What is Skyphos in Greek?

El Skyphos: La Copa de Vino de la Antigüedad

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En el fascinante universo de las vasijas y recipientes de la antigüedad clásica, cada forma y diseño tenía un propósito específico y un lugar en la vida cotidiana, social o ritual. Entre la vasta colección de copas, cuencos y jarras que nos han llegado de Grecia y Roma, destaca por su funcionalidad y diseño característico un tipo particular de vaso conocido como skyphos.

What is Skyphos used for?
A skyphos (Ancient Greek: σκύφος; pl. : skyphoi) is a two-handled deep wine-cup on a low flanged base or none.

El skyphos, cuyo nombre en griego antiguo es σκύφος, no era una simple vasija; era, ante todo, una copa. Pero no una copa cualquiera, sino una específicamente diseñada para contener y consumir vino, la bebida por excelencia de la antigüedad, presente en simposios, ceremonias religiosas y el disfrute personal. Su diseño responde a esta función principal, presentando características que lo hacen fácilmente identificable y, a la vez, sumamente práctico para su uso.

Índice de Contenido

¿Qué Define a un Skyphos?

La definición más concisa describe al skyphos como una copa profunda con dos asas. Sin embargo, esta descripción básica esconde una riqueza de detalles en su forma y estructura que vale la pena explorar. La característica más notable, además de sus dos apéndices de sujeción, es la profundidad de su cuenco. A diferencia de otras copas más abiertas o planas, el skyphos posee un cuerpo considerablemente profundo, lo que le permitía contener una cantidad generosa de líquido, ideal para las reuniones sociales donde el vino fluía.

Otro elemento distintivo e indispensable son sus dos asas. Estas asas son una característica constante en la forma del skyphos, aunque su configuración y posición podían variar. La presencia de dos puntos de sujeción facilitaba el agarre del vaso, especialmente considerando su tamaño y el líquido que contenía. Estas asas no eran meros adornos; eran elementos funcionales diseñados para la interacción directa con el bebedor.

Finalmente, la base es otro aspecto a considerar en la estructura de un skyphos. Podía presentarse con una base baja y con un borde saliente, conocida como base con reborde (flanged base), la cual proporcionaba una cierta estabilidad al recipiente al colocarlo sobre una superficie. Alternativamente, algunos skyphoi carecían de una base definida, lo que implicaría que estaban diseñados para ser sostenidos constantemente o perhaps colocados en soportes especiales, aunque la base con reborde bajo es una configuración común.

Las Variedades de Asas: Un Detalle Crucial

Si bien la presencia de dos asas es un rasgo constante, la forma y orientación de estas podían diferir, dando lugar a sutiles variaciones dentro del tipo skyphos. Estas diferencias no solo afectaban la estética, sino también la ergonomía y el posible uso específico del vaso.

Asas Horizontales tipo 'Oreja'

Un tipo de asa muy común, observado tanto en la cerámica producida en Corinto como en Atenas, consistía en asas horizontales. Estas asas se proyectaban directamente desde el borde o labio superior del vaso, adoptando a menudo una forma que recuerda a una oreja. Su diseño plano y horizontal las hacía ideales para ser utilizadas como puntos de apoyo para los pulgares al sostener la copa, proporcionando un agarre firme y cómodo.

Asas tipo Lazo (Loop Handles)

Otra configuración frecuente eran las asas tipo lazo o bucle. Estas podían estar unidas al borde del vaso, formando un arco que se separaba del cuerpo, o estar fijas a una parte ligeramente más baja del cuerpo, proyectándose hacia arriba o hacia los lados en forma de lazo. Este tipo de asa ofrecía una forma de sujeción diferente a las horizontales, permitiendo quizás introducir los dedos o simplemente agarrar el bucle.

El Skyphos 'Glaux': Una Asimetría Particular

Existe un tipo específico de skyphos que presenta una configuración de asas asimétrica y distintiva, conocido como 'glaux'. El término 'glaux' en griego significa 'búho', y aunque la conexión exacta con el ave no siempre es clara en la forma del vaso, este nombre designa a los skyphoi que poseen una combinación única de asas: una de las asas es horizontal, similar a las de tipo 'oreja' mencionadas anteriormente, mientras que la otra es vertical. Esta disposición inusual crea una forma de sostener el vaso que es particular de este tipo, diferenciándolo claramente de los skyphoi con dos asas del mismo tipo.

El Propósito del Skyphos: Más Allá de la Simple Copa

Como se mencionó, la función principal del skyphos era servir como copa para el vino. En la antigüedad, el consumo de vino era una actividad central en muchos aspectos de la vida. Los simposios griegos, que eran reuniones sociales de hombres para beber, conversar y disfrutar de entretenimiento, veían al skyphos como uno de los recipientes fundamentales para servir y consumir la bebida diluida (como era la costumbre). Su forma profunda era práctica para contener una porción adecuada de vino, mientras que sus dos asas permitían un manejo seguro, incluso en medio de una reunión animada.

¿Cómo se llaman los jarrones griegos?
Un ánfora (en griego: amphoreus) es una jarra con dos asas verticales que se usaba en la antigüedad para almacenar y transportar alimentos, tales como vino o aceite de oliva.

Aunque el texto proporcionado se centra en su uso para el vino, es plausible que, en ocasiones, también se utilizara para otras bebidas, aunque su diseño parece optimizado para el consumo pausado y controlado de líquidos como el vino. Su presencia en contextos tanto griegos como romanos subraya su popularidad y utilidad a lo largo de varios siglos y culturas, adaptándose ligeramente a los estilos artísticos de cada período pero manteniendo su forma básica y su función como copa de dos asas.

Preguntas Frecuentes sobre el Skyphos

Aquí respondemos algunas de las preguntas más comunes sobre este interesante vaso antiguo:

¿Qué es exactamente un skyphos?

Un skyphos es un tipo de copa o vaso profundo de la antigüedad, caracterizado por tener dos asas y ser utilizado principalmente para beber vino. Es una forma de recipiente cerámico (aunque la información provista no especifica el material, es la asociación común) distintiva de las culturas griega y romana.

¿Cuál era el uso principal de un skyphos?

Su uso principal era como copa para el consumo de vino. Era un recipiente común en contextos sociales como los simposios, donde se bebía vino diluido.

¿Cuántas asas tiene un skyphos?

Un skyphos siempre se define por tener dos asas. Es una de sus características más constantes y distintivas.

¿Cómo son las asas de un skyphos?

Las asas pueden variar en forma y posición. Los tipos comunes incluyen asas horizontales que se proyectan del borde (a menudo llamadas 'orejas' o 'thumbholds') y asas tipo lazo que pueden estar unidas al borde o a la parte inferior del cuerpo. Existe un tipo especial, el 'glaux', que tiene una asa horizontal y una vertical.

¿Qué tipo de base tiene esta copa?

El skyphos puede tener una base baja con un borde saliente (base con reborde) que le da cierta estabilidad, o carecer de base definida, lo que lo haría un vaso que se sostendría en la mano o se colocaría en un soporte.

¿Qué significa el término 'glaux' en relación con un skyphos?

'Glaux' es el nombre dado a un tipo específico de skyphos que se distingue por tener una configuración de asas asimétrica: una de las asas es horizontal y la otra es vertical.

Conclusión

El skyphos es un ejemplo fascinante de cómo la forma de un objeto utilitario está estrechamente ligada a su función y al contexto cultural en el que se utiliza. Como copa de vino de cuenco profundo y dos asas versátiles, jugó un papel importante en la vida social y ritual de la antigüedad griega y romana. Su estudio nos permite comprender mejor los hábitos de consumo y las tradiciones de estas civilizaciones, revelando que incluso los objetos cotidianos pueden ser portadores de una rica historia y un diseño cuidadosamente pensado.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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