¿Cómo quitar eslabones sobrantes de la pulsera?

Ajusta Tu Pulsera: Quitar Eslabones

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Una pulsera que no calza bien puede resultar incómoda o, peor aún, correr el riesgo de perderse. Ajustar el tamaño de una pulsera de metal, ya sea de oro, plata o acero, es una tarea común que a menudo se puede realizar con las herramientas adecuadas y un poco de paciencia. Si tienes una pulsera con eslabones removibles y deseas ajustarla a la medida perfecta de tu muñeca, aquí te explicamos cómo hacerlo, basándonos en las técnicas utilizadas para este tipo de joyas.

El proceso de quitar eslabones requiere precisión para no dañar la joya. Es fundamental entender el tipo de eslabones de tu pulsera, aunque muchos diseños metálicos utilizan un sistema de pasadores o pines que unen cada sección. Identificar cómo se sujetan los eslabones es el primer paso antes de intentar cualquier ajuste. La mayoría de las pulseras diseñadas para ser ajustables tienen flechas pequeñas grabadas en la parte interior de los eslabones, indicando la dirección en la que deben ser extraídos los pasadores.

¿Cómo saber los eslabones de una cadena de moto?
Estos códigos se componen de la siguiente manera: Primeros dígitos antes del signo X: Indican el tipo de eslabón (Ver Tablas No. 1 y No. 2) Los dígitos después del signo X indican en número de eslabones que componen la cadena. Ejemplo: 428X114: Se refiere a una cadena de eslabón tipo 428, con 114 eslabones.

Herramientas Necesarias para el Ajuste

Para llevar a cabo esta tarea, necesitarás algunas herramientas específicas. La herramienta principal para este tipo de trabajo en cadenas y pulseras metálicas es conocida comúnmente como rompecadenas o separador de eslabones. Este dispositivo aplica una fuerza controlada sobre el pasador para empujarlo fuera del eslabón. Además del rompecadenas, es útil tener:

  • Una superficie de trabajo blanda para no rayar la pulsera.
  • Un pequeño martillo de joyería (opcional, para ayudar a reinsertar el pasador).
  • Un punzón o herramienta similar si no usas un rompecadenas completo.
  • Pinzas pequeñas para manipular los pasadores y eslabones sueltos.

El rompecadenas es la herramienta más recomendada, ya que está diseñada específicamente para esta función y minimiza el riesgo de doblar o romper el pasador o el eslabón. Sin embargo, con cuidado, un punzón y un pequeño martillo también pueden ser utilizados, aunque requieren más habilidad.

Proceso Paso a Paso para Quitar Eslabones

Sigue estos pasos cuidadosamente para ajustar tu pulsera:

  1. Inspecciona la Pulsera: Examina la parte interior de los eslabones cerca del cierre. Busca las pequeñas flechas que indican la dirección en la que debes empujar el pasador. Es crucial seguir esta dirección para evitar dañar el pasador o el eslabón.
  2. Prepara la Herramienta: Si usas un rompecadenas, coloca la pulsera en la ranura correspondiente de la herramienta, alineando la punta del pasador que quieres extraer con el punzón de la herramienta. Asegúrate de que la flecha en el eslabón apunte hacia afuera, en la dirección en la que el pasador será empujado.
  3. Extrae el Pasador: Gira lentamente la manivela del rompecadenas (o golpea suavemente el punzón con el martillo) para aplicar presión sobre el pasador. Continúa hasta que el pasador comience a salir por el lado opuesto. No necesitas empujarlo completamente con la herramienta; una vez que sobresalga lo suficiente, puedes usar las pinzas para retirarlo por completo.
  4. Retira el Eslabón: Una vez que el pasador está fuera, el eslabón se separará del resto de la pulsera. Guarda este eslabón y su pasador en un lugar seguro. Es muy importante conservarlos en caso de que necesites agrandar la pulsera en el futuro.
  5. Determina Cuántos Eslabones Quitar: Pruébate la pulsera y decide cuántos eslabones más necesitas quitar para lograr el ajuste deseado. Recuerda que es mejor quitar de a uno y probar, que quitar demasiados a la vez.
  6. Mantén el Equilibrio: Para asegurar que la pulsera se siente correctamente en tu muñeca y el cierre quede centrado, es recomendable quitar un número igual de eslabones de cada lado del cierre. Por ejemplo, si necesitas quitar dos eslabones en total, quita uno de un lado del cierre y otro del lado opuesto. Esto ayuda a mantener el equilibrio visual y de peso de la pulsera. Repite los pasos 1-4 para cada eslabón adicional que necesites quitar.
  7. Une la Pulsera de Nuevo: Una vez que hayas retirado los eslabones necesarios, es momento de volver a unir los extremos de la pulsera. Alinea los agujeros de los eslabones que deseas conectar.
  8. Reinserta el Pasador: Coloca uno de los pasadores que retiraste (o uno nuevo si el original se dañó) en el agujero de unión. Debes reinsertar el pasador en la dirección opuesta a la que indicaban las flechas originales. Si no hay flechas en este extremo, simplemente empuja el pasador.
  9. Asegura el Pasador: Empuja el pasador con la herramienta rompecadenas (usando el extremo plano, no el punzón) o golpea suavemente con el martillo hasta que el pasador esté completamente insertado y al ras con el borde del eslabón. Asegúrate de que no sobresalga, ya que podría engancharse o irritar la piel.

Consideraciones Importantes y Consejos

Resizar una pulsera puede parecer sencillo, pero tomar precauciones es clave para no dañar tu joya:

  • Trabaja en un Área Iluminada y Limpia: Los pasadores son muy pequeños y fáciles de perder. Ten un recipiente pequeño a mano para guardar los eslabones y pasadores retirados.
  • Sé Paciente: No fuerces la herramienta ni el pasador. Si encuentras resistencia, detente y verifica que estás empujando en la dirección correcta y que la herramienta está bien alineada.
  • No Todos los Eslabones son Removibles: Algunas pulseras tienen eslabones decorativos o estructuras que no están diseñadas para ser alteradas. Asegúrate de que los eslabones que intentas quitar son, de hecho, ajustables.
  • Considera la Ayuda Profesional: Si la pulsera es muy valiosa, tiene un diseño complejo, o si no te sientes cómodo realizando el proceso, es mejor acudir a un joyero profesional. Ellos tienen herramientas especializadas y experiencia para realizar el ajuste sin riesgos.
  • Guarda los Eslabones Extra: Reitero la importancia de guardar los eslabones y pasadores retirados. Nunca se sabe si en el futuro tú o la persona que use la pulsera necesitarán agrandarla de nuevo. Un pequeño sobre o bolsa de plástico es ideal para almacenarlos junto con la joya original si es posible.

Tipos de Cierres y su Relación con los Eslabones

Aunque el método de ajuste que hemos descrito se centra en los eslabones unidos por pasador, es útil conocer los tipos de cierres, ya que influyen en cómo se presenta la pulsera una vez ajustada. Los cierres más comunes incluyen:

  • Cierre de caja (Box clasp): Un extremo se inserta en una caja en el otro extremo y se asegura con una solapa o botón. A menudo, estos cierres tienen eslabones de ajuste fino integrados.
  • Cierre de langosta (Lobster clasp): Un cierre con resorte que se asemeja a una pinza de langosta. Se engancha a un anillo en el otro extremo de la pulsera.
  • Cierre desplegable (Deployment clasp): Común en pulseras de reloj y algunas pulseras de joyería. Se pliega sobre sí mismo y se asegura con un botón. Estos a menudo tienen microajustes.

Independientemente del cierre, el método para quitar eslabones con pasadores sigue siendo el mismo, pero la posición donde quitas los eslabones afectará la forma en que la pulsera cuelga y cómo se centra el cierre en tu muñeca. El consejo de quitar eslabones de ambos lados del cierre ayuda a mantener la simetría.

Tabla Comparativa: DIY vs. Profesional

CaracterísticaAjuste DIY (Hazlo Tú Mismo)Ajuste Profesional (Joyero)
CostoBajo (costo de herramientas inicial)Moderado a Alto
TiempoInmediato (una vez que tienes las herramientas)Puede requerir dejar la joya
Riesgo de DañoMayor (si no tienes experiencia o las herramientas adecuadas)Menor (experiencia y herramientas especializadas)
PrecisiónDepende de la habilidad y herramientasAlta
Tipo de PulseraIdeal para eslabones de pasador sencillosAdecuado para todo tipo de pulseras, incluyendo diseños complejos
GarantíaNingunaGeneralmente ofrecen garantía sobre el trabajo

La elección entre hacerlo tú mismo o ir a un profesional dependerá de tu confianza, la complejidad de la pulsera y su valor.

¿Cómo quitar eslabones sobrantes de la pulsera?
Utilice un objeto puntiagudo y delgado (por ejemplo, una brújula) para empujar el pasador que sujeta ese eslabón, siguiendo la dirección de las flechas impresas en la parte inferior del eslabón metálico. Debería poder empujar el pasador 2 o 3 mm y luego extraerlo por el otro lado con unos alicates pequeños o a mano.

Preguntas Frecuentes sobre Ajuste de Pulseras

¿Qué hago si no veo flechas en los eslabones?

Si no hay flechas, es posible que la pulsera use un sistema diferente (como tornillos, que requerirían un destornillador pequeño para joyas) o que los pasadores deban ser empujados en una dirección específica que no está marcada. En este caso, observa con cuidado si hay un lado del pasador que parezca tener una cabeza o un remache ligeramente diferente. Si no estás seguro, es mejor buscar asesoramiento profesional para evitar dañar la pulsera.

¿Qué pasa si pierdo uno de los pasadores o eslabones?

Perder un pasador pequeño es común. Si lo pierdes, puedes intentar conseguir un pasador de repuesto en una tienda de suministros de joyería o en línea. Sin embargo, encontrar uno que coincida exactamente en tamaño y material puede ser difícil. Si pierdes un eslabón, necesitarás los eslabones que retiraste y guardaste previamente para poder agrandar la pulsera en el futuro. Si no los tienes, puede ser necesario comprar un eslabón de reemplazo si está disponible, lo cual puede ser complicado para diseños antiguos o únicos.

¿Puedo ajustar cualquier tipo de pulsera de metal de esta manera?

No. Este método es principalmente para pulseras con eslabones unidos por pasadores o pines. Las pulseras con eslabones soldados, diseños de malla, o estilos que usan otros mecanismos de unión requieren técnicas diferentes y, a menudo, herramientas y habilidades de soldadura o manipulación de metal más avanzadas. Las pulseras elásticas o de hilo también se ajustan de maneras completamente distintas.

¿Cómo se llama la herramienta para quitar eslabones de cadena?
Los rompecadenas, también llamados separadores, son dispositivos que aplican fuerza manual para quitar eslabones individuales de una cadena de rodillos.

¿Con qué frecuencia puedo ajustar mi pulsera?

Una vez que encuentras el ajuste perfecto, idealmente no deberías necesitar ajustarla de nuevo a menos que cambie el tamaño de tu muñeca o quieras prestársela a alguien. El proceso de quitar y reinsertar pasadores puede causar un mínimo desgaste con el tiempo, por lo que no es algo que deba hacerse repetidamente sin necesidad.

¿Cómo sé si he apretado demasiado el pasador al reinsertarlo?

El pasador debe quedar al ras o ligeramente hundido dentro del eslabón, pero no forzado hasta el punto de doblar el metal del eslabón. Si el pasador no entra fácilmente después de alinearlo, algo no está bien. No uses fuerza excesiva. Podría ser que el pasador esté doblado o que no esté perfectamente alineado con los agujeros de los eslabones. Un pasador bien colocado debe ser apenas visible en los lados del eslabón.

Cuidado Posterior al Ajuste

Una vez que tu pulsera está ajustada a la perfección, límpiala suavemente para eliminar cualquier huella dactilar o residuo del proceso. Guarda los eslabones y pasadores sobrantes de forma segura. Disfruta de tu pulsera con un ajuste cómodo y seguro, sabiendo que has logrado adaptarla a ti.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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