¿Qué forma tiene la barra de un buril?

Las Fascinantes Técnicas del Grabado

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El grabado es una disciplina artística con una historia milenaria, que permite a los creadores plasmar imágenes y obtener múltiples reproducciones de ellas. En esencia, consiste en dibujar o trabajar una imagen sobre una superficie rígida, conocida como matriz, de manera que se cree una huella capaz de alojar tinta. Posteriormente, mediante presión, esta tinta es transferida a otra superficie, comúnmente papel o tela, dando lugar a la estampa final.

La matriz puede variar enormemente en material y técnica de trabajo. Tradicionalmente se han empleado metales como cobre o zinc, madera, linóleo o piedra. Sobre estas superficies, el artista puede utilizar instrumentos punzantes, cortantes o incluso recurrir a procesos químicos para crear la imagen. Hoy en día, la tecnología ha ampliado las posibilidades con placas sintéticas que pueden grabarse con punzones tradicionales o mediante métodos fotográficos, digitales o láser.

¿Qué es un buril de grabado?
Los buriles para grabado son herramientas cónicas (varillas redondas de metal duro y macizo partidas a la mitad y pulidas) con un filo. En principio: Cuanto menor es el ángulo de la punta, más constante es la anchura de grabado, incluso cuando el material que se desea grabar no está plano.

La historia del grabado se remonta a miles de años. La primera civilización conocida por producir grabados originales fueron los sumerios en Mesopotamia, hace unos 3000 años, quienes tallaban diseños en piedras cilíndricas pulidas para hacerlas rodar sobre arcilla blanda. En China, tras la invención del papel, surgieron las primeras impresiones sobre este material utilizando matrices de piedra. En Europa, los primeros grabados datan del siglo VI en el ámbito textil, con las primeras reproducciones en papel realizadas en España en 1151. El siglo XV vio la aparición de naipes xilográficos en Alemania y sellos en Inglaterra. Sin embargo, fue durante el Renacimiento cuando la técnica del grabado experimentó un desarrollo significativo. Más adelante, entre los siglos XVII y XX, Japón tuvo su propio auge del grabado con el movimiento Ukiyo-e, destacando imágenes paisajísticas, teatrales y de la vida cotidiana.

Las diversas técnicas para obtener múltiples copias de una imagen grabada suelen clasificarse según los materiales y los medios empleados para trabajar la matriz. Generalmente, se agrupan en tres categorías principales, definidas por la forma en que el artista interactúa con la superficie para preparar el dibujo que será impreso:

Índice de Contenido

Grabado en Relieve

En esta familia de técnicas, la imagen que se imprimirá corresponde a las partes de la matriz que permanecen en la superficie original, mientras que el material se retira de las áreas que no deben imprimir (los blancos). Al entintar con un rodillo, solo las partes elevadas reciben la tinta. En la impresión, los huecos tallados quedan en blanco.

Xilografía

Considerada la técnica de grabado más antigua, la xilografía utiliza una superficie de madera como matriz. Se prefieren maderas duras como el boj, el peral o el cerezo por su fineza. El dibujo puede tallarse en el sentido de la veta (xilografía a fibra o al hilo) o transversalmente a ella (xilografía a contrafibra o a la testa).

Sobre la madera, se utilizan herramientas como cuchillos y gubias para rebajar las zonas que corresponderán a los blancos. Para el grabado a contrafibra, se emplea el buril, que permite trabajar con mayor precisión y obtener surcos más finos en superficies más duras. Una vez tallada la imagen, se aplica tinta con un rodillo de goma sobre las partes elevadas. La transferencia al papel se realiza mediante una prensa vertical o un tórculo.

Linografía

La linografía es una variante más moderna de la xilografía que emplea linóleo como matriz. El proceso es idéntico al del grabado en madera, utilizando gubias para vaciar las partes que quedarán en blanco. Las zonas en relieve son las que reciben la tinta.

La principal diferencia radica en el material. El linóleo, al ser más blando, no presenta la dificultad de la veta de la madera, lo que facilita el trabajo, pero tampoco permite la misma finura de trazo que se puede lograr en la xilografía a contrafibra.

Grabado Planográfico

Las técnicas planográficas se caracterizan porque la superficie de la matriz permanece plana. No se realizan incisiones o rebajes significativos para crear la imagen. La imagen se crea aprovechando principios químicos o físicos sobre la superficie plana. La matriz puede ser reutilizada para distintos dibujos.

Litografía

La litografía es una técnica de reproducción de imágenes cuya matriz es una piedra caliza pulida. No se graba la piedra en el sentido tradicional, sino que se aprovecha la propiedad de esta caliza para reaccionar de manera diferente ante la grasa y el agua. La imagen se dibuja sobre la piedra con un lápiz graso especial ("lápiz litográfico") o tintas grasas. Luego, la piedra se procesa con una solución de ácido y goma arábiga, que fija el dibujo graso.

Para imprimir, se humedece la piedra. La tinta, que también es grasa, se aplica con un rodillo. La zona dibujada, al ser grasa, repele el agua pero atrae la tinta. Las zonas sin dibujo, al estar húmedas, repelen la tinta. Así, la tinta solo se deposita sobre el dibujo. La impresión se realiza con una prensa litográfica.

Esta técnica fue inventada por Aloys Senefelder en 1798 y mejorada posteriormente para añadir color, lo que requería una piedra y un paso por prensa distintos para cada color. Fue muy utilizada para reproducir pinturas y popularizada por artistas como Toulouse-Lautrec en sus carteles y posteriormente explorada por fauvistas y Picasso.

Serigrafía

La serigrafía es una técnica de grabado de origen chino que se popularizó en Europa con el Pop-Art en los años 50. Se utiliza ampliamente hoy en día en embalajes, envoltorios y publicidad. No permite degradaciones de color, sino colores planos.

Consiste en transferir tinta al papel (o a otra superficie) a través de un diseño que es impermeable a la tinta, actuando como una plantilla sobre una malla tensada. La tinta se deposita sobre el papel a través de las áreas permeables de la malla utilizando una paleta de goma (racleta). Es la única técnica de grabado que no requiere el uso de una prensa para estampar, lo que la hace muy versátil.

Monotipia

Aunque a menudo se considera una técnica de impresión más que de grabado tradicional por no permitir múltiples reproducciones idénticas, la monotipia utiliza una matriz plana como base. Esta matriz debe ser una superficie lisa y no absorbente, como porcelana, cobre pulido o cristal.

El dibujo se realiza directamente sobre esta superficie con óleo, tinta de impresión o acuarela. Luego, se coloca el papel encima y se presiona, generalmente con una prensa de grabado, para transferir la imagen. El resultado es una sola impresión, aunque a veces se puede obtener una segunda impresión más pálida ("fantasma").

Grabado en Hueco (Calcografía)

En contraste con el grabado en relieve, en las técnicas de grabado en hueco (también llamadas calcografía), la imagen se consigue arañando o excavando la matriz metálica. Las partes oscuras de la imagen corresponden a las incisiones o huecos, donde se depositará la tinta. Las partes que quedan en el plano original de la plancha no retienen tinta y quedan en blanco en la impresión. Es decir, la tinta se aloja *dentro* de la superficie grabada, no sobre ella.

Los procedimientos en hueco se subdividen en métodos directos, donde el grabador incide directamente sobre la plancha, y métodos indirectos, donde la huella se logra mediante procesos químicos, principalmente el uso de ácido.

Procedimientos de Método Directo

En estos métodos, el artista trabaja directamente la superficie de la matriz metálica para crear las líneas y tonos.

Al Buril

Esta técnica implica construir el dibujo excavando líneas sobre una matriz de metal utilizando exclusivamente el buril. El buril es una herramienta con una punta de acero biselada, generalmente de sección cuadrada, que deja una marca en forma de "V". El grabador empuja el buril sobre la plancha, creando surcos. Cuanto mayor es la presión, más profundo es el surco, lo que permitirá alojar una mayor cantidad de tinta y resultará en una línea más oscura en la impresión.

A los lados de los surcos, se levantan pequeñas limaduras de metal. Estas se aplastan con herramientas específicas llamadas rascador y bruñidor para dejar la superficie lisa, aunque a veces se dejan en técnicas relacionadas. El grabado al buril es una técnica muy exigente por la dificultad de controlar la línea y la presión. Está históricamente relacionado con la joyería, ya que se graba sobre metales preciosos como plata y oro, aunque también es posible trabajar materiales más duros como el acero.

Punta Seca

La punta seca toma su nombre de la herramienta principal: un punzón fino y afilado (de acero, diamante o rubí) que se utiliza para arañar o rayar la superficie de la matriz, generalmente de cobre. Se trabaja a pulso, de manera similar a dibujar con un lápiz. Las líneas producidas suelen ser más finas que las del buril.

Una característica distintiva de la punta seca es que el punzón levanta una "rebaba" o "barba" de metal a ambos lados de la línea. A diferencia del buril, estas rebabas a menudo se dejan intencionadamente, ya que retienen tinta y crean un efecto ligeramente difuminado alrededor de la línea en la impresión, lo que se conoce como un característico velo. Sin embargo, al ser delicadas, las rebabas se aplastan con la presión de la prensa, lo que limita el número de copias que se pueden obtener en una edición.

Mezzotinta

También conocida como "grabado a la manera negra", la mezzotinta (del italiano "Mezzatinta") busca conseguir inicialmente un tono oscuro y uniforme en toda la plancha. Esto se logra rugiendo la superficie metálica de manera homogénea con una herramienta llamada "berceau" o raedor, que crea miles de pequeños puntos que retienen mucha tinta.

A partir de este negro base, el artista va creando las luces y los blancos alisando o puliendo las zonas deseadas con un "bruñidor". Las áreas pulidas retienen menos tinta o ninguna, resultando en tonos más claros o blancos. También es posible lograr un negro profundo aplicando repetidamente la técnica del aguatinta, lo que a veces se denomina "Falsa Manera Negra".

Procedimientos de Método Indirecto

Estos métodos utilizan la acción de productos químicos, principalmente ácido, para excavar la matriz metálica de forma controlada.

Aguafuerte

En el aguafuerte, la matriz metálica se cubre completamente con un barniz resistente al ácido, como una mezcla de betún de Judea y cera de abeja. Una vez seco, el artista dibuja sobre la capa de barniz con un punzón u otro utensilio, retirando el barniz y dejando al descubierto las zonas de metal que formarán la imagen. Luego, la plancha se sumerge en una solución de ácido (por ejemplo, agua y ácido nítrico para una matriz de zinc). El ácido ataca y corroe el metal solo en las áreas expuestas. La profundidad de la línea grabada dependerá del tiempo que la plancha permanezca en el ácido y de la concentración de la solución. Este control del tiempo de mordida permite obtener líneas de diferente grosor e intensidad.

Aguatinta

El aguatinta es una técnica utilizada principalmente para conseguir tonos planos y texturas, a menudo en combinación con el aguafuerte. El proceso comienza protegiendo la plancha metálica espolvoreando sobre su superficie polvo fino de resina de colofonia. La plancha se calienta suavemente para que el polvo de resina se funda y se adhiera a la superficie, formando pequeños puntos resistentes al ácido.

A continuación, se cubren con barniz duro las áreas que se desea que queden completamente en blanco (o con tonos muy claros). La plancha se sumerge en la solución de ácido. El ácido muerde el metal en los pequeños espacios que quedan entre los granos de resina adheridos. Este procedimiento se repite varias veces, protegiendo gradualmente las áreas que alcanzan el tono deseado con barniz, de manera que las zonas expuestas por más tiempo al ácido retengan más tinta y aparezcan más oscuras en la impresión.

Otras Técnicas Indirectas

Existen otras variaciones que emplean principios químicos o barnices especiales:

Barniz Blando

Esta técnica utiliza un barniz que permanece pegajoso después de secar. Se coloca un papel muy fino (papel de seda) sobre el barniz y se dibuja sobre él con un lápiz de grafito, apretando. El papel de seda se adhiere al barniz en las zonas donde se ha presionado el lápiz. Al retirar el papel, el barniz de esas zonas se levanta con él, dejando el metal al descubierto. La plancha se introduce luego en el ácido, que muerde las áreas expuestas. El resultado son líneas con una textura suave que imitan el trazo del lápiz.

Tinta China con Azúcar

Esta es una variación del aguatinta que permite dibujar directamente con pinceladas. Sobre una matriz cubierta con resina de colofonia (preparada como para aguatinta), se dibuja con una solución de tinta china y azúcar. Una vez seco el dibujo, se cubre toda la plancha con barniz. Al sumergir la plancha en agua, la mezcla de tinta china y azúcar se disuelve, levantando el barniz y dejando al descubierto el metal (y la resina) en las zonas dibujadas. El ácido muerde entonces estas áreas desprotegidas, permitiendo obtener manchas o trazos que parecen realizados con pincel.

Esmaltografía

La esmaltografía, aunque distinta a las técnicas tradicionales de grabado para impresión de múltiples copias idénticas, es mencionada como una técnica de producción de obras gráficas. Consiste en aplicar esmalte de baja temperatura sobre láminas de acero, cobre o zinc. Este proceso permite lograr diferentes texturas sobre la superficie metálica, las cuales pueden ser aprovechadas para la impresión de estampas, explorando las cualidades táctiles y visuales creadas por el esmalte.

Comparativa de las Principales Técnicas

CategoríaCómo se trabaja la MatrizDónde se aloja la TintaResultado en la Impresión
Relieve (Xilografía, Linografía)Se retira material de las zonas que no imprimen.Sobre las áreas elevadas de la superficie original.Las partes talladas quedan en blanco; las elevadas, con tinta.
Planográfico (Litografía, Serigrafía, Monotipia)La superficie permanece plana. Se usa un principio químico (Litografía) o una plantilla (Serigrafía) o dibujo directo (Monotipia).Sobre la superficie plana, adherida químicamente (Litografía) o transferida a través de una malla (Serigrafía) o dibujada directamente (Monotipia).La imagen se forma sobre el plano; los blancos corresponden a zonas que repelen la tinta o están bloqueadas.
Hueco (Calcografía: Buril, Punta Seca, Aguafuerte, Aguatinta, etc.)Se excava o muerde la superficie metálica en las zonas que deben imprimir.Dentro de las líneas o áreas incisas (huecos) de la matriz.Las incisiones aparecen con tinta; las áreas sin grabar quedan en blanco.

Preguntas Frecuentes sobre Grabado

¿Qué es una matriz en el contexto del grabado?
Es la superficie rígida (metal, madera, piedra, linóleo, etc.) sobre la cual el artista trabaja el diseño. Es la base que retiene la tinta y de la cual se obtienen las impresiones.

¿Cuál es la diferencia fundamental entre el grabado en relieve y el grabado en hueco?
La diferencia principal radica en dónde se aloja la tinta. En el grabado en relieve, la tinta se aplica sobre las partes elevadas de la matriz, mientras que en el grabado en hueco, la tinta se aloja *dentro* de las incisiones o surcos de la matriz.

¿Qué técnica de grabado no requiere el uso de una prensa?
Según la información proporcionada, la serigrafía es la única técnica mencionada que no implica una prensa para ser estampada, utilizando una paleta de goma para transferir la tinta a través de la plantilla.

¿Qué técnicas utilizan ácido para trabajar la matriz?
Varias técnicas de grabado en hueco de método indirecto emplean ácido, como el aguafuerte, el aguatinta, el barniz blando y la tinta china con azúcar. El ácido muerde el metal en las zonas desprotegidas por un barniz o una reserva.

¿La monotipia permite hacer muchas copias idénticas?
No, la monotipia es un procedimiento que permite generalmente una sola reproducción de la imagen, ya que el dibujo se aplica directamente sobre una superficie plana y se transfiere en un solo paso.

Explorar las técnicas del grabado revela un mundo de ingenio artístico y maestría técnica, donde la interacción entre el artista, la matriz y la tinta da vida a las imágenes a través de la presión y el tiempo.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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