¿Cuánto vale una corona de oro?

¿Cuánto vale tu corona de oro dental?

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Las coronas dentales son un recurso común en odontología para restaurar dientes dañados, fortalecer estructuras debilitadas, cubrir empastes grandes o mejorar la estética. Funcionan como una 'gorra' que se cementa sobre el diente existente. Si bien hoy en día existen diversos materiales para su fabricación, desde cerámica hasta resina, las coronas metálicas, y en particular las que contienen oro, han sido valoradas por su excepcional durabilidad y resistencia.

A diferencia de las coronas de cerámica o resina, que pueden ser más estéticas para los dientes frontales, las coronas metálicas, a menudo de color dorado o plateado, se reservan frecuentemente para los molares o premolares, donde la fuerza de masticación es mayor y la visibilidad menor. Pero más allá de su función restauradora y su resistencia al desgaste diario, las coronas dentales que contienen metales preciosos, especialmente oro, guardan un potencial valor que puede ser recuperado una vez que la corona ya no es necesaria en la boca.

¿Qué representa la corona de oro?
Una corona de oro, o en términos corrientes "funda de oro", es un dispositivo protésico que se coloca sobre un diente roto para reforzarlo y mejorar su aspecto. Si tu odontólogo ha elegido un material semejante al color de tu diente ya existente, ¡costará notar la diferencia!
Índice de Contenido

La Verdad sobre la Composición de una Corona de Oro Dental

El nombre 'corona de oro dental' puede ser un poco engañoso. Aunque contienen oro, no suelen estar hechas de oro puro. En realidad, son aleaciones, es decir, mezclas de metales. Estas aleaciones se utilizan porque el oro puro es demasiado blando para soportar las fuerzas de la masticación. Al mezclarlo con otros metales, se aumenta su resistencia y durabilidad.

Las aleaciones dentales de oro pueden contener una variedad de otros metales, incluyendo paladio, níquel, cromo, cobre y otros. La proporción de oro y otros metales preciosos (como el paladio) en la aleación es lo que determinará principalmente su valor. No todas las coronas de aspecto dorado tienen una alta concentración de oro; algunas pueden ser aleaciones de metales no preciosos o tener un baño muy fino de oro.

Determinando el Valor Exacto de tu Corona

Saber cuánto vale exactamente una corona de oro dental extraída no es tan sencillo como mirarla. Su valor monetario proviene del contenido real de metales preciosos que posee. Para determinar esto con precisión, es necesario realizar un proceso llamado ensayo.

El Proceso de Ensayo

El ensayo es una prueba metalúrgica que determina la cantidad exacta de cada metal presente en la aleación de la corona. Es un proceso técnico que requiere equipo especializado. Solo con un ensayo se puede conocer la pureza del oro (o paladio) y la cantidad total de metal precioso recuperable. Este paso es fundamental porque el valor final dependerá directamente de la cantidad y tipo de metal precioso identificado.

El Papel de la Refinería

El ensayo y la valoración se realizan típicamente en una refinería de metales preciosos. Es crucial elegir una refinería con buena reputación. Puedes verificar sus credenciales, reseñas en línea (como en Google Business Profile) y su historial con organizaciones como el Better Business Bureau antes de acudir. Una refinería fiable te ofrecerá una evaluación transparente y basada en datos de tu material dental.

Una vez que la refinería ha realizado el ensayo y conoce la composición exacta de la corona, el valor se calcula utilizando el precio spot actual de los metales preciosos que contiene. El precio spot es el precio actual de mercado para la entrega inmediata de una materia prima. Estos precios se fijan diariamente en mercados internacionales como la London Bullion Market Association (LBMA) para el oro y la plata, y la London Platinum and Palladium Market (LPPM) para el platino y el paladio.

Calculando el Valor

El valor de tu corona se obtiene multiplicando la cantidad de cada metal precioso recuperado (determinada por el ensayo) por su precio spot correspondiente en el día de la valoración. La refinería te pagará un porcentaje de este valor, ya que su servicio incluye el ensayo, la refinación para separar los metales y la gestión.

¿Son reales las joyas de la corona?
Preguntas y respuestas sobre las joyas de la corona: "¿Son reales?"\n\n ¡Sí, lo son ! Las Joyas de la Corona han estado protegidas por la Torre de Londres y sus comunidades desde la década de 1660. Constituyen una colección de trabajo que se utiliza en ocasiones oficiales anuales, como la Inauguración del Parlamento, así como en ocasiones menos frecuentes, como las coronaciones.

¿Cuánto Podría Valer Realmente una Corona de Oro Dental?

Debido a la gran variabilidad en la composición de las aleaciones dentales, el valor de una corona de oro puede variar considerablemente. Como estimación muy general, el valor puede oscilar desde $0 hasta $100 o incluso más, dependiendo significativamente del contenido de metal precioso. Una corona hecha con una aleación de alto contenido de oro y paladio valdrá más que una con bajo contenido de metales preciosos o que sea principalmente de metales base con un simple recubrimiento.

Es por esto que el ensayo es indispensable. Sin él, cualquier estimación es pura especulación. Solo un análisis profesional puede revelar la cantidad exacta de oro, paladio, etc., y por lo tanto, su valor real en el mercado actual.

¿Cuándo se Reemplaza una Corona Dental?

Las coronas dentales no son para siempre, aunque las de metal tienden a ser las más longevas debido a su resistencia. Generalmente, según expertos, una corona dental puede durar entre 5 y 15 años, pero su vida útil depende en gran medida del desgaste individual y los hábitos del paciente. Algunos comportamientos que pueden acortar la vida de una corona incluyen:

  • El rechinamiento de dientes (bruxismo).
  • Masticar hielo.
  • Morderse las uñas.
  • Usar los dientes como herramienta para abrir objetos.

La mayoría de las veces, una corona se reemplaza porque el dentista lo recomienda debido a desgaste, daño, filtración de caries bajo la corona, o problemas en la encía circundante. El momento ideal para considerar el valor de una corona de oro es, lógicamente, cuando ya ha cumplido su función y necesita ser retirada.

¿Puedo Quedarme con Mi Corona Extraída?

Sí, los pacientes generalmente tienen derecho a solicitar quedarse con cualquier material dental que se les extraiga, incluyendo las coronas de oro. Algunos pacientes pueden no estar interesados, pero si sabes que tu corona es de una aleación con metales preciosos, puedes pedirle a tu dentista que te la entregue después de la extracción. Tanto los individuos como las clínicas dentales que acumulan varios desechos dentales con metales preciosos pueden llevarlos a una refinería para determinar su valor.

Más Allá de las Coronas: Otros Desechos Dentales Valiosos

Las coronas de oro no son los únicos materiales dentales que pueden contener metales preciosos y, por lo tanto, tener valor de recuperación. Las refinerías de metales preciosos a menudo compran otros tipos de desechos no peligrosos provenientes de clínicas dentales. Estos pueden incluir:

Tipo de Desecho DentalDescripción (Potencialmente Valioso)
Puentes (Bridges)Estructuras que reemplazan dientes ausentes, a menudo metálicas o con metal fusionado.
Material de Pozo de ColadoExcesos de metal resultantes del proceso de colado de restauraciones.
Grapas (Clasps)Componentes de prótesis parciales removibles, a veces metálicas.
Recortes (Clippings)Sobras o recortes de materiales metálicos usados en restauraciones.
Desgastes dentales (Grindings)Polvo o virutas generadas al ajustar o modificar restauraciones metálicas.
Inlays y OnlaysRestauraciones parciales para muelas, a veces metálicas.
Prótesis Parciales (Partials)Estructuras removibles que reemplazan varios dientes, pueden contener metal.
Porcelana Fusionada a Metal (PFM)Coronas o puentes con una estructura interna de metal cubierta por porcelana.

Si tienes acceso a este tipo de materiales, ya sea como particular o a través de una práctica dental, llevarlos a una refinería te permitirá obtener una valoración sin compromiso y, si decides vender, recuperar parte del valor de los metales preciosos.

Un Vistazo Histórico al Oro en la Odontología

El uso de oro en la odontología no es una práctica moderna. De hecho, tiene una historia fascinante que se remonta miles de años atrás. Los ornamentos dentales de oro se han encontrado en restos arqueológicos de lugares como el sudeste asiático, datando de hace 4.000 años. En la isla de Luzón, Filipinas, hay vestigios de dientes de oro de los siglos XIV y XV.

Más allá de la ornamentación, el oro también se utilizó en las primeras formas de odontología restauradora. Los etruscos en Italia, alrededor del 630 a.C., ya utilizaban oro en lo que se interpretan como algunos de los primeros puentes y dientes de reemplazo. Durante mucho tiempo, tener restauraciones dentales de oro no solo cumplía una función práctica, sino que también era un símbolo de estatus y riqueza.

¿Cuánto vale una corona de oro?
El valor de una corona dental de oro depende del metal precioso que contenga y de su cantidad. A modo de referencia, las coronas de oro pueden tener un valor de entre $0 y $100 , pero el valor puede variar considerablemente según su contenido.

Esta larga historia subraya la durabilidad y la biocompatibilidad que los metales preciosos como el oro han ofrecido en el campo dental, características que, sumadas a su valor intrínseco, hacen que las coronas de oro dental sigan siendo relevantes, incluso después de ser reemplazadas.

Preguntas Frecuentes sobre el Valor de las Coronas de Oro Dentales

¿Mi corona de oro dental extraída realmente tiene valor monetario?

Sí, potencialmente. Si la corona está hecha de una aleación que contiene una cantidad significativa de metales preciosos como oro o paladio, puede tener un valor de recuperación.

¿Cómo se determina el valor exacto de mi corona?

El valor exacto se determina mediante un proceso de ensayo en una refinería de metales preciosos. Este ensayo mide la cantidad y pureza de los metales preciosos presentes en la corona.

¿De qué metales están hechas las 'coronas de oro' dentales?

Son aleaciones, no oro puro. Pueden contener oro, paladio, níquel, cromo, cobre y otros metales. El contenido de oro varía.

¿Puedo quedarme con mi corona después de que me la quiten?

Sí, generalmente puedes solicitar a tu dentista que te entregue la corona después de la extracción.

¿Dónde puedo vender mi corona de oro dental u otros desechos dentales valiosos?

Debes llevar estos materiales a una refinería de metales preciosos con buena reputación. Ellos realizarán el ensayo y te ofrecerán una valoración.

En conclusión, si tienes una corona dental de metal que necesita ser reemplazada, especialmente si tiene un tono dorado, vale la pena preguntar a tu dentista si puedes quedártela. Un análisis profesional en una refinería podría revelar que esa pequeña pieza dental tiene un valor recuperable, convirtiendo una simple extracción en una oportunidad inesperada.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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