Cuando admiras una hermosa pieza de joyería, ya sea un anillo antiguo, una pulsera reluciente o un elegante collar, es posible que hayas notado unos diminutos grabados, casi imperceptibles a simple vista, en alguna parte discreta del metal. Estos pequeños símbolos o números no son meros adornos; son la firma de la joya, una especie de pasaporte que revela información crucial sobre su composición y valor. Comprender qué significan estos grabados, conocidos como marcados o sellos, es fundamental para cualquier amante de la orfebrería y la platería, ya que nos hablan directamente de la pureza del metal precioso utilizado.

Estos marcados son una garantía para el consumidor, una tradición que se remonta a siglos y que permite identificar el contenido de metal precioso en una aleación. En esencia, te dicen cuánto oro o cuánta plata pura hay realmente en la joya que tienes en tus manos. Pero, ¿cómo se interpretan estos números? ¿Son iguales para el oro y la plata? Acompáñanos en este recorrido para descifrar el lenguaje secreto de las marcas en las joyas.
- ¿Qué Significan Exactamente los Marcados en las Joyas?
- Decodificando los Números de la Plata: El Rey 925
- Las Marcas Numéricas en el Oro: Un Espectro de Purezas
- Más Allá de los Números: Otras Marcas Importantes
- Pureza vs. Calidad: Una Distinción Clave
- La Famosa "Plata de Ley": Un Estándar Reconocido
- Desvelando la Autenticidad: Cómo Saber si una Joya es de Plata Genuina
- 1. La Prueba del Hielo: Un Conductor Excepcional
- 2. El Marcado o Sello de Plata: La Evidencia Principal
- 3. La Prueba del Imán: No Magnética
- 4. La Prueba del Ácido: Reacción Química Controlada
- 5. Prueba de Peso y Densidad: Sensación en la Mano
- 6. Prueba del Tosigo o Frotamiento: La Marca Negra
- 7. Prueba de Calor: Alto Punto de Fusión
- Cuidados Esenciales para tus Joyas de Plata de Ley
- Tabla Comparativa de Pureza en Joyería
- Preguntas Frecuentes sobre Marcados y Pureza
- Conclusiones
¿Qué Significan Exactamente los Marcados en las Joyas?
En el mundo de la joyería, los metales puros como el oro y la plata son relativamente blandos. Para darles la dureza y durabilidad necesarias para la fabricación de piezas que se usen a diario, se mezclan con otros metales menos preciosos, creando lo que se conoce como una aleación. Los marcados numéricos que encontramos en las joyas indican precisamente la proporción de metal precioso puro dentro de esta aleación. Esta proporción se expresa comúnmente en partes por mil.
Por ejemplo, un marcado de 925 significa que de cada mil partes del metal total de la joya, 925 partes son del metal precioso en cuestión (oro o plata), y las 75 partes restantes corresponden a otros metales (cobre, zinc, níquel, etc.). Esta es una forma estandarizada a nivel internacional de cuantificar la pureza de los metales en la joyería y asegurar un cierto nivel de calidad.
Decodificando los Números de la Plata: El Rey 925
En el caso específico de la plata, el marcado más universalmente reconocido y buscado es el 925. Como ya hemos mencionado, este número indica que la joya está compuesta por un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, generalmente cobre. Esta aleación particular es la que se conoce mundialmente como Plata de Ley (Sterling Silver).
La razón por la que no se utiliza plata 100% pura (marcada como 1000) para la joyería es su extrema maleabilidad. La plata pura es tan blanda que una joya hecha exclusivamente con ella se deformaría con muchísima facilidad. Al añadir una pequeña cantidad de cobre, se aumenta significativamente su dureza y resistencia, haciéndola ideal para la creación de anillos, pulseras, pendientes y otras piezas que deben soportar el uso cotidiano sin perder su forma.
Aunque el 925 es el estándar de la Plata de Ley, existen otras leyes de plata menos comunes en joyería, como la plata 800 (80% plata pura) o la plata 950 (95% plata pura), pero el 925 es, sin duda, el más extendido y el que generalmente se considera como el estándar de alta calidad para la plata en joyería.
Las Marcas Numéricas en el Oro: Un Espectro de Purezas
El oro, al igual que la plata, se alea con otros metales (cobre, plata, zinc, níquel, paladio, etc.) para aumentar su dureza, modificar su color (oro amarillo, blanco, rosa) y reducir su coste. Los marcados numéricos en el oro también se expresan en partes por mil y reflejan el porcentaje de oro puro (oro de 24 quilates) en la aleación.
Los números más comunes que puedes encontrar grabados en joyas de oro, como los mencionados en la introducción, son:
- 917: Este marcado indica que la joya contiene 917 partes de oro puro por cada mil, lo que equivale a un 91.7% de oro. Esta pureza es característica del oro de 22 quilates (22/24 = 0.9166...). Es un oro muy puro y maleable, a menudo utilizado en joyería tradicional en algunas culturas.
- 750: Uno de los marcados más frecuentes y populares a nivel mundial. Significa que la joya contiene 750 partes de oro puro por cada mil, es decir, un 75% de oro. Esto corresponde al oro de 18 quilates (18/24 = 0.75). El oro de 18k ofrece un excelente equilibrio entre pureza, durabilidad y valor. Es lo suficientemente resistente para el uso diario sin ser excesivamente blando.
- 583: Este marcado indica 583 partes de oro puro por cada mil, lo que equivale a un 58.3% de oro. Corresponde al oro de 14 quilates (14/24 = 0.5833...). Es un oro más duro y resistente que el de 18k o 22k, y también más económico debido a su menor contenido de oro puro. Es muy popular, especialmente en algunas regiones y para piezas que requieren mayor robustez. A veces se marca como 585.
- 500: Significa que la joya contiene 500 partes de oro puro por cada mil, o un 50% de oro. Esto corresponde al oro de 12 quilates (12/24 = 0.50). Es una aleación con menor contenido de oro, por lo que es más dura, resistente y económica, aunque su color puede ser menos intenso que el de aleaciones de mayor pureza.
Es importante saber que la legislación sobre marcados puede variar ligeramente entre países, pero estos números basados en partes por mil son un estándar bastante global para indicar la pureza del oro.
Más Allá de los Números: Otras Marcas Importantes
Además de los números que indican la pureza del metal, las joyas a menudo llevan otros tipos de grabados. Estos pueden incluir:
- Marca del fabricante o orfebre: Un símbolo o iniciales que identifican al creador o la casa de joyería que produjo la pieza. Es como la firma del artista y puede ser muy valiosa para identificar el origen y la autenticidad de piezas de diseñador o antiguas.
- Marca de origen o ciudad: Un sello que indica el lugar donde la joya fue contrastada o fabricada. En algunos países, esta marca es obligatoria y garantiza que la pureza declarada ha sido verificada por una oficina de contrastación oficial.
- Marcas de fechas o eventos especiales: Ocasionalmente, se pueden encontrar marcas que conmemoran una fecha particular, como el año de fabricación o un evento real.
- Marcas de metales adicionales: Si la joya combina diferentes metales o incluye platino, puede haber marcas adicionales para identificar estos componentes.
Estas marcas adicionales, si bien no indican la pureza del metal precioso principal, aportan contexto histórico, geográfico y de autoría a la pieza, aumentando su interés y, en algunos casos, su valor para coleccionistas.

Pureza vs. Calidad: Una Distinción Clave
Es crucial entender que el marcado numérico (la pureza del metal) no es el único indicador de la calidad total de una joya. Una joya con un alto contenido de oro puro (como 917 o 750) es valiosa por la cantidad de metal precioso que contiene, pero su calidad general también depende de otros factores fundamentales:
- La calidad de la fabricación: ¿Está bien hecha la joya? ¿Los engastes son seguros? ¿El acabado es impecable? Una joya de 18k mal fabricada puede ser de menor calidad que una joya de 14k exquisitamente elaborada.
- Los materiales adicionales: Si la joya incluye gemas, la calidad, el tamaño, el corte y el engaste de estas piedras afectan enormemente la calidad y el valor total de la pieza.
- El diseño: La originalidad, la complejidad y la belleza artística del diseño son aspectos subjetivos pero que contribuyen significativamente a la calidad percibida y al valor estético de la joya.
- El estado de conservación: El cuidado y mantenimiento que ha recibido la joya a lo largo del tiempo también influyen en su estado actual y, por lo tanto, en su calidad percibida.
Por lo tanto, si bien el marcado de pureza es un dato objetivo y esencial, al evaluar una joya debemos considerar todos estos elementos en conjunto.
La Famosa "Plata de Ley": Un Estándar Reconocido
El término "Plata de Ley" (Sterling Silver en inglés) es sinónimo de un estándar de pureza para la plata. Como ya se mencionó, el marcado más común para la Plata de Ley es 925. Este estándar se estableció históricamente para garantizar un nivel mínimo de plata pura en los objetos fabricados, protegiendo tanto a los artesanos honestos como a los consumidores. La popularidad de la plata de ley en joyería se debe a una combinación de factores:
- Dureza y trabajabilidad: La aleación 925 tiene la dureza perfecta para ser trabajada por los orfebres y a la vez ser lo suficientemente resistente para el uso diario.
- Estética: La plata 925, una vez pulida, presenta ese característico brillo blanco metálico que es tan apreciado. Su color neutro la hace muy versátil y fácil de combinar.
- Costo: Comparada con el oro o el platino, la plata es un metal precioso más accesible, lo que permite crear piezas de alta calidad a precios más asequibles, democratizando el acceso a la joyería fina.
- Popularidad: La plata ha sido utilizada en joyería y objetos decorativos durante milenios y goza de una gran aceptación en diversas culturas y grupos de edad, siendo especialmente popular entre el público joven y de mediana edad.
Cuando adquieres una joya marcada como 925 o "Sterling", tienes la garantía de que estás comprando auténtica Plata de Ley con su contenido de pureza estandarizado.
Desvelando la Autenticidad: Cómo Saber si una Joya es de Plata Genuina
Dado que la plata es tan popular y valiosa, el mercado está lleno de imitaciones o piezas bañadas en plata sobre una base de metal común. Identificar si una joya es realmente de plata de ley o simplemente chapada es una habilidad útil. Además de buscar el marcado (que, aunque es un buen indicador, a veces puede ser falsificado en piezas de baja calidad), existen varias pruebas que puedes realizar, algunas caseras y otras que requieren herramientas o la ayuda de un profesional:
1. La Prueba del Hielo: Un Conductor Excepcional
Esta es quizás la prueba casera más sencilla y sorprendente. La plata pura es el mejor conductor térmico y eléctrico de todos los metales. La Plata de Ley 925, al tener un alto porcentaje de plata, también es un excelente conductor de calor. Para realizar la prueba:
- Coloca un cubito de hielo sobre una superficie no absorbente (como un plato de cerámica o una bandeja).
- Coloca la joya de plata de ley directamente sobre el cubito de hielo.
- Observa.
Si la joya es de auténtica plata de ley, el hielo comenzará a derretirse de forma notablemente rápida en el punto de contacto con la joya, mucho más rápido que si simplemente estuviera sobre la superficie o en contacto con otro metal común. Esto se debe a que la plata conduce el calor del ambiente al hielo de manera muy eficiente.
2. El Marcado o Sello de Plata: La Evidencia Principal
Busca los sellos o marcados en la joya. Los más comunes para la plata de ley son:
- 925
- STERLING
- STER
- SILVER
Estos sellos suelen encontrarse en lugares discretos, como el interior de un anillo, en el cierre de una pulsera o collar, o en la parte trasera de un pendiente. Utiliza una lupa si es necesario, ya que suelen ser muy pequeños. Si encuentras alguno de estos marcados, es un fuerte indicio de que la pieza es de Plata de Ley.
3. La Prueba del Imán: No Magnética
La plata, al igual que el oro y el platino, no es un metal ferromagnético a temperatura ambiente. Esto significa que no es atraída por un imán. Para esta prueba, necesitarás un imán fuerte (como los de neodimio, no un imán de nevera débil):
- Acerca el imán a la joya.
- Observa si la joya es atraída por el imán.
Si la joya se pega firmemente al imán, es casi seguro que no es de plata de ley, sino de un metal base magnético como el hierro o una aleación con un alto contenido de hierro o níquel. Sin embargo, ten precaución: algunas partes pequeñas de la joya, como los cierres de algunos collares o pulseras, pueden contener muelles o mecanismos de acero (que sí es magnético) incluso si el resto de la joya es de plata. Asegúrate de probar el cuerpo principal de la joya.
4. La Prueba del Ácido: Reacción Química Controlada
Esta prueba es más concluyente pero requiere precaución y productos químicos específicos. Se utiliza ácido de prueba de plata, que se puede adquirir en tiendas de suministros para joyería. El ácido reacciona de manera diferente con distintos metales y aleaciones:
- Haz una pequeña marca discreta en la joya (a menudo se frota sobre una piedra de toque) o aplica una pequeña gota en una parte oculta.
- Aplica una pequeña gota del ácido de prueba de plata sobre la marca o la gota.
- Observa el cambio de color.
Si la joya es de plata de ley (925), la gota de ácido debería volverse de un color cremoso, blanco lechoso o grisáceo. Otros metales darán resultados diferentes: un color verde puede indicar latón o bronce, un color amarillo puede indicar estaño. Si no hay reacción o el color es diferente al esperado para la plata, la joya probablemente no sea de plata de ley. Esta prueba es destructiva en el punto de aplicación, por lo que debe hacerse con cuidado y en un lugar que no se vea.
5. Prueba de Peso y Densidad: Sensación en la Mano
La plata es un metal relativamente denso. Una joya de plata de ley genuina debería sentirse "pesada" para su tamaño en comparación con una joya de tamaño similar hecha de un metal más ligero como el aluminio o incluso algunas aleaciones de zinc. Aunque esta no es una prueba científica sin pesar y medir el volumen con precisión, la experiencia con joyas de plata de ley te dará una intuición sobre su peso característico.
6. Prueba del Tosigo o Frotamiento: La Marca Negra
Frotar suavemente una joya de plata de ley sobre una superficie ligeramente abrasiva y clara (como una piedra de toque negra o incluso un trozo de cerámica sin esmaltar) debería dejar una marca. Si la joya es de plata de ley, la marca será de color negro o gris oscuro. Esto ocurre porque la plata reacciona con el azufre y el oxígeno del aire (un proceso llamado oxidación o 'tarnish'), y al frotarla, se deposita una pequeña cantidad de sulfuro de plata negra sobre la superficie. Otros metales pueden dejar marcas de colores diferentes o ninguna marca.
7. Prueba de Calor: Alto Punto de Fusión
Esta prueba es para joyeros experimentados y debe realizarse con extrema precaución. La plata tiene un punto de fusión relativamente alto (alrededor de 961°C para la plata pura, la aleación 925 funde a una temperatura ligeramente inferior, pero aún alta). Calentar una joya de plata de ley con una llama (como un soplete pequeño) no debería causar que se derrita o se deforme fácilmente, a diferencia de metales de menor punto de fusión. Si la pieza se derrite rápidamente o emite un olor a plástico quemado, no es plata. No intentes esta prueba sin el conocimiento y equipo adecuados, ya que puedes dañar la joya o incluso lastimarte.
Al realizar cualquiera de estas pruebas, especialmente las caseras, es importante recordar que ninguna prueba individual es 100% infalible (excepto quizás el análisis profesional con espectrómetros). La combinación de varias pruebas, junto con la búsqueda de los marcados, te dará una mayor certeza sobre la autenticidad de la pieza.

Cuidados Esenciales para tus Joyas de Plata de Ley
Una de las características de la plata es que, con el tiempo, tiende a empañarse o 'oxidarse', desarrollando una capa oscura en su superficie. Esto es una reacción natural de la plata con el azufre presente en el aire y en ciertos materiales (como la lana, el caucho, incluso algunos alimentos o productos químicos). Afortunadamente, cuidar y limpiar tus joyas de Plata de Ley es relativamente sencillo y te permitirá mantener su brillo por muchos años.
Limpieza Regular y Prevención
Para el mantenimiento rutinario y para prevenir que la plata se empañe:
- Limpia tus joyas de plata regularmente con un paño suave de algodón o una gamuza específica para joyería. Esto ayuda a eliminar aceites corporales, maquillaje y suciedad que pueden acelerar el empañamiento.
- Guarda tus joyas de plata en un lugar seco y oscuro, idealmente en bolsas de tela individuales o joyeros forrados para limitar su exposición al aire y evitar que se rayen con otras piezas.
- Evita el contacto de tus joyas de plata con productos químicos agresivos como lejía, amoniaco, cloro (piscinas), productos de limpieza del hogar, perfumes, lacas para el cabello y cremas. Es recomendable quitarse las joyas antes de realizar tareas domésticas, ir a la piscina, o aplicar cosméticos.
- Algunas personas notan que el uso frecuente de la plata ayuda a mantenerla brillante, ya que el roce constante pule la superficie y reduce el empañamiento.
Limpieza Profunda para Joyas Empañadas
Si tus joyas de plata ya se han empañado y presentan ese tono oscuro, puedes limpiarlas de forma más profunda:
- Método suave con agua y jabón: Sumerge la joya en agua tibia con unas gotas de jabón líquido suave (sin detergentes agresivos ni perfumes). Frota suavemente con un cepillo de dientes de cerdas muy suaves o con los dedos. Enjuaga bien con agua limpia y seca completamente con un paño suave. Asegúrate de que no quede humedad atrapada, especialmente en engastes o detalles.
- Método con bicarbonato de sodio: Haz una pasta suave mezclando bicarbonato de sodio con un poco de agua tibia. Aplica la pasta sobre la joya y frota suavemente con un paño suave o un cepillo de dientes viejo de cerdas blandas. El bicarbonato actúa como un abrasivo muy fino que ayuda a eliminar el empañamiento. Enjuaga completamente y seca muy bien.
- Método con papel de aluminio y bicarbonato (para empañamiento severo): Cubre un recipiente con papel de aluminio. Coloca la joya de plata empañada dentro. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre la joya y vierte agua hirviendo hasta cubrirla. Ocurrirá una reacción química (reducción) que transferirá el empañamiento del metal al aluminio. Deja actuar unos minutos (el tiempo dependerá del grado de empañamiento). Retira la joya (con cuidado, estará caliente), enjuaga bien y seca. Este método es efectivo para el empañamiento, pero no para suciedad o pátina deseada.
Evita los limpiadores químicos para plata demasiado fuertes o que contengan amoniaco, a menos que sean específicos para joyería y sigas las instrucciones al pie de la letra. Nunca uses productos abrasivos fuertes o limpiadores ultrasónicos con joyas que tengan gemas delicadas o engastes frágiles.
Tabla Comparativa de Pureza en Joyería
| Metal | Marcado (Partes por Mil) | Porcentaje de Metal Puro | Equivalente en Quilates (Oro) | Notas Comunes |
|---|---|---|---|---|
| Plata | 925 | 92.5% | N/A | Plata de Ley (Sterling Silver). Estándar común en joyería. |
| Plata | 800 | 80.0% | N/A | Menos común en joyería fina, a veces usada en cubertería. |
| Oro | 999 | 99.9% | 24K | Oro puro. Demasiado blando para la mayoría de joyas de uso diario. |
| Oro | 917 | 91.7% | 22K | Oro de alta pureza, usado en joyería fina tradicional. |
| Oro | 750 | 75.0% | 18K | Estándar de alta calidad en joyería, buen equilibrio entre pureza y dureza. |
| Oro | 583 / 585 | 58.3% / 58.5% | 14K | Popular por su durabilidad y precio más accesible. |
| Oro | 500 | 50.0% | 12K | Menor contenido de oro, mayor dureza. |
| Oro | 375 | 37.5% | 9K | Baja pureza de oro, muy duro y resistente. |
Preguntas Frecuentes sobre Marcados y Pureza
¿Qué significa si una joya no tiene ningún marcado?
Si una joya no tiene ningún marcado, puede significar varias cosas: que es anterior a la obligatoriedad de los marcados, que es una pieza hecha a mano sin contrastar, que es bisutería (no hecha de metales preciosos), o que el marcado se ha desgastado con el tiempo. En estos casos, la única forma segura de determinar su composición es mediante pruebas profesionales.
¿Es lo mismo quilates que pureza en partes por mil?
Sí, son dos formas de expresar lo mismo en el caso del oro. Los quilates (K) dividen la pureza total en 24 partes (24K es oro puro). La pureza en partes por mil divide la pureza total en 1000 partes (1000 partes por mil sería oro puro). La conversión es sencilla: (Quilates / 24) * 1000 = Partes por mil. Por ejemplo, (18 / 24) * 1000 = 750 partes por mil.
¿Puede una joya de plata 925 causar alergia?
Aunque la plata pura es hipoalergénica, la Plata de Ley 925 contiene un 7.5% de otros metales, comúnmente cobre. En algunos casos, se pueden añadir pequeñas cantidades de níquel (aunque no es lo ideal en aleaciones de plata de ley de calidad) u otros metales a los que algunas personas son alérgicas. Si tienes alergia a ciertos metales, es recomendable asegurarte de la composición exacta de la aleación o consultar a un profesional.
¿Por qué algunas joyas de oro blanco tienen un marcado de pureza pero parecen plateadas?
El oro blanco es una aleación de oro puro con metales blancos como níquel, paladio, plata o zinc. A pesar de ser "oro", su color natural es un blanco grisáceo. Para darle el acabado blanco brillante que conocemos, las joyas de oro blanco suelen ser recubiertas con una fina capa de rodio, un metal del grupo del platino. Es esta capa de rodio la que le da el aspecto plateado final. La marca de pureza (como 750 o 585) se refiere al contenido de oro antes del baño de rodio.
¿La plata 925 se raya fácilmente?
La plata 925 es más dura que la plata pura, pero aún es relativamente blanda en comparación con otros metales o aleaciones. Es susceptible a rayarse con el uso normal, especialmente si entra en contacto con superficies abrasivas u otras joyas. Guardarla por separado y manipularla con cuidado ayuda a minimizar los arañazos.
Conclusiones
Entender los marcados en las joyas es una habilidad valiosa que te permite apreciar mejor tus piezas, verificar su autenticidad y conocer el valor intrínseco del metal precioso que contienen. Los números como 925 en la plata y 917, 750, 583, 500 en el oro son indicadores estandarizados de pureza, esenciales en el mundo de la orfebrería.
Si bien estos marcados son una excelente guía, especialmente el sello 925 para la Plata de Ley, siempre es prudente ser cauteloso, especialmente con piezas antiguas o de origen desconocido. La existencia de imitaciones y chapados hace que, ante la menor duda sobre la autenticidad de una joya, la mejor recomendación sea siempre acudir a un joyero o tasador profesional. Ellos cuentan con las herramientas y la experiencia necesarias para realizar pruebas definitivas y ofrecerte una evaluación precisa. Conocer el significado de estos pequeños pero significativos grabados te conecta con la rica historia de la metalurgia y te empodera como conocedor y coleccionista de bellas piezas de orfebrería y platería.
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