Benvenuto Cellini fue una figura colosal del Renacimiento italiano, un artista cuya habilidad con los metales preciosos lo elevó a la cima de su oficio. No solo fue un orfebre y platero sin parangón, sino también escultor, músico, soldado y un autor prolífico cuya autobiografía nos ofrece una ventana única a la vida y el arte del siglo XVI. Su existencia estuvo marcada tanto por el brillo de sus creaciones como por una serie incesante de aventuras, conflictos y controversias. Con una personalidad tan afilada como sus cinceles, Cellini navegó las cortes de Papas, Reyes y Duques, dejando tras de sí un legado artístico que perdura. Pero, ¿dónde terminó el viaje de este espíritu inquieto? Para entender su final, debemos primero recorrer el extraordinario camino que lo llevó hasta allí, un camino forjado en oro, plata y bronce.

Los Inicios de un Maestro: Aprendizaje y Primeros Pasos en la Orfebrería
Nacido en Florencia, cuna del Renacimiento, Benvenuto Cellini llegó al mundo en un hogar donde la música era primordial. Su padre, Giovanni Cellini, era músico e constructor de instrumentos y deseaba que Benvenuto siguiera sus pasos. Sin embargo, el joven Benvenuto sentía una inclinación irresistible por el arte de trabajar los metales. A los quince años, tras insistir, su padre cedió a regañadientes y lo colocó como aprendiz de un orfebre local, Antonio di Sandro, conocido como Marcone. Fue aquí donde Cellini comenzó a moldear su destino, aprendiendo las técnicas fundamentales que lo convertirían en maestro.
Su talento era evidente desde el principio, pero su carácter impetuoso también. A los dieciséis años, ya se había visto envuelto en altercados juveniles en Florencia, lo que resultó en un destierro de seis meses. Este exilio forzado, lejos de detenerlo, lo impulsó a buscar nuevas oportunidades. Se trasladó a Siena, donde continuó perfeccionando su arte bajo la tutela de otro orfebre, Fracastoro. Luego, su viaje lo llevó a Bolonia, donde no solo progresó como orfebre, sino que también se convirtió en un consumado intérprete de corneta y flauta, demostrando la versatilidad que lo caracterizaría toda su vida.
Tras breves regresos a Florencia, donde incluso recibió la visita del renombrado escultor Torrigiano, Cellini, a la edad de diecinueve años, tomó una decisión crucial: mudarse a Roma. La Ciudad Eterna, sede del poder papal y un centro neurálgico del arte y la cultura, ofrecía el escenario perfecto para que un joven artista ambicioso como él pudiera florecer. Su llegada a Roma marcó el inicio de uno de los períodos más productivos y tumultuosos de su carrera.
Bajo el Patrocinio Papal: Roma, Arte y Peligro
En Roma, el talento de Cellini como orfebre rápidamente llamó la atención de la élite. Sus primeros trabajos significativos incluyeron un cofre de plata, candelabros de plata y un jarrón para el obispo de Salamanca, obras que le valieron la aprobación del mismísimo Papa Clemente VII. La corte papal se convirtió en su principal clientela, encargándole piezas de gran valor y exquisitez.
Una de sus obras más célebres de este período es el medallón de oro con la representación de "Leda y el Cisne", ejecutado para el Gonfaloniero Gabbriello Cesarino y que hoy se conserva en el Museo Nazionale del Bargello en Florencia. Esta pieza, realizada con la técnica del repujado y el cincelado, muestra la maestría de Cellini en la manipulación del oro para crear escenas de gran detalle y belleza. Además de su trabajo en la Orfebrería, Cellini continuó su carrera musical, siendo nombrado uno de los músicos de la corte papal.
La vida en Roma no estuvo exenta de peligros. Durante el saqueo de Roma por las fuerzas imperiales de Carlos V en 1527, la valentía de Cellini fue de gran utilidad para el pontífice. Según sus propios relatos, participó activamente en la defensa, llegando a herir a Philibert de Chalon, príncipe de Orange, y, supuestamente, a matar al propio comandante imperial, Carlos III, Duque de Borbón. Esta audacia, aunque polémica, contribuyó a una reconciliación con las autoridades florentinas y le permitió regresar brevemente a su ciudad natal.
De vuelta en Florencia, se dedicó a la creación de medallas, destacando las de "Hércules y el León de Nemea" en oro repujado y "Atlas sosteniendo la Esfera" en oro cincelado. Esta última pieza eventualmente llegó a manos de Francisco I de Francia, un presagio de su futuro. A pesar de su éxito, la naturaleza conflictiva de Cellini lo llevó de nuevo a Roma, donde fue empleado en la creación de joyería y en la ejecución de troqueles para la ceca papal, produciendo monedas y medallas con la efigie del Papa Pablo III.
Sin embargo, la violencia seguía siendo una constante en su vida. Tras la muerte de su hermano Cecchino en una reyerta, Benvenuto, en un acto de venganza, mató al agresor, a pesar de admitir que este había actuado en defensa propia. Este y otros incidentes, incluyendo una disputa con un notario y el homicidio de un orfebre rival llamado Pompeo de Milán, lo obligaron a huir temporalmente a Nápoles y a depender de la intercesión de cardenales para obtener perdón. A pesar de todo, logró mantener el favor del nuevo Papa, Pablo III.
El Encanto de la Corte Francesa: Fontainebleau y París
Las intrigas políticas y las acusaciones (aparentemente falsas) de haber malversado gemas de la tiara papal llevaron a Cellini a retirarse de Roma y a buscar refugio en Florencia y Venecia. A los 37 años, tras una visita a la corte francesa, fue encarcelado en el Castillo Sant'Angelo en Roma. Su encarcelamiento fue severo; intentó escapar, fue recapturado y estuvo al borde de la muerte. Fue objeto de un intento de envenenamiento con polvo de diamante que fracasó. La intervención de figuras influyentes, como la esposa de Pier Luigi Farnese y el Cardenal d'Este de Ferrara, finalmente aseguró su liberación. En gratitud, Cellini regaló al cardenal una espléndida copa.
Liberado, Cellini se dirigió a Francia para trabajar en la corte del Rey Francisco I en Fontainebleau y París. Este período fue muy productivo artísticamente, creando obras magníficas para el monarca, incluyendo la famosa Saliera de Francisco I (aunque esta obra se menciona en otras fuentes, no en el texto proporcionado, por lo que no la detallaremos, pero sí el tipo de trabajo). Se dedicó a la joyería y a la creación de objetos suntuarios de oro y plata para la corte, mostrando su incomparable habilidad para el detalle y la forma.
A pesar del éxito artístico, su tiempo en Francia también estuvo marcado por conflictos. Las rivalidades cortesanas y su negativa a congraciarse con los favoritos del rey, como la Duquesa d'Étampes, crearon un ambiente hostil. A diferencia de Roma, donde a menudo resolvía disputas con la espada, en la corte francesa las intrigas eran más sutiles pero igualmente peligrosas para su posición. Además, el texto menciona que tuvo una hija ilegítima en 1544 con una de sus modelos, llamada Costanza.
Regreso Triunfal a Florencia: Escultura y Legado
Después de varios años de trabajo productivo en Francia, pero acosado por conflictos y violencia casi continuos, Cellini tomó la decisión de regresar a su ciudad natal, Florencia. Allí, fue recibido cálidamente por el Duque Cosme I de Médici, quien reconoció su genio. Cosme I lo elevó a la posición de escultor de la corte, proporcionándole una elegante casa en la Via del Rosario que incluía una fundición (un espacio esencial para su trabajo con metales) y un generoso salario anual de doscientos escudos.
Aunque el texto principal se centra en su Orfebrería y platería, es crucial mencionar que Cosme I le encargó dos importantes esculturas de bronce: un busto del propio Duque y la monumental estatua de "Perseo con la cabeza de Medusa". Esta última, destinada a ser colocada en la Logia de la Plaza de la Señoría, se convirtió en una de sus obras maestras más reconocidas. Si bien Perseo es una escultura, su creación implicó un dominio extraordinario de la fundición de bronce, una técnica de trabajo del metal a gran escala que se basa directamente en los principios aprendidos en la Orfebrería y la platería. Cellini aplicó su conocimiento íntimo de los metales y su manipulación para lograr una pieza de complejidad y belleza sin precedentes en su fundición.
Durante este período final en Florencia, Cellini continuó trabajando, aunque las controversias nunca lo abandonaron por completo. En 1548, fue acusado y buscó refugio temporalmente en Venecia. El texto menciona varias acusaciones de sodomía a lo largo de su vida, reflejando las complejas normas sociales y legales de la época y, según el texto, sus propias tendencias. En 1556, un aprendiz lo acusó de haberlo sodomizado. Aunque fue sentenciado a una fuerte multa y prisión, la sentencia fue conmutada por arresto domiciliario gracias a la intercesión de los Médici. También tuvo una notoria rivalidad pública con el escultor Baccio Bandinelli, quien lo insultó llamándolo "sodomita sucio", a lo que Cellini intentó responder con humor, según su relato.
A pesar de estos incidentes, Cellini siguió siendo una figura respetada por su arte. Durante la guerra con Siena en 1554, fue nombrado para fortalecer las defensas de Florencia, demostrando una vez más su versatilidad y compromiso con su ciudad. A finales de su vida, intentó brevemente una carrera clerical, pero finalmente se casó con una sirvienta, Piera Parigi, con quien afirmó tener cinco hijos, aunque solo un hijo y dos hijas le sobrevivieron.
Su estatus como artista de renombre fue consolidado cuando, el 13 de enero de 1563, fue nombrado miembro (Accademico) de la prestigiosa Accademia delle Arti del Disegno de Florencia, fundada por el Duque Cosme I bajo la influencia de Giorgio Vasari. Este reconocimiento formal cimentó su lugar entre los grandes artistas de su tiempo.
Una Vida Tan Brillante Como Turbulenta
La vida de Benvenuto Cellini fue una epopeya digna del Renacimiento. Su habilidad para trabajar los metales preciosos era casi mágica, transformando oro y plata en obras de arte que deslumbraban a reyes y papas. Sin embargo, su temperamento volcánico y su propensión a la violencia lo llevaron constantemente al borde del desastre. Vivió exilios, encarcelamientos, y enfrentó acusaciones y rivalidades feroces. Su propia narrativa, aunque fascinante, a menudo lo presenta como un héroe invencible y virtuoso, minimizando sus faltas o justificando sus acciones. No obstante, incluso filtrada por su propia perspectiva, su vida revela la intensidad y la precariedad de la existencia de un artista en una era de grandes cambios, mecenazgo poderoso y leyes a menudo caprichosas.
Desde sus primeros altercados en Florencia hasta las peleas y homicidios en Roma, pasando por las intrigas cortesanas en Francia y las acusaciones en su Florencia natal, Cellini parece haber atraído el conflicto. Su audacia en el saqueo de Roma, su fuga del Castillo Sant'Angelo, y su resistencia a las presiones de la corte francesa son ejemplos de una voluntad indomable. Su rivalidad con Bandinelli no era solo artística, sino un choque de personalidades públicas en una ciudad que amaba el drama y el arte a partes iguales. A pesar de la turbulencia, su arte nunca decayó. La necesidad de crear y la búsqueda de la perfección en su oficio parecen haber sido las fuerzas constantes que lo guiaron a través de las tormentas personales.
| Lugar de Trabajo Principal | Patrón/Contexto Destacado | Tipo de Obra de Metal Destacada |
|---|---|---|
| Florencia (Inicios) | Aprendizaje, Primeros Pasos | Objetos de aprendizaje, trabajos tempranos de Orfebrería |
| Roma | Papas Clemente VII y Pablo III | Cofres de plata, candelabros, jarrón, medallones (Leda), troqueles de ceca papal |
| Francia | Rey Francisco I | Joyería de oro y plata, objetos de arte para la corte francesa |
| Florencia (Final) | Duque Cosme I de Médici | Escultura de bronce (Perseo), bustos, trabajos continuos con metales |
El Descanso Final del Artista
Después de una vida tan llena de arte, aventuras y conflictos, Benvenuto Cellini falleció en Florencia el 13 de febrero de 1571. Fue enterrado con gran pompa, un reconocimiento a su estatus como uno de los artistas más importantes de su tiempo y miembro de la Accademia delle Arti del Disegno. Su sepelio fue un evento significativo en la vida cultural de Florencia.
La respuesta a la pregunta sobre dónde está enterrado Benvenuto Cellini se encuentra en el corazón de la ciudad que lo vio nacer, crecer como artista y, finalmente, morir. Benvenuto Cellini fue enterrado en la iglesia de la Santissima Annunziata en Florencia. Esta basílica, con su rica historia y su importancia artística, sirvió como el lugar de descanso final para el maestro de la Orfebrería y la escultura.
Su tumba allí marca el punto final de una vida extraordinaria que personificó el espíritu del Renacimiento: una mezcla de genio artístico, pasión incontrolable y una búsqueda incesante de reconocimiento y perfección. Aunque sus obras de oro y plata se encuentran dispersas en museos y colecciones de todo el mundo, y su Perseo aún se alza majestuoso en la Piazza della Signoria, su cuerpo reposa en la Santissima Annunziata, un recordatorio tangible de la presencia de este gigante del arte en la historia de Florencia.
Preguntas Frecuentes sobre Benvenuto Cellini
- ¿Quién fue Benvenuto Cellini?
Benvenuto Cellini (1500-1571) fue un renombrado orfebre, platero, escultor, músico y escritor italiano del Renacimiento. Es famoso tanto por sus excepcionales obras de arte en metal como por su turbulenta y aventurera vida, narrada en su célebre autobiografía. - ¿Cuáles fueron sus obras más importantes?
Entre sus obras más destacadas en Orfebrería y platería se encuentran el medallón "Leda y el Cisne", medallas como "Hércules y el León de Nemea" y "Atlas sosteniendo la Esfera", y objetos suntuarios para las cortes de Italia y Francia. Aunque también es muy conocido por su escultura en bronce "Perseo con la cabeza de Medusa". - ¿Fue Cellini solo un orfebre?
No, aunque comenzó y fue un maestro insuperable de la Orfebrería y la platería, también fue un talentoso escultor, especialmente en bronce en la última parte de su carrera. Además, fue un músico consumado, tocando la corneta y la flauta, y sirvió como músico de corte para el Papa Clemente VII. - ¿Para quién trabajó Benvenuto Cellini?
A lo largo de su vida, Cellini trabajó para algunos de los mecenas más poderosos de Europa, incluyendo a los Papas Clemente VII y Pablo III en Roma, el Rey Francisco I de Francia y el Duque Cosme I de Médici en Florencia. También realizó trabajos para otros nobles y eclesiásticos. - ¿Dónde está enterrado Benvenuto Cellini?
Benvenuto Cellini está enterrado en la iglesia de la Santissima Annunziata en Florencia, Italia. Murió en su ciudad natal el 13 de febrero de 1571 y fue sepultado con honores en esta importante basílica florentina.
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