El Arte Milenario del Oro y la Plata

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La orfebrería y la platería son oficios que se pierden en la noche de los tiempos, artes milenarias que han acompañado a la humanidad desde las primeras civilizaciones. Consisten en la creación de objetos artísticos, decorativos o utilitarios a partir de metales preciosos, principalmente oro y plata. Más allá de la simple manipulación de metales, representan una fusión de habilidad técnica, conocimiento profundo de los materiales y una sensibilidad artística capaz de transformar la materia inerte en piezas llenas de vida, historia y significado. Desde la joyería más delicada hasta imponentes objetos litúrgicos o suntuosos elementos decorativos, el orfebre y el platero dan forma a la belleza y al valor, preservando técnicas y secretos transmitidos de generación en generación.

Los Metales Nobles: Oro y Plata

El oro, con su brillo inalterable y su resistencia a la corrosión, ha sido venerado a lo largo de la historia por su belleza, maleabilidad y rareza. Su color cálido y su ductilidad lo hacen ideal para ser trabajado en láminas extremadamente finas o hilos delicados. Se utiliza en joyería de alta gama, objetos de arte, monedas y elementos decorativos. Su pureza se mide en quilates (24 quilates es oro puro) y a menudo se alea con otros metales como cobre, plata o paladio para aumentar su dureza y variar su color (oro amarillo, blanco, rosa).

La plata, por su parte, es un metal brillante, blanco y muy reflectante. Aunque menos cara que el oro, ha sido igualmente valorada por su belleza, su capacidad de pulido y su ductilidad. Es más dura que el oro puro, pero más blanda que el cobre. La plata se oxida (se empaña) con el tiempo al reaccionar con el sulfuro de hidrógeno presente en el aire, lo que requiere un cuidado y limpieza periódicos. Se utiliza ampliamente en joyería, vajillas, objetos decorativos, bandejas, candelabros e incluso componentes electrónicos. La plata esterlina, la aleación más común en platería y joyería, contiene un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, generalmente cobre.

Además del oro y la plata, en orfebrería y platería se pueden utilizar otros metales y aleaciones como el platino, el paladio, el cobre, el bronce o el latón, a menudo como metales base, para aleaciones o en combinación con los metales preciosos.

Técnicas Ancestrales de la Orfebrería y Platería

La transformación de los metales preciosos en objetos requiere el dominio de una amplia gama de técnicas, muchas de ellas con miles de años de antigüedad. Estas técnicas se combinan a menudo para crear piezas complejas y detalladas:

Fundición: Es el proceso de derretir el metal (oro, plata, etc.) y verterlo en un molde para crear una forma inicial. Los moldes pueden ser de arena, yeso, cerámica o cera perdida. La técnica de la cera perdida es una de las más antiguas y permite crear formas muy detalladas. Consiste en modelar la pieza en cera, cubrirla con material refractario, calentar para derretir la cera (que se "pierde") y luego verter el metal fundido en el hueco resultante.

Forja: Implica dar forma al metal sólido o semisólido mediante golpes de martillo sobre un yunque. Es una técnica fundamental para crear láminas, hilos, dar curvatura a las piezas o endurecer el metal. Requiere gran destreza y fuerza para controlar la deformación del metal.

Soldadura: Esencial para unir diferentes partes de una pieza. Se utiliza una aleación de soldadura (con un punto de fusión más bajo que el metal a unir) y calor (generalmente con un soplete) para crear una unión fuerte y casi invisible.

Grabado: Consiste en crear diseños incisos en la superficie del metal utilizando herramientas afiladas llamadas buriles. Permite añadir detalles, texturas, inscripciones o motivos decorativos. Existen diferentes tipos de grabado según la herramienta y la técnica utilizada.

Cincelado: Técnica decorativa que se realiza en frío sobre la superficie del metal utilizando cinceles y un martillo. Permite crear texturas, patrones o detalles en relieve o hundidos sin eliminar material. Es muy común en la decoración de superficies planas o curvas.

Repujado: Técnica que, a diferencia del cincelado (que trabaja sobre la superficie), se realiza desde el reverso de una lámina de metal para crear formas en relieve en el anverso. El orfebre empuja el metal desde atrás con herramientas especiales para que sobresalga por delante. A menudo se combina con el cincelado, que se realiza después en el anverso para definir y detallar las formas.

Filigrana: Técnica delicada que consiste en crear diseños retorciendo y soldando finos hilos de metal (oro o plata) sobre una base o uniéndolos entre sí para formar estructuras caladas. Requiere una habilidad y paciencia excepcionales para manipular los hilos diminutos.

Esmalte: Técnica que implica aplicar una sustancia vítrea (esmalte) en polvo sobre la superficie del metal y luego calentarla a altas temperaturas para que se funda y se adhiera, creando superficies coloridas y duraderas. Existen diversas técnicas de esmaltado como el cloisonné, el champlevé o la miniatura esmaltada.

Pulido: Proceso final para dar brillo a la superficie del metal, eliminando arañazos e imperfecciones. Se utilizan diferentes abrasivos y herramientas rotatorias o manuales hasta lograr el acabado deseado.

Herramientas del Oficio

El orfebre y el platero dependen de un conjunto de herramientas, muchas de ellas tradicionales y que apenas han cambiado en siglos. Algunas de las más esenciales incluyen: martillos de diversas formas y tamaños para forjar, texturizar o repujar; yunques y tas (pequeños yunques de formas variadas) para dar soporte al metal mientras se trabaja; alicates y pinzas para sujetar, doblar o manipular piezas; limas y fresas para dar forma y refinar superficies; sopletes para soldar y recocer (calentar el metal para ablandarlo); buriles y cinceles para grabar y cincelar; troqueles y punzones para estampar formas repetitivas; y una variedad de herramientas de pulido.

Usos y Aplicaciones a lo Largo de la Historia

Los objetos creados por orfebres y plateros han tenido y siguen teniendo una amplia gama de usos y significados:

Joyería: Es quizás la aplicación más conocida, creando adornos personales como anillos, collares, pendientes, pulseras, broches, etc. La joyería ha servido históricamente como símbolo de estatus, riqueza, afiliación cultural o religiosa, y como expresión artística.

Objetos Religiosos y Litúrgicos: Copas, cálices, custodias, relicarios, cruces y otros objetos utilizados en ceremonias religiosas han sido tradicionalmente elaborados con metales preciosos, a menudo ricamente decorados.

Vajilla y Menaje: Platos, bandejas, cubertería, teteras, candelabros y otros elementos para la mesa y el hogar, especialmente en plata, han sido símbolos de opulencia y buen gusto.

Objetos Decorativos y Esculturas: Pequeñas esculturas, cofres, marcos de fotos, espejos y otros elementos puramente decorativos que demuestran la maestría del artesano.

Monedas y Medallas: Aunque la producción de monedas es hoy un proceso industrial, históricamente fue una labor de orfebres y grabadores.

Oro vs Plata: Una Comparativa

CaracterísticaOroPlata
Símbolo QuímicoAuAg
Color NaturalAmarillo brillanteBlanco brillante
DensidadMuy alta (19.3 g/cm³)Alta (10.5 g/cm³)
Resistencia a la CorrosiónExtremadamente altaSe empaña (oxida) con sulfuros
Maleabilidad/DuctilidadMuy alta (el más maleable)Alta (después del oro)
Punto de Fusión1064 °C961.8 °C
Dureza (Mohs)2.5 (puro)2.5-3 (puro)
Uso Principal (Artesanía)Joyería fina, objetos de arteJoyería, vajilla, objetos decorativos
Precio RelativoGeneralmente mucho más altoGeneralmente más bajo
CuidadoRequiere poco cuidado (puro)Requiere limpieza regular para evitar empañamiento

Preguntas Frecuentes

¿Cómo puedo saber si una pieza de oro o plata es auténtica?
La autenticidad se verifica mediante sellos o contrastes que indican la pureza del metal (quilates en oro, milésimas en plata, como 925 para plata esterlina) y, a menudo, la marca del fabricante o taller. En piezas antiguas o sin sello, se pueden usar pruebas químicas, densidad o espectrometría, aunque estas últimas suelen requerir equipo especializado.

¿Cuál es la mejor manera de limpiar joyería de plata?
Para la plata esterlina, se pueden usar paños de pulido específicos para plata, baños líquidos comerciales diseñados para plata, o remedios caseros como una pasta suave de bicarbonato de sodio y agua. Es importante evitar productos abrasivos que puedan rayar la superficie. Para objetos con gemas o detalles delicados, es mejor usar métodos no abrasivos o consultar a un profesional.

¿Por qué el oro de 24 quilates no se usa comúnmente en joyería?
El oro de 24 quilates es oro puro, lo que lo hace extremadamente blando y propenso a deformarse o rayarse con facilidad. Para aumentar su durabilidad y resistencia, se alea con otros metales, reduciendo los quilates (como 18K, 14K o 10K), lo que lo hace más adecuado para el uso diario en joyería.

¿La orfebrería y la platería son oficios en peligro de extinción?
Aunque la producción masiva ha afectado a los talleres tradicionales, estos oficios están lejos de desaparecer. Existe un resurgimiento del interés por las piezas hechas a mano, únicas y de alta calidad. Muchos artesanos combinan técnicas tradicionales con diseños contemporáneos y nuevas tecnologías, manteniendo viva esta rica herencia.

¿Cómo se valora una pieza de orfebrería o platería antigua?
El valor no solo depende del peso y la pureza del metal precioso. También influyen factores como la antigüedad, la rareza, la calidad de la mano de obra (técnicas utilizadas, nivel de detalle), el artista o taller que la creó, el estado de conservación, la procedencia y el contexto histórico o cultural de la pieza. Un experto en antigüedades o un tasador especializado puede ayudar a determinar su valor.

La orfebrería y la platería son mucho más que un conjunto de técnicas; son un legado cultural que refleja la creatividad humana, la maestría artesanal y el valor intrínseco que hemos otorgado a ciertos materiales a lo largo de milenios. Cada pieza es una historia contada en metal, un testimonio de paciencia, precisión y pasión por el arte.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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