La Catedral de Santiago de Compostela, destino final del milenario Camino, es un compendio de historia, fe y, sobre todo, arte. Sus muros narran siglos de construcción y devoción, y entre sus portadas monumentales, una destaca por su nombre y su riqueza escultórica: la Fachada de las Platerías. Este acceso meridional al crucero no solo es una joya del arte románico, sino que también guarda un vínculo directo con el oficio de la platería, fundamental en la vida económica y espiritual de la ciudad jacobea.

El nombre de esta icónica fachada no es casual. Se debe a la presencia histórica de los talleres de plateros que se ubicaban en la plaza adyacente. Imaginen a los artesanos trabajando la plata y el oro a la sombra de esta magnífica construcción, creando piezas litúrgicas o exvotos para los peregrinos. Este vínculo con el oficio de la platería le otorga un carácter único, diferenciándola de las otras portadas de la catedral.
- Un Nombre con Historia: El Vínculo con la Platería
- Siglos de Arte y Transformación
- El Relato en Piedra: La Iconografía Escultórica
- Maestría en Piedra: Materiales y Técnicas Constructivas
- Estructura y Elementos Arquitectónicos
- Comparativa de Materiales en las Columnas
- Preguntas Frecuentes sobre la Fachada de las Platerías
- Un Legado de Arte y Oficio
Un Nombre con Historia: El Vínculo con la Platería
La Plaza de las Platerías, situada al sur de la Catedral, fue durante siglos el centro neurálgico de los talleres de orfebres y plateros de Santiago. La proximidad a la catedral no solo garantizaba una demanda constante de sus productos, tanto para el culto como para los peregrinos, sino que también situaba su actividad en un lugar de prestigio. Es natural, por tanto, que la fachada que daba a esta plaza adoptara el nombre del gremio que allí prosperaba. Este detalle subraya la importancia social y económica de la platería en la Compostela medieval y moderna, demostrando cómo el arte del metal precioso estaba intrínsecamente ligado a la vida de la ciudad y de su principal monumento.
Siglos de Arte y Transformación
La construcción de la Fachada de las Platerías se inició en los albores del siglo XII, específicamente entre 1103 y 1117, bajo el impulso del Obispo Diego Gelmírez. Sin embargo, su historia está marcada por eventos que la transformaron a lo largo del tiempo. Un incendio en 1117, durante un levantamiento burgués contra Gelmírez, y otro a mediados del siglo XV, causaron daños que requirieron posteriores intervenciones.
Además de las reparaciones, la fachada se convirtió en un 'museo a cielo abierto' de la escultura románica compostelana. A lo largo del siglo XVIII, se incorporaron a Platerías relieves y figuras procedentes de otras partes de la catedral, como la fachada románica norte o del Paraíso (hoy en día desaparecida y sustituida por la de la Azabachería) y de una puerta que nunca llegó a completarse. Esta reubicación de elementos escultóricos le confirió su aspecto actual, una composición rica pero a veces compleja de interpretar debido a la mezcla de orígenes.
Más tarde, en 1884, el historiador Antonio López Ferreiro añadió una serie de pequeñas estatuas que originalmente formaban parte del coro pétreo realizado por el célebre Maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria. Estas adiciones, aunque posteriores al período románico original, enriquecen aún más el conjunto escultórico y narrativo de la fachada.
El Relato en Piedra: La Iconografía Escultórica
La Fachada de las Platerías es un libro de piedra que narra historias bíblicas y alegóricas, un rasgo distintivo del arte románico. Sus dos puertas de acceso están flanqueadas por una profusión de figuras que invitan a la contemplación y al estudio.
El Tímpano Izquierdo y Sus Figuras
En el tímpano de la puerta izquierda, la escena principal muestra a Cristo siendo tentado por un grupo de demonios. Es una representación de la lucha entre el bien y el mal, un tema recurrente en la iconografía medieval. A la derecha de esta escena, aparece una figura femenina semidesnuda sosteniendo una calavera. Su identidad ha sido objeto de debate: podría representar a Eva tras la caída o a la mujer adúltera, simbolizando el pecado y la penitencia.
En las jambas de esta puerta encontramos figuras de San Andrés y Moisés, personajes clave del Nuevo y Antiguo Testamento, respectivamente, que actúan como guardianes simbólicos de la entrada.
El Tímpano Derecho y la Pasión
El tímpano de la puerta derecha se dedica a escenas de la Pasión de Cristo, el sacrificio redentor que es central en la fe cristiana. Estas representaciones, cargadas de dramatismo, guiaban a los fieles en su meditación sobre el sufrimiento de Jesús.
En una de las jambas de esta puerta se conserva una inscripción de gran valor histórico: «ERA / IC / XVI / V IDUS / JULLII». Esta inscripción conmemora la colocación de la primera piedra de la catedral, fechada el 11 de julio de 1078, lo que nos remonta a los orígenes mismos del magno proyecto constructivo.
Jambas, Columnas y el Friso
Más allá de los tímpanos, la fachada se puebla de figuras en sus jambas, columnas y el extenso friso superior. Las once columnas inferiores presentan una notable variedad. Tres de ellas, la central y las dos extremas, son de mármol, un material más preciado y difícil de trabajar, reservado para elementos destacados. Las ocho columnas restantes son de granito, la piedra local por excelencia, robusta y abundante.
La columna central de mármol está decorada con figuras que se cree representan doce profetas, anunciadores de la llegada del Mesías. Las columnas laterales de mármol albergan a los apóstoles, los pilares de la Iglesia.
El friso que recorre la parte superior de las puertas es una composición compleja, en parte formada por figuras recuperadas de la antigua fachada del Paraíso. Destacan dos leones que sostienen un crismón (símbolo de Cristo) y una figura desconocida. En un medallón central, aparece la figura del Padre Eterno o la Transfiguración, rodeado de ángeles. En el centro del friso, Cristo en majestad aparece bendiciendo, flanqueado por el apóstol Santiago y otras figuras, incluyendo las añadidas por López Ferreiro.
Figuras Trasladadas y Otros Detalles
La fachada es también hogar de figuras enigmáticas y curiosas, muchas de ellas reubicadas. En el contrafuerte izquierdo, encontramos al rey David tocando una viola, una obra maestra del Mestre de Platerías, famoso por su habilidad para representar la figura humana y los paños. También se ven escenas como la creación de Adán y Cristo bendiciendo. Otras figuras, como la mujer mal vestida con un animal en el regazo o la imagen sobre un zorro que engulle una liebre, proceden de lugares indeterminados y añaden un aire de misterio al conjunto.

Apoyadas en el muro de la Torre de la Berenguela, se hallan más esculturas, incluyendo la creación de Eva, Cristo en un trono y el sacrificio de Isaac. Esta mezcla de orígenes y estilos a lo largo de la fachada refleja las distintas etapas constructivas y las decisiones de reubicación de elementos valiosos.
Maestría en Piedra: Materiales y Técnicas Constructivas
La construcción de una fachada monumental como la de Platerías requirió una profunda comprensión de los materiales y técnicas constructivas de la época. La base de su estructura se asienta en trabajos de mampostería, sillería y albañilería básica, donde se colocaron y unieron bloques de piedra con precisión para crear los muros portantes.
La sillería, en particular, implicaba el labrado de bloques de piedra regulares (sillares) que se ajustaban perfectamente, formando superficies lisas y resistentes. Esta técnica se observa en la estructura principal de la fachada. La mampostería, que utiliza piedras irregulares unidas con mortero, pudo emplearse en partes secundarias o en el núcleo de los muros.
La colocación de elementos escultóricos y decorativos requirió el arte de la cantería y la marmolería. Los maestros canteros eran expertos en seleccionar, labrar y tallar la piedra, dando forma a las intrincadas figuras y relieves que vemos hoy. La distinción entre el uso del granito, abundante en Galicia y de gran resistencia, y el mármol, más delicado y a menudo importado, habla de una elección consciente de materiales según su función estructural y estética.
La unión de estos elementos, tanto estructurales como decorativos, dependía de la correcta elaboración y aplicación de morteros y adhesivos de colocación. Aunque los morteros medievales eran diferentes a los actuales, su calidad era crucial para asegurar la estabilidad y durabilidad de la construcción a lo largo de los siglos. La habilidad para preparar mezclas resistentes que soportaran el peso de la piedra y resistieran las inclemencias del tiempo era tan importante como la destreza en el tallado.
Estructura y Elementos Arquitectónicos
Más allá de la escultura, la Fachada de las Platerías presenta elementos arquitectónicos significativos. El friso escultórico se separa del cuerpo superior por un sobradillo sostenido por canecillos, pequeñas piezas salientes que a menudo están decoradas con figuras grotescas o simbólicas. Estas no solo tienen una función de soporte, sino que también contribuyen al ornamento de la fachada.
Las dos ventanas situadas sobre las puertas están adornadas con arquivoltas, las molduras curvas que enmarcan los arcos, a menudo decoradas con motivos geométricos, vegetales o figurativos. Es interesante notar que los arcos interiores de estas ventanas están ligeramente descentrados, un detalle que se atribuye a las reformas llevadas a cabo en el siglo XIII.
A la izquierda de la fachada, una gran pechina (elemento constructivo curvo) soporta lo que en su día fue la escalera de acceso al tesoro primitivo de la catedral, un recordatorio de la compleja estructura interna y de los espacios funcionales del edificio.
Comparativa de Materiales en las Columnas
La elección de materiales en la construcción de la fachada, como se observa en las columnas inferiores, no fue aleatoria. Cada material aportaba cualidades específicas:
| Material | Ubicación Principal | Características y Función |
|---|---|---|
| Mármol | Columnas central y extremas inferiores de las puertas. | Material más noble y costoso, de grano fino, pulido, a menudo veteado. Utilizado para destacar elementos importantes, como las columnas que soportan las figuras de los Profetas y Apóstoles, añadiendo un valor estético y simbólico. |
| Granito | Las ocho columnas restantes de las puertas inferiores. | Piedra ígnea, muy dura y resistente a la erosión, abundante en la región de Galicia. Proporciona la robustez estructural necesaria para soportar el peso de la fachada. Su textura granular y color varían según la cantera de origen. |
| Piedra (General) | Muros, sillares, elementos escultóricos. | Incluye diversas rocas (como arenisca, esquisto) utilizadas en la mampostería, sillería y para el tallado de numerosas figuras. La calidad y tipo de piedra varían según la cantera y el período de construcción, influenciando la durabilidad y el detalle de las esculturas. |
Preguntas Frecuentes sobre la Fachada de las Platerías
¿Por qué se llama Fachada de las Platerías?
Recibe su nombre de los talleres de plateros que históricamente se ubicaban en la plaza adyacente a la fachada, al sur de la Catedral de Santiago de Compostela.
¿Cuándo se construyó la fachada románica original?
La construcción de la fachada románica original se realizó principalmente entre los años 1103 y 1117.
¿Qué escenas bíblicas o figuras importantes se representan en sus esculturas?
La fachada presenta una rica iconografía que incluye la tentación de Cristo, escenas de la Pasión, figuras de profetas, apóstoles, la creación de Adán y Eva, el sacrificio de Isaac, el rey David, y otras figuras alegóricas o enigmáticas, muchas de ellas trasladadas de otras partes de la catedral.
¿Quién fue el Maestro de Platerías?
El Maestro de Platerías es el nombre dado a un escultor anónimo de gran talento que trabajó en la catedral en el período románico, responsable de algunas de las figuras más destacadas de la fachada, como la del rey David.
¿Qué materiales principales se utilizaron en su construcción y decoración?
Se utilizaron principalmente granito para la estructura portante y algunas columnas, mármol para columnas destacadas y elementos especiales, y diversos tipos de piedra para los sillares, la mampostería y las numerosas esculturas que la adornan.
Un Legado de Arte y Oficio
La Fachada de las Platerías es mucho más que una entrada a la catedral; es un testimonio vivo del arte románico, de la habilidad de los maestros canteros y escultores que supieron dar vida a la piedra, y de la historia de una ciudad ligada al Camino de Santiago y a oficios tradicionales como la orfebrería y la platería. Cada figura, cada sillar, cada detalle constructivo nos habla de un tiempo en el que la fe, el arte y el oficio se entrelazaban para crear monumentos perdurables. Visitarla es contemplar no solo una obra maestra arquitectónica, sino también un pedazo de la historia de la artesanía y el arte en piedra, reflejo de la misma dedicación y maestría que se aplicaba al trabajo de los metales preciosos en los talleres cercanos.
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