¿Cómo se llama el arte de la plata?

Platería: El Arte Milenario de la Plata

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La historia de la humanidad está intrínsecamente ligada al descubrimiento y dominio de los metales. Desde la prehistoria, marcada por Edades como la del Bronce y la del Hierro, la capacidad de extraer y trabajar estos materiales supuso un avance fundamental. No solo proporcionaron herramientas y objetos de uso cotidiano, sino que también abrieron la puerta a la creación de piezas de carácter suntuario y artístico. Entre los metales utilizados para estos fines, el oro y la plata destacaron tempranamente, adquiriendo el significado de metales nobles y dando origen a un arte dedicado a su transformación: la platería.

Este arte, centrado en la elaboración de objetos con plata y, a menudo, también con oro, ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a nuevas técnicas y descubrimientos. La platería no es solo la creación de adornos o vajilla, es un oficio que combina habilidad manual, conocimiento técnico y sensibilidad artística para dar forma a un material precioso.

¿Cómo se llama el arte de la plata?
Platería: teoría y técnicas artísticas.
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Más Allá del Oro: ¿Qué es la Platería?

El arte de trabajar la plata recibe un nombre específico que encapsula la maestría y las técnicas aplicadas a este metal noble: se llama Platería. Aunque a menudo se asocia con la orfebrería (el arte de trabajar el oro), la platería se enfoca específicamente en la plata, aunque los plateros históricamente han trabajado ambos metales. Es una disciplina artística y artesanal que abarca desde la creación de pequeñas joyas hasta grandes piezas de mobiliario litúrgico, vajilla o elementos decorativos, transformando la plata en objetos de belleza y valor.

El dominio de la plata permitió al hombre crear objetos que trascendían la mera utilidad. Su brillo, maleabilidad y resistencia a la corrosión la hicieron ideal para piezas que denotaban estatus, riqueza y devoción. Así, la platería se convirtió en un reflejo de la sociedad, sus gustos y su capacidad técnica a lo largo del tiempo.

Un Viaje por la Historia de la Platería

Los orígenes de la platería se remontan a las primeras civilizaciones que descubrieron cómo extraer y purificar la plata. Su uso temprano estuvo ligado a la creación de adornos y objetos rituales. Con el paso de los siglos, las técnicas de extracción y elaboración fueron perfeccionándose, permitiendo trabajar el metal con mayor precisión y crear formas más complejas.

Un punto de inflexión significativo en la historia de la platería, especialmente en Europa, fue el descubrimiento de América. Las ricas minas del Nuevo Mundo proporcionaron ingentes cantidades de plata, lo que no solo impulsó la economía, sino que también hizo necesario el desarrollo de nuevas técnicas de extracción para procesar volúmenes tan grandes de metal. Esta abundancia de material también estimuló la producción de piezas de platería a una escala sin precedentes, tanto en América como en Europa.

Paralelamente a los avances en extracción, las técnicas de labra de las piezas de oro y plata también evolucionaron, superando las limitaciones iniciales del simple forjado. La innovación constante permitió a los plateros explorar nuevas formas y acabados, enriqueciendo enormemente el repertorio de la platería.

Las Manos que Moldean la Plata: Técnicas Fundamentales

El trabajo de la chapa de plata ha desarrollado una amplia variedad de técnicas a lo largo de la historia, cada una aportando texturas, relieves y formas únicas a las piezas. Estas técnicas requieren gran habilidad y conocimiento del material:

  • Forjado: Es una de las técnicas más antiguas y básicas. Consiste en golpear y martillar la chapa de metal directamente para darle forma y espesor hasta conseguir la figura deseada.
  • Torneado: Esta técnica permitió la creación de piezas con cuerpos cilíndricos o formas redondas y simétricas. Se realiza en un torno, donde la pieza gira mientras el platero la trabaja con herramientas. Se atribuye a Juan Ruiz el Vandalino, platero de Jerez, como uno de los primeros en utilizarla.
  • Fundición: Permite crear figuras tridimensionales o de bulto redondo. El metal fundido se vierte en moldes. La técnica de la cera perdida fue crucial, ya que permitía crear piezas huecas, ahorrando material sin sacrificar la forma.
  • Repujado: Consiste en trabajar la chapa de metal golpeándola con un martillo o punzones por el reverso (la parte trasera). Esto modela el metal en negativo, haciendo que el motivo o diseño aparezca en relieve (altorrelieve) por el anverso (la parte frontal). Es una técnica que no elimina material.
  • Cincelado: Similar al repujado en que crea relieve, pero se trabaja con un cincel (un útil de acero con un corte más grueso que un buril) directamente desde el anverso de la chapa. Generalmente produce bajorrelieve y permite detallar las formas creadas por repujado.
  • Grabado (o Burilado): Se realiza mediante la incisión en la superficie del metal con un buril. Esta herramienta corta y extrae pequeños hilos de plata, creando líneas, dibujos, inscripciones o motivos decorativos.
  • Puntillado (o Picado de lustre): Una variante del grabado donde las incisiones son discontinuas o forman líneas de puntos, creando texturas o efectos de luz.
  • Troquelado: Implica el uso de un troquel o matriz (un molde con un diseño en relieve o incisión) que se golpea o prensa sobre la chapa de plata para imprimir repetidamente el mismo motivo decorativo.
  • Calado: Consiste en recortar la chapa de metal utilizando punzones o sierras finas para eliminar material de ciertas zonas. Esto crea diseños perforados o 'calados', dejando espacios vacíos que forman parte del diseño.
  • Filigrana: Esta técnica implica trabajar soldando hilos finos de metal entre sí. Puede usarse para formar un motivo decorativo sobre una superficie de plata o para construir la pieza entera únicamente con la estructura de hilos soldados, creando patrones delicados y aireados.

Cada una de estas técnicas, a menudo combinadas en una misma pieza, demuestra la versatilidad de la plata y la maestría del platero para transformarla.

Garantía de Origen y Calidad: El Mundo de las Marcas de Ley

Dado el alto valor económico de la plata y el oro, metales usados también para acuñar moneda, desde tiempos remotos se establecieron regulaciones estrictas sobre su uso y pureza. Estas normas se materializaron en los sistemas de marcaje, que obligaban a estampar una serie de sellos o marcas en las piezas para garantizar que estaban hechas con plata de ley, es decir, con la pureza (cantidad de plata pura en la aleación) legalmente exigida.

Las normas de marcaje y los tipos de marcas variaban significativamente dependiendo de la localidad o región donde se labraba la pieza. Estas marcas funcionaban como una garantía para el comprador y un control para las autoridades. Los tipos principales de marcas que se podían encontrar incluían:

  • Marca de localidad: Indicaba la ciudad o región donde se había hecho la pieza.
  • Marca de autor (o platero): Identificaba al maestro platero que había creado la obra.
  • Marca de contraste: Estampada por un oficial (el contrastador) que certificaba que la plata cumplía con la ley (pureza) establecida.
  • Marca fiscal: Indicaba que se habían pagado los impuestos correspondientes sobre la pieza.

La combinación de estas marcas difería según el reino o territorio. Por ejemplo, en Navarra y la Corona de Aragón se establecía un doble marcaje (localidad y autor). Castilla imponía un triple marcaje (localidad, autor y contraste). En los talleres americanos, el sistema era aún más completo, con cuatro marcas (las tres castellanas más la fiscal). Además de estos sellos, a veces se encuentra una línea quebrada (burilada), hecha por el marcador para verificar la ley del metal, y en épocas posteriores, marcas cronológicas que indicaban el año de fabricación.

RegiónMarcas Típicas
Navarra y Corona de AragónLocalidad, Autor
CastillaLocalidad, Autor, Contraste
Talleres AmericanosLocalidad, Autor, Contraste, Fiscal

Descifrando las Marcas: Tipos de Sellos

El estudio de las marcas en la platería es fundamental para datar, autentificar y conocer la procedencia y el autor de las piezas. Las marcas de localidad, en particular, presentan una gran variedad iconográfica, clasificándose en diversos grupos según su diseño:

  • Nominales: Contienen el nombre de la ciudad completo o abreviado (ej: Pamplona, con una Doble P coronada).
  • Arquitectónicas: Representan edificios o elementos arquitectónicos de la ciudad (ej: Bilbao, con una Torre, puente y la letra B).
  • Figuras humanas: Muestran figuras completas o parciales (ej: Burgos, que representa la Caput Castellae con una Cabeza sobre castillos).
  • Vegetales: Incluyen árboles, plantas o frutos (ej: Granada, con una Granada).
  • Animales: Muestran aves o mamíferos (ej: Teruel, con un Toro pasante en recuadro con estrella y el nombre de la ciudad).
  • Emblemas y objetos litúrgicos: Símbolos religiosos o distintivos locales (ej: Oviedo, con la Cruz de los Ángeles).
  • Signos astronómicos: Elementos celestes (ej: Tuy, con Tres estrellas sobre luna creciente).
  • Coronas y varios: Incluyen coronas u otros símbolos diversos (ej: San Sebastián, con un Barco con letras a los lados).
  • Escudos de armas locales: El escudo heráldico de la ciudad (ej: Valladolid, con su Escudo de ondas).

Las marcas de platero y contraste son aún más variadas, ya que cada maestro o contrastador elegía un punzón personal. Podían ser iniciales, nombres completos o abreviados, o símbolos gráficos únicos. Esta diversidad de marcas, con sus variaciones de estilo y composición, constituye un fascinante campo de estudio dentro de la historia del arte y la orfebrería.

Preguntas Frecuentes sobre Platería

A continuación, respondemos algunas preguntas comunes sobre este noble arte:

¿Cuál es la diferencia entre orfebrería y platería?

La orfebrería es el arte de trabajar metales preciosos en general, principalmente oro y plata. La platería es una rama específica de la orfebrería que se centra en el trabajo de la plata.

¿Qué significa "plata de ley"?

"Plata de ley" se refiere a una aleación de plata que contiene una proporción mínima de plata pura establecida por la legislación para garantizar su calidad. Las marcas de ley certifican que una pieza cumple con esta pureza.

¿Por qué las piezas de plata antiguas tienen marcas?

Las marcas (de localidad, autor, contraste, fiscal) se estampaban obligatoriamente en las piezas de plata para garantizar su origen, la identidad del platero, su pureza (ley) y el pago de impuestos. Eran un sistema de control y garantía.

¿Qué es el repujado y el cincelado?

Son técnicas para crear relieve en la chapa de plata. El repujado se trabaja por el reverso para crear altorrelieve en el anverso. El cincelado se trabaja por el anverso con un cincel para detallar o crear bajorrelieve.

¿Qué es la filigrana?

La filigrana es una técnica que consiste en soldar hilos finos de metal entre sí para formar diseños o la estructura completa de una pieza.

¿Se usaban las mismas marcas en todas partes?

No, las normas y tipos de marcaje variaban según la región o reino (como Navarra, Castilla o América), estableciendo diferentes combinaciones de marcas de localidad, autor, contraste y fiscal.

La platería, con su rica historia, sus complejas técnicas y el fascinante sistema de marcas que atestigua su autenticidad y origen, sigue siendo un arte vivo que valora la habilidad manual y la belleza del metal transformado.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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