¿Cómo se llama el oficio de hacer joyas?

La Joyería: Historia, Tipos y Significado

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Las joyas, en sus incontables manifestaciones, han servido históricamente como elementos de adorno y embellecimiento del cuerpo a lo largo y ancho de todas las culturas y continentes. Más allá de su función estética, estos objetos han desempeñado roles diversos, desde cubrir partes del cuerpo bajo el concepto del pudor hasta, irónicamente, destacarlas. Su uso se extiende a la representación simbólica de características individuales y creencias, e incluso a fines religiosos o rituales, funcionando como amuletos con significados que abarcan desde la protección y la suerte hasta la riqueza o la defensa contra el mal de ojo.

¿Qué marcas de joyería son buenas?
TOP 10 DE LAS MARCAS DE JOYERÍA MÁS RECONOCIDAS DE 20231TIFFANY & CO. En un principio se llamó Tiffany & Young, empezó siendo una tienda de artículos de papelería en Nueva York desde 1837. ...2HARRY WINSTON. ...3CARTIER. ...4CHOPARD. ...5VAN CLEEF & ARPELS. ...6GRAFF. ...7DAVID YURMAN. ...8BUCCELLATI.

La palabra joya tiene raíces en el francés antiguo "jouel", derivado del latín "jocale", que curiosamente significa juguete o chuchería. Su sinónimo, alhaja, proviene del árabe andalusí "الحَاجَ" (alḥáŷa), que se traduce como "cosa valiosa", y este del árabe clásico "حَاجَة" (ḥāŷah, "necesidad") o حِلْيَة (ḥilyah, "ornamento"). Tradicionalmente, una joya se fabrica utilizando piedras y metales preciosos.

Si bien la expresión artística ha sido una constante en la joyería, otras funciones como la simbólica o la de denotar estatus fueron, durante mucho tiempo, las más importantes. No fue sino hasta finales del siglo XIX, con maestros como Peter Carl Fabergé y René Lalique, que el arte comenzó a prevalecer como función principal, una tendencia que perdura en la actualidad.

Índice de Contenido

¿De Qué Materiales Están Hechas las Joyas?

La creación de joyería se ha basado tradicionalmente en materiales de gran valor. Esto incluye piedras preciosas, monedas y, fundamentalmente, metales preciosos en estado puro o, más comúnmente, en aleaciones. El bronce, por ejemplo, fue muy usado por los romanos. La joyería fina moderna emplea oro, platino, paladio, titanio y plata.

En América y Europa, la joyería de oro suele ser una aleación cuya pureza se mide en quilates (K). En América, la pureza mínima es de 10K (41,7% oro puro), mientras que en el Reino Unido es de 9K (37,5%). Es habitual encontrar joyas de 18K (75% oro puro). Aleaciones más puras, como 22K (91,6%) y 24K (99,9%), son consideradas demasiado blandas para uso común en joyería en estas regiones, aunque son extensamente utilizadas en Asia, Oriente Medio y África. Las aleaciones de platino varían entre 900 (90%) y 950 (95%) de pureza. La plata utilizada en joyería es usualmente la plata sterling, con 92,5% de pureza. En la bisutería, otro material común es el acero inoxidable.

Además de los metales y piedras preciosas, se emplean otros materiales como el vidrio, notable en esmaltes; la madera, trabajada de múltiples formas; conchas y otros productos orgánicos como hueso, marfil, perlas, coral, y ámbar. La arcilla, polímeros moldeables e incluso materiales plásticos también forman parte de la amplia gama de materiales usados en joyería y bisutería.

Algunas gemas, como la amatista, han visto devaluado su precio debido a la mejora en métodos de extracción e importaciones. Otras, como el diamante, han sido parcialmente sustituidas por piedras sintéticas de aspecto similar, como el circonio cúbico o circonita.

Técnicas de Elaboración en Orfebrería y Platería

Los artesanos joyeros y plateros han desarrollado a lo largo de la historia una gran variedad de técnicas para dar forma a los materiales. Estas incluyen la forja, fundición, soldadura, corte, esculpido y las llamadas «uniones frías», que utilizan adhesivos, cierres y remaches para unir distintas partes de la pieza.

El trabajo con cuentas perforadas es una técnica muy extendida, utilizando materiales como cristal, piedras preciosas, metal, madera o arcilla. Con ellas se crean collares, brazaletes, pendientes, cinturones y anillos. Las cuentas más pequeñas, conocidas como abalorios, se usan para formar tejidos, a menudo mediante técnicas de bordado sobre soportes de tela. El bordado de abalorios, popular en la época victoriana, ha experimentado un resurgimiento y es muy común en diversas culturas africanas.

El trabajo con vidrio ha evolucionado, especialmente con maestros venecianos de Murano, quienes crearon cuentas y nuevos materiales como el cristal veneciano, el cristal con partículas de cobre (piedra oro), el vidrio coloreado formando dibujos (millefiori), el vidrio lattimo y la imitación de piedras preciosas.

Otras técnicas sofisticadas mencionadas en contextos históricos incluyen el esmaltado cloisonné, el grabado, la granulación (reintroducida en el siglo XX por Elizabeth Treskow) y la filigrana.

Un Viaje por la Historia de las Joyas

La historia de la joyería es tan antigua como la humanidad, reflejando la evolución de las sociedades, sus creencias y su tecnología. Cada cultura y período ha dejado su impronta única.

Los Orígenes Más Antiguos

Las joyas más antiguas conocidas provienen de la necrópolis de Varna, Bulgaria, datada entre 4.600 y 4.000 años a. C. Se han hallado adornos como pulseras, colgantes y broches, mostrando la temprana importancia de estos objetos.

Antiguo Egipto

Hace 3.000-5.000 años, el Antiguo Egipto ya producía manufacturas de joyería. Los egipcios valoraban el oro por su escasez y facilidad de manejo. En el periodo predinástico, las joyas se convirtieron en símbolos de estatus y poder religioso. No solo adornaban a los vivos, sino que también formaban parte esencial del ajuar funerario.

Junto al oro, utilizaban vidrios coloreados y piedras preciosas, dando gran importancia a los colores por su significado (el verde simbolizaba la fertilidad). La producción se realizaba en grandes talleres. Materiales como el lapislázuli y la plata eran importados. Los diseños egipcios influyeron notablemente en la joyería fenicia y, a través del comercio, en piezas persas.

Mesopotamia

Hace aproximadamente 4.000 años, en ciudades como Sumeria y Acad, la elaboración de joyas se consolidó como un oficio crucial. Las excavaciones en las Tumbas Reales de Ur (2900-2300 a.C.), incluyendo la tumba de Puabi, han revelado una riqueza en objetos de oro, plata y piedras semipreciosas, como coronas de lapislázuli con figuras de oro, gargantillas y adornos para el cabello. Asirios de ambos sexos portaban grandes cantidades de joyas: amuletos, brazaletes para el tobillo, pesados collares y sellos.

La joyería mesopotámica a menudo se hacía con metal en láminas finas, adornadas con numerosas piedras coloreadas brillantes (ágatas, lapislázuli, cornalina, jaspe). Las formas predilectas eran hojas, espirales, conos y racimos de uvas. Se crearon joyas no solo para personas, sino también para estatuas e ídolos, empleando técnicas sofisticadas como el esmaltado cloisonné, grabado, granulación y filigrana.

Antigua Grecia

Los griegos comenzaron a usar oro y gemas en joyería hacia el 1600 a.C. Para el 300 a.C., se especializaron en joyas coloreadas con amatistas, perlas y esmeraldas, y fueron pioneros en el uso de camafeos a partir del sardónice indio. Inicialmente, la joyería griega era más simple, pero ganó en complejidad y materiales con el tiempo.

Las joyas se usaban principalmente en apariciones públicas u ocasiones especiales, a menudo como regalo. Eran llevadas sobre todo por mujeres para mostrar riqueza, estatus y belleza. Algunas piezas buscaban proteger del “mal de ojo” o conferir poderes, mientras otras tenían simbolismo religioso, dedicadas a los dioses. La mayor producción se centraba en el norte de Grecia y Macedonia.

Trabajaban con moldes (vertiendo metal en moldes de piedra o arcilla, técnica desde la Edad de Bronce tardía) y, más comúnmente, con planchas de metal amartilladas y soldadas, rellenando el interior y usando estampado o grabado para crear motivos, añadiendo cavidades para vidrio. Los diseños griegos absorbieron influencias externas (Asia, Roma), aunque también desarrollaron formas autóctonas, como los colgantes de mariposa encontrados cerca de Olbia.

Antigua Roma

Tras conquistar gran parte de Europa, Roma estandarizó los diseños de joyería, aunque las tribus bárbaras mantenían su diversidad. Una pieza romana distintiva era el broche o fíbula, usado para sujetar la ropa. Emplearon una amplia gama de materiales disponibles en su vasto imperio: oro, cuentas de cristal, perlas, zafiros de Sri Lanka, diamantes indios, esmeraldas, ámbar y, en Britania, azabache esculpido. En Italia, trabajaban el oro nativo para cierres, collares, pendientes, brazaletes y colgantes para perfume.

Al igual que los griegos, a menudo buscaban protección contra el mal de ojo. Las mujeres usaban muchas joyas, mientras los hombres solían llevar un solo anillo, a veces en cada dedo. El anillo más común era el signatario, con una gema esculpida con el nombre o signo del propietario, usado para sellar documentos, una práctica que continuó en la Edad Media. Tras la caída del Imperio, los diseños romanos se integraron en las culturas vecinas.

Edad Media Europea y Bizantina

Tras Roma, Europa continuó la elaboración de joyas, destacando celtas y merovingios por su calidad, que a veces superaba a la bizantina. Fíbulas, amuletos y anillos signatarios eran comunes. Ejemplos notables incluyen el Tara Brooch celta y los torques como símbolo de estatus. En el siglo VIII, las armas también se adornaban. La joyería, salvo los anillos signatarios, parecía ser dominio femenino, como muestran ajuares funerarios. El arte celta usaba patrones continuos; el merovingio, figuras de animales estilizadas. Visigodos y anglosajones también produjeron trabajos de alta calidad (ej. Sutton Hoo). Las técnicas de cloisonné y el uso de granates fueron distintivos de este periodo.

El Imperio Bizantino continuó con características romanas, pero con un énfasis creciente en temas religiosos. Preferían el pan de oro al oro macizo y daban más importancia a las piedras y gemas. Al igual que en otras culturas, las joyas se enterraban con sus dueños.

Renacimiento y Era de los Descubrimientos

El siglo XVII y la era de los descubrimientos transformaron la joyería europea. El comercio global aumentó la disponibilidad de materiales y expuso a los artesanos a nuevas artes. La prioridad pasó del trabajo del metal al de las piedras preciosas y su engaste. Se popularizó el uso de grandes piedras. Comerciantes como Jean-Baptiste Tavernier trajeron gemas exóticas a Europa.

Periodo Napoleónico

Con la coronación de Napoleón en 1804, Francia revivió la grandeza en la joyería. Se popularizó el «aderezo», un conjunto armonioso de piezas (tiara, pendientes, anillo, broche, pulseras, collar). Las viudas de Napoleón lucieron notables conjuntos de diamantes. Los camafeos resurgieron, especialmente tras uno con la efigie de Napoleón. Este periodo marcó el inicio de la bisutería, usando materiales más económicos como escamas de pez para imitar perlas o camafeos de concha. Se acuñaron los términos «bisuteros» para quienes trabajaban materiales baratos y «joyeros» para quienes usaban materiales valiosos, distinción que perdura.

Romanticismo

A finales del siglo XVIII, el Romanticismo, influenciado por la arqueología y el interés por el arte medieval y renacentista, impactó la joyería. La Revolución Industrial y el surgimiento de la clase media aumentaron la demanda, llevando al desarrollo de la bisutería con procedimientos industriales y materiales sustitutos. Los joyeros de alta gama continuaron floreciendo, distinguiendo sus piezas por el trabajo artístico superior y el uso de materiales preciosos. Una categoría única fue la joyería de luto, popularizada en Inglaterra por la Reina Victoria tras la muerte del Príncipe Alberto, permitiendo llevar adornos (a menudo de azabache) durante el duelo.

En este periodo nacieron casas de joyería icónicas como Tiffany & Co. (1837, EE. UU.), Cartier SA (1847, Francia) y Bulgari (1884, Italia), marcando un cambio hacia estudios de producción frente al mecenazgo individual. También hubo colaboraciones transculturales, como artistas alemanes y japoneses trabajando Shakudō y filigrana. Las creaciones de Peter Carl Fabergé para la corte rusa, especialmente los Huevos de Fabergé, representan la cúspide de la orfebrería de la época.

Art Nouveau

Desde 1890, el Art Nouveau y movimientos afines (Jugendstil, Arts and Crafts, Modernismo catalán, etc.) exploraron nuevas estéticas. La joyería Art Nouveau se caracterizó por el uso de la figura femenina, el énfasis en el color mediante técnicas de esmaltado (basse-taille, champleve, cloisonné, plique-à-jour) y motivos orgánicos: orquídeas, lirios, vides, cisnes, pavos reales, serpientes, libélulas, criaturas mitológicas y siluetas femeninas.

René Lalique fue una figura central. Otros centros importantes fueron la Colonia de Artistas de Darmstadt y el Taller de Viena. Georg Jensen destacó en plata. El movimiento Arts & Crafts británico aportó diseños lineales. Este estilo reorientó el valor de la pieza, poniendo el foco en el diseño artístico por encima del valor intrínseco de las piedras preciosas. El esmaltado y las formas sinuosas fueron rasgos distintivos. Tras la Primera Guerra Mundial, la preferencia pública viró hacia un estilo más sobrio.

Art Deco

Entre 1920 y 1930, como reacción a la opulencia del Art Nouveau y en un contexto de posguerra, surgió el Art Deco, buscando formas más simples y la producción masiva de joyería de alta calidad. El movimiento Bauhaus alemán, con su integración de arte y artesanía, influyó en la simplificación estilística. La maestría técnica ganó valor, considerándose tan importante como el material. Elizabeth Treskow reinventó la técnica de la granulación en este periodo.

Asia

Asia posee un legado joyero milenario. El subcontinente indio destaca con una historia de 5.000 a 8.000 años, con la cultura del Valle del Indo (actual Pakistán y norte de India) entre las primeras. Hacia el 1500 a.C., creaban pendientes, collares, cuentas y pulseras rígidas de oro. La joyería china también comenzó en un periodo similar, expandiéndose significativamente con el budismo hace 2.000 años.

India mantuvo un desarrollo continuo de su arte joyero, influenciado por múltiples culturas pero conservando su identidad. Sus abundantes recursos permitieron una próspera exportación e intercambio.

Funciones y Simbolismo de las Joyas

A lo largo de la historia, las joyas han servido para denotar estatus. En la antigua Roma, solo ciertos rangos podían llevar anillos, existiendo leyes suntuarias que regulaban el tipo de joyas según el rango. Los dictados culturales también han sido cruciales; por ejemplo, los pendientes en hombres occidentales fueron considerados afeminados en los siglos XIX y XX, mientras que hoy día elementos como los pírsines son más aceptados. En la cultura hip hop, el término bling-bling se popularizó para referirse a un tipo de joyería llamativa.

Además del estatus, las joyas han simbolizado riqueza en la mayoría de las culturas. El valor intrínseco de los materiales y el trabajo las hicieron un medio para acumular riqueza y una moneda de cambio. En India, formaban parte del rito nupcial, con la dote entregada en joyas de oro.

La función de amuleto y protección contra el mal ha sido común, tomando diversas formas (símbolos, piedras, partes del cuerpo, glifos religiosos).

Recientemente, tras crisis económicas, la venta de joyas se ha vuelto cotidiana, emergiendo negocios de compra-venta, reflejando cómo las joyas siguen siendo vistas como un valor refugio o una forma de obtener liquidez.

Periodo HistóricoÉpoca AproximadaMateriales TípicosTécnicas NotablesFunción Destacada
Varna (Orígenes)4600-4000 a.C.Oro (?)Desconocido (Adornos pulidos)Adorno
Antiguo Egipto3000-5000 años atrásOro, Vidrio coloreado, Piedras preciosasGrandes talleresEstatus, Religión, Ajuar funerario
Mesopotamia4000 años atrásOro, Plata, Piedras semipreciosas (Ágata, Lapislázuli, Cornalina, Jaspe)Cloisonné, Grabado, Granulación, FiligranaAdorno (personas, estatuas), Estatus
Antigua Grecia1600 a.C. - 27 a.C.Oro, Gemas (Amatistas, Perlas, Esmeraldas), SardóniceMoldes, Planchas metálicas, Estampado, Grabado, Adición de vidrioApariciones públicas, Regalo, Estatus, Protección
Antigua RomaPost-GreciaOro, Cristal, Perlas, Zafiros, Diamantes, Esmeraldas, Ámbar, AzabacheEsculpido (gemas), Trabajo de oro nativo, UnionesProtección, Estatus (anillos signatarios)
Edad Media (Europa)Post-Imperio RomanoOro (pan de oro), Granates, Bronce, EsmalteCloisonné, Filigrana, Trabajo con esmalteAdorno, Amuleto, Estatus (Torques), Señal (anillos signatarios)
BizantinoPost-Imperio RomanoPan de oro, Piedras y gemasÉnfasis en engasteReligión, Estatus
RenacimientoSiglo XVIIMetales preciosos, Piedras preciosas (grandes)Énfasis en engasteAdorno, Estatus
Periodo Napoleónico1804 onwardsOro, Diamantes, Piedras semipreciosas, Vidrio, ConchaCreación de conjuntos (aderezo), Inicio bisuteríaEstatus, Moda
RomanticismoFinales s. XVIII - s. XIXMetales preciosos, Piedras preciosas, Azabache, Materiales más económicosTécnicas industriales, Granulación (revival)Estatus, Moda, Joyería de luto
Art Nouveau1890 onwardsMetales, Esmalte, Piedras preciosas, Materiales orgánicosEsmaltado (varias técnicas), Formas sinuosasArte, Diseño artístico
Art Deco1920-1930Metales, Piedras preciosas, Materiales variadosFormas simples, Producción masiva, GranulaciónArte, Diseño estilizado
India (Valle del Indo)5000-8000 años atrásOro, CuentasDesconocido (Piezas pulidas, tejidas?)Adorno

Preguntas Frecuentes sobre Joyería

¿Qué es la diferencia entre joyería y bisutería?

Tradicionalmente, la diferencia radica en los materiales. La joyería fina se elabora con metales y piedras preciosas, mientras que la bisutería utiliza materiales más económicos o sustitutos, aunque el diseño artístico puede ser similar.

¿Cuál es la joya más antigua encontrada?

Las joyas más antiguas conocidas provienen de la necrópolis de Varna en Bulgaria, datadas entre 4.600 y 4.000 años a. C.

¿Por qué se usan las joyas además de para adornar?

Las joyas tienen múltiples funciones: simbolizar estatus y riqueza, servir como amuletos de protección o suerte, tener fines religiosos o rituales, e incluso, en algunos contextos culturales, cubrir o destacar partes del cuerpo.

¿Cómo se medía la pureza del oro en joyería?

La pureza del oro en joyería se mide comúnmente en quilates (K). 24K es oro casi puro (99,9%), mientras que aleaciones como 18K (75% oro) o 14K (58,3% oro) son más habituales para darles dureza.

¿Qué son las "uniones frías" en joyería?

Son métodos para unir partes de una joya sin usar calor, como la soldadura. Incluyen el uso de adhesivos, cierres o remaches.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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