El fascinante mundo de la orfebrería y la platería se basa en la maestría para trabajar los metales preciosos. Entre ellos, el oro ocupa un lugar protagónico, no solo por su belleza intrínseca sino también por su valor económico. Entender cuánto vale el oro destinado a la fundición y cómo se lleva a cabo este proceso es fundamental tanto para joyeros como para quienes desean vender o adquirir piezas. La cotización del oro fluctúa constantemente, influenciada por factores globales, pero comprender su pureza y el arte de su transformación nos da una perspectiva más profunda sobre su verdadero valor.

- El Valor Actual del Oro para Fundición
- Comprendiendo la Pureza del Oro: Los Kilates
- ¿Por Qué es Necesario Fundir Metales en Joyería?
- El Proceso de Fundición de Metales Nobles
- Técnicas y Herramientas Esenciales para la Fundición
- Los Moldes en el Mundo de la Joyería
- Más Allá de la Fundición: Procesos Posteriores
- Preguntas Frecuentes sobre el Oro y la Fundición
El Valor Actual del Oro para Fundición
La tasación del oro, especialmente cuando se considera para fundición o para convertir viejas joyas en efectivo, se basa en valores internacionales. Esto garantiza una valoración justa y competitiva en el mercado. Actualmente, el precio del oro ha experimentado una subida significativa, alcanzando niveles que no se veían en la última década, lo que presenta una excelente oportunidad para quienes poseen este metal precioso.

El valor del oro no es uniforme; depende directamente de su pureza, expresada comúnmente en kilates (K). Un oro de mayor kilataje tiene un precio por gramo superior. Aquí presentamos un ejemplo de cómo pueden variar los precios de compra y venta según los kilates:
| Kilates | Compro Desde (por gr.) | Vendo (por gr.) |
|---|---|---|
| 24K | $ 112.300,00 | $ 119.000,00 |
| 18K | $ 73.500,00 | $ 81.000,00 |
| 14K | $ 56.700,00 | $ 63.700,00 |
Es crucial entender que estos valores son referenciales y pueden variar según el comprador, el mercado y el momento específico de la transacción. Sin embargo, reflejan cómo la pureza impacta directamente en el precio.
Para muchas personas, convertir joyas antiguas o en desuso en dinero efectivo es una opción atractiva, especialmente con la alta cotización actual. El valor de estas piezas, una vez tasadas por su contenido de oro puro, puede ser sorprendentemente alto, superando incluso las expectativas iniciales.
Comprendiendo la Pureza del Oro: Los Kilates
La pureza del oro es un factor determinante en su valor y uso. Se mide en kilates (K), un sistema que indica la proporción de oro puro en una aleación de 24 partes.
- Oro de 24K: Representa la máxima pureza posible, igual o superior al 99,9%. Debido a su extrema maleabilidad, rara vez se utiliza en joyería para uso diario, ya que sería demasiado blando. Es el estándar para el oro de inversión, como lingotes y monedas. Suele estar marcado con distintivos como 99,9% o 0.999m.
- Oro de 18K: Este es uno de los kilatajes más comunes en joyería de alta calidad. Su pureza se encuentra entre el 73% y el 75%. La pureza restante (25-27%) está compuesta por otros metales que le otorgan mayor dureza y durabilidad. La composición de la aleación determina el color del oro:
- Oro Blanco: 75% oro, 25% paladio (u otros metales blancos como la plata, níquel o platino, aunque el paladio es común).
- Oro Amarillo: 75% oro, 12,5% plata, 12,5% cobre (las proporciones pueden variar ligeramente para ajustar el tono).
- Oro de 14K: Con una pureza inferior (alrededor del 58,3%), este kilataje es más duro y resistente que el de 18K, lo que lo hace ideal para piezas de joyería que requieren mayor durabilidad. Es frecuente encontrarlo en joyas antiguas. A menudo lleva la marca 583, que corresponde a 58.3% de pureza.
Conocer la pureza de una pieza es el primer paso para determinar su valor real antes de cualquier proceso, incluida la fundición.
¿Por Qué es Necesario Fundir Metales en Joyería?
La fundición es un proceso fundamental en el taller de joyería. No se trata simplemente de derretir metal; es una habilidad técnica que, aplicada correctamente, garantiza que el material conserve sus propiedades esenciales, su estética, calidad y resistencia una vez transformado en una pieza.
La razón principal para fundir metales preciosos como el oro, la plata, el cobre o el platino es la purificación. Los metales extraídos de la naturaleza a menudo contienen impurezas, como partículas de hierro. La fundición inicial a altas temperaturas ayuda a separar y eliminar estos contaminantes, obteniendo el metal en un estado más puro, listo para ser trabajado.
Una vez purificado, el metal se funde nuevamente para cambiar su estado de sólido a líquido. Este estado líquido es maleable y permite verter el metal en moldes, dándole la forma deseada para crear componentes de joyería o piezas completas. Los metales suelen adquirirse en formas convenientes para la fundición, como lingotes, barras o pequeñas esferas.
El Proceso de Fundición de Metales Nobles
El proceso de fundición en joyería es una combinación de ciencia y arte. Involucra calentar el metal hasta su punto de fusión para convertirlo en líquido y luego solidificarlo en una forma específica.
Para llevar a cabo la fundición, se utiliza un recipiente especial llamado crisol. Este recipiente está hecho de materiales capaces de soportar temperaturas extremadamente altas sin derretirse ni reaccionar con el metal fundido. Los materiales comunes para crisoles incluyen grafito, arcilla, carburo de silicio o metales resistentes al calor. El crisol contiene el metal y se introduce en una fuente de calor, que puede ser un horno especializado o un soplete de alta potencia.

Los hornos de fundición utilizados en joyería pueden ser de diferentes tamaños y niveles de sofisticación, pero todos deben ser capaces de alcanzar temperaturas superiores a los puntos de fusión de los metales. Por ejemplo, para el oro, se pueden necesitar temperaturas de hasta 1000 ºC o más, dependiendo de la aleación.
Una vez que el metal dentro del crisol ha alcanzado el estado líquido, está listo para ser vertido cuidadosamente en un molde preparado. Este paso requiere precisión para asegurar que el metal llene completamente la cavidad del molde y capture todos los detalles.
Aunque los hornos son herramientas comunes, la fundición de pequeñas cantidades de metal noble es posible en talleres de joyería bien equipados utilizando solo una fuente de calor adecuada, como un soplete potente, y aplicando las técnicas precisas. La clave está en alcanzar y mantener la temperatura correcta y manipular el metal fundido con seguridad y control.
Técnicas y Herramientas Esenciales para la Fundición
La elección de la técnica y las herramientas para fundir metales en joyería depende a menudo de la cantidad de metal a procesar, el tamaño de la pieza y la capacidad del taller. Las dos técnicas principales implican el uso de un horno o un soplete manual.
Independientemente de la técnica, contar con el equipo adecuado es fundamental:
- Soplete: Utilizado en la fundición manual. Debe ser lo suficientemente potente para alcanzar la temperatura de fusión del metal y, preferiblemente, contar con control de dirección de llama y salida de gas para un manejo preciso.
- Horno: Necesario para fundir mayores cantidades de metal o trabajar con metales de puntos de fusión más altos. Debe tener la capacidad de superar la temperatura de fusión del metal a fundir.
- Crisol: El recipiente donde se coloca el metal. Los crisoles para fundición suelen ser más planos y fáciles de manejar para verter. El material del crisol (grafito, arcilla, etc.) debe ser compatible con la fuente de calor y el metal.
- Tenazas: Herramienta indispensable de seguridad para sujetar y manipular el crisol caliente al introducirlo o retirarlo del horno, o al verter el metal fundido.
- Molde: El molde o 'rillera' debe estar preparado antes de iniciar la fundición. Es la cavidad donde el metal líquido tomará su forma final.
- Varillas de Grafito: Útiles para remover y asegurar que todo el metal líquido sea vertido del crisol al molde.
Además de estas herramientas, el equipo de seguridad es no negociable. Gafas de seguridad para proteger los ojos de salpicaduras o calor intenso, guantes y un peto resistentes al calor para proteger la piel y la ropa, y botas resistentes al calor son esenciales para prevenir accidentes.
El tiempo que tarda un metal en fundirse varía. Depende principalmente de la cantidad de material y de la potencia y eficiencia de la fuente de calor utilizada, ya sea un horno o un soplete.
Los Moldes en el Mundo de la Joyería
Una vez que el metal noble está fundido y en estado líquido, el siguiente paso crítico es darle forma. Aquí es donde entran en juego los moldes, también conocidos como rilleras. Estos son recipientes o cavidades diseñadas para contener el metal líquido hasta que se solidifique.
Los moldes pueden estar hechos de una variedad de materiales, cada uno con sus propias ventajas dependiendo de la complejidad de la pieza y el proceso de fundición. Materiales comunes incluyen plástico, cera, yeso o silicona. Con los avances tecnológicos, la impresión 3D ha revolucionado la creación de moldes, permitiendo diseñar formas personalizadas complejas y fabricarlos con resina calcinable de alta resistencia, que se quema limpiamente durante el proceso de fundición a la cera perdida.
Los moldes se pueden clasificar generalmente en dos tipos principales:
- Moldes Removibles: Diseñados para ser reutilizados múltiples veces. Están fabricados con materiales duraderos como madera, plástico, metal o resinas resistentes al desgaste. A menudo son estructuras compuestas por varias piezas (placas bipartidas o modelos divididos) que permiten extraer la pieza solidificada sin dañar el molde.
- Moldes Desechables: Utilizados para un solo vertido. Suelen estar hechos de materiales como espuma de poliestireno o yeso (en el caso de la fundición a la cera perdida, donde el molde de yeso se destruye para liberar la pieza). Son ideales para crear piezas de joyería únicas, personalizadas o de gran complejidad que serían difíciles de desmoldar de un molde reutilizable.
Otras clasificaciones de moldes se basan en el material de la cavidad, como moldes de arena seca, moldes de metal, moldes con capa seca, moldes de arcilla o moldes de CO2.

Después de verter el metal fundido, el molde debe enfriarse para que el metal solidifique. El tiempo de enfriamiento varía. Mientras algunos joyeros esperan que se enfríe al aire, un método tradicional para acelerar el proceso y facilitar el desmoldado es sumergir el molde caliente en agua fría. Esto induce una solidificación rápida del metal y ayuda a romper el molde (si es desechable) o a liberar la pieza más fácilmente.
Más Allá de la Fundición: Procesos Posteriores
La fundición y el moldeado son solo el principio en la creación de una pieza de joyería. Una vez que el metal se ha solidificado y ha sido desmoldado, la pieza en bruto requiere una serie de procesos adicionales para transformarse en una joya acabada y deslumbrante.
Estos procesos posteriores son cruciales para refinar la forma, añadir detalles, ensamblar componentes y lograr el brillo final. Algunas de las etapas clave incluyen:
- Laminado y Calado: Si se necesitan láminas finas o hilos de metal, la pieza fundida o un lingote se puede pasar por un laminador para reducir su grosor o convertirlo en alambre. Luego, se puede realizar el calado o corte para dar forma a detalles específicos.
- Soldadura: Raramente una pieza de joyería compleja se crea en un solo vertido. La soldadura es necesaria para unir diferentes componentes fundidos, añadir elementos decorativos, engastar piedras preciosas o reparar roturas. Es vital usar soldadura hecha del mismo tipo de metal para asegurar una unión fuerte y homogénea que se integre perfectamente con la pieza principal. Se utiliza un soplete para aplicar calor localizado y fundir la soldadura entre las partes a unir.
- Acabado: Esta es una serie de pasos que refinan la superficie del metal y le dan su aspecto final. Se dividen generalmente en:
- Limado: Se utilizan limas de diferentes formas y tamaños para remover rebabas, bordes afilados, imperfecciones mayores y dar forma precisa a los contornos de la pieza.
- Lijado: Después del limado, se usan papeles de lija con granos cada vez más finos para eliminar las marcas de las limas y suavizar la superficie. Este paso prepara el metal para el pulido.
- Pulido: Es el paso final que le da al metal su característico brillo. Se utilizan pastas de pulir y ruedas o cepillos rotatorios para frotar la superficie del metal, eliminando las últimas micro-imperfecciones y revelando el lustre del oro, la plata u otro metal. El pulido resalta el color y la belleza del metal.
Cada uno de estos pasos requiere habilidad, precisión y el uso de herramientas específicas. La calidad de la pieza final depende tanto de la correcta fundición inicial como de la meticulosidad aplicada en los procesos posteriores.
Preguntas Frecuentes sobre el Oro y la Fundición
A continuación, respondemos algunas preguntas comunes relacionadas con el oro y el proceso de fundición en joyería:
¿Qué es la fundición en el contexto de la joyería?
Es el proceso de calentar metales, como el oro o la plata, hasta que se vuelven líquidos para poder purificarlos y darles forma vertiéndolos en moldes. Es un paso inicial y esencial para transformar el metal en bruto o reciclado en componentes para joyas.
¿Por qué los joyeros necesitan fundir metal?
Los joyeros funden metal principalmente por dos razones: primero, para purificarlo y eliminar impurezas, obteniendo un material de alta calidad; segundo, para cambiar su estado de sólido a líquido y hacerlo maleable, permitiendo verterlo en moldes para crear la forma base de una pieza de joyería.
¿Qué herramientas son indispensables para fundir metal en un taller?
Las herramientas básicas incluyen una fuente de calor potente (horno o soplete), un crisol resistente a altas temperaturas para contener el metal, tenazas para manipular el crisol caliente, un molde preparado para recibir el metal líquido y equipo de seguridad personal (gafas, guantes, peto).
¿Cómo se determina la pureza del oro?
La pureza del oro se mide en kilates (K). El oro de 24K es prácticamente oro puro (99.9%). Otros kilates como 18K (75% oro) o 14K (58.3% oro) indican que el oro está aleado con otros metales para mejorar sus propiedades para la joyería.
¿El valor del oro para fundición es igual al valor de una joya acabada?
No. El valor del oro para fundición se basa en el peso del oro puro contenido en la pieza y la cotización actual del metal. El valor de una joya acabada incluye no solo el valor del metal y las piedras (si las tiene), sino también el costo del diseño, la mano de obra del joyero (fundición, moldeado, soldadura, acabado) y el margen de la tienda. La habilidad en los procesos posteriores a la fundición añade un valor artístico y técnico significativo a la pieza.
Dominar la fundición de metales es, sin duda, una de las habilidades clave en el oficio de la joyería. Permite a los artesanos transformar la materia prima en formas creativas y funcionales, asegurando que el metal conserve su durabilidad, resistencia y belleza a lo largo del tiempo. La combinación de conocimiento técnico, habilidad manual y el uso de las herramientas adecuadas es lo que permite crear piezas de joyería de alta calidad, desde las más sencillas hasta las más elaboradas.
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