¿Cómo era el arte de la cultura Quimbaya?

El Tesoro Quimbaya: Historia, Disputa y Reclamo

Valoración: 4.36 (7661 votos)

El Tesoro Quimbaya es mucho más que una colección de objetos de oro prehispánico; es una ventana a la rica historia y la avanzada orfebrería de las culturas que habitaron el territorio colombiano hace siglos. Compuesto por 122 piezas de oro y aleaciones de oro y cobre, datadas entre los siglos IV y VII, este conjunto de artefactos no solo deslumbra por su belleza y técnica, sino que se ha convertido en el centro de una compleja disputa entre Colombia y España, un reclamo que busca reivindicar la soberanía cultural y reparar un acto del pasado.

¿Cuál es la pieza más importante del Museo del Oro?
La Balsa Muisca es una de las piezas de oro más apreciadas del museo.

Actualmente, la mayor parte de esta colección reposa en el Museo de América en Madrid, una institución dependiente del Ministerio de Cultura español. Sin embargo, en mayo de 2024, el gobierno colombiano, a través de sus ministros de Cultura y Relaciones Exteriores, envió una carta formal a España solicitando la devolución de estas piezas, argumentando la ilegalidad de su salida del país hace más de un siglo y alineando la petición con las políticas de 'descolonización de los museos' anunciadas por el propio gobierno español.

Índice de Contenido

El Majestuoso Descubrimiento en Filandia

La historia del Tesoro Quimbaya comienza en 1890, en el municipio de Filandia, ubicado en el departamento colombiano del Quindío. Fue allí donde *guaqueros* locales, personas dedicadas a la búsqueda de tesoros prehispánicos con fines económicos, hicieron un hallazgo calificado en su momento como 'majestuoso' y 'extraordinario'. En dos tumbas precolombinas, descubrieron una vasta colección de artefactos que incluían no solo orfebrería, sino también cerámica, piedras y tejidos.

La guaquería era, para la época, un negocio extendido e incluso amparado por la ley colombiana. Esta legislación establecía que el oro, la plata y las piedras preciosas hallados pertenecían a quien los descubriera. El descubrimiento del Tesoro Quimbaya fue de tal magnitud que 'colmó las páginas de la prensa colombiana', que lo describió con titulares que resaltaban su 'valor inapreciable y fabuloso', reconociendo desde entonces no solo su valor económico, sino también su importancia histórica y artística. Según los arqueólogos, este hallazgo 'sin duda desbordó las expectativas de los huaqueros, comerciantes y coleccionistas del momento'.

Las 122 piezas que hoy se exhiben en Madrid representan menos de un tercio del total encontrado inicialmente. La colección original ascendía a 433 objetos. Las piezas corresponden al periodo quimbaya clásico o temprano, provenientes de culturas que florecieron mucho antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI. Además de las piezas en Madrid, otras 74 de la colección se encuentran en un museo de Chicago, Estados Unidos, mientras que el paradero de varios cientos más sigue siendo incierto.

Entre los objetos que conforman la colección en Madrid, se encuentran ejemplos exquisitos de la maestría Quimbaya: narigueras, collares, colgantes, palillos, orejeras, cascos, cuencos y recipientes antropomorfos. Cada pieza es un testimonio de la sofisticación técnica y artística de estos antiguos orfebres, utilizando oro puro y aleaciones como la tumbaga (oro y cobre) para crear formas complejas y detalladas.

El Controversial 'Regalo' a la Corona Española

Tras su descubrimiento, las piezas del tesoro despertaron un enorme interés y se dispersaron entre numerosos dueños. Sin embargo, en agosto de 1891, el gobierno colombiano de la época, presidido por Carlos Holguín Mallarino, adquirió la colección completa, entonces compuesta por los 433 objetos conocidos. La intención oficial era exhibirla en una gran exposición que se preparaba en Madrid para conmemorar el cuarto centenario de la llegada de los españoles a América.

Fue en este contexto que el gobierno conservador de Holguín Mallarino tomó la decisión de ofrecer la colección a la corona española como un 'obsequio'. La razón detrás de esta generosa donación, según documentos históricos, fue 'como muestra de nuestro agradecimiento por el servicio que nos prestó [España] sirviéndonos de árbitro en nuestro pleito con Venezuela sobre delimitación de fronteras'.

Sin embargo, la forma en que se gestó esta donación ha sido objeto de severas críticas. Documentos históricos sugieren que fue una decisión envuelta en secretismo. El actual ministro de Cultura colombiano ha descrito este acto como un 'regalo entre comillas' que se dio 'en condiciones absolutamente anómalas, secretas, de espaldas al país, a la constitución de 1886, de una manera obtusa, bastante poco clara e ilegítima'.

La entrega oficial de la colección a la entonces reina regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena, tuvo lugar el 30 de junio de 1893, aunque el tesoro ya llevaba ocho meses expuesto en Madrid como parte de la conmemoración. Las 122 piezas que forman el núcleo de la disputa pasaron a formar parte de las colecciones estatales españolas.

Un Largo Siglo en Madrid y el Origen del Reclamo

Desde su entrega, el Tesoro Quimbaya fue expuesto inicialmente en el Museo Arqueológico Nacional español. En 1941, la colección fue trasladada al Museo de América en Madrid, donde ha permanecido hasta la actualidad y es una de sus piezas más destacadas. Durante décadas, el tesoro ha sido admirado por miles de visitantes anuales, como ha señalado un vocero del museo.

A pesar de su presencia consolidada en España, el estatus legal de la donación fue cuestionado en Colombia. En 2006, un ciudadano colombiano, Felipe Rincón, presentó una demanda argumentando que el regalo realizado por el presidente Holguín a la corona española se había hecho de manera ilegal. Su argumento central se basaba en que la Constitución colombiana de 1886, vigente en aquel momento, exigía la aprobación del Congreso para este tipo de actos, un requisito que fue ignorado.

Este proceso legal culminó en 2017 con un fallo de la Corte Constitucional de Colombia que le dio la razón al demandante. La Corte concluyó que, efectivamente, la donación del Tesoro Quimbaya se realizó de forma ilegal al no contar con la aprobación legislativa requerida. Este fallo sentó las bases legales para que el Estado colombiano reclamara la colección.

A pesar del fallo de la Corte, los gobiernos colombianos posteriores (los de Juan Manuel Santos e Iván Duque) no avanzaron en la reclamación formal del tesoro. Ha sido el gobierno actual, presidido por Gustavo Petro, el que ha retomado la tarea, concretando la petición formal de devolución en mayo de 2024.

Argumentos Colombianos: Ilegalidad, Reparación y Soberanía

La solicitud de devolución presentada por Colombia se fundamenta en varios pilares clave, todos ellos mencionados en la comunicación oficial y explicados por el ministro de Cultura colombiano:

  • Ilegalidad del Acto Original: El argumento principal es que la donación fue inconstitucional y, por tanto, ilegal desde su origen. Un 'regalo' realizado 'de espaldas al país' y sin cumplir los procedimientos legales vigentes no puede ser considerado válido. Como afirma el ministro, 'uno no debe aceptar regalos ilegítimos. Y si los aceptó, es bueno que se piense en regresarlos'.
  • Reparación Histórica: La devolución del tesoro es vista como un acto de reparación histórica con los pueblos originarios de Colombia. Según el ministro, es fundamental recordar los 'sucesivos exterminios que realizó España en América', no con ánimo de venganza, sino para 'producir actos de reparación'. La restitución de este patrimonio sería un gesto simbólicamente muy importante en este sentido.
  • Reivindicación de la Soberanía Cultural: Recuperar el tesoro significa reivindicar la soberanía cultural de Colombia sobre un patrimonio que pertenece a las culturas que habitaron su territorio. El ministro enfatiza que el tesoro 'no es, en todo caso, al presidente Holguín sino a la cultura que se le expolió sin consultársele nada sobre este regalo'.
  • Alineación con Políticas de Descolonización: La petición colombiana también busca alinearse con la política de 'descolonización de los museos' que el propio ministro de Cultura español anunció en enero de 2024. Colombia sugiere que la devolución del Tesoro Quimbaya sería un ejemplo concreto de la aplicación de esta política.

La Postura Española y el Debate Actual

Hasta la fecha de la información proporcionada, el gobierno de España no había emitido una respuesta formal a la solicitud de devolución colombiana. Sin embargo, la posición española sobre la titularidad del Tesoro Quimbaya ha sido expresada previamente. En enero de 2024, el gobierno español afirmó que 'no hay dudas sobre la titularidad o la legalidad de la obtención' del tesoro y que el mismo 'forma parte de las colecciones del Estado español'.

El ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, si bien anunció la política de 'descolonización de los museos', también es uno de los destinatarios de la carta colombiana. En una entrevista, el director del Museo de América ha manifestado estar 'abierto a revisar todos los casos, pero no todas las piezas que soliciten han de devolverse'. Subrayó que deben tenerse en cuenta criterios como si la obtención de las piezas resultó de un expolio o un abuso, y en su opinión, este no es el caso del Tesoro Quimbaya. Esta visión entra en contradicción directa con la postura colombiana, que considera el 'regalo' como ilegítimo y, de hecho, una forma de expolio a la cultura originaria.

La disputa, por tanto, se centra en la interpretación de la legalidad y legitimidad del acto de 1893. Para Colombia, un acto inconstitucional es nulo; para la postura española previa, fue un regalo legalmente aceptado por la corona de un jefe de estado.

Posible Destino y el Futuro del Tesoro

Si la devolución del Tesoro Quimbaya llegara a concretarse, el gobierno colombiano contempla que la colección pueda hacer parte de un museo arqueológico que se proyecta construir en Pereira, una ciudad ubicada a unos 30 kilómetros de Filandia, el municipio donde fueron encontradas las tumbas en 1890. Este posible destino subraya el deseo de Colombia de que el tesoro regrese a una zona geográfica cercana a su lugar de origen, facilitando su acceso a las comunidades locales y a todos los colombianos.

La reclamación del Tesoro Quimbaya abre un debate más amplio sobre el patrimonio cultural y la ética de las colecciones de los museos, especialmente aquellas formadas durante periodos coloniales o en contextos de relaciones de poder desiguales. Mientras España destaca la posesión legal y el valor de la exposición al público, Colombia subraya la ilegalidad original del acto y la necesidad de reparación histórica y reivindicación de la soberanía cultural.

AspectoPostura de ColombiaPostura de España (previa)
Legalidad de la DonaciónIlegal (no aprobada por el Congreso según la C. 1886)Legal (regalo de jefe de estado, titularidad sin dudas)
Naturaleza del ActoActo ilegítimo, secreto, de espaldas al paísObsequio en agradecimiento por arbitraje
Pertenencia del TesoroPertenece a la cultura originaria, no al presidente que lo regalóForma parte de las colecciones del Estado español
Motivo del ReclamoFallo judicial (2017), reparación histórica, soberanía cultural, descolonización- (No hay respuesta oficial al reclamo de 2024)
Visión del Director del MuseoConsidera el 'regalo' como una forma de expolio a la culturaConsidera que no fue un caso de expolio o abuso

Preguntas Frecuentes sobre el Tesoro Quimbaya

  • ¿Qué es el Tesoro Quimbaya?
    Es una colección de 122 piezas de orfebrería prehispánica (oro y aleaciones de oro y cobre) de los siglos IV al VII, originaria de Colombia.
  • ¿Quién descubrió el Tesoro Quimbaya?
    Fue descubierto por guaqueros locales en 1890 en tumbas precolombinas en Filandia, Quindío, Colombia.
  • ¿Quién regaló el Tesoro Quimbaya a España?
    El presidente colombiano Carlos Holguín Mallarino lo regaló a la reina regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena, en 1893.
  • ¿Por qué se regaló el Tesoro Quimbaya?
    Se regaló como agradecimiento por el arbitraje de España en un pleito de límites entre Colombia y Venezuela.
  • ¿Es legal la donación del Tesoro Quimbaya?
    Según un fallo de la Corte Constitucional colombiana de 2017, la donación fue ilegal porque no fue aprobada por el Congreso como lo exigía la constitución de la época.
  • ¿Dónde se encuentra actualmente el Tesoro Quimbaya?
    Principalmente en el Museo de América en Madrid, España. Otras piezas están en un museo de Chicago.
  • ¿Por qué Colombia reclama ahora el Tesoro Quimbaya?
    Colombia lo reclama basándose en el fallo judicial que declaró ilegal la donación, como un acto de reparación histórica con los pueblos originarios y para reivindicar su soberanía cultural.
  • ¿Qué ha dicho España sobre el reclamo?
    Hasta la fecha de la información, no ha habido respuesta oficial al reclamo de 2024. Previamente, España ha afirmado la legalidad y titularidad de la colección, considerándola parte de sus fondos estatales.

La historia del Tesoro Quimbaya, desde su descubrimiento en las entrañas de la tierra colombiana hasta su exhibición en un museo europeo y el reclamo de retorno, encapsula debates fundamentales sobre el patrimonio, la historia y las relaciones internacionales. La resolución de esta disputa no solo afectará el destino de una colección invaluable de arte prehispánico, sino que también sentará un precedente importante en el diálogo global sobre la restitución de bienes culturales.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a El Tesoro Quimbaya: Historia, Disputa y Reclamo puedes visitar la categoría Orfebreria.

Avatar photo

Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

Subir