La Entenalla: Un Aliado Clave en Orfebrería

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En el fascinante mundo de la orfebrería y la platería, donde la precisión y el detalle son primordiales, cada herramienta juega un papel crucial. Algunas son grandes y llamativas, mientras que otras, más discretas, son verdaderas columnas vertebrales del taller. Entre estas últimas se encuentra la entenalla, una humilde pero indispensable prensa de mano que permite al artesano trabajar con seguridad y control sobre piezas pequeñas y delicadas.

¿Qué es una entenalla?
Prensas utilizadas en metal y madera para sujetar objetos pequeños o para sujetar tuercas o tornillos.

A menudo referida también como tornillo de mano o mordaza de mano, la entenalla es, en esencia, un pequeño tornillo de banco portátil. Su diseño simple pero efectivo consiste en dos mandíbulas (o mordazas) que se abren y cierran mediante un mecanismo de tornillo, accionado generalmente por un mango o palanca. Su propósito principal es sujetar firmemente un objeto, liberando así ambas manos del artesano para manipular otras herramientas como limas, sierras, buriles o taladros.

Índice de Contenido

¿Qué es una Entenalla y Cómo Funciona?

En su forma más básica, una entenalla consta de:

  • Mordazas: Las superficies que entran en contacto con la pieza a sujetar. Pueden ser lisas o estriadas, y a menudo están hechas de acero endurecido. Para trabajos delicados, se pueden añadir cubiertas de materiales más blandos como madera, cuero o plástico para evitar marcar el metal.
  • Mecanismo de Tornillo: Un tornillo roscado que, al girar, acerca o separa las mordazas.
  • Mango: La parte que se utiliza para girar el tornillo y aplicar la presión de sujeción.

El funcionamiento es sencillo: se coloca la pieza entre las mordazas y se gira el mango hasta que la pieza quede firmemente sujeta. La clave está en aplicar la presión justa: suficiente para que la pieza no se mueva durante el trabajo, pero no tanta como para deformarla o dañarla.

La Indispensable Función de Sujeción en el Taller

La capacidad de sujetar una pieza de forma estable es fundamental para la mayoría de los procesos en la creación de joyas y objetos de plata. Sin una sujeción adecuada, tareas que requieren precisión se vuelven difíciles, peligrosas e incluso imposibles. La entenalla brilla en este aspecto, ofreciendo una base sólida para trabajar en piezas que son demasiado pequeñas o tienen formas irregulares para ser sujetadas de otra manera.

Además de la precisión, la entenalla proporciona un elemento crucial de seguridad. Al mantener la pieza inmóvil y permitir que el artesano use ambas manos, reduce significativamente el riesgo de cortes, pinchazos o lesiones causadas por herramientas que resbalan sobre un objeto mal sujeto. Imagina intentar limar un pequeño engaste o serrar un diseño intrincado sosteniendo la pieza directamente con los dedos; la entenalla elimina este riesgo.

Principales Usos de la Entenalla en Orfebrería y Platería

La versatilidad de la entenalla la convierte en una herramienta multiusos en el taller. Algunos de sus usos más comunes incluyen:

Limado de Precisión

Una de las aplicaciones más frecuentes. Permite sujetar pequeñas piezas (como argollas, cierres, terminales, o componentes de engastes) para darles forma, eliminar rebabas o refinar superficies con limas de diferentes tamaños y perfiles. La estabilidad que proporciona es vital para lograr caras planas, ángulos definidos o curvas suaves.

Serrado Intricado

Al cortar formas complejas o calados en chapas de metal con una sierra de joyero (segueta), la entenalla puede sujetar la pieza, permitiendo al artesano manipular la sierra con mayor libertad y control. Esto es especialmente útil para cortes internos, donde se necesita perforar la chapa e introducir la hoja de sierra.

Grabado y Cincelado

Para trabajos de grabado manual o cincelado sobre pequeñas superficies, la entenalla ofrece la firmeza necesaria. Sujetar la pieza en la entenalla permite al grabador aplicar la fuerza y el ángulo correctos con el buril o el cincel sin que la pieza se mueva, lo que es esencial para líneas finas y detalles nítidos.

Perforación (Taladrado)

Aunque para agujeros muy pequeños se usan taladros de mano o de columna con accesorios específicos, para perforar piezas sujetas de forma segura, la entenalla puede ser útil. Proporciona un punto de apoyo estable para iniciar y completar el agujero con precisión, evitando que la broca se desvíe.

Preparación para Soldadura

Aunque existen pinzas específicas para soldar que disipan el calor, en algunos casos, una entenalla puede usarse para sujetar componentes en posición antes de soldar, asegurando una alineación perfecta. Se debe tener precaución con la transmisión de calor si la entenalla es completamente metálica.

Acabado y Pulido

Para pulir o dar acabado a componentes muy pequeños o de formas difíciles de agarrar, la entenalla permite sujetarlos firmemente mientras se trabaja con ruedas de pulido pequeñas o herramientas rotatorias.

Tipos de Entenallas y Características a Considerar

Si bien el concepto básico es el mismo, existen variaciones en el diseño y los materiales que afectan su utilidad:

  • Entenallas de Acero: Las más comunes, duraderas y robustas. Ideales para la mayoría de los trabajos, pero pueden marcar metales blandos si no se usan con cuidado o con protectores en las mordazas.
  • Entenallas con Mordazas de Madera: Algunas entenallas tienen mordazas de madera integradas o se pueden adaptar. La madera es más suave y menos propensa a marcar el metal, lo que las hace ideales para piezas acabadas o metales delicados.
  • Entenallas con Mordazas Intercambiables o Accesorios: Algunas versiones más avanzadas permiten cambiar las mordazas por otras con diferentes perfiles (por ejemplo, con ranuras en V para sujetar alambre o piezas redondas) o añadir insertos protectores.
  • Tamaño: Las entenallas vienen en diferentes tamaños. Una entenalla pequeña es ideal para joyería muy fina, mientras que una mediana puede ser más versátil para piezas de tamaño promedio en platería. Es recomendable tener al menos un par de tamaños diferentes si se trabaja con una amplia gama de piezas.
  • Mecanismo: La suavidad y precisión del mecanismo de tornillo son importantes para un ajuste fino y una sujeción segura sin esfuerzo excesivo.

Elegir la Entenalla Adecuada

La elección de tu primera o próxima entenalla dependerá del tipo de trabajo que realices con mayor frecuencia. Si trabajas principalmente con metales preciosos blandos como oro de alta pureza o plata fina en piezas delicadas, una entenalla con mordazas de madera o la capacidad de usar insertos protectores será muy valiosa. Si tu trabajo implica metales más duros o tareas que requieren mucha fuerza (aunque la entenalla no es para aplicar fuerza excesiva), una entenalla de acero robusta será adecuada.

¿Qué es una entenalla?
Prensas utilizadas en metal y madera para sujetar objetos pequeños o para sujetar tuercas o tornillos.

Considera el tamaño de las piezas típicas que manipulas. Una entenalla con una apertura de mordaza adecuada te permitirá sujetar la mayoría de tus trabajos cómodamente. La ergonomía también es importante; la herramienta debe sentirse bien en tu mano, ofreciendo un agarre seguro que te permita trabajar con control.

Comparativa: Entenalla vs. Otras Herramientas de Sujeción

Para entender mejor el rol específico de la entenalla, es útil compararla con otras herramientas de sujeción comunes en un taller de metales:

HerramientaUso PrincipalTamaño TípicoMovilidadVentajas ClaveLimitaciones
Entenalla (Tornillo de Mano)Sujetar piezas pequeñas/medianas para trabajos manuales de precisión (limar, serrar, grabar).Pequeño a MedianoAlta (se sostiene con la mano o se apoya)Ideal para trabajos detallados, excelente control y visibilidad de la pieza.Capacidad de sujeción limitada por la fuerza manual; no adecuada para piezas muy grandes o que requieran mucha torsión.
Tornillo de Banco (Bench Vise)Sujetar piezas grandes o trabajos que requieren mucha fuerza o estabilidad extrema (doblar, forjar ligeramente, serrar piezas grandes).Mediano a GrandeBaja (fijo a la mesa)Gran fuerza de sujeción, base muy estable para trabajos pesados.Menos adecuado para piezas muy pequeñas; inmoviliza al artesano a la mesa de trabajo.
Pinza para Soldar (Soldering Clamp)Sujetar y posicionar piezas específicamente para soldar, a menudo disipando calor.Generalmente PequeñoAlta (se sostiene o apoya)Diseñadas para alta temperatura; permiten posicionar piezas en ángulos complejos.No diseñadas para resistir fuerzas de limado o serrado; menor fuerza de sujeción general.
Pin Vice (Tornillo de Aguja/Brocas)Sujetar alambre, brocas pequeñas, punzones o varillas finas.Muy PequeñoAlta (se sostiene con la mano)Ideal para sujetar elementos cilíndricos muy pequeños.No adecuada para sujetar chapas o piezas de formas irregulares; sujeción limitada a elementos finos y largos.

Como se ve, cada herramienta tiene su nicho. La entenalla se distingue por su combinación de tamaño portátil, control manual y capacidad para sujetar una amplia variedad de formas de piezas pequeñas a medianas para trabajos de acabado y detalle.

Mantenimiento y Cuidado de tu Entenalla

Para asegurar que tu entenalla te sirva bien durante muchos años, es importante mantenerla limpia y en buen estado. El polvo de metal, especialmente, puede acumularse en las roscas del tornillo y dificultar su movimiento. Límpiala regularmente con un cepillo duro o aire comprimido. Ocasionalmente, aplica una pequeña cantidad de lubricante ligero (como aceite para herramientas) en las roscas del tornillo para asegurar un movimiento suave y evitar la corrosión.

Si usas protectores de mordaza, revísalos periódicamente y reemplázalos si están desgastados o dañados.

Preguntas Frecuentes sobre la Entenalla

¿Puedo usar una entenalla para doblar metal?

Aunque la entenalla sujeta firmemente, no está diseñada para soportar las fuerzas de palanca involucradas en el doblado de metales. Para doblar, es mejor usar herramientas específicas como dobladoras, alicates de doblar o un tornillo de banco con los accesorios adecuados.

¿Cómo evito que las mordazas marquen mi pieza?

Utiliza entenallas con mordazas lisas, no estriadas. La mejor solución es usar insertos protectores de materiales blandos como madera, cuero, latón o plásticos. Estos se colocan entre las mordazas y la pieza.

¿Es necesario tener varios tamaños de entenalla?

No es estrictamente necesario para empezar, pero tener al menos dos tamaños (uno pequeño y uno mediano) aumenta tu versatilidad y te permite trabajar más cómodamente con diferentes tamaños de piezas.

¿La entenalla de madera es mejor que la de metal?

Depende del uso. La entenalla de madera es excelente para evitar marcas y para trabajos muy delicados. La de metal es más duradera y ofrece una sujeción más firme para trabajos que lo requieran, siempre que se usen protectores si es necesario.

¿Puedo usar una entenalla para sujetar piedras preciosas?

Generalmente no. Las piedras preciosas son delicadas y pueden rayarse o fracturarse bajo la presión de las mordazas de una entenalla. Para sujetar piedras para tallar o engastar, se utilizan herramientas específicas como cemento de engastar (dop wax) en un mango, tornillos de engastar (engraving blocks) con accesorios especiales o pinzas para piedras.

Conclusión

La entenalla es mucho más que un simple trozo de metal con un tornillo. Es una extensión de las manos del artesano, una herramienta que permite alcanzar niveles de precisión y control que serían imposibles de otra manera. Su simplicidad esconde una funcionalidad profunda, haciendo posible realizar tareas delicadas y complejas con seguridad y eficacia. Desde el aprendiz que da sus primeros pasos hasta el maestro joyero con décadas de experiencia, la entenalla sigue siendo un componente esencial y valorado en el banco de trabajo, demostrando que a veces, las herramientas más modestas son las que marcan la mayor diferencia.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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