What happened to the Nazca culture?

Orfebrería Nazca: Tesoros del Desierto Peruano

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La cultura Nazca, célebre por sus enigmáticas líneas grabadas en el desierto y su vibrante cerámica policromada, fue una sociedad fascinante que floreció en la costa sur del antiguo Perú entre el 100 a.C. y el 800 d.C. Si bien estas manifestaciones artísticas son las más reconocidas a nivel mundial y a menudo captan la mayor parte de la atención, los Nazca también dominaron otras técnicas artesanales de gran valor y sofisticación, incluyendo el trabajo con metales preciosos. Su orfebrería, aunque quizás menos abundante en comparación con la de otras culturas andinas contemporáneas o posteriores como los Moche o Chimú, revela un profundo conocimiento de los materiales, habilidades técnicas notables y un propósito claro en la expresión de poder, estatus y espiritualidad.

What was the Nazca civilization known for?
200 BCE to 600 CE. They were one of the civilizations located along the Andes Mountain range that later came under the influence of the Incas. While they are known today for their masterful ceramics and textiles, the primary contribution of Nazca culture to history is the world-famous Nazca lines.

Los Nazca no solo eran artistas de la tierra y la arcilla; también supieron extraer y transformar el brillo del oro y la plata en objetos de gran significado. Este artículo explora qué fabricaban los Nazca en el ámbito de la metalurgia, las técnicas que empleaban y la importancia de estos objetos dentro de su compleja sociedad.

Índice de Contenido

El Brillo de los Andes en el Desierto: Materiales y Técnicas Nazca

El principal metal trabajado por los artesanos Nazca fue el oro. Este metal precioso, valorado por su brillo inalterable, su maleabilidad y su asociación con el sol y las deidades celestiales en muchas culturas andinas, era obtenido probablemente de depósitos aluviales en los ríos que descienden de los Andes o de minas superficiales cercanas a su territorio. La plata también fue utilizada por los Nazca, aunque en menor medida que el oro.

Las técnicas metalúrgicas que dominaban eran sofisticadas para la época y el contexto. La más común y fundamental era el martillado en frío. Utilizando herramientas de piedra o posiblemente de cobre endurecido, los artesanos Nazca eran capaces de reducir pepitas o pequeñas láminas de oro a hojas extremadamente finas, casi como papel de oro. Esta finura permitía una gran versatilidad para cortar y modelar el metal.

Una técnica distintiva y muy utilizada fue el repujado, también conocido como bajo relieve. Consistía en colocar la lámina de metal sobre una superficie blanda (quizás cuero o una resina) y golpear o presionar desde el reverso con punzones para crear diseños en relieve en el anverso. Esta técnica permitía plasmar figuras complejas, motivos geométricos y escenas narrativas o simbólicas sobre las superficies metálicas.

Otras técnicas posiblemente empleadas, aunque con menos evidencia que el martillado y el repujado, podrían haber incluido el corte preciso de las láminas para crear formas definidas y la unión de piezas mediante plegado o encaje. No hay evidencia contundente del uso extendido de soldadura compleja o fundición a la cera perdida como se vería en culturas posteriores, lo que sugiere que su metalurgia se centró en la transformación mecánica del metal en estado sólido.

La pureza del oro trabajado por los Nazca era a menudo muy alta, lo que facilitaba las técnicas de martillado y repujado en frío. Las aleaciones con otros metales como el cobre o la plata existían, pero el enfoque parecía estar en mantener la ductilidad y el brillo característico del oro puro.

Objetos Metálicos Nazca: Adorno, Poder y Ritual

La producción orfebre Nazca se centró principalmente en la creación de objetos de adorno personal y para uso ritual o funerario. Estos objetos no buscaban ser herramientas utilitarias o armas (ámbitos donde la cerámica o el tejido tenían mayor presencia), sino más bien elementos de distinción social, conexión espiritual y representación simbólica.

Entre los hallazgos más comunes y representativos de su orfebrería se encuentran:

  • Narigueras: Adornos nasales que cubrían parte del rostro inferior. A menudo elaboradas en finas láminas de oro repujado, podían tener formas rectangulares, trapezoidales o complejas con representaciones de seres míticos, animales (como aves o felinos) o motivos abstractos.
  • Orejeras: Discos o cilindros que se insertaban en las perforaciones de los lóbulos de las orejas. Podían ser simples discos de metal pulido o piezas más elaboradas con decoraciones repujadas.
  • Pectorales y Colgantes: Pequeñas placas o figuras que se llevaban suspendidas del cuello o el pecho. Al igual que las narigueras, presentaban diseños repujados con figuras antropomorfas, zoomorfas o geométricas.
  • Máscaras Funerarias y Cubiertas: En contextos funerarios, se han encontrado láminas de oro utilizadas para cubrir partes del rostro o el cuerpo del difunto, o para adornar los fardos funerarios. Estas máscaras a menudo tenían rasgos estilizados y simbólicos.
  • Pequeñas Figuras o Apliques: Láminas de metal cortadas con formas específicas, a veces con perforaciones para ser cosidas a textiles u otros materiales.

Estos objetos no solo servían como símbolos de estatus para la élite Nazca, indicando su posición social y riqueza, sino que también cumplían funciones importantes en ceremonias y rituales. El brillo del oro, asociado al sol, pudo haber tenido un papel crucial en rituales relacionados con la agricultura, la fertilidad y la búsqueda de agua, elementos vitales en su entorno desértico. Usar estos objetos en ceremonias habría actuado como una forma de interactuar y agradar a las fuerzas divinas.

El Significado Profundo de la Orfebrería Nazca

Los objetos de oro y plata producidos por los Nazca iban mucho más allá de la simple ostentación. Eran poderosos símbolos de estatus y autoridad. La posesión y exhibición de estos metales preciosos marcaba claramente la diferencia entre los miembros de la élite gobernante o sacerdotal y el resto de la población. El acceso a materiales tan valiosos y la habilidad para transformarlos eran indicativos de poder y control sobre recursos y mano de obra especializada.

Además del estatus, la orfebrería Nazca estaba cargada de significado religioso y cosmológico. El oro, con su color brillante y eterno, estaba fuertemente asociado al sol (Inti en la cosmovisión andina posterior, pero deidad solar presente en culturas pre-incaicas) y a las energías vitales. La plata, por su parte, podía vincularse a la luna o al agua, otro elemento crítico para la supervivencia Nazca. Usar estos metales era, en esencia, llevar consigo y exhibir la presencia de lo divino y las fuerzas naturales.

Las representaciones en los objetos de oro, como el "Ser Mítico" o figuras de animales con atributos fantásticos, reflejan su compleja cosmovisión y panteón de deidades. Estos objetos servían como mediadores entre el mundo humano y el mundo espiritual, siendo utilizados en rituales para comunicarse con los dioses, pedir favores (como lluvia) o celebrar eventos importantes.

La presencia recurrente de objetos de orfebrería en contextos funerarios, como las tumbas de Cahuachi, subraya su valor no solo material, sino también ritual y espiritual. Se creía que estos objetos acompañarían al difunto en su viaje al más allá, perpetuando su estatus y su conexión con lo sagrado incluso después de la muerte. Las máscaras y cubiertas de oro en los fardos funerarios probablemente tenían la función de proteger al espíritu y facilitar su transición.

Comparativa: Orfebrería vs. Otras Artes Nazca

Para comprender mejor el lugar de la orfebrería Nazca, es útil compararla con sus artes más famosas, la cerámica y los textiles:

ArtefactoMaterial PrincipalTécnicas NotablesUso PrincipalAbundancia (Estimada)
CerámicaArcillaModelado, cocción, pintura policromada (precocción) con hasta 12 colores, superficie pulida.Uso doméstico, ritual, funerario, ofrendas masivas.Muy Alta (miles de piezas encontradas)
TextilesAlgodón, Lana (de camélidos como la alpaca).Tejido (técnicas variadas como tapicería, gasa), bordado, uso extensivo de tintes naturales vibrantes.Vestimenta (unción social), fardos funerarios, ofrendas, decoración de templos/viviendas.Alta (numerosos fragmentos y piezas enteras)
OrfebreríaOro, Plata (principalmente oro).Martillado, corte, repujado.Adorno personal (élite), ritual, funerario (máscaras, cubiertas para fardos).Moderada (menos piezas que cerámica o textiles, concentradas en tumbas de élite)

Esta comparativa resalta que, si bien la orfebrería era una manifestación importante de la habilidad artística Nazca y un claro indicador de estatus, la cerámica y los textiles tuvieron una presencia mucho mayor y más diversificada en la vida cotidiana y ritual de la población en general. Esto puede deberse a la mayor disponibilidad de arcilla y fibras en comparación con los metales preciosos, que eran más difíciles de obtener y trabajar, reservándose para la élite.

Descubrimientos y el Legado de su Orfebrería

La mayoría de los objetos de orfebrería Nazca que conocemos hoy provienen de contextos arqueológicos, principalmente de tumbas de individuos de alto estatus descubiertas en sitios importantes como Cahuachi, la capital ceremonial de los Nazca, o en cementerios dispersos por el valle. Estos hallazgos, a menudo realizados por arqueólogos, pero lamentablemente también por saqueadores a lo largo de la historia, son fundamentales para reconstruir la historia y la sociedad Nazca.

El estudio de su metalurgia, aunque menos extenso que el de otras culturas andinas que desarrollaron técnicas más variadas (como la soldadura compleja o la fundición a gran escala), sigue siendo crucial para comprender la complejidad de la sociedad Nazca, sus redes de intercambio (ya que los metales preciosos no eran abundantes en todo su territorio) y su sofisticado sistema de creencias.

Cada nariguera, cada orejera repujada, cada fragmento de lámina de oro o plata encontrado, cuenta una parte de la historia de este enigmático pueblo del desierto, demostrando que su maestría artística abarcó más allá de las líneas y la cerámica, llegando a dominar el brillo y el simbolismo de los metales preciosos.

Preguntas Frecuentes sobre la Orfebrería Nazca

Aquí respondemos algunas dudas comunes sobre el trabajo de los metales por la cultura Nazca:

¿Qué metales usaban principalmente los Nazca?
Principalmente oro, obtenido de depósitos aluviales o minas. También trabajaron la plata, aunque en menor cantidad.
¿Cuáles eran las técnicas más comunes que empleaban?
El martillado en frío para obtener láminas finas y el repujado (bajo relieve) para crear diseños sobre esas láminas.
¿Qué tipos de objetos fabricaban con oro y plata?
Principalmente objetos de adorno personal para la élite, como narigueras, orejeras, colgantes y pectorales. También máscaras funerarias y cubiertas para fardos funerarios.
¿Para qué servían estos objetos además de adornar?
Eran símbolos de estatus social y poder. También tenían un profundo significado ritual y religioso, asociándose con el sol y otras deidades, y eran usados en ceremonias y contextos funerarios.
¿Eran los Nazca los mejores orfebres del antiguo Perú?
Los Nazca eran muy hábiles en sus técnicas (martillado, repujado) y destacaron por la pureza de su oro. Sin embargo, otras culturas como los Moche, Chimú o Sicán desarrollaron técnicas metalúrgicas (fundición, soldadura, aleaciones complejas) que alcanzaron niveles de maestría y variedad quizás superiores.
¿Se han encontrado muchas piezas de orfebrería Nazca?
Se han encontrado un número significativo de piezas, principalmente en tumbas de élite y sitios ceremoniales como Cahuachi. No son tan abundantes como su cerámica o textiles, pero son hallazgos valiosos.
¿Dónde se pueden ver objetos de orfebrería Nazca hoy en día?
En museos con importantes colecciones de arte precolombino peruano, tanto en Perú (como el Museo Larco en Lima o museos regionales en Ica y Nazca) como en museos de otros países con fondos arqueológicos peruanos.

Conclusión

En conclusión, aunque las Líneas de Nazca y su cerámica policromada sean sus emblemas más universales y las manifestaciones artísticas que definen visualmente a esta cultura, la orfebrería de la cultura Nazca representa una faceta importante y fascinante de su arte y sociedad. A través del dominio del oro y la plata, utilizando técnicas como el martillado y el repujado, los Nazca no solo crearon objetos de gran belleza y finura, sino que también plasmaron su cosmovisión, su estructura social y sus complejas creencias. Estos objetos de adorno y ritual, concentrados en las manos de la élite, sirvieron como poderosos símbolos de estatus, conexión con lo divino y elementos esenciales en sus prácticas funerarias, dejando un legado que sigue maravillando a quienes estudian el esplendor y la complejidad del antiguo Perú.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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