¿Qué tan buena es la plata tailandesa?

Oro y Plata: El Alma de la Orfebrería

Valoración: 3.67 (7821 votos)

Desde tiempos inmemoriales, el oro y la plata han cautivado a la humanidad. No solo por su belleza intrínseca y su brillo inalterable (en el caso del oro) o su luminoso esplendor (en el caso de la plata), sino también por las propiedades que los hacen perfectos para ser transformados en objetos de deseo, símbolos de estatus y piezas de arte que perduran a través de las generaciones. La orfebrería y la platería son artes milenarias que han sabido moldear estos metales preciosos, creando desde sencillos adornos hasta complejas obras maestras que cuentan historias de culturas y épocas pasadas.

¿Cómo se dice plata de metal en inglés?
plata (metal):\n\n silver.
Índice de Contenido

El Esplendor del Oro

El oro (Au) es quizás el metal precioso más codiciado del mundo. Su resistencia a la corrosión y al deslustre lo hace prácticamente inalterable en condiciones normales, manteniendo su brillo a lo largo del tiempo. Esta característica, junto con su increíble maleabilidad y ductilidad, lo convierte en el material ideal para la creación de joyas de oro intrincadas y duraderas. Históricamente, el oro ha estado ligado al poder, la divinidad y la riqueza, siendo utilizado por reyes, faraones y emperadores para adornarse y demostrar su estatus.

La pureza del oro se mide en quilates. El oro de 24 quilates es oro puro (99.9% de pureza). Sin embargo, el oro puro es muy blando para la joyería de uso diario, por lo que se alea con otros metales (como cobre, plata, níquel, zinc) para aumentar su dureza y durabilidad. Así encontramos oro de 18 quilates (75% oro puro), 14 quilates (58.3% oro puro) o 10 quilates (41.7% oro puro). Estas aleaciones también permiten obtener diferentes tonalidades, como el oro rosa (con más cobre) o el oro blanco (con níquel, paladio u otros metales).

La Luminosidad de la Plata

La plata (Ag) es otro metal precioso fundamental en la historia de la orfebrería y, especialmente, de la platería. Su brillo blanco y reflectante la ha hecho popular desde la antigüedad. Aunque es más abundante que el oro, su belleza y trabajabilidad la han posicionado como un metal de gran valor. La plata pura es relativamente blanda, similar al oro de 24 quilates, por lo que también se suele alear para la fabricación de joyas y objetos de platería.

La aleación más común es la plata de ley o plata Sterling, que contiene un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales, generalmente cobre. Esta aleación, conocida como plata 925, es mucho más resistente y adecuada para la creación de piezas duraderas. La plata ha sido utilizada no solo en joyería, sino también en la fabricación de vajillas, objetos decorativos, monedas y artículos religiosos. Su historia está ligada a la alquimia y a diversas creencias sobre sus propiedades. Algunas tradiciones le atribuyen la capacidad de absorber energías, lo que resalta la importancia de su cuidado y limpieza regular para mantener su pureza y brillo.

Oro vs. Plata: Una Comparativa

Aunque ambos son metales preciosos utilizados en joyería, el oro y la plata tienen diferencias significativas:

CaracterísticaOroPlata
Símbolo QuímicoAuAg
Resistencia al DeslustreMuy alta (no se oxida fácilmente)Moderada (se oxida y deslustra con el aire y azufre)
Dureza (Puro)BlandoBlando
DensidadMuy altaAlta (pero menor que el oro)
Valor EconómicoGeneralmente más altoGeneralmente más bajo
Maleabilidad/DuctilidadExtremaAlta
Uso Típico en JoyeríaAleaciones (18k, 14k, etc.)Plata de Ley (925)
Colores Comunes (Aleado)Amarillo, Blanco, RosaBlanco (puede oscurecerse con el deslustre)

La elección entre oro y plata a menudo depende del gusto personal, el presupuesto y el tipo de pieza deseada. Ambas tienen su propio encanto y valor.

Cuidado y Mantenimiento de tus Joyas

Para que tus joyas de oro y plata conserven su belleza a lo largo del tiempo, es esencial brindarles el cuidado adecuado.

Las joyas de oro, especialmente las de mayor pureza (18k), son relativamente fáciles de mantener. Se pueden limpiar suavemente con agua tibia, un poco de jabón neutro y un cepillo suave. Es importante evitar el contacto con productos químicos agresivos, como cloro o productos de limpieza, ya que pueden dañar las aleaciones, especialmente en el oro blanco. Guardarlas por separado en estuches forrados ayuda a prevenir arañazos.

¿Cómo se dice en inglés joyas de oro?
Las joyas de oro nunca pasan de moda, y por buenas razones. Gold jewelry never goes out of style, and for good reason.

Las joyas de plata, en cambio, son más propensas al deslustre, un proceso químico (oxidación y reacción con compuestos de azufre en el aire y la piel) que hace que la superficie se oscurezca. Este deslustre no es suciedad, sino una capa de sulfuro de plata. La limpieza regular es clave para mantener el brillo de la plata. Existen productos específicos para limpiar plata, paños impregnados y métodos caseros como el uso de bicarbonato de sodio y papel de aluminio (aunque este último debe usarse con precaución y no en piezas con piedras preciosas). Es recomendable guardar la plata en bolsas anti-deslustre o en un lugar seco para minimizar la exposición al aire y la humedad. La limpieza no solo restaura el brillo, sino que también ayuda a mantener la integridad del metal, especialmente si se le atribuye la propiedad de absorber energías, como se menciona en algunas creencias, lo que refuerza la idea de que un metal "limpio" es un metal en su estado óptimo.

Preguntas Frecuentes

¿Por qué se pone negra la plata?

La plata se oscurece, un proceso llamado deslustre o pátina, debido a la reacción química de la plata con el sulfuro de hidrógeno y otros compuestos de azufre presentes en el aire, la humedad, ciertos alimentos, cosméticos y la transpiración de la piel. Forma una capa superficial de sulfuro de plata de color oscuro.

¿Qué significan los quilates en el oro?

Los quilates indican la pureza del oro en una aleación. 24 quilates es oro puro (99.9%). 18k significa que 18 de las 24 partes son oro puro (75%), 14k significa 14 de 24 partes son oro puro (58.3%), y así sucesivamente. Cuanto menor es el número de quilates, mayor es la proporción de otros metales en la aleación, lo que generalmente aumenta la dureza pero reduce el valor.

¿Cómo puedo saber si una joya es de oro o plata auténtica?

Las joyas suelen llevar un sello o contraste que indica su pureza (por ejemplo, 925 para plata de ley, 750 para oro de 18k, 585 para oro de 14k). Sin embargo, estos sellos pueden falsificarse. Métodos más fiables incluyen pruebas de ácido (que deben ser realizadas por un profesional) o el uso de equipos electrónicos de prueba.

¿Es mejor el oro o la plata?

No hay uno "mejor" que el otro; son diferentes. El oro es generalmente más valioso, resistente al deslustre y viene en varios colores. La plata es más asequible, tiene un brillo blanco distintivo y es muy versátil. La elección depende de la preferencia personal, el presupuesto y el uso previsto de la joya.

¿Puedo usar mis joyas de oro y plata en la piscina o el mar?

No es recomendable. El cloro de las piscinas puede dañar y decolorar las aleaciones de oro y plata. El agua salada del mar, aunque menos dañina que el cloro, puede acelerar el deslustre de la plata y dejar residuos. Es mejor quitarse las joyas antes de nadar.

Conclusión

El oro y la plata son pilares de la orfebrería y la platería, metales con historias ricas y propiedades únicas que los hacen perfectos para la creación de objetos de belleza y valor. Ya sea el brillo eterno del oro o la luminosa elegancia de la plata, ambos metales continúan inspirando a artesanos y cautivando a quienes aprecian la maestría y el esplendor de las joyas. Comprender sus características y brindarles el cuidado adecuado asegura que estas preciosas posesiones puedan ser disfrutadas y apreciadas por muchos años.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Oro y Plata: El Alma de la Orfebrería puedes visitar la categoría Orfebreria.

Avatar photo

Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

Subir