Is Mazda based on Zoroastrianism?

Ahura Mazda: Símbolos Eternos en la Orfebrería Persa

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La rica historia y profunda espiritualidad de Persia han moldeado su arte a lo largo de milenios. Desde las vastas estepas hasta las majestuosas ciudades imperiales, la búsqueda de la belleza y el significado ha encontrado una expresión perdurable en el trabajo de metales preciosos. La orfebrería y la platería persa no son meras técnicas; son narradoras silenciosas de creencias antiguas, portadoras de símbolos que conectan lo terrenal con lo divino. En el corazón de esta tradición espiritual se encuentra la figura central del Zoroastrismo, una de las religiones monoteístas más antiguas del mundo: Ahura Mazda.

El Zoroastrismo, fundado por el profeta Zoroastro en la antigua Irán, presenta una visión dualista del cosmos, donde el bien y el mal se enfrentan en una lucha eterna. En este escenario cósmico, Ahura Mazda emerge como la deidad suprema, el creador de todo lo bueno y luminoso. Su nombre, derivado de las antiguas lenguas indoiraníes, significa 'Señor Sabio', un atributo que resalta su intelecto y conocimiento sobre el universo. La fe en Ahura Mazda no solo dictaba la moral y la conducta de sus seguidores, sino que también inspiraba sus expresiones artísticas, dejando una marca indeleble en objetos de valor, incluyendo aquellos forjados en metales nobles.

What does Mazda mean in Parsi?
In Zoroastrianism, the god Ahura Mazda is believed to be ''the greatest god'' with the word mazda translating as ''wise'' or ''intelligence. '' Ahura is the name for ''divine'' or ''divinity,'' and Ahura Mazda can be translated as ''Wise Lord.
Índice de Contenido

Ahura Mazda: El Creador y la Fuente de Sabiduría

Según las antiguas narrativas zoroastrianas, Ahura Mazda nació de Zurvan, el primer dios primordial, como la encarnación del optimismo y la luz. Su hermano gemelo, Ahriman (también conocido como Angra Mainyu), representaba la incertidumbre y la oscuridad, y se convirtió en la fuerza opositora al bien. Ahura Mazda procedió a crear el universo, los cuerpos celestes y, fundamentalmente, a la humanidad. Creó también a seis seres inmortales para que le asistieran en la supervisión del mundo, dejando a Ahura Mazda libre para centrarse en el desarrollo espiritual y moral de los seres humanos. Esta jerarquía divina y la creación del mundo proporcionaron un rico repertorio temático para el arte persa.

La creencia en Ahura Mazda como el creador y el garante del orden cósmico (Asha) se reflejó en la importancia que se daba a la armonía y la perfección en el arte. La precisión en la ejecución, la simetría y el uso de materiales puros en la orfebrería podían interpretarse como un homenaje a la naturaleza ordenada y buena de la creación de Ahura Mazda. Las representaciones artísticas buscaban capturar la majestad y la benevolencia de la deidad, aunque las representaciones directas de Ahura Mazda variaron a lo largo del tiempo y las regiones.

Símbolos de Poder y Devoción en el Arte Metálico Antiguo

La conexión entre Ahura Mazda y el poder terrenal fue particularmente fuerte durante el Imperio Aqueménida, una época dorada para el arte persa y la orfebrería. Reyes como Darío I adoraban a Ahura Mazda y creían que su derecho a gobernar provenía directamente de él. Esta relación divina se manifestaba en los artefactos reales y religiosos. El texto antiguo menciona inscripciones donde Darío atribuye su reinado a Ahura Mazda, y la presencia de la deidad en relieves monumentales, como los de Persépolis, es un testimonio visual de esta conexión. Estos relieves, a menudo acompañados de inscripciones cuneiformes en metal o piedra, servían para legitimar el poder del rey bajo la égida divina.

Más allá de las inscripciones monumentales, la orfebrería real aqueménida, famosa por su sofisticación y el uso abundante de oro y plata, a menudo incorporaba símbolos que podían vincularse a la cosmovisión zoroastriana. Aunque las representaciones directas de Ahura Mazda en objetos pequeños son raras, los motivos como animales sagrados (toros, leones alados), flores de loto y escenas de caza real o ritual pueden interpretarse dentro de un marco simbólico que honraba el orden (Asha) establecido por la deidad. Objetos como rhyta (vasos para beber con forma de animal), brazaletes y torques (collares rígidos) no solo eran símbolos de estatus, sino que también podían portar un significado religioso o protector.

Is Mazda based on Zoroastrianism?
SIGNIFICANCE. Ahura Mazda is the central figure in the ancient Iranian religion Zoroastrianism, founded in the seventh century BCE by the prophet Zoroaster. The faith is the first and oldest of all the world's monotheistic religions.

Un símbolo recurrente asociado al poder y la realeza, mencionado en el contexto de la lucha entre Ahura Mazda y Ahriman, es el Anillo de Soberanía. Este anillo, a menudo representado en relieves como un círculo alado o simplemente un aro sostenido por una figura, simboliza el control sobre el mundo y la legitimidad del gobernante. Aunque su significado exacto puede variar, su representación en el arte, particularmente en escenas que involucran al rey y figuras divinas o tutelares, subraya la importancia del metal (el anillo es un objeto metálico por excelencia) como medio para representar el poder supremo y la conexión con lo divino. La artesanía exquisita de estos objetos metálicos realzaba su valor simbólico y material.

El Faravahar: Un Emblema Duradero en la Joyería Moderna

Si bien las representaciones de Ahura Mazda han evolucionado, un símbolo que ha perdurado y se ha convertido en el emblema más reconocible del Zoroastrismo y la identidad persa es el Faravahar. Este icónico disco alado con una figura humana emergiendo de él se interpreta de diversas maneras, a menudo como la representación de la fravashi (el alma o espíritu guardián), o como un símbolo de la guía divina de Ahura Mazda y el viaje del alma humana hacia la perfección. La figura central, a menudo barbada y vestida con túnicas persas, puede portar un anillo, reforzando la conexión con el Anillo de Soberanía y el poder divino o real.

El Faravahar es un motivo omnipresente en la joyería y la platería persa contemporánea. Se encuentra en colgantes, aretes, pulseras, anillos y objetos decorativos de plata, oro y otros metales. Su popularidad trasciende las creencias religiosas estrictas y se ha convertido en un símbolo de orgullo cultural y herencia persa. Los orfebres modernos continúan creando intrincadas piezas que incorporan este símbolo, a menudo combinándolo con otros motivos tradicionales o adaptándolo a estilos contemporáneos. La elección de metales preciosos para representar el Faravahar no es casual; subraya la importancia y el valor perdurable del símbolo y los ideales que representa.

La dualidad fundamental del Zoroastrismo, la lucha entre el bien (representado por Ahura Mazda y sus creaciones) y el mal (encarnado por Ahriman), también puede encontrar eco en el arte metálico. Aunque no haya representaciones explícitas de esta batalla en objetos pequeños, la tensión entre la luz y la oscuridad, el orden y el caos, puede sugerirse a través del uso de contrastes: superficies pulidas frente a texturas rugosas, la combinación de metales claros y oscuros, o el diseño de motivos que evocan la armonía y la discordia. La elección moral de seguir a Ahura Mazda o a Ahriman, fundamental en la fe, se traduce artísticamente en la aspiración a la belleza, la perfección y el equilibrio en la obra, reflejando la preferencia por el reino de la luz y el orden.

Who is Ahura Mazda in the Bible?
Ahura Mazda in the Bible In the Bible, there is one God to worship: Christians call him the Lord or the God, and Zoroastrians call him Ahura Mazda; the Lord and Ahuramazda are actually the same Gods in the Bible.

Comparación de Símbolos y su Representación en Metal

La forma en que los conceptos abstractos o divinos se materializan en objetos físicos es fascinante. En el caso de Ahura Mazda y el Zoroastrismo, ciertos símbolos se han prestado particularmente bien a la representación en metal.

Símbolo/ConceptoSignificado (según texto)Manifestación en Orfebrería/PlateríaÉpoca/Contexto
Ahura Mazda (indirecto)Señor Sabio, Creador, Bien SupremoRelieves monumentales (Persépolis), posible influencia en motivos de orden/armonía en objetos realesAntiguo (Aqueménida)
Anillo de SoberaníaPoder, control, legitimidadAnillos, sellos, elementos circulares en representaciones de poder, parte del FaravaharAntiguo (Aqueménida), Continuidad simbólica
FaravaharGuía divina, espíritu guardián, viaje del almaColgantes, broches, anillos, objetos decorativos. Emblema culturalPrincipalmente post-Aqueménida, muy popular en la actualidad
Dualidad (Bien vs. Mal)Lucha cósmica Ahura Mazda vs. AhrimanPosiblemente sugerido por contrastes de materiales, texturas, o temas de orden vs. caos en diseñosPresente en la cosmovisión, influencia sutil en el arte
Asha (Orden/Verdad)Principio cósmico establecido por Ahura MazdaBúsqueda de perfección, simetría, armonía en la ejecución y diseño de objetosConstante en el arte persa

Esta tabla ilustra cómo los elementos centrales de la fe en Ahura Mazda se traducen en formas tangibles, haciendo que el arte metálico sea un vehículo para la expresión espiritual y cultural.

Preguntas Frecuentes sobre Ahura Mazda y la Simbología en Joyería

¿Qué significa el símbolo del Faravahar que se ve en muchas joyas persas?
El Faravahar es el símbolo más conocido del Zoroastrismo y la cultura persa. Se interpreta comúnmente como la fravashi (espíritu guardián), la guía divina de Ahura Mazda, o un recordatorio del viaje del alma hacia la perfección moral y espiritual. Es un emblema de identidad y herencia.
¿El anillo que aparece en algunas representaciones antiguas tiene un significado especial?
Sí, el anillo, a menudo llamado Anillo de Soberanía, es un símbolo importante en la mitología zoroastriana, representando el poder, el control sobre el mundo y la legitimidad, especialmente en el contexto de la lucha entre Ahura Mazda y Ahriman, y su asociación con la realeza.
¿Se utilizan metales específicos en la joyería con simbología zoroastriana?
Históricamente y en la actualidad, se utilizan principalmente metales preciosos como el oro y la plata para crear objetos que portan estos símbolos. La elección de estos metales realza el valor, la durabilidad y la importancia espiritual o cultural de las piezas.
¿Cómo influyó la creencia en la dualidad (bien y mal) en el arte?
Aunque no siempre de forma explícita, la dualidad zoroastriana pudo influir en la búsqueda de la armonía y el orden en el diseño, o en el uso de contrastes que evocan la tensión entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, reflejando la cosmovisión de la lucha cósmica.
¿Se sigue practicando el Zoroastrismo hoy en día y creando arte con sus símbolos?
Sí, aunque con un número reducido de seguidores a nivel mundial, el Zoroastrismo sigue siendo practicado. Sus símbolos, particularmente el Faravahar, continúan siendo muy populares en la joyería y el arte persa moderno, tanto entre zoroastrianos como entre aquellos que valoran su herencia cultural.

En conclusión, la figura de Ahura Mazda, el Zoroastrismo y su rica mitología han impregnado el arte persa a lo largo de la historia. Desde los relieves monumentales que atestiguan la conexión divina de los reyes hasta los delicados colgantes de plata que portan el Faravahar hoy en día, los símbolos de esta antigua fe continúan viviendo a través de la maestría de orfebres y plateros. Estos objetos no son solo adornos; son cápsulas del tiempo que encapsulan creencias milenarias, recordatorios de la lucha entre el bien y el mal, la búsqueda de la sabiduría y la perdurabilidad del espíritu humano en su camino hacia la perfección, todo bajo la mirada del Señor Sabio.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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