¿Cómo puedo certificar que una joya es de oro auténtico?

Quilates: Peso y Pureza en Joyería

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El mundo de la joyería está lleno de términos fascinantes que a menudo pueden generar confusión. Uno de los más importantes y, a la vez, malinterpretados es el concepto de "quilate" o "kilate". A primera vista, podría parecer una simple medida, pero su significado varía drásticamente dependiendo de si hablamos de deslumbrantes diamantes y otras gemas preciosas o del reluciente oro. Comprender esta distinción es fundamental no solo para apreciar el valor intrínseco de una pieza, sino también para tomar decisiones informadas al adquirir o vender joyas.

¿Qué significa 1 kilate?
Internacionalmente se utiliza la abreviatura "ct", y en español también se utiliza la abreviatura "qte". No debe usarse nunca la abreviatura "k" pues ésta se emplea solo para indicar las distintas purezas del oro. Un quilate equivale a la quinta parte de un gramo, es decir, a 200 miligramos.

Adentrémonos en este universo brillante para descifrar qué significa realmente un quilate y por qué esta pequeña palabra es tan crucial en la tasación y descripción de nuestras joyas más queridas.

Índice de Contenido

El Quilate: Una Palabra, Dos Mundos

La confusión en torno al término 'quilate' surge principalmente porque se utiliza para medir dos características completamente diferentes en el ámbito de la joyería: el peso de las gemas y la pureza del oro. Aunque la palabra suena similar, sus implicaciones son distintas y es vital saber diferenciarlas para hablar con propiedad y entender el valor de una joya.

Quilate en Diamantes: La Medida del Peso

Cuando escuchamos hablar de quilates en el contexto de diamantes, rubíes, zafiros o cualquier otra gema preciosa, nos referimos exclusivamente a su peso. Esta es una de las "4 C" (Cut, Color, Clarity, Carat Weight - Talla, Color, Pureza, Peso en Quilates) que determinan la calidad y el valor de un diamante. El peso es un factor de calidad tan importante como los otros tres, a pesar de la creencia popular de que una piedra más pequeña pero con mejor pureza o color es siempre superior. Un mayor peso en una gema, manteniendo el resto de características, generalmente implica mayor rareza y, por lo tanto, mayor valor.

La unidad estándar internacional para medir el peso de las gemas es el quilate métrico. Fue estandarizado a principios del siglo XX y su equivalencia es precisa: un quilate equivale exactamente a 200 miligramos, o lo que es lo mismo, a una quinta parte de un gramo. Esta medida se utiliza en todo el mundo para garantizar la uniformidad en el comercio de gemas.

La abreviatura internacional para el quilate de gemas es "ct". En español, también se acepta la abreviatura "qte". Es crucial no confundir estas abreviaturas con la letra "k", que, como veremos más adelante, se reserva para indicar la pureza del oro.

Expresando el Peso en Quilates

El peso de un diamante individual o de un lote de diamantes se expresa utilizando el número de quilates seguido de dos decimales. Estas centésimas suelen denominarse "puntos" en el lenguaje comercial. Por ejemplo, 0.50 ct se conoce comúnmente como "cincuenta puntos" o "medio quilate". Un diamante de 1.25 ct se leería como "uno con veinticinco quilates" o "un quilate y veinticinco centésimas".

¿A cuánto equivale 1 quilate de oro?
La pureza se mide en quilates (kt), donde 1 quilate equivale a 1/24 de la masa total de la joya. Por lo tanto, si una joya es de 18 quilates, significa que 18 de las 24 partes de la joya son de oro puro, mientras que las otras 6 partes son de otros metales. Esto equivale a una pureza del 75%.

Para mantener la precisión, existen reglas específicas para el redondeo del peso. La norma internacional establece que el peso solo debe redondearse a la centésima superior si la tercera cifra decimal (la milésima) es un 9. En cualquier otro caso (si la milésima es 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 u 8), el peso se trunca a las dos primeras decimales. Por ejemplo, un diamante que pese 1.528 ct se registrará como 1.52 ct, mientras que uno que pese 1.529 ct se registrará como 1.53 ct.

Quilateros: Las Balanzas de Precisión

Las balanzas especializadas utilizadas para pesar gemas con la precisión requerida se llaman quilateros. Son instrumentos de alta sensibilidad, capaces de medir hasta la milésima de quilate (0.001 ct), aunque el peso final se exprese con solo dos decimales siguiendo las reglas de redondeo.

Peso vs. Tamaño Aparente

Es un error común pensar que el peso en quilates se traduce directamente en el tamaño visible de un diamante. Si bien, a igualdad de talla, un diamante más pesado será más grande, la forma y las proporciones de la talla influyen enormemente en cómo percibimos su tamaño. Un diamante con un peso en quilates elevado puede no parecer tan grande si gran parte de su masa está "escondida" en una culata profunda. Por el contrario, un diamante tallado de forma más extendida o con una tabla ancha puede parecer más grande de lo que sugiere su peso real.

Las diferentes formas de talla (brillante, princesa, pera, ovalada, cojín, marquesa, esmeralda, radiante, corazón) tienen distintas distribuciones de peso. Un brillante redondo de 1 quilate tiene unas proporciones estándar que resultan en un diámetro aproximado. Sin embargo, un diamante talla marquesa de 1 quilate, al ser más alargado, tendrá un diámetro mayor en su eje principal, aunque su área total vista desde arriba podría ser similar o incluso menor que la de un brillante de 1 ct bien tallado.

La Relación entre Peso y Precio: Las Fronteras Mágicas

El precio por quilate de un diamante no aumenta de forma lineal con su peso. Es decir, el precio de un diamante de 1 quilate es significativamente mayor que el de dos diamantes de medio quilate de calidad similar. Esto se debe a la rareza exponencialmente mayor de encontrar cristales de diamante más grandes y de alta calidad. Además, existen ciertos pesos, conocidos como "fronteras mágicas", donde el precio por quilate experimenta aumentos bruscos. Estas fronteras suelen ser 0.30 ct, 0.50 ct, 0.75 ct, 1.00 ct y sus múltiplos. Cruzar estas barreras de peso, especialmente la de 1 quilate, tiene un impacto considerable en el valor de la gema.

Estimación del Peso de Diamantes Talla Brillante por Diámetro

Para diamantes con talla brillante redonda, cuyas proporciones están muy bien definidas, es posible estimar el peso aproximado en quilates basándose en su diámetro. Es importante recordar que esto es solo una estimación, ya que variaciones sutiles en la talla (espesor del filetín, profundidad de la culata, tamaño de la tabla) pueden afectar el peso real. La siguiente tabla muestra pesos aproximados para brillantes redondos según su diámetro medio:

Ø mmPeso (ct)Ø mmPeso (ct)Ø mmPeso (ct)
1.00.0052.90.094.80.40
1.10.0063.00.104.90.42
1.20.0083.10.115.00.45
1.30.0103.20.125.10.48
1.40.0123.30.135.20.51
1.50.0153.40.145.30.54
1.60.0183.50.155.40.57
1.70.0213.60.165.50.60
1.80.0243.70.185.60.63
1.90.0273.80.205.70.66
2.00.0313.90.225.80.70
2.10.0354.00.245.90.74
2.20.0404.10.266.00.78
2.30.0454.20.286.10.82
2.40.0504.30.306.20.86
2.50.0554.40.326.30.90
2.60.0604.50.346.40.95
2.70.0704.60.366.51.00
2.80.0804.70.386.61.05

Esta tabla es una herramienta útil para tener una idea aproximada del peso de un brillante redondo basándose en su medida, pero el peso exacto siempre debe determinarse con un quilatero.

Kilate en Oro: La Medida de la Pureza

En contraste con las gemas, cuando hablamos de kilates (a menudo escrito con 'k') en relación con el oro, nos referimos a su pureza. El oro puro, en su estado natural, es un metal relativamente blando y maleable. Para aumentar su durabilidad, resistencia y a veces modificar su color (creando oro blanco, rosa, etc.), se alea, es decir, se mezcla con otros metales como cobre, plata, zinc, níquel o paladio.

¿Qué significa 8 quilates?
El oro de 8 quilates, que se utiliza a menudo como material básico para joyas, es una aleación especial que aprovecha las diferentes cualidades del oro y otros metales. La base del oro de 8 quilates es siempre un 33,3 % de oro puro. También hay piezas de joyería en otros colores de oro.

La pureza del oro se mide en kilates, basándose en un sistema de 24 partes. El oro de 24 kilates (24k) se considera oro puro, lo que significa que 24 de las 24 partes de la aleación son oro. Esto equivale a una pureza del 99.9% o superior.

Las joyas rara vez se fabrican con oro 24k debido a su blandura. Por ello, se utilizan aleaciones con menor pureza para crear piezas más robustas y adecuadas para el uso diario. La cantidad de oro puro presente en la aleación determina el número de kilates:

  • 24 kilates (24k): 24/24 partes son oro. Pureza ≈ 100% (mínimo 99.9%).
  • 22 kilates (22k): 22/24 partes son oro y 2/24 son otros metales. Pureza ≈ 91.67%.
  • 18 kilates (18k): 18/24 partes son oro y 6/24 son otros metales. Pureza = 75%. Este es uno de los estándares más comunes y apreciados en joyería fina por su equilibrio entre pureza y durabilidad.
  • 14 kilates (14k): 14/24 partes son oro y 10/24 son otros metales. Pureza ≈ 58.33%. Popular en muchas partes del mundo por su resistencia.
  • 10 kilates (10k): 10/24 partes son oro y 14/24 son otros metales. Pureza ≈ 41.67%. Es la pureza mínima legal para ser considerado oro en muchos países.

Es importante entender que un kilate más bajo no necesariamente significa que la joya sea de menor valor absoluto, ya que su valor final también depende del peso total del metal, el diseño, la mano de obra y la presencia de gemas. Sin embargo, a igual peso, una joya de mayor kilataje (como 18k frente a 14k) contiene una mayor cantidad de oro puro y, por lo tanto, suele tener un valor intrínseco superior por el metal.

Cómo Determinar los Kilates del Oro

La forma más sencilla y común de saber de cuántos kilates es una joya de oro es buscar el sello o marca (hallmark) grabado en una parte discreta de la pieza (como el interior de un anillo, el cierre de un collar o pulsera, o la parte trasera de un pendiente). Estas marcas suelen indicar la pureza en formato numérico seguido de la letra "k" (ej. 18k, 14k) o en milésimas que representan la pureza (ej. 750 para 18k, 585 para 14k). La marca "750" significa que 750 partes de cada mil son oro puro, lo que equivale al 75%, es decir, 18k.

Si la joya no tiene un sello visible o si se tiene dudas sobre su autenticidad, la opción más fiable es acudir a un joyero profesional o a un especialista en metales preciosos. Ellos cuentan con el conocimiento y las herramientas (como espectrómetros de rayos X o pruebas de ácido más sofisticadas) para determinar la pureza del oro de forma precisa y sin dañar la joya.

Existen kits de prueba caseros que utilizan ácidos para evaluar la pureza del oro. Estos kits suelen incluir diferentes ácidos para probar distintos kilatajes. Se realiza una pequeña marca en una parte poco visible de la joya o se frota la joya en una piedra de toque, y se aplica una gota de ácido. La reacción (o falta de ella) indica si el oro es de al menos la pureza que el ácido está diseñado para probar. Sin embargo, el uso de estos kits requiere precaución y cierta experiencia, ya que los ácidos son corrosivos y pueden dañar la joya si no se usan correctamente. Además, no siempre ofrecen la precisión de un análisis profesional.

La Clave: No Confundir Peso con Pureza

La principal fuente de confusión radica en el uso de términos similares para conceptos tan diferentes. Recuerde: el quilate (ct) es una unidad de peso para gemas (1 ct = 200 mg), mientras que el kilate (k) es una medida de pureza para el oro (1k = 1/24 de oro puro). Un diamante se mide en quilates por cuánto pesa; el oro se mide en kilates por cuánto oro puro contiene respecto a su peso total.

¿Qué unidades usan los joyeros para medir el peso de piedras preciosas?
El quilate (ct) es la unidad de peso de los diamantes; 1 quilate equivale a 200 mg.

Preguntas Frecuentes sobre Quilates y Kilates

Aquí respondemos a algunas preguntas comunes para aclarar aún más la distinción:

¿Qué significa 1 quilate?

En el contexto de diamantes y gemas, 1 quilate significa que la gema pesa exactamente 200 miligramos (o 0.2 gramos). Es una unidad de peso.

En el contexto del oro, aunque la pregunta suele referirse a la pureza, a veces se confunde. Si se refiere a la pureza, 1 kilate (1k) significa que 1/24 parte de la masa total del metal es oro puro. Esto equivale a una pureza muy baja, aproximadamente 4.17%, y no es un kilataje común para la joyería.

¿Qué significa 8 kilates?

En el contexto del oro, 8 kilates (8k) significa que 8 de las 24 partes de la aleación son oro puro, y las restantes 16 partes son otros metales. Esto equivale a una pureza de 8/24 = 1/3, es decir, aproximadamente 33.33% de oro puro. Aunque no es tan común como 10k o 14k, el oro de 8k existe en la joyería de algunos países.

¿A cuánto equivale 1 quilate de oro?

Esta pregunta es ambigua porque "quilate" (con 'q') se usa para el peso de gemas, no la pureza del oro. Si la pregunta se refiere a la pureza del oro, se usaría "kilate" (con 'k'), y 1 kilate (1k) equivale a 1/24 parte de oro puro en la aleación, como se explicó anteriormente. Si, hipotéticamente, se refiriera al peso de una pieza de oro usando la unidad de peso de gemas (ct), entonces 1 quilate de oro pesaría 200 miligramos. Pero esta no es la forma habitual de medir el oro; el oro se pesa en gramos o onzas troy.

¿Cómo saber de cuántos kilates es el oro de mi joya?

Puedes buscar un sello o marca grabado en la joya, que suele indicar el kilataje (ej. 18k, 14k) o la pureza en milésimas (ej. 750, 585). Si no encuentras la marca o tienes dudas, la forma más segura es llevar la joya a un joyero profesional para que la evalúe.

Comprender la diferencia entre el quilate de peso en diamantes y el kilate de pureza en oro te proporciona una base sólida para apreciar y valorar la joyería. La próxima vez que admires una pieza, podrás hacerlo con el conocimiento de que estás observando el peso de una gema brillante o la concentración de oro puro en un metal precioso.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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