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El Arte Brillante de Orfebres y Plateros

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Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha sentido una fascinación especial por los metales preciosos. Su brillo, durabilidad y maleabilidad los convirtieron en símbolos de poder, riqueza y belleza. Es en este contexto donde nacen y florecen los oficios de la orfebrería y la platería, artes dedicadas a transformar el oro y la plata, principalmente, en objetos de adorno, utilitarios o ceremoniales. Estos artesanos, verdaderos maestros, dominan técnicas ancestrales que han pasado de generación en generación, creando piezas que son mucho más que simples objetos: son testigos de la historia, portadores de cultura y expresiones de una habilidad manual exquisita.

¿Cuál es el significado del nombre
El tema inicialmente iba a llamarse 'El Trompetista', pero como la historia gira en torno a una chica, le pusieron 'Ligia Elena'. El nombre fue tomado de una famosa lanchona gasolinera que hacía la travesía por la bahía de Panamá, hasta la isla de Taboga.
Índice de Contenido

Historia Milenaria de la Orfebrería y Platería

El trabajo con metales preciosos se remonta a las civilizaciones más antiguas. Ya en el antiguo Egipto, se creaban elaboradas joyas y objetos funerarios de oro que deslumbran por su complejidad técnica y artística. Mesopotamia y el valle del Indo también dejaron un legado impresionante en oro y plata. En América, las culturas precolombinas como los Moche, Quimbaya o Aztecas alcanzaron niveles de maestría asombrosos, desarrollando técnicas propias para trabajar el oro, a menudo puro o aleado con cobre (tumbaga). El Imperio Romano y la Grecia clásica valoraron enormemente estos metales, utilizándolos en monedas, estatuas, vajillas y adornos personales. Durante la Edad Media, la orfebrería religiosa tuvo un gran auge, creando cálices, relicarios y cubiertas de libros sagrados de incalculable valor artístico e histórico. El Renacimiento vio resurgir el interés por las formas clásicas y el detalle minucioso, con orfebres como Benvenuto Cellini elevando el oficio a la categoría de Bellas Artes. La expansión colonial llevó técnicas y estilos europeos a nuevas tierras, al tiempo que se fusionaban con tradiciones locales. La Revolución Industrial introdujo nuevas herramientas y procesos, aunque muchas técnicas artesanales sobrevivieron y se valoraron por su carácter único. Hoy en día, la orfebrería y platería conviven entre la tradición y la innovación, creando tanto piezas de alta joyería como objetos de diseño contemporáneo.

Materiales Nobles: Oro y Plata

Aunque la orfebrería puede incluir otros metales como el platino, el cobre o el bronce, y la platería se centra en la plata, los dos metales principales de estos oficios son el oro y la plata. Ambos poseen características que los hacen ideales para ser trabajados.

  • Oro: Es el metal más precioso, conocido por su inalterabilidad, su brillo y su densidad. Es extremadamente maleable y dúctil, lo que permite estirarlo en hilos finísimos o batirlo en láminas casi transparentes. Se mide su pureza en quilates, donde 24 quilates representan oro puro. Las aleaciones con otros metales (cobre, plata, níquel, zinc) se utilizan para aumentar su dureza y variar su color (oro amarillo, rosa, blanco).
  • Plata: Menos costosa que el oro, pero muy valorada por su brillo blanco y su capacidad de reflejar la luz. Es más dura que el oro puro, pero más blanda que la mayoría de los otros metales. Su principal desventaja es que tiende a oxidarse en presencia de sulfuros (presentes en el aire, alimentos, etc.), formando una capa oscura llamada pátina. Se suele trabajar en aleación con cobre, siendo la más común la plata de ley 925 (92.5% plata, 7.5% cobre).

La elección entre oro y plata, o sus aleaciones, depende del tipo de pieza, el presupuesto, el estilo deseado y las propiedades mecánicas requeridas.

Técnicas Fundamentales de la Orfebrería y Platería

La riqueza de estos oficios reside en la diversidad de técnicas que los artesanos dominan. Algunas son básicas y compartidas, otras requieren años de especialización.

Fundición y Laminado

El proceso suele comenzar con la fundición del metal, ya sea a partir de lingotes o metal reciclado. El metal se calienta hasta su punto de fusión y se vierte en moldes para obtener la forma básica deseada (lingotes, hilos, formas específicas). Una vez solidificado, el metal puede ser laminado, pasándolo repetidamente por rodillos para reducir su grosor y obtener láminas o pletinas delgadas, preparadas para ser cortadas, conformadas o repujadas.

Soldadura y Engaste

La soldadura es esencial para unir diferentes partes de una pieza. Se utiliza una aleación de soldadura con un punto de fusión menor que el metal base, aplicando calor con un soplete. Requiere precisión para no fundir la pieza principal. El engaste es la técnica de fijar gemas o piedras preciosas a la montura metálica. Existen múltiples tipos de engaste (granos, bisel, garras, invisible) que requieren habilidad para asegurar la piedra firmemente y realzar su belleza.

Conformado y Decoración

Una vez que el metal está en lámina o hilo, se le da forma mediante una variedad de métodos:

  • Cincelado y Repujado: El repujado consiste en trabajar la lámina de metal por el reverso para crear un relieve en el anverso, mientras que el cincelado se realiza por el anverso para detallar el relieve y añadir texturas o líneas.
  • Calado: Consiste en recortar el metal para crear patrones o siluetas, a menudo utilizando sierras finísimas.
  • Filigrana: Técnica delicada que utiliza finísimos hilos de metal (a menudo retorcidos o granulados) que se sueldan sobre una base o se unen entre sí para formar estructuras intrincadas y ligeras.
  • Grabado: Crear diseños incisos en la superficie del metal utilizando buriles o herramientas rotatorias.
  • Esmaltado: Aplicar una sustancia vítrea (esmalte) sobre el metal y calentarla para que se funda y adhiera, creando superficies de color.

Herramientas del Oficio

El taller de un orfebre o platero es un santuario de herramientas especializadas, muchas de las cuales apenas han cambiado en siglos. Incluyen martillos de diversas formas y tamaños, yunques pequeños, tas (bloques de metal con formas específicas), sierras de calar, limas, buriles para grabar, punzones, pinzas, sopletes, laminadores, trefiladoras (para hacer hilos) y herramientas específicas para engastar piedras. La destreza del artesano se mide, en parte, por su dominio de estas herramientas.

Orfebrería vs. Platería: Similitudes y Diferencias

Aunque a menudo se mencionan juntas, existen algunas diferencias clave, principalmente en el tipo de metal trabajado y, tradicionalmente, en el tamaño y función de las piezas.

CaracterísticaOrfebreríaPlatería
Metal principalOro (principal), platino, a veces plataPlata (principal)
Tipo de piezas tradicionalJoyas, objetos pequeños, religiosos, decorativosVajillas, bandejas, candelabros, objetos de mayor tamaño, decorativos
Enfoque históricoJoyas y objetos de alto valor simbólico/económicoUtensilios domésticos, ornamentación de espacios
Técnicas comunesFundición, laminado, soldadura, engaste, filigrana, granulaciónFundición, laminado, soldadura, repujado, cincelado, calado, pulido
MercadoJoyería fina, arte, coleccionismoVajilla, decoración, arte, coleccionismo

Hoy en día, las líneas se difuminan, y muchos artesanos trabajan indistintamente con ambos metales, aplicando técnicas de orfebrería a la plata y viceversa. Sin embargo, la distinción histórica y técnica sigue siendo relevante.

El Valor de una Pieza Artesanal

El valor de una pieza de orfebrería o platería no reside únicamente en el peso de su metal precioso. Hay múltiples factores que contribuyen a su valor:

  • Calidad del Metal: Pureza (quilates del oro, ley de la plata) y ausencia de impurezas.
  • Peso: La cantidad de metal utilizado.
  • Gemas (si las hay): Calidad, tamaño y tipo de las piedras engastadas.
  • Mano de Obra Artesanal: La complejidad de las técnicas utilizadas, la habilidad del artesano, el tiempo invertido y el detalle del acabado. Una pieza hecha a mano tiene un valor artístico y técnico superior a una producida en serie.
  • Diseño y Originalidad: La creatividad y unicidad del diseño.
  • Historia y Procedencia: Piezas con historia, de talleres reconocidos o con marcas de punzón famosas pueden tener un valor histórico y de coleccionismo adicional.
  • Condición: El estado de conservación de la pieza.

Una pieza bien ejecutada, con un diseño original y técnicas complejas, trasciende el valor intrínseco del metal para convertirse en una obra de arte.

Cuidado y Mantenimiento de Piezas de Oro y Plata

Para preservar la belleza y el valor de las piezas de orfebrería y platería, es fundamental cuidarlas adecuadamente.

  • Plata: La plata tiende a ennegrecerse (oxidarse) con el tiempo. Se recomienda guardarla en lugares secos y protegida del aire (bolsas antideslustre). Para limpiarla, existen paños especiales impregnados, líquidos limpiadores o pastas. Métodos caseros como el bicarbonato y el papel de aluminio también son efectivos, pero hay que tener cuidado con piezas que tengan engastes, pátinas deseadas o acabados especiales. La limpieza debe ser regular para evitar que la pátina se vuelva difícil de eliminar.
  • Oro: El oro puro no se oxida, pero las aleaciones sí pueden perder brillo o mancharse con el contacto con productos químicos, perfumes, sudor o cloro. Se limpia generalmente con agua tibia, jabón suave y un cepillo de cerdas blandas. Para un brillo intenso, se puede usar un paño de pulir específico para oro. Evitar el contacto con mercurio, ya que lo daña irreversiblemente.
  • General: Guardar las piezas individualmente para evitar que se rayen entre sí. Quitarse las joyas al realizar tareas domésticas, deportivas o al usar productos químicos. Revisar periódicamente los engastes de las piedras.

Un cuidado adecuado garantiza que estas piezas puedan ser disfrutadas y transmitidas a futuras generaciones.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Cuál es la diferencia principal entre orfebrería y platería?

Tradicionalmente, la orfebrería se centra en el trabajo del oro (y otros metales preciosos como el platino) para crear joyas y objetos pequeños de valor, mientras que la platería se dedica a la plata, a menudo para producir objetos más grandes como vajillas, bandejas o candelabros. Hoy en día, la distinción se basa más en el metal principal utilizado, ya que muchos artesanos trabajan ambos.

¿Cómo se limpia la plata para evitar que se ponga negra?

La plata se ennegrece por una reacción química con el azufre en el aire, no por oxidación con oxígeno como el hierro. Para evitarlo, guárdala en bolsas o estuches antideslustre que limiten la exposición al aire. La limpieza regular con paños especiales para plata o líquidos limpiadores específicos ayuda a mantener su brillo. Para pátinas más persistentes, puede ser necesaria una limpieza más profunda o profesional.

¿Qué es el quilate en el oro?

El quilate es la unidad de medida de la pureza del oro. El oro puro es de 24 quilates. Cuando el oro se alea con otros metales para darle dureza o cambiar su color, el número de quilates indica la proporción de oro puro. Por ejemplo, el oro de 18 quilates significa que de 24 partes, 18 son de oro puro y 6 son de otros metales (75% de pureza). El oro de 14 quilates tiene 14 partes de oro puro (58.3% de pureza), y así sucesivamente.

¿Cuánto tiempo lleva crear una pieza?

El tiempo varía enormemente dependiendo de la complejidad del diseño, el tamaño de la pieza, las técnicas utilizadas y la experiencia del artesano. Una pieza simple podría tomar unas pocas horas, mientras que una joya compleja con múltiples engastes o técnicas intrincadas, o una gran pieza de platería repujada, podría requerir días, semanas o incluso meses de trabajo dedicado.

¿Es la orfebrería un oficio en declive?

Aunque la producción masiva y las nuevas tecnologías (como la impresión 3D de modelos para fundición) han cambiado el mercado, la orfebrería y platería artesanales siguen vivas. Existe una apreciación creciente por las piezas únicas, hechas a mano, con historia y alma. Muchos jóvenes artesanos están re-descubriendo y revitalizando estas técnicas, a menudo fusionándolas con el diseño contemporáneo. Es un oficio en evolución, adaptándose a los nuevos tiempos y mercados.

En conclusión, la orfebrería y platería son mucho más que oficios; son artes que conectan el pasado con el presente, transformando metales inertes en objetos llenos de vida, historia y belleza. Cada pieza cuenta una historia, la del metal, la de las manos que la crearon y la de la persona que la posee. Un legado brillante que merece ser conocido, valorado y preservado.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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