¿Qué tipo de joyas usaban los egipcios?

El Arte del Nilo: Obras, Materiales y Joyas

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El arte del Antiguo Egipto es un testimonio perdurable de una civilización que floreció a orillas del Nilo durante milenios. Conocido por su simbolismo profundo, su estilización distintiva y el uso magistral de una variedad de materiales, el arte egipcio no era meramente estético, sino que servía para expresar vívidamente sus sistemas de creencias, su riqueza, su poder y su dedicación a la historia y, fundamentalmente, a la vida después de la muerte. La glorificación de sus dioses y el registro de eventos nacionales y victorias eran propósitos primordiales que guiaban la mano del artista y el arquitecto.

¿Cuál es la pieza de arte egipcio más famosa?
Máscara de Tutankamón . La máscara de Tutankamón es una antigua máscara mortuoria producida en el siglo XVIII en el antiguo Egipto. Fue descubierta por Howard Carter en 1925. Se considera una de las obras de arte egipcias más famosas y una obra de arte admirada y reconocida mundialmente.

Desde las colosales estructuras que desafían el tiempo hasta las intrincadas joyas que adornaban a la realeza, cada pieza cuenta una historia de devoción, jerarquía y una comprensión única del cosmos. Este artículo explora algunas de las obras más célebres, los materiales que permitieron su creación y el significado detrás de objetos tan particulares como el collar Usej.

Índice de Contenido

Obras Maestras Inmortales: Las Piezas Más Icónicas

El legado artístico de Egipto es vasto y diverso, abarcando escultura, pintura, arquitectura y artes menores. Entre la multitud de tesoros que han llegado hasta nosotros, algunas piezas destacan por su fama mundial, su belleza o su importancia histórica.

Una de las esculturas más reconocidas es el Busto de Nefertiti. Creado por el escultor Tutmosis alrededor del 1345 a.C., este busto de piedra caliza recubierta de estuco representa a la Gran Esposa Real del faraón Akenatón. Es célebre por su exquisita belleza, sus colores vibrantes (aunque algunos se han perdido) y la aparente individualidad del retrato, algo notable para la época. Se considera una de las obras más copiadas del arte antiguo.

Otra pieza fundamental es la Paleta de Narmer, datada en el siglo XXXI a.C. Hallada en Hieracómpolis, esta paleta ceremonial de esquisto verde es crucial para la egiptología, ya que contiene algunas de las inscripciones jeroglíficas más antiguas conocidas y se interpreta a menudo como un registro visual de la unificación del Alto y el Bajo Egipto bajo el rey Narmer. Sus relieves narran eventos históricos con un estilo formal ya plenamente egipcio.

La arquitectura monumental es quizás la manifestación más imponente del arte egipcio. La Gran Esfinge de Giza, una colosal estatua de piedra caliza con cuerpo de león y cabeza humana, es un símbolo universal de Egipto. Se cree que representa al faraón Kefrén y custodia su pirámide cercana. Su tamaño y misterio han cautivado a la humanidad durante milenios.

En el ámbito de las artes funerarias, la Máscara Funeraria de Tutankamón es inigualable en fama y suntuosidad. Descubierta por Howard Carter en 1925 en la tumba del joven faraón (siglo XIV a.C.), esta máscara de oro macizo con incrustaciones de lapislázuli, turquesa, cornalina y vidrio, cubría el rostro de la momia. Es una obra maestra de la orfebrería y un símbolo icónico de la riqueza y las creencias funerarias egipcias.

Otras obras notables incluyen la pequeña pero significativa Estatuilla de Khufu, la única representación tridimensional conocida del constructor de la Gran Pirámide; la Piedra Rosetta, clave para descifrar los jeroglíficos gracias a sus inscripciones trilingües; la Estatua Bloque, un tipo de escultura conmemorativa; El Escriba Sentado, una escultura de gran realismo y expresividad; los imponentes Templos de Abu Simbel, excavados en la roca por Ramsés II; los Colosos de Memnón, dos gigantescas estatuas de Amenhotep III; y la cabeza colosal del Joven Memnón de Ramsés II.

Joyas con Historia: El Misterio del Collar Usej

La joyería ocupaba un lugar destacado en la vida y la muerte de los egipcios, y entre las piezas más distintivas se encuentra el collar Usej. La palabra egipcia Usej significa "ancho", una descripción muy acertada para este tipo de collar que se extendía sobre los hombros y el pecho.

El collar Usej era un distintivo de la nobleza y tenía una fuerte conexión simbólica con la diosa Hathor, una deidad asociada con la maternidad, la alegría, el amor y la música, pero también con el más allá.

¿Qué materiales usaban en el arte egipcio?
Pintura en la tumba de Rejmira. Debido a la escasez de materiales, los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes.

Su diseño característico consistía en una amplia estructura semicircular, a menudo elaborada a partir de una red de múltiples cuentas. Estas cuentas podían ser de diversos materiales preciosos y semipreciosos, incluyendo la fayenza (un material cerámico vidriado muy popular), piedras duras como el lapislázuli, la cornalina, la turquesa y el jaspe, así como metales preciosos como el oro y la plata. La trama de cuentas creaba patrones coloridos y complejos.

El borde exterior del collar a menudo estaba adornado con colgantes, que podían tener formas variadas, desde pétalos hasta símbolos protectores. Dada su amplitud y la densidad de los materiales utilizados, el collar Usej podía ser bastante pesado. Para equilibrarlo y asegurar que se mantuviera en su lugar, se utilizaba un contrapeso plano y semicircular que se colocaba en la espalda del portador, a la altura de la nuca. Este contrapeso también podía estar decorado.

El uso del collar Usej no se limitaba a la vida terrenal. Desde el Imperio Medio, se convirtió en un importante amuleto funerario. A menudo se pintaba o se incluía una representación del Usej sobre el pecho de las momias, ya fuera en el cartonaje (una especie de cartón hecho de lino o papiro encolado) o directamente en los vendajes. Esta práctica buscaba proporcionar protección al difunto en su peligroso viaje por el inframundo de Osiris.

Las representaciones funerarias del Usej incluían a menudo símbolos protectores como cabezas de halcón (asociadas a Horus), buitres con alas desplegadas (símbolo de protección divina, a menudo Nejet), cobras (uraeus, símbolo real y protector) y motivos vegetales. En el Período Tardío, los Textos de las Pirámides y el Libro de los Muertos (especialmente las fórmulas 157 y 158) detallan los rituales específicos para la colocación del Usej sobre el difunto, subrayando su función como talismán en el más allá.

Los Cimientos de la Creación: Materiales y Técnicas

La elección y el uso de los materiales en el arte y la arquitectura egipcios estaban profundamente ligados a la geografía, la disponibilidad y el propósito de la creación. Dada la escasez de madera de calidad en el valle del Nilo, los dos materiales de construcción predominantes fueron el adobe y la piedra.

El adobe, ladrillos hechos de barro del Nilo secado al sol, fue el material principal para la construcción de viviendas, incluso en los palacios reales, fortalezas y muros de recintos. Las ciudades egipcias, construidas mayoritariamente con adobe, han desaparecido en gran parte debido a las inundaciones periódicas del Nilo, que depositaron capas de lodo sobre ellas a lo largo de los milenios, o porque los ladrillos fueron reutilizados como fertilizante. Sin embargo, el clima seco ha preservado algunos ejemplos, como la aldea de Deir el-Medina.

La piedra, en contraste, se reservó generalmente para las estructuras más importantes y duraderas: templos y tumbas. Los egipcios explotaron vastas canteras de piedra caliza (el material más común), piedra arenisca y granito. La durabilidad de la piedra, combinada con su elevación en terrenos no afectados por las inundaciones, explica por qué tantos monumentos funerarios y religiosos han sobrevivido hasta nuestros días.

La arquitectura monumental egipcia se caracteriza por su solidez, muros ligeramente inclinados (posiblemente emulando la estabilidad de los muros de adobe) y escasas aberturas. Aunque conocían el arco, la mayoría de las construcciones monumentales utilizaban un sistema adintelado, con enormes bloques de piedra apoyados sobre muros y columnas robustas y densamente espaciadas, cubriendo espacios con techos planos de piedra.

La decoración de estas estructuras, tanto interiores como exteriores, era fundamental. Muros, columnas y techos se cubrían con jeroglíficos, bajorrelieves y esculturas pintadas en colores brillantes. Esta decoración no era solo ornamental; narraba la historia, invocaba la protección divina y guiaba al difunto en el más allá. Los motivos decorativos eran a menudo simbólicos: el escarabajo sagrado (símbolo de renacimiento), el disco solar (Ra), el buitre (protección), así como elementos de la flora del Nilo como las hojas de palma, las plantas de papiro y las flores de loto.

Arquitectura Funeraria: Un Viaje al Más Allá

La creencia egipcia en la necesidad de preservar el cuerpo para asegurar la vida en el "más allá" fue el motor principal de su arquitectura funeraria, impulsando una evolución constante en busca de seguridad, simbolismo religioso y protección contra saqueadores.

¿Cuáles son las artesanías de Egipto?
PRODUCTOS EGIPCIOSShisha. Llamadas también narguile o camchimba, la shisha es el recipiente de metal y vidrio que se emplea para fumar tabaco de distintos sabores y filtrado por agua. ...Artesanía. ...Papiros. ...Chilabas. ...Perfumes. ...Joyas.

Originalmente, en los periodos predinástico y protodinástico, las tumbas eran simples fosas ovaladas cubiertas con un túmulo de arena, simbolizando la colina primigenia.

Esta forma evolucionó hacia la Mastaba durante el periodo protodinástico. La mastaba era una estructura rectangular de lados inclinados, construida inicialmente con adobe y posteriormente con piedra caliza. Constaba de una superestructura en forma de pirámide truncada que contenía una capilla para ofrendas y una "falsa puerta" que se creía permitía el paso del espíritu (Ka) del difunto. También incluía un Serdab, una cámara sellada que albergaba una estatua del Ka. Debajo de la superestructura, un pozo vertical (sellado tras el entierro) conducía a la cámara funeraria subterránea donde se depositaba el sarcófago y el ajuar. La decoración interior representaba escenas de la vida cotidiana y textos sagrados para asegurar la prosperidad en el más allá.

El deseo de crear una "escalera al cielo" para el faraón llevó a la siguiente gran innovación: la Pirámide. En la III Dinastía, Imhotep construyó para el faraón Dyeser la Pirámide Escalonada de Saqqara, la primera estructura monumental de piedra a gran escala. Esta evolucionó en la IV Dinastía hacia la pirámide geométrica perfecta, culminando en la Gran Pirámide de Keops en Guiza, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Las pirámides eran parte de complejos funerarios mucho mayores, situados en la ribera oeste del Nilo. Estos complejos incluían templos funerarios (Valle y Alto), calzadas procesionales, pirámides satélite, fosas para barcas solares y ciudades de trabajadores. Aunque inicialmente se construían con bloques macizos de piedra, posteriormente se usó un núcleo de adobe recubierto de piedra caliza para reducir costos.

A pesar de las elaboradas estructuras y trampas, las pirámides resultaron ser blancos demasiado obvios para los saqueadores. Esto llevó, en el Imperio Nuevo, a un cambio radical: el retorno a las tumbas subterráneas, los Hipogeos. Los faraones eligieron el oculto Valle de los Reyes, en la ribera oeste de Tebas, para excavar sus tumbas directamente en la roca. Estas tumbas consistían en largas galerías descendentes con cámaras anexas y una cámara funeraria al final. Las paredes estaban profusamente decoradas con escenas pintadas de los textos funerarios (Libro de los Muertos, Libro del Amduat, etc.), diseñadas para guiar y proteger al faraón en su viaje nocturno a través del inframundo y asegurar su renacimiento. La separación de la tumba del templo funerario (que se construía en la llanura, como el de Hatshepsut en Deir el-Bahari) buscaba disuadir a los ladrones, aunque no siempre con éxito.

Tipo de TumbaPeriodo PrincipalForma/EstructuraMateriales PredominantesUbicación TípicaPropósito Principal
Fosa OvalPredinástico/ProtodinásticoHoyo simple con túmuloTierra, arena, pielesDesiertoEnterramiento básico
MastabaProtodinástico, Imperio Antiguo (nobleza)Superestructura rectangular inclinada, pozo subterráneoAdobe, luego piedra calizaNecrópolis (Saqqara, Giza)Tumba para la élite, acceso para ofrendas
PirámideImperio Antiguo (faraones)Estructura escalonada o geométrica, complejo asociadoPiedra caliza, arenisca, granito, adobe (posterior)Meseta oeste (Giza, Saqqara)Ascenso del faraón al cielo, protección real
HipogeoImperio Nuevo (faraones y nobleza)Galerías y cámaras excavadas en la rocaRoca natural, yeso, pinturaValles ocultos (Valle de los Reyes)Protección contra saqueos, guía para el más allá

Preguntas Frecuentes sobre el Arte Egipcio

¿Cuál es la pieza de arte egipcio más famosa?

Es difícil nombrar una única pieza como "la más famosa", ya que varias gozan de reconocimiento mundial. Sin embargo, la Máscara Funeraria de Tutankamón y el Busto de Nefertiti son quizás las más icónicas y universalmente admiradas por su belleza y el misterio que las rodea. La Gran Pirámide de Giza, como estructura arquitectónica, es también un símbolo inconfundible de Egipto.

¿Cómo se llamaban los collares de los egipcios?

Existían varios tipos de collares, pero uno de los más distintivos y significativos era el Usej. Este era un collar ancho y semicircular, usado principalmente por la nobleza, con fuertes connotaciones religiosas y protectoras, especialmente en el contexto funerario.

¿Qué materiales usaban en el arte egipcio?

Los materiales principales dependían del tipo de obra. Para la arquitectura monumental (templos y tumbas), se usaba principalmente piedra (caliza, arenisca, granito). Para viviendas y estructuras menos permanentes, se utilizaba adobe (ladrillos de barro secado al sol). En escultura y artes menores se empleaban una amplia gama de materiales, incluyendo piedra (caliza, basalto, diorita), metales (oro, plata, bronce), fayenza, vidrio, madera, marfil y piedras semipreciosas para incrustaciones y joyería.

¿Por qué cambiaron la forma de las tumbas?

La evolución de las tumbas (de fosas a mastabas, pirámides e hipogeos) fue impulsada por varios factores: el deseo de crear estructuras más monumentales y simbólicas que reflejaran el estatus del difunto (especialmente el faraón), la necesidad de proporcionar mayor protección al cuerpo y al ajuar funerario contra los saqueadores, y cambios en las creencias teológicas sobre el viaje del alma después de la muerte.

El arte egipcio, en todas sus formas, desde la pequeña estatuilla hasta la colosal pirámide, nos ofrece una ventana fascinante a la cosmovisión de una civilización que buscó la inmortalidad a través de la permanencia de sus obras y la protección de sus muertos. Cada objeto y cada estructura es un fragmento de un vasto rompecabezas que sigue revelando los secretos del Nilo.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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