¿Cuáles son los tipos de seguetas?

DPP en Seguetas: Clave para Orfebrería

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En el fascinante mundo de la orfebrería y la platería, cada herramienta es una extensión de la mano del artesano, y su correcto conocimiento y uso son fundamentales para lograr resultados impecables. Entre las herramientas más esenciales para el corte de metales, se encuentra la humilde pero poderosa segueta. Sin embargo, al observar las hojas de repuesto, a menudo nos encontramos con diversas especificaciones y códigos. Uno de los más comunes y cruciales es el que se refiere a la cantidad de dientes, a menudo indicado con las siglas DPP. Pero, ¿qué significa exactamente DPP en una segueta y por qué es tan importante para quienes trabajan con metales preciosos?

El término DPP es un acrónimo que proviene del español y significa Dientes Por Pulgada. Como su nombre lo indica, este valor especifica la cantidad de dientes que tiene la hoja de la segueta a lo largo de una pulgada de su longitud. Es una medida directa de la finura o la grosura del dentado de la hoja. Una hoja con un valor de DPP alto tendrá muchos dientes pequeños muy juntos, mientras que una hoja con un valor de DPP bajo tendrá menos dientes, más grandes y más separados.

Comprender el DPP es absolutamente vital porque determina el tipo de material que la segueta puede cortar de manera efectiva y eficiente, así como la calidad del corte resultante. Una hoja con un DPP inadecuado para el material no solo hará que el trabajo sea más difícil y lento, sino que también puede dañar la pieza, romper la hoja o generar un acabado deficiente que requerirá mucho trabajo adicional de limado y pulido.

¿Qué significa Dpp en una segueta?
24 dientes por pulgada (DPP).

Tomemos el ejemplo de la información proporcionada: una segueta de 24 DPP. Esto significa que esa hoja específica tiene 24 dientes en cada pulgada. Esta es una densidad de dientes relativamente alta dentro del rango común de las seguetas de mano, que suelen variar desde alrededor de 14 DPP hasta 32 DPP o incluso más en algunos casos especializados. Un dentado de 24 DPP se considera un dentado medio a fino, muy versátil para una amplia gama de trabajos en metal.

Para el orfebre o el platero, la elección del DPP es crítica. Al cortar láminas delgadas de plata, oro, latón o cobre, una hoja con un DPP bajo (pocos dientes grandes) tenderá a “morder” demasiado el metal, pudiendo doblar la lámina, engancharse o incluso arrancar trozos grandes de material, dejando un borde áspero y dentado. Para estos materiales finos, una hoja con un DPP alto (muchos dientes pequeños), como 24 DPP o incluso 32 DPP, es mucho más adecuada. Los dientes pequeños realizan cortes más finos y controlados, minimizando la deformación del metal y produciendo un borde más limpio que requiere menos trabajo de acabado posterior.

Por otro lado, si se necesita cortar un material más grueso o más blando, como un tubo de pared gruesa o incluso ciertos tipos de madera (como se menciona en la descripción del producto), una hoja con un DPP demasiado alto podría tener problemas. Los espacios entre los dientes serían muy pequeños, lo que dificultaría la evacuación de las virutas de material, provocando que la hoja se atasque, se caliente excesivamente y pierda eficacia rápidamente. En estos casos, una hoja con un DPP más bajo podría ser más apropiada, ya que los dientes más grandes y separados permiten una mejor eliminación de las virutas y un corte más agresivo.

La descripción del producto también menciona que estas seguetas son bimetálicas, fabricadas con acero de alta velocidad M2 en los dientes y acero flexible con alto contenido de carbono en el cuerpo. Esta combinación de materiales es una característica de calidad importante. El acero de alta velocidad M2 es extremadamente duro y resistente al desgaste, lo que permite que los dientes mantengan su filo por más tiempo, incluso al cortar metales duros. El cuerpo de acero flexible, por su parte, confiere a la hoja una gran resistencia a la rotura. Esto es particularmente valioso en el taller de orfebrería, donde a menudo se realizan cortes con movimientos complejos y en ángulos variados, y una hoja rígida sería propensa a romperse. Una hoja flexible reduce el riesgo de accidentes y prolonga la vida útil de la hoja, haciendo la inversión más rentable a largo plazo.

Entender la relación entre el DPP, el material a cortar y el tipo de hoja (como las bimetálicas flexibles) es fundamental para el éxito en cualquier proyecto de orfebrería o platería. No se trata solo de tener la herramienta, sino de elegir la hoja correcta para la tarea específica. Es un detalle que distingue al artesano experimentado del principiante.

Aquí presentamos una tabla comparativa general para ilustrar cómo diferentes valores de DPP se relacionan con las aplicaciones típicas, incluyendo su relevancia en el trabajo con metales:

Rango de DPPDensidad de DientesMateriales TípicosAplicaciones en Orfebrería/PlateríaResultado del Corte
14 - 18 DPPBaja (Grueso)Metales más gruesos (más de 3-4 mm), plásticos gruesos, madera dura.Corte inicial de perfiles o tubos de pared gruesa, desbaste rápido.Corte más rápido, borde más áspero, mayor remoción de material.
24 DPPMedia (Versátil)Metales de grosor medio (1-3 mm), tubos, perfiles, madera.Corte general de chapas, tubos y varillas. Buen equilibrio entre velocidad y acabado. (Como el ejemplo de 24 DPP proporcionado).Versátil, buen equilibrio, acabado aceptable.
30 - 32 DPPAlta (Fino)Metales finos (menos de 1 mm), tubos de pared delgada, plásticos finos.Corte de láminas delgadas, alambres finos, trabajos de precisión, cortes curvos.Corte más lento, borde muy limpio, mínima deformación, ideal para acabado fino.

Esta tabla es una guía general. La elección exacta del DPP también dependerá de la dureza específica del metal y de la habilidad del artesano. Siempre es recomendable tener a mano una variedad de hojas con diferentes DPP para adaptarse a las distintas necesidades del taller.

Dominar el uso de la segueta y la selección de la hoja adecuada es una habilidad fundamental que mejora con la práctica. Un corte limpio y preciso desde el principio reduce drásticamente el tiempo dedicado al acabado (limado, lijado, pulido), lo que se traduce en mayor eficiencia y mejores resultados finales en las piezas de joyería y platería.

La información proporcionada sobre la segueta Ultra 24 DPP resalta sus características de alto rendimiento y resistencia a la rotura gracias a su construcción bimetálica. Estas cualidades son especialmente importantes para el uso profesional, donde la durabilidad y la fiabilidad de la herramienta son cruciales. Una hoja que resiste la rotura no solo es más segura, sino que también permite al artesano trabajar con mayor confianza y continuidad.

¿Qué es el arco de segueta?
El arco es una herramienta con un dispositivo para sujetar y tensar una segueta y con mango para su manejo. Esta herramienta es usada en el sector de la construcción, en talleres mecánicos y de herrería para cortar piezas de diferentes materiales.

En resumen, el DPP es una especificación técnica clave en las hojas de segueta que indica la densidad de su dentado. Para los artesanos del metal, entender y elegir el DPP correcto es tan importante como la técnica misma de corte. Una hoja de 24 DPP, como la mencionada en el ejemplo, es una opción versátil, especialmente útil para cortar metales de grosor medio, ofreciendo un buen equilibrio entre velocidad y acabado. La elección informada del DPP, combinada con la calidad de la hoja (como las propiedades de las bimetálicas), son pasos esenciales para optimizar el proceso de corte y elevar la calidad del trabajo en orfebrería y platería.

Preguntas Frecuentes sobre DPP en Seguetas

¿Por qué no puedo usar una segueta de bajo DPP para cortar láminas finas?
Una segueta de bajo DPP tiene dientes grandes y muy separados. Cuando intentas cortar una lámina de metal muy delgada (donde el grosor es menor que la distancia entre dos dientes), los dientes tienden a engancharse o a 'morder' el material de forma agresiva. Esto puede causar que la lámina se doble, se arrugue, o que el corte sea muy irregular y con mucho desgarro, haciendo que la pieza sea difícil de trabajar o incluso inservible.

¿Cómo sé qué DPP necesita mi proyecto específico?
Como regla general, para metales más delgados y cortes más finos, necesitas un DPP más alto. Para metales más gruesos y cortes más rápidos donde el acabado no es la prioridad principal, un DPP más bajo puede ser adecuado. Una buena práctica es asegurarse de que al menos dos o tres dientes de la segueta estén en contacto con el material que estás cortando al mismo tiempo. Si solo uno o dos dientes entran en contacto, o si la distancia entre los dientes es mayor que el grosor del material, probablemente necesites una hoja con un DPP más alto. Si la hoja se atasca o se llena rápidamente de virutas, podrías necesitar un DPP más bajo.

¿Es una segueta de 32 DPP siempre mejor para joyería que una de 24 DPP?
No necesariamente 'mejor', sino más adecuada para *ciertas* tareas de joyería. Una hoja de 32 DPP es excelente para cortar láminas muy finas, alambres delicados o para realizar cortes intrincados donde se busca un acabado extremadamente limpio con mínima pérdida de material. Sin embargo, para cortar láminas de grosor medio (por ejemplo, 1 mm o más) o tubos, una hoja de 24 DPP podría ser más eficiente, cortando más rápido sin comprometer excesivamente el acabado. La elección depende del grosor del material y del tipo de corte.

¿Qué significa que una segueta sea bimetálica y por qué es importante?
Una segueta bimetálica está hecha de dos metales diferentes. Típicamente, los dientes están hechos de un acero de alta velocidad (como M2) que es muy duro y resistente al desgaste, lo que les permite cortar metales duros y mantener su filo por más tiempo. El cuerpo de la hoja está hecho de un acero con alto contenido de carbono, que es más flexible y resistente a la rotura que el material de los dientes. Esta combinación ofrece lo mejor de ambos mundos: dientes duraderos para un corte eficiente y un cuerpo flexible que reduce significativamente el riesgo de que la hoja se rompa durante el uso, lo cual es un problema común con hojas no flexibles, especialmente al aplicar presión o al realizar cortes curvos.

¿Cómo debo insertar correctamente la segueta en el arco?
La mayoría de las hojas de segueta tienen dientes que apuntan en una sola dirección. Debes insertar la hoja en el arco de manera que los dientes apunten *alejándose* del mango. Esto significa que la hoja cortará cuando empujes hacia adelante, no cuando tires hacia atrás. Asegúrate de que la hoja esté tensada firmemente en el arco; una hoja floja vibrará, dificultará el corte y podría romperse fácilmente.

¿El DPP afecta la velocidad de corte?
Sí, generalmente afecta la velocidad. Una hoja con un DPP más bajo (dientes más grandes y espaciados) tiende a cortar más rápido en materiales adecuados porque cada diente remueve una mayor cantidad de material. Sin embargo, esto a menudo resulta en un corte más áspero. Una hoja con un DPP más alto (dientes más pequeños y juntos) corta más lentamente porque cada diente remueve menos material, pero produce un corte más limpio y fino.

Entender el DPP y la naturaleza de la hoja de tu segueta te empodera para tomar decisiones informadas que mejorarán tu técnica de corte, la calidad de tus piezas y la durabilidad de tus herramientas en el hermoso oficio de la orfebrería y la platería.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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