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Platería y Orfebrería: Distinciones y Vínculos

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El brillo de los metales preciosos ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, dando origen a oficios ancestrales llenos de arte y maestría. Entre ellos, destacan la orfebrería y la platería, términos que a menudo se usan indistintamente, pero que encierran matices y enfoques distintos. Si bien comparten un tronco común en el trabajo de metales, conocer sus particularidades nos permite apreciar aún más la riqueza de estas disciplinas.

¿Qué metales utilizaron en la orfebrería inca?
El cobre y sus aleaciones, la plata y el oro fueron metales ampliamente utilizados.

A primera vista, podría parecer que quien trabaja el oro (orfebrería) y quien trabaja la plata (platería) realizan la misma labor. Y en gran medida, comparten un conjunto fundamental de habilidades, técnicas y un legado histórico entrelazado. Sin embargo, la distinción principal radica en el material protagonista y, consecuentemente, en el tipo de objetos que tradicionalmente se crean y la escala a la que se trabaja.

Índice de Contenido

Definiendo la Orfebrería

La orfebrería es el arte de trabajar metales preciosos, principalmente el oro y, en un sentido más amplio, la plata y el platino, para crear objetos artísticos o utilitarios. Históricamente, el término ha estado más fuertemente asociado al trabajo del oro (del latín aurum, oro), considerado el metal más noble y valioso. Los orfebres, por tanto, son maestros en manipular este metal dúctil y maleable para dar forma a joyas, ornamentos, objetos litúrgicos y piezas de arte de gran valor intrínseco y artístico.

Definiendo la Platería

La platería, por su parte, es el oficio específico de trabajar la plata (del español plata) para crear una amplia gama de objetos. Aunque la plata es también un metal precioso, su valor históricamente ha sido inferior al del oro. Esta diferencia económica ha permitido que los plateros se enfoquen en la creación de objetos de mayor tamaño y volumen, como vajillas completas, bandejas, cálices, candelabros, marcos de fotos, y otros elementos decorativos y funcionales para el hogar y ceremonias.

Similitudes y Diferencias Clave: Más Allá del Metal

Aunque el material es la distinción más obvia, las diferencias y similitudes van más allá:

  • Técnicas y Formación: Históricamente, las técnicas básicas y la formación para ser orfebre o platero eran, en gran medida, las mismas. Ambas disciplinas requieren un profundo conocimiento de las propiedades de los metales, habilidades en el martillado, la soldadura, el repujado, el cincelado, el pulido y el grabado. La tradición del aprendizaje, a menudo a través de gremios, era fundamental en ambos casos, transmitiendo el saber de maestro a aprendiz a lo largo de generaciones.
  • Productos Finales y Escala: Aquí reside una diferencia crucial. Mientras la orfebrería a menudo se centra en objetos más pequeños, intrincados y personales, como joyas (anillos, collares, pendientes), la platería tiende a producir objetos de mayor tamaño y destinados a un uso más colectivo o decorativo en el hogar (cubiertos, fuentes, teteras, centros de mesa). La escala de los objetos creados puede variar enormemente entre ambas artes.
  • Valor Económico: Como se mencionó, el valor histórico de la plata era menor que el del oro. Esto tenía implicaciones prácticas: un platero podía permitirse mantener un stock de material y productos terminados de manera más accesible que un orfebre, cuyo material base era considerablemente más caro.
  • Gremios: Tanto orfebres como plateros formaron poderosos gremios a lo largo de la historia, especialmente en la Europa medieval. Estos gremios desempeñaban funciones vitales: regulaban la calidad del trabajo, establecían precios, arbitraban disputas entre miembros, protegían sus derechos y educaban a las nuevas generaciones a través del sistema de aprendizaje. Si bien a menudo compartían estructuras o estaban estrechamente relacionados, podían existir gremios específicos para plateros dada la naturaleza y escala de su trabajo.

Una Mirada Histórica: De la Antigüedad a la Era Industrial

La historia de la orfebrería y la platería se remonta a las civilizaciones más antiguas. En el antiguo Cercano Oriente, el trabajo de ambos metales era altamente valorado. Ya en el año 301 d.C., un edicto del emperador romano Diocleciano regulaba los precios que un platero podía cobrar por libra romana de material trabajado, reflejando la importancia económica y social del oficio. Los gremios ya existían en esta época, protegiendo los intereses de sus miembros.

Durante la Edad Media en Europa, los gremios de plateros y orfebres alcanzaron gran poder e influencia. Eran guardianes celosos de la calidad y las técnicas, lo que aseguraba un alto nivel de artesanía, aunque a veces limitaba la innovación individual en favor de la tradición y los estándares establecidos por el gremio.

La colonización de América en el siglo XVII abrió nuevas oportunidades. Muchos artesanos europeos emigraron al Nuevo Mundo, donde encontraron menos restricciones gremiales. Esto, junto con el acceso a nuevas fuentes de metales, contribuyó a una evolución de los oficios, sentando las bases para un cambio gradual hacia la industrialización en el trabajo de la plata en particular, especialmente en Estados Unidos.

Incluso en épocas más recientes, la artesanía de la platería ha continuado floreciendo en diversas partes del mundo. Un ejemplo notable, mencionado en la información proporcionada, es el surgimiento de la platería Swami en Madras (actual Chennai), en el sur de la India, en 1875. Esta exquisita platería de diseño distintivo provino de la casa de P. Orr and Sons, inicialmente relojeros que se convirtieron en plateros, demostrando cómo las habilidades en el trabajo de metales pueden transitar entre oficios relacionados.

El Legado Hoy

Hoy en día, tanto la orfebrería como la platería siguen siendo oficios vivos. Si bien la producción a gran escala de muchos objetos de plata se ha industrializado, la platería artesanal de alta calidad, especialmente la destinada a piezas únicas, ceremoniales o de restauración, mantiene su importancia. De manera similar, la orfebrería continúa siendo el corazón de la alta joyería y la creación de objetos artísticos en metales preciosos.

Los artesanos contemporáneos a menudo combinan las técnicas tradicionales transmitidas durante siglos con tecnologías modernas, como el diseño asistido por computadora o la impresión 3D, para explorar nuevas posibilidades creativas sin perder la esencia del trabajo manual y la conexión con el material. La distinción entre orfebre y platero sigue siendo relevante, aunque muchos artesanos modernos pueden trabajar con ambos metales, adaptando sus habilidades a las propiedades específicas de cada uno y al tipo de pieza que desean crear.

Tabla Comparativa: Platería vs. Orfebrería

CaracterísticaPlateríaOrfebrería (sentido estricto)
Material PrincipalPlataOro (principalmente), platino
Enfoque TípicoObjetos de mesa, decoración, utilitarios de mayor tamañoJoyería, ornamentos, objetos de arte pequeños, objetos litúrgicos
Escala de ObjetosGeneralmente mayor volumen y tamañoGeneralmente menor volumen y tamaño, mayor detalle intrínseco
Valor del Material (Histórico)Inferior al del oroSuperior al de la plata
Origen del TérminoDeriva de 'plata'Deriva de 'oro' (aurum)
Habilidades ClaveCompartidas (martillado, soldadura, repujado, etc.)Compartidas (martillado, soldadura, repujado, etc.)

Preguntas Frecuentes sobre Platería y Orfebrería

¿Las herramientas son las mismas para platería y orfebrería?
Muchas herramientas básicas (martillos, sopletes, limas, buriles) son las mismas, ya que se basan en principios de manipulación de metales. Sin embargo, puede haber herramientas específicas adaptadas al tamaño de los objetos o a las propiedades ligeramente diferentes de cada metal.

¿Cuál oficio es más antiguo?
Ambos oficios son extremadamente antiguos, con evidencia de trabajo en oro y plata en civilizaciones tempranas. Es difícil determinar cuál surgió primero de manera definitiva, ya que dependía de la disponibilidad local de cada metal, pero la manipulación de metales preciosos es una de las artes más antiguas de la humanidad.

¿Un platero puede trabajar oro y un orfebre puede trabajar plata?
Sí, es posible y común, especialmente hoy en día. Dado que las técnicas fundamentales son similares, un artesano con formación en uno de los oficios puede adaptarse a trabajar el otro metal, aunque puede requerir ajustar técnicas específicas y comprender las propiedades únicas de cada uno.

¿Por qué la platería se asocia más con objetos grandes como vajillas?
Principalmente por el valor del material. La plata, al ser históricamente menos costosa que el oro, permitía la producción de objetos de mayor volumen que eran accesibles para un segmento más amplio de la población o para usos donde se requería más material, como juegos completos de cubiertos o grandes centros de mesa.

¿Los gremios existen todavía?
Los gremios tradicionales con su estructura y poder medieval son en gran parte cosa del pasado. Sin embargo, existen asociaciones de artesanos y joyeros que cumplen funciones similares de promoción, educación, establecimiento de estándares de calidad y representación de los intereses de los profesionales.

Conclusión

En definitiva, aunque la orfebrería y la platería comparten un legado histórico, muchas técnicas y la habilidad artesanal en el trabajo de metales preciosos, no son exactamente lo mismo. La distinción principal radica en el material protagonista: el oro para la orfebrería en su sentido más estricto, y la plata para la platería. Esta diferencia material ha influido en el tipo de objetos creados, la escala de trabajo y, históricamente, en aspectos económicos y la estructura de los gremios. Ambas artes son testimonios fascinantes de la creatividad humana y la maestría en transformar los metales de la tierra en objetos de belleza y valor perdurable.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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