¿Qué tipos de mates hay en Argentina?

¿Es Plata? Descubre si tu Mate es Auténtico

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La hora del mate es un ritual sagrado en muchas culturas sudamericanas, un momento de conexión y disfrute. El recipiente en el que se ceba esta infusión es tan importante como la yerba misma, y a lo largo de la historia, los mates han sido creados en una vasta diversidad de materiales. Entre los más codiciados y valorados se encuentra la plata, metal que, por su belleza y durabilidad, ha sido símbolo de estatus y tradición. Sin embargo, su valor intrínseco ha llevado a la proliferación de imitaciones. Si posees un mate y te preguntas si esa reluciente superficie esconde auténtica plata, estás en el lugar correcto. Te guiaremos a través de métodos sencillos para disipar tus dudas y saber si tienes una pieza genuina en tus manos.

¿Qué plata es el mate?
El mate (en guaraní, ka'ay) es una infusión a base de hojas de yerba mate (Ilex paraguariensis), planta originaria de las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná, en Sudamérica. La yerba mate está formada por hojas que son secadas, cortadas y molidas, que tienen sabor amargo debido a los taninos que contienen.

La plata, especialmente la plata de ley, ha sido un material preferido para la elaboración de mates de lujo desde tiempos virreinales. Los mates de plata labrada artesanalmente eran un signo de distinción entre las clases pudientes. Comprender si tu mate forma parte de esta rica tradición o si es una imitación moderna requiere aplicar ciertas técnicas de verificación. Aquí te presentamos las más efectivas:

Índice de Contenido

Inspeccionando Sellos y Marcas de Autenticidad

Uno de los primeros y más directos indicadores de la autenticidad de una pieza de plata es la presencia de sellos o marcas. Los orfebres y plateros suelen estampar pequeños distintivos en sus creaciones para certificar la pureza del metal. En el caso de la plata de ley, es común encontrar marcas como «925» o la palabra «Sterling». El número 925 indica que la aleación contiene un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, generalmente cobre, para darle dureza y durabilidad. La marca «Sterling» es sinónimo de esta misma pureza (plata 925). Estos sellos suelen ubicarse en lugares poco visibles de la pieza, como la base, el borde interior o cerca de la bombilla si es parte integral del diseño.

La presencia de una de estas marcas es una fuerte señal de que tu mate es de plata de ley. No obstante, es importante saber que la ausencia de un sello no garantiza que la pieza sea falsa. Mates antiguos, piezas artesanales o aquellas que han sufrido mucho desgaste pueden haber perdido sus marcas originales. Por otro lado, las imitaciones de baja calidad a veces intentan falsificar estos sellos. Por lo tanto, la inspección de marcas es un excelente punto de partida, pero no debe ser la única prueba.

La Sencilla Prueba del Imán

Una característica física fundamental de la plata es que no es magnética. Esta propiedad nos brinda una prueba casera rápida y efectiva: la prueba del imán. Para realizarla, simplemente acerca un imán fuerte a tu mate. Si el mate es atraído por el imán, esto indica que el material principal de la pieza contiene hierro, acero, níquel u otro metal ferromagnético. En este caso, es muy probable que el mate no sea de plata maciza, sino que esté hecho de otro metal y quizás solo tenga un recubrimiento muy fino de plata (un “baño” o “chapado”).

Si el imán no se adhiere a la pieza, es un buen indicio de que podría ser plata u otro metal no magnético como el aluminio o el acero inoxidable (algunos tipos). Por ello, aunque la prueba del imán es excelente para descartar rápidamente muchas imitaciones comunes hechas de metales base magnéticos, no es infalible por sí sola y debe complementarse con otras verificaciones.

Observando el Color y el Brillo Característicos

El color y el brillo de una pieza pueden ofrecer pistas valiosas sobre su composición. La plata auténtica posee un brillo metálico característico, que si bien es intenso, difiere del brillo más frío y especular de metales como el cromo o ciertos aceros inoxidables. La plata de ley, en particular, tiende a tener una tonalidad más cálida y un aspecto ligeramente más mate en comparación con otros metales brillantes. Observa tu mate bajo una luz brillante, preferiblemente luz natural, para apreciar su verdadero color.

Además del color inicial, la plata auténtica desarrolla con el tiempo una pátina. Esta es una capa superficial oscura que se forma debido a la reacción de la plata con compuestos de azufre presentes en el aire. Aunque a menudo se limpia para restaurar el brillo, la capacidad de desarrollar esta pátina es una señal de autenticidad. Las imitaciones o piezas chapadas pueden mostrar desgaste irregular, decoloración que revela el metal base debajo, o simplemente no desarrollar la misma pátina uniforme y característica de la plata genuina.

La Sorprendente Prueba del Hielo

La plata es conocida por ser uno de los metales con mayor conductividad térmica. Esta propiedad significa que es extremadamente eficiente transfiriendo calor (o frío). Esta característica nos permite realizar una prueba fascinante y muy reveladora en casa: la prueba del hielo. Simplemente toma un cubito de hielo y colócalo sobre la superficie de tu mate de plata. Para tener un punto de comparación, puedes colocar otro cubito sobre una superficie metálica que sepas que no es plata (por ejemplo, una cuchara de acero inoxidable o un recipiente de aluminio).

Observa qué sucede con los cubitos de hielo. Si tu mate es de plata auténtica, notarás que el hielo comenzará a derretirse a una velocidad sorprendentemente rápida, mucho más rápido que en la otra superficie de metal. La plata extrae el frío del hielo de manera muy eficiente, haciendo que cambie de estado velozmente. Esta prueba es una de las más prácticas y fiables para realizar sin dañar la pieza y sin necesidad de herramientas especiales, aprovechando una propiedad física intrínseca del metal precioso.

¿Cómo saber si un mate es de plata?
Prueba del imán Pues porque la plata no es magnética, así, una prueba sencilla es usar un imán fuerte. Si la pieza es atraída por el imán, es probable que contenga otros metales y no sea plata pura.

La Prueba del Raspado (con Cautela)

La prueba del raspado es un método más invasivo y, por lo tanto, debe realizarse con mucha precaución y, preferiblemente, en un área poco visible del mate para no dañar su estética. Consiste en raspar suavemente una pequeña porción de la superficie de la pieza con una herramienta adecuada, como una pequeña lima de joyero o incluso el borde de una moneda. El objetivo es retirar una finísima capa superficial para observar el material que se encuentra debajo.

La plata auténtica es un metal homogéneo en su composición. Esto significa que el color y la apariencia del metal justo debajo de la superficie deberían ser idénticos a los de la superficie. Si al raspar notas que aparece un color diferente, como un tono cobrizo, amarillento o gris oscuro, esto es una clara señal de que la pieza no es de plata maciza, sino que probablemente está chapada o recubierta de plata sobre un metal base distinto. Repetimos: esta prueba debe ser el último recurso y realizarse con sumo cuidado.

¿Cuándo Acudir a un Experto?

Si después de realizar estas pruebas caseras aún te quedan dudas, o si deseas obtener una confirmación definitiva y conocer el valor exacto de tu mate, lo más recomendable es acudir a un profesional especializado en metales preciosos o en orfebrería antigua. Los tasadores y joyeros profesionales cuentan con herramientas más avanzadas y precisas, como ácidos de prueba, espectrómetros de rayos X u otros equipos que pueden determinar la composición exacta del metal sin dañar la pieza.

Un experto no solo puede confirmar si tu mate es de plata auténtica y qué pureza tiene, sino que también puede informarte sobre su posible origen, antigüedad y valor de mercado, especialmente si se trata de una pieza artesanal o histórica. Confiar en el conocimiento y la experiencia de un profesional es la forma más segura de validar la autenticidad de tu preciado mate de plata.

Historia y Tipos de Mates: Un Breve Contexto

Aunque el mate de calabaza (Lagenaria siceraria) es quizás el más tradicional y preferido por muchos materos, la historia del recipiente para la infusión es rica y variada. Desde tiempos precolombinos con los guaraníes y el uso de calabazas y cañas, hasta la llegada de los colonizadores que adaptaron la práctica y los materiales. Los mates se han confeccionado en madera (palo santo, algarrobo), cerámica, vidrio, asta (guampa), pezuña y, por supuesto, metales preciosos como la plata.

Los mates de plata se destacaron históricamente como objetos de lujo y distinción. En tiempos virreinales, eran las clases acomodadas quienes podían permitirse estos recipientes, a menudo elaboradamente labrados. Existían mates de plata maciza o con revestimientos metálicos sobre una base de calabaza u otro material. Algunos diseños incorporaban la bombilla o un pie trabajado en el mismo metal. Esta tradición de la platería aplicada al mate ha perdurado, y hoy en día se siguen creando piezas de gran valor artístico y material.

Comprender esta diversidad histórica nos ayuda a contextualizar la existencia de mates de plata y por qué su autenticidad es un tema de interés. Saber si tu mate pertenece a esta línea de objetos de valor histórico y material añade una capa más de aprecio a la experiencia de matear.

Comparativa: Plata Auténtica vs. Imitación Común

CaracterísticaPlata Auténtica (ej. 925 Sterling)Imitación Común (Metal Base + Baño)
Sellos/MarcasGeneralmente presentes (ej. 925, Sterling), claros y nítidos.Ausentes o marcas falsificadas de baja calidad.
Reacción al ImánNo es atraída.Suele ser atraída (si el metal base es ferromagnético).
Color y BrilloBrillo característico, tonalidad cálida, puede desarrollar pátina oscura con el tiempo.Brillo diferente (más frío, metálico), puede mostrar desgaste o decoloración que revela el metal base.
Prueba del HieloDerrite el hielo muy rápidamente.Derrite el hielo a una velocidad normal o lenta comparada con la plata.
Prueba del RaspadoEl color debajo es idéntico al de la superficie.El color debajo es diferente al de la superficie.
PesoSensación de peso considerable para su tamaño (la plata es densa).Puede sentirse más ligero si el metal base es menos denso.

Preguntas Frecuentes sobre Mates de Plata

  • ¿Qué significan los sellos como "925" o "Sterling" en un mate?
    Estos sellos indican que el mate está hecho de plata de ley, que es una aleación con un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales (comúnmente cobre). Es un estándar de calidad reconocido internacionalmente.
  • ¿La prueba del imán es suficiente para saber si un mate es de plata?
    No es 100% infalible por sí sola. Es muy útil para descartar metales base magnéticos, pero un mate podría ser de otro metal no magnético (como ciertos aceros inoxidables o aluminio) o estar chapado en plata sobre un metal magnético (aunque la atracción sería menor).
  • ¿Es normal que un mate de plata cambie de color con el tiempo?
    Sí, es completamente normal. La plata reacciona con el azufre en el aire y desarrolla una capa superficial oscura llamada pátina. Esto es, de hecho, un signo de autenticidad y antigüedad en muchos casos. Se puede limpiar para restaurar el brillo original.
  • ¿Por qué el hielo se derrite tan rápido en la plata auténtica?
    Esto se debe a la alta conductividad térmica de la plata. Es uno de los metales que mejor transmite el calor (o el frío), lo que hace que el hielo absorba energía rápidamente y se derrita a gran velocidad.
  • Si mi mate no tiene sellos, ¿significa que no es de plata?
    No necesariamente. Muchos mates antiguos, piezas artesanales o aquellos con mucho desgaste pueden no tener sellos visibles. En estos casos, es crucial realizar otras pruebas y, si es posible, consultar a un profesional.
  • ¿Qué otros materiales tradicionales se usan para hacer mates?
    Además de la plata, los mates tradicionales se hacen de calabaza (porongo o mate), madera (palo santo, algarrobo), asta o guampa (cuerno de toro), pezuña, cerámica y vidrio, entre otros.

Conocer la autenticidad de tu mate de plata no solo te da la certeza de poseer una pieza de valor, sino que también te conecta con una rica tradición de orfebrería y la cultura del mate. Aplicando estas pruebas, podrás acercarte a la verdad sobre la composición de tu compañero de tantas cebadas.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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