En el noroeste de la península ibérica, un legado ancestral emerge de la tierra en forma de poblados fortificados que dan nombre a una cultura singular: la Cultura Castreña. Desarrollada desde finales de la Edad del Bronce hasta los albores de nuestra era, esta civilización dejó tras de sí un rastro de misterios y, para deleite de quienes apreciamos el arte de trabajar los metales, una tradición de orfebrería asombrosa que perdura en el tiempo a través de sus hallazgos.

La Cultura Castreña floreció en un vasto territorio que abarcaba el norte del actual Portugal y la región de Galicia, extendiéndose hacia zonas del Principado de Asturias, el oeste de la provincia de León y la provincia de Zamora. Sus límites geográficos, si bien han sido objeto de debate académico a lo largo del tiempo, suelen definirse por las cuencas de los ríos Duero al sur y Navia al este, configurando un área que más tarde sería conocida en la época romana como la provincia de Gallaecia.
- ¿Qué Define a la Cultura Castreña? Los Castros Fortificados
- Historia y Evolución: Del Bronce a la Influencia Romana
- La Vida Cotidiana y la Economía en los Castros
- Minería y Metalurgia: El Corazón Metálico de la Cultura Castreña
- Otros Aspectos Culturales: Escultura, Armas y Misterios Funerarios
- Creencias y Religión
- Geografía del Mundo Castreño
- La Lengua de los Castreños
- Estudio e Investigación de la Cultura Castreña
- Contrastes en la Evidencia Arqueológica: Bronce Final vs. Edad del Hierro Castreña
- Preguntas Frecuentes sobre la Cultura Castreña
¿Qué Define a la Cultura Castreña? Los Castros Fortificados
La característica más emblemática de esta cultura, y la que le otorga su denominación, son los poblados fortificados conocidos como castros. Estas estructuras, estratégicamente ubicadas en elevaciones del terreno, eran recintos defensivos rodeados por murallas, fosos y terraplenes, que protegían a sus habitantes. Aunque hoy los conocemos por el término latino "castrum", desconocemos cuál era la palabra utilizada por los propios castreños para referirse a sus hogares fortificados.
El desarrollo de estos asentamientos se gestó durante la Edad del Hierro, sobre una base indígena sólida vinculada al Bronce Final Atlántico, un periodo que ya mostraba conexiones culturales con otras regiones atlánticas y europeas. Con el tiempo, esta base se enriqueció con nuevas influencias provenientes de Europa y, en menor medida, del mundo mediterráneo.
Historia y Evolución: Del Bronce a la Influencia Romana
El periodo formativo de la Cultura Castreña fue un proceso lento que se extendió hasta aproximadamente el siglo V a. C. Se cree que los castros comenzaron a proliferar desde las zonas meridionales y costeras hacia el norte y el interior. Los asentamientos más antiguos y de mayor tamaño y densidad se localizan precisamente en estas áreas del sur y la costa, diferenciándose de los "castros marítimos" que, además de su ubicación, se distinguen por una economía fuertemente ligada a los recursos marinos.
Tras este periodo formativo, la cultura se consolidó durante unos dos siglos. Sin embargo, a partir del siglo II a. C., comenzó a sentir la creciente influencia de la poderosa civilización romana. Esta interacción culminó en la conquista romana, dando lugar a un periodo de transición y fusión cultural conocido como la cultura galaico-romana, que perduró hasta bien entrado el siglo III o incluso IV d. C. Existen incluso menciones que podrían sugerir la ocupación tardía de algunos castros hasta el siglo V, durante las incursiones de los suevos.
La Vida Cotidiana y la Economía en los Castros
La subsistencia de los habitantes de los castros se basaba principalmente en una economía mixta. La agricultura era fundamental, cultivando cereales esenciales como el trigo, el mijo, la avena y la cebada, así como leguminosas (habas, garbanzos) y otras plantas (berzas, nabos). La ganadería y el pastoreo complementaban la dieta con la cría de vacas, caballos, ovejas, cabras y cerdos.
Pero la vida en los castros no se limitaba a la agricultura y la ganadería. También practicaban la caza (ciervo, jabalí), la pesca (pescadilla, maragota, jurel), el marisqueo y la recolección de frutos silvestres como avellanas y bellotas. Sin embargo, un pilar esencial de su economía y un aspecto que fascina a los estudiosos de la cultura material era la explotación de los recursos minerales de su entorno.
Minería y Metalurgia: El Corazón Metálico de la Cultura Castreña
La riqueza mineral del noroeste ibérico jugó un papel crucial en el desarrollo de la Cultura Castreña. Sus habitantes dominaron la minería, extrayendo metales valiosos como el oro, el estaño, el cobre, el plomo y el hierro. Este acceso a las materias primas sentó las bases para un avanzado desarrollo de la metalurgia, una habilidad heredada y perfeccionada a lo largo de generaciones.
La metalurgia castreña no solo producía herramientas y armas (aunque estas últimas son curiosamente escasas en el registro arqueológico de los castros), sino que alcanzó un nivel artístico notable en la creación de objetos suntuarios y de adorno personal. Aquí es donde la orfebrería castreña brilla con luz propia.
La Espléndida Orfebrería Castreña: Torques, Brazaletes y Más
La tradición orfebre de la Cultura Castreña hunde sus raíces en las habilidades metalúrgicas de la Edad del Bronce, pero se vio enriquecida y transformada por influencias culturales provenientes tanto de Europa central como del Mediterráneo. El resultado fue un estilo propio, caracterizado por la maestría técnica y la belleza de sus creaciones.
Las piezas más icónicas y representativas de la orfebrería castreña son, sin duda, los torques. Estos aros rígidos, generalmente de oro, se llevaban alrededor del cuello y no eran meros adornos. Los torques castreños son un símbolo de estatus, poder e identidad. Su diseño y complejidad a menudo indicaban la pertenencia a un determinado grupo social, poblado o incluso a un líder. La variedad tipológica de los torques encontrados es inmensa, constituyendo colecciones que son objeto de estudio y admiración.
Pero la orfebrería castreña no se limita a los torques. También son bien conocidos los brazaletes, diseñados para adornar las muñecas o los brazos, los pendientes que engalanaban las orejas, y los anillos que se lucían en los dedos. Todas estas piezas, trabajadas con habilidad y precisión, demuestran el alto nivel técnico alcanzado por los artesanos castreños en el manejo de los metales preciosos y no preciosos.
Otros Aspectos Culturales: Escultura, Armas y Misterios Funerarios
Más allá de la metalurgia, la Cultura Castreña desarrolló otras manifestaciones artísticas y culturales. La escultura, por ejemplo, estaba muy extendida, con un florecimiento particular en los territorios del sur. Estas esculturas, a menudo representaciones de guerreros o divinidades, nos ofrecen otra ventana a su cosmovisión.
En cuanto a las armas, destacan las espadas cortas y los puñales "de antenas". Sin embargo, es notable la relativa escasez de hallazgos de armamento metálico en los castros. Esto, sumado a la dificultad de conservación de metales como el hierro en el suelo húmedo del noroeste, plantea interrogantes.
Quizás el mayor misterio de la Cultura Castreña reside en la ausencia casi total de evidencias sobre sus ritos funerarios. A diferencia de la Edad del Bronce, donde abundan los túmulos de incineración ("mámoas"), en la Edad del Hierro castreña encontramos multitud de asentamientos (los castros) pero apenas hay rastro de cementerios, ya sean de inhumación o de cremación. Esta paradoja ha llevado a los arqueólogos a una frase que ilustra la situación: "En la edad del bronce la gente moría pero no vivía y en la edad del hierro la gente vivía pero no moría", refiriéndose a la abundancia de enterramientos del Bronce frente a la casi ausencia de poblados conocidos de ese periodo, contrastando con la multitud de poblados castreños de la Edad del Hierro sin apenas vestigios de enterramientos.
Creencias y Religión
El panteón religioso de los castreños era, según revelan las inscripciones votivas de época galaico-romana, bastante numeroso. Estas inscripciones muestran un proceso de "celtización" de la cultura, donde las deidades indígenas se complementaban con cultos y ritos ligados a las fuerzas, elementos y manifestaciones de la Naturaleza. Como ya se mencionó, la ausencia de hallazgos funerarios nos impide conocer los rituales asociados a la muerte y el más allá.
Geografía del Mundo Castreño
Como se ha indicado, el mundo castreño no tuvo fronteras rígidas y estáticas, lo que dificulta una definición precisa de sus límites territoriales. Generalmente, se acepta que ocupó la totalidad de la actual Galicia, la parte occidental de Asturias hasta el río Navia, y el norte de Portugal entre los ríos Miño y Duero. Las zonas de posible influencia cultural castreña en áreas limítrofes de León, Salamanca, Zamora, Asturias (más allá del Navia) y Portugal (hasta Coímbra) son objeto de debate entre los investigadores.
La Lengua de los Castreños
A partir del análisis de topónimos (nombres de lugares) y de los escasos restos epigráficos (inscripciones) conservados, se postula que en el noroeste peninsular se hablaban lenguas indoeuropeas emparentadas con el lusitano y el ástur. También se considera la existencia de una lengua hispano-celta del tipo Q (similar a las lenguas goidélicas y el celtibérico), que ha sido provisionalmente denominada lengua galaica. Algunas teorías, incluso, conectan a los antiguos pobladores de esta región con los celtas de las islas británicas, basándose en supuestos movimientos migratorios de pescadores desde el norte peninsular.
Estudio e Investigación de la Cultura Castreña
La fascinación por la Cultura Castreña y sus vestigios ha impulsado su estudio e investigación durante más de un siglo. Pioneros como Martins Sarmento a finales del siglo XIX sentaron las bases, labor continuada por instituciones y figuras clave como la Sociedade Martins Sarmento, José Leite de Vasconcelos, el Instituto de Antropologia Mendes Corrêa y la Sociedade Portuguesa de Antropologia e Etnologia. Estas instituciones establecieron los primeros contactos y colaboraciones con arqueólogos gallegos de renombre, entre los que destacó Florentino López Cuevillas, impulsando un conocimiento cada vez más profundo de esta enigmática cultura.
Contrastes en la Evidencia Arqueológica: Bronce Final vs. Edad del Hierro Castreña
| Aspecto | Edad del Bronce Final (Pre-Castreño) | Edad del Hierro (Cultura Castreña) |
|---|---|---|
| Asentamientos Conocidos | Escasos o poco documentados | Muy abundantes (los castros) |
| Evidencia Funeraria | Numerosa (túmulos de incineración, "mámoas") | Prácticamente ausente |
| Hallazgos de Armas | Relativamente más presentes en contextos funerarios | Escasas en contextos de poblado |
| Orfebrería | Existente (raíces de la tradición) | Florecimiento y desarrollo (torques, brazaletes, etc.) |
Preguntas Frecuentes sobre la Cultura Castreña
Q: ¿Qué significa "castreña"?
A: El término "castreña" deriva de la palabra latina "castrum", que significa fortaleza o campamento militar. La cultura recibe este nombre por su característica principal: los poblados fortificados conocidos como castros.
Q: ¿Dónde se localizaba la Cultura Castreña?
A: Se desarrolló en el noroeste de la península ibérica, abarcando principalmente el norte de Portugal, Galicia y zonas de Asturias, León y Zamora, delimitada generalmente por los ríos Duero y Navia.
Q: ¿En qué periodo histórico existió esta cultura?
A: Se desarrolló desde finales de la Edad del Bronce (aproximadamente siglos IX-VIII a.C.) hasta principios de nuestra era, bien entrado el periodo romano (siglos I-IV d.C.), con posibles pervivencias tardías.
Q: ¿Qué tipo de objetos de orfebrería creaban los castreños?
A: Eran expertos metalurgos. Creaban principalmente adornos personales como torques (collares rígidos), brazaletes, pendientes y anillos, a menudo en oro y otros metales.
Q: ¿Qué importancia tenían los torques?
A: Los torques eran más que adornos; eran símbolos de estatus y poder. Podían indicar la posición social de la persona o su pertenencia a un determinado grupo o líder.
Q: ¿Se sabe cómo enterraban a sus muertos?
A: Curiosamente, los ritos funerarios de la Cultura Castreña son uno de sus mayores misterios. Apenas se han encontrado enterramientos o cremaciones, a diferencia de periodos anteriores.
Q: ¿Su economía se basaba solo en la agricultura?
A: No, su economía era mixta. Además de la agricultura y la ganadería, practicaban la caza, la pesca, el marisqueo, la recolección y, muy importante, la minería y la metalurgia.
Q: ¿Tuvieron contacto con los romanos?
A: Sí, a partir del siglo II a.C. fueron influenciados por la cultura romana, y tras la conquista, la cultura castreña evolucionó hacia una cultura galaico-romana, integrándose en el Imperio.
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