La platería mapuche es mucho más que un conjunto de objetos preciosos; es un lenguaje visual que narra la historia, la cosmovisión y las creencias profundas de un pueblo. Cada pieza forjada en plata encierra un significado que trasciende lo puramente estético, convirtiéndose en un vínculo con lo espiritual, un símbolo de estatus y una manifestación de la identidad cultural.

Este arte milenario, desarrollado con maestría por los artesanos mapuches, los retrafe, ha perdurado a través del tiempo, adaptándose y evolucionando, pero siempre manteniendo su esencia ligada a la cosmovisión de este pueblo originario. La plata, material central de su orfebrería, no es elegida al azar; está intrínsecamente ligada a la Luna, a lo femenino, al bien, a la salud y a la protección.
Orígenes e Historia de la Platería Mapuche
El inicio exacto del trabajo con metales por parte del pueblo mapuche no está claramente definido. Mientras que otras culturas andinas ya poseían un conocimiento avanzado en fundición y orfebrería, este saber pareció llegar de forma más tardía al extremo sur del continente. Algunas teorías sugieren que el contacto con los conquistadores españoles pudo haber influido en la adopción y perfeccionamiento de estas técnicas.
En los albores de la colonia, la orfebrería mapuche se caracterizaba por su sencillez, utilizando principalmente técnicas de recorte, pulido y perforado. Se cree que inicialmente se empleaba más el cobre, dada su mayor disponibilidad en la región de la Araucanía, en comparación con la plata o el oro, que eran más escasos.
Sin embargo, con el tiempo, los orfebres mapuches fueron perfeccionando sus habilidades y técnicas. El siglo XIX marcó el apogeo de la platería mapuche, impulsado en gran medida por el floreciente comercio con las regiones del norte de Chile y la pampa Argentina. A cambio de ganado, semillas y textiles, los mapuches recibían un bien de inmenso valor para ellos: monedas de plata.
Estas monedas no solo sirvieron como medio de intercambio, sino que se convirtieron en la materia prima fundamental para sus creaciones. Eran laminadas a golpes o fundidas para obtener láminas con las que se confeccionaba una vasta diversidad de piezas. Esta abundancia de material permitió a los retrafe desarrollar piezas de mayor tamaño, complejidad y belleza.
La platería adquirió entonces un papel crucial como símbolo de estatus y poder político dentro de las comunidades mapuches. Los caciques empleaban a plateros dedicados a la creación de joyas para las mujeres, ornamentos ceremoniales, aperos para los caballos (símbolo de poder masculino) y utensilios domésticos. La posesión de piezas de plata indicaba riqueza, linaje y respeto social.
El Rol del Retrafe: El Maestro Platero
El hombre encargado de dar forma a la plata era conocido como retrafe. Este oficio, tradicionalmente masculino, requería no solo destreza técnica, sino también un profundo conocimiento de la cosmovisión mapuche para infundir a cada pieza su significado espiritual.
Originariamente, el taller del retrafe era sumamente modesto. Contaba con un fogón a carbón, un fuelle para avivar el fuego hasta alcanzar la temperatura necesaria para fundir la plata (961°C), un crisol hecho a mano para el metal, un yunque y herramientas sencillas, muchas veces fabricadas por él mismo. A pesar de la aparente rusticidad de los medios, la habilidad del retrafe permitía crear joyas de un primor técnico asombroso.
Como señalan algunos autores, es difícil creer que piezas tan detalladas y finamente elaboradas pudieran tener un origen tan simple, destacando la destreza manual y el talento artístico como aspectos determinantes en este tipo de orfebrería. La mano del platero era, y sigue siendo, esencial en el resultado final.
Aunque en la actualidad se han incorporado algunas mejoras, como el uso de sopletes en lugar del fogón y laminadoras en lugar del yunque para algunas etapas, el proceso de elaboración sigue siendo fundamentalmente manual. No se utilizan matrices para la producción en serie, garantizando que cada pieza sea única y lleve la impronta personal del artesano.
Significado y Simbolismo Profundo
La platería mapuche es un vehículo fundamental para la expresión del mundo simbólico y la cosmovisión de este pueblo. Cada forma, cada diseño, cada elemento decorativo cuenta una parte de su relato cultural.
El dualismo ordenador de la visión cósmica mapuche se manifiesta claramente en la platería. Por un lado, las joyas personales, destinadas principalmente a la mujer, son el soporte principal del discurso simbólico. En ellas se oculta y se resiste la tradición ad mapu, la ley de la tierra, a través de las formas y contenidos que evocan su universo espiritual y cotidiano. La mujer, como portadora de estas joyas, se convierte en guardiana de la tradición.
Por otro lado, lo masculino se encarna en los aperos de caballo, que si bien incorporaron formas y contenidos de origen huinca (no mapuche), fueron adoptados y adaptados por el linaje dominante mapuche, representando fuerza, estatus y control.
La plata misma posee un simbolismo primordial. Cuenta la leyenda, recogida entre los mapuches de Argentina, que la plata nació de las lágrimas ardientes de la Luna, derramadas tras una disputa con el Sol. Los mapuches recogieron estas lágrimas solidificadas y las cuidaron, transformándolas en las fabulosas y mágicas formas de su platería. Esta conexión con la Luna, el principio femenino, refuerza el vínculo entre la plata, la mujer, el bien, la salud, la protección, los antepasados y la fuerza espiritual.
Las joyas marcan o señalan momentos importantes en la vida de una mujer. La ceremonia del katan pilun, por ejemplo, implica la perforación de los lóbulos de una niña, la colocación de sus primeros chaway (aros) y la imposición de su nombre, integrándola simbólicamente a la comunidad y a su herencia cultural.
En el plano espiritual, las joyas utilizadas en la cabeza o sobre el pecho durante las ceremonias religiosas, como los trarilonko y trapelakucha, actúan como elementos protectores. Se cree que simbolizan la bondad y la pureza del corazón y la cabeza de la mujer que las porta, protegiendo su energía y concentración durante instancias rituales de contacto con lo sobrenatural.
Los motivos decorativos también están cargados de simbolismo. Además de grecas y formas abstractas, abundan los diseños zoomorfos y antropomorfos, así como representaciones vegetales. El copihue, la flor nacional de Chile, se evoca a menudo en colgantes cónicos. El chilco y el canelo, árbol sagrado mapuche, también aparecen representados.
Se interpreta que las representaciones florales pueden relacionarse con la edad y el estado civil de la mujer: capullos cerrados para niñas o jóvenes solteras, y flores abiertas para mujeres casadas o de mayor edad.
Las aves son motivos muy frecuentes, tanto en grabados como en colgantes. El cóndor, mensajero entre mundos, es particularmente importante. Otras aves más pequeñas pueden simbolizar la dualidad hombre-mujer. Los motivos geométricos también tienen significados específicos: el círculo representa el firmamento, el cuadrado la tierra, la cruz simétrica los cuatro puntos cardinales, entre otros elementos terrestres y celestes o las estaciones del año.
Principales Joyas y Piezas de la Platería Mapuche
El ajuar de platería mapuche es extenso y diverso, con piezas diseñadas para adornar diferentes partes del cuerpo, así como objetos utilitarios y ceremoniales. Las joyas personales, destinadas principalmente a las mujeres, se colocan en la cabeza, el cuello o sobre el pecho, y en menor medida en manos o brazos.
Algunas de las piezas más representativas incluyen:
- Trarilonko (Trarilongko): Un cintillo o diadema de cadena plana articulada que se lleva alrededor de la cabeza, a la altura de la frente. De él cuelgan discos o monedas de plata. Es uno de los adornos más antiguos y significativos, a veces llamados 'medallas' por la forma de sus discos.
- Lloven Nitrowe: Un tocado femenino que a menudo incorpora pequeñas semiesferas de plata.
- Chaway o Chawaytu: Los aros o zarcillos. Pueden ser simples o tener elaboradas decoraciones y colgantes (nüynüyel chawaytu).
- Chapüll (chaway) o Upül (chaway): Zarcillos cuadrangulares o trapezoidales, a veces de gran tamaño y peso, que podían colgarse del trarilonko para mayor comodidad.
- Traripel: Un ceñidor de cuello o gargantilla.
- Tupu y Katawe: Alfileres grandes y firmes utilizados para sujetar mantos u otras prendas. El tupu suele terminar en un disco plano (de origen incaico), mientras que el katawe o ponson termina en una esfera hueca hecha de dos semiesferas unidas. A menudo tienen decoración o colgantes.
- Kilkai: Un collar colgante, a veces una cadena de plata que cruza el pecho, sostenida por tupus y con colgantes.
- Sükill: Un pectoral elaborado con varias placas unidas por eslabones gruesos, con decoración calada (a menudo cruciforme) y colgantes.
- Trapelakucha: Similar al sükill, pero generalmente de mayor longitud y que finaliza con una placa cruciforme. Es una pieza de gran tamaño y simbolismo, que se lleva sobre el pecho.
- Prentedor: Otro tipo de colgante pectoral, a menudo caracterizado por tener tres cadenas principales.
- Llüfllüf: Pequeñas semiesferas o 'cupulitas' de plata utilizadas para cubrir completamente superficies de tejido o cuero, creando un efecto brillante y texturizado. Un lloven nitrowe puede requerir un millar de estas cupulitas.
- Tiatol: Un prendedor o broche calado o tallado, a veces con figuras antropomórficas y colgantes.
- Trarükug o Trarükugwe: Pulseras o brazaletes. La variante Chakira trarükugwe incorpora chaquiras.
- Iwüḻkug (o Sortika): Anillos o sortijas, menos significativas para la vida cotidiana que las joyas de cabeza o pecho, pero a menudo enterradas con la mujer al morir.
Además de los adornos personales, la platería mapuche incluye importantes piezas para los caballos, reflejo del estatus masculino y del dominio ecuestre:
- Ispuela: Espuela.
- Istipu: Estribo.
- Herrajes (witram plata, kafishatu, ketrel piriña): Elementos decorativos y funcionales para riendas, cabezadas y frenos.
Otros objetos de platería tradicional son:
- Walicho: Pequeñas figuras antropomórficas o zoomorfas, posiblemente usadas como amuletos colgantes.
- Ngütrowe: Cintas para las trenzas, que podían llevar piezas colgantes largas (killkill) o cortas (trolol).
- Iwe: Taza o escudilla utilizada para beber en ocasiones especiales.
- Kitra de plata: Pipas elaboradas en plata y sumamente decoradas.
Técnicas de Elaboración
Las piezas de platería mapuche se caracterizan por la combinación de diversas técnicas, a menudo aplicadas sobre elementos individuales que luego se ensamblan para formar la joya final.
Una de las técnicas más extendidas, especialmente en el apogeo del siglo XIX, era la laminación por martillado. Se tomaban monedas de plata y se golpeaban repetidamente con un martillo sobre un yunque o base metálica hasta obtener láminas delgadas o placas. Estas láminas se cortaban, calaban y decoraban con cinceles y buriles para crear formas como las de los chaway.
Para obtener piezas tridimensionales, incluso las de pequeño volumen, se utilizaba la fundición. El retrafe construía un crisol de piedra (o arcilla) y fundía la plata (monedas o trozos) en el fogón. Paralelamente, preparaba moldes utilizando tierra gredosa húmeda contenida en marcos de madera. Se imprimía en negativo la forma deseada en la pasta de tierra, utilizando un molde preexistente o uno nuevo tallado en madera o estaño. Los marcos se unían y la plata fundida se vertía en la cavidad. Una vez enfriada, se separaban los moldes y se retocaban los detalles.
Según la descripción de Pascual Coña, los plateros usaban crisoles de piedra que templaban en el fuego, donde echaban monedas de plata que se fundían sobre carbón encendido. Luego usaban cajoncitos con arena húmeda como material para modelar y fabricar cualquier artefacto deseado.
La creación de piezas complejas, como el lloven o nitruhue (ngütrowe), implicaba el uso de varias técnicas. Se cortaban pequeños discos de plata, se martillaban para obtener semiesferas ('cupulitas'), y estas se cosían de manera invisible sobre una base de tejido o cuero, recubriéndola por completo.
Otras técnicas decorativas incluían el estampado, el burilado (grabado con buril), las globulaciones (aplicación de pequeñas esferas) y las incisiones, que fueron perfeccionándose con el tiempo y el uso de limas y lijas para mejorar los acabados.
Colecciones Destacadas
Actualmente, importantes colecciones de platería mapuche se conservan en diversas instituciones, permitiendo apreciar la riqueza y la maestría de este arte. La Universidad de Chile, por ejemplo, posee valiosas colecciones como la Pedro Doyharçabal y la Marta Brunet. El Museo Chileno de Arte Precolombino alberga la extensa Colección Walter Reccius. El Museo Mapuche de Cañete también cuenta con una significativa muestra de piezas de plata.
La existencia de estas colecciones, muchas reunidas por particulares a fines del siglo XIX y principios del XX, es también un indicador del complejo proceso de declinación económica y social que afectó al pueblo mapuche en ese período.
Preguntas Frecuentes sobre la Platería Mapuche
¿Cuáles son los nombres de algunas joyas mapuches?
Algunos nombres destacados son Trarilonko (cintillo), Chaway (aros), Trapelakucha y Sükill (pectorales), Tupu y Katawe (alfileres), Kilkai (collar), y Trarükug (pulsera), entre muchos otros.
¿Qué significado tiene la platería mapuche?
Tiene un profundo significado espiritual y cultural. Representa la cosmovisión mapuche, es un símbolo de estatus y poder, un vínculo con los antepasados y la naturaleza (especialmente la Luna), y actúa como protección espiritual y marcadora de ritos de paso en la vida de la mujer.
¿De qué material están hechas las joyas mapuches?
Principalmente de plata, a menudo obtenida de la fundición o laminación de monedas. También se utilizaba el cobre, especialmente en épocas tempranas.
¿Quiénes hacían estas piezas?
Eran creadas por artesanos especializados llamados retrafe, tradicionalmente hombres con gran destreza técnica y conocimiento de la cultura mapuche.
¿Cómo se fabricaban las joyas de plata mapuches?
Utilizaban técnicas como la laminación por martillado (sobre monedas), la fundición en moldes de tierra gredosa, el calado, el grabado (burilado), el estampado y la unión de pequeñas piezas ('cupulitas') mediante costura, todo de forma manual.
Conclusión
La platería mapuche es un legado cultural invaluable, un arte que conjuga la belleza estética con una profunda carga simbólica. Cada joya es un fragmento de la historia y la cosmovisión de un pueblo que encontró en la plata un medio para expresar su identidad, su conexión con lo sagrado y su resistencia cultural. Valorar y difundir este patrimonio es esencial para comprender la riqueza y complejidad del arte y la espiritualidad mapuche.
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