnicas de trabajo (fundición, laminado, repujado, grabado), el uso de motivos tradicionales (geométricos, fitomorfos, zoomorfos, antropomorfos estilizados) y la calidad del metal. A menudo, las piezas antiguas tienen marcas del trabajo manual. Es recomendable adquirir piezas de artesanos mapuche reconocidos o en tiendas especializadas que garanticen su origen cultural.

¿Qué representa el sonido de las piezas de plata?

El sonido que emiten piezas como el Trapelakucha o los Sikil al moverse se interpreta de diversas maneras según la tradición local, pero comúnmente se asocia con la llamada a los espíritus protectores, la purificación del espacio o la espanta de energías negativas.

¿La platería indica el estatus social de la mujer?

Sí, históricamente el tamaño, la cantidad y la elaboración de las piezas de plata que portaba una mujer podían indicar la riqueza y el estatus de su familia. Sin embargo, más allá de la riqueza material, la platería representa un estatus cultural y espiritual.

¿La mujer mapuche participa en ceremonias con su platería?

Sí, la platería es una parte esencial de la vestimenta ceremonial de la mujer mapuche en rituales como el Nguillatun (rogativa) o el Machitun (ceremonia de sanación), donde las joyas adquieren un significado aún más profundo como elementos de conexión espiritual y manifestación de la identidad cultural.

¿Cómo se relaciona la platería con la historia del pueblo mapuche?

La platería mapuche está intrínsecamente ligada a su historia, desde la obtención de la plata a través de intercambios o conflictos con los colonizadores hasta su uso como símbolo de resistencia cultural y preservación de la identidad a lo largo de los siglos.

En conclusión, la mujer mapuche es la guardiana del legado de su pueblo, una figura de inmensa fortaleza y sabiduría, cuya identidad se manifiesta de manera palpable a través de la rica simbología de su ancestral platería. Cada pieza de plata que porta no es solo un adorno, sino un fragmento de su historia, su espiritualidad y su conexión inquebrantable con el ser mapuche.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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