El Tupu Mapuche: Significado y Simbolismo

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En el vasto y rico universo de la platería mapuche, cada pieza cuenta una historia, cada forma encierra un significado profundo. Entre ellas, el Tupu emerge como un elemento fundamental, no solo por su función práctica sino por su carga simbólica y su relevancia histórica dentro del ajuar femenino. Este broche, testigo silencioso de tradiciones ancestrales y de la maestría de los orfebres mapuche, es un punto de encuentro entre la utilidad cotidiana y la cosmovisión de un pueblo resiliente.

¿TUPU mapuche significado?
Pieza de plata formada por un segmento alargado o alfiler, que ocupa la mayor parte de la pieza a nivel longitudinal, finalizando con un disco.

La platería mapuche, conocida como rütrafe, es una de las manifestaciones artísticas más reconocidas de este pueblo originario. Durante siglos, desarrollaron técnicas sofisticadas para trabajar la plata, creando piezas de gran belleza y profundo significado cultural. El Tupu se inscribe en esta rica tradición, siendo una de las piezas más antiguas y emblemáticas que forman parte del ajuar de la mujer mapuche.

Índice de Contenido

Función Esencial en el Ajuar Femenino

La función principal y más conocida del Tupu es la de servir como broche. Su propósito esencial es unir y sujetar la ikülla, el tradicional manto o chal que visten las mujeres mapuche. Este manto, al ser asegurado con el Tupu, no solo proporciona abrigo y modestia, sino que también se convierte en el lienzo donde se exhibe esta importante pieza de platería.

Pero la utilidad del Tupu no se limita a ser un simple broche. A menudo, su estructura sólida y prominente permite que actúe como soporte para otras joyas y ornamentos que complementan el ajuar femenino. De esta manera, el Tupu se convierte en el punto focal desde el cual cuelgan o se sujetan otras piezas, creando un conjunto armonioso y visualmente impactante que refleja el estatus, la identidad y la historia personal de quien lo porta.

El ajuar femenino mapuche, compuesto por diversas piezas de plata como aros (chaway), prendedores (trapelacucha, süküll), cinturones (trariwe) y el propio Tupu, no es meramente decorativo. Cada elemento tiene un nombre, una función y un significado específico dentro de la cultura, y su conjunto representa la riqueza, la conexión con los antepasados y la identidad cultural de la mujer que lo lleva.

Forma, Materiales y Su Conexión con la Tierra

En cuanto a su forma física, el Tupu se caracteriza por ser generalmente un disco plano, aunque existen variaciones en tamaño y diseño a lo largo del tiempo y las regiones. Este disco es atravesado por un largo alfiler o punzón que es el que permite sujetar la tela de la ikülla.

El material predilecto para la elaboración del Tupu, como para la mayor parte de la platería mapuche, ha sido la plata. Este metal, valorado por su brillo, maleabilidad y durabilidad, adquirió una enorme importancia económica y simbólica para el pueblo mapuche a partir del contacto con los españoles. Sin embargo, también es común encontrar Tupu elaborados con una aleación de plata y cobre, lo que demuestra la adaptación de los orfebres a los materiales disponibles y las técnicas de trabajo del metal.

La forma discoidal plana del Tupu es uno de sus aspectos más significativos. Investigadores y conocedores de la cultura mapuche vinculan esta forma directamente con las bases filosóficas y espirituales de su cosmovisión. Se presume que el disco plano representa la planicie de la tierra, el mapu, que en la cosmovisión mapuche es el espacio donde se desarrolla la vida, un plano fundamental dentro de su estructura del cosmos. Llevar el Tupu, en este sentido, podría interpretarse como llevar consigo una representación simbólica de la tierra misma, fuente de vida y sustento.

Simbolismo de la Iconografía: Fertilidad, Prosperidad y Bienestar

Además de la forma general del disco, la iconografía que se graba, repuja o cala en la superficie del Tupu añade capas adicionales de significado. Estos diseños no son aleatorios; son portadores de símbolos ancestrales que se relacionan con aspectos fundamentales para la vida del pueblo mapuche.

Entre los significados asociados a la iconografía del Tupu se encuentran la fertilidad, tanto de la tierra como de las personas; la prosperidad, entendida no solo en términos materiales sino también en la abundancia de vida y bienestar; y el bienestar general de la familia y la comunidad. Los motivos pueden incluir representaciones abstractas, figuras geométricas o estilizadas que aluden a elementos de la naturaleza, animales o conceptos espirituales. Cada Tupu, con su diseño particular, puede ser visto como un objeto que atrae o invoca estas fuerzas positivas, protegiendo a su portadora y a su entorno.

La complejidad y riqueza de la iconografía varían enormemente de una pieza a otra, reflejando la habilidad del rütrafe y, posiblemente, también la historia o el linaje de la familia a la que pertenecía el Tupu. Estudiar estos diseños es adentrarse en un lenguaje visual que comunica aspectos profundos de la identidad y las creencias mapuche.

¿TUPU mapuche significado?
Pieza de plata formada por un segmento alargado o alfiler, que ocupa la mayor parte de la pieza a nivel longitudinal, finalizando con un disco.

Una Historia que se Mide en Plata y Tamaño

La historia del Tupu es larga y fascinante. Si bien su uso fue muy extendido durante el siglo XIX, diversas investigaciones, como las de Reccius (1983), sitúan su origen mucho antes, a mediados del siglo XVII. Esto lo convierte en una de las primeras piezas de platería que se incorporaron de manera sistemática al ajuar femenino mapuche, lo que subraya su importancia fundacional.

Un aspecto interesante en la evolución del Tupu es la tendencia a incrementar su tamaño con el paso del tiempo, particularmente observable desde comienzos del siglo XVIII. Los primeros Tupu podrían haber sido más modestos en sus dimensiones, pero gradualmente se hicieron más grandes y elaborados.

Esta evolución en el tamaño ha sido objeto de estudio e interpretación. Morris (1997) ha sugerido una hipótesis convincente: las dimensiones de las piezas de platería, incluido el Tupu, podrían haber guardado una relación directa con la cantidad de plata que poseían los mapuche. En una sociedad donde la plata se convirtió en una forma de acumular riqueza y prestigio, poseer joyas grandes y pesadas era una manera tangible y visible de manifestar la riqueza económica y el estatus social de una familia. Así, un Tupu imponente no solo era una joya de gran valor artístico y simbólico, sino también un símbolo de prosperidad material.

Este vínculo entre el tamaño del Tupu y la riqueza nos permite ver estas piezas no solo como objetos de arte o uso, sino también como documentos materiales de la economía y la estructura social mapuche en diferentes periodos históricos.

El Tupu en Tiempos de Cambio: Mercado y Coleccionismo

La historia del Tupu y la platería mapuche tomaría un giro significativo hacia fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Este periodo estuvo marcado por profundos cambios sociales y económicos para el pueblo mapuche, derivados del proceso de Ocupación de la Araucanía por parte del Estado chileno y la posterior reducción de su territorio a pequeñas reservaciones.

El empobrecimiento forzado que resultó de este proceso llevó a que muchas familias mapuche se vieran en la necesidad de vender sus valiosas piezas de platería, que habían sido acumuladas a lo largo de generaciones como reserva de valor y símbolos de identidad. Esta dolorosa circunstancia, aunque perjudicial para el patrimonio mapuche in situ, impulsó la emergencia de un importante mercado de objetos indígenas.

Comerciantes y coleccionistas, conscientes del valor material y cultural de estas piezas, pudieron acopiar grandes volúmenes de objetos, especialmente de plata. En este contexto, figuras como Pedro Doyharcabal, un comerciante de origen vasco-francés establecido en Cholchol en 1893, jugaron un papel destacado. Durante más de treinta años, Doyharcabal se dedicó a adquirir y reunir una vasta y valiosa colección de platería mapuche, incluyendo numerosos Tupu de diversos tamaños y estilos, además de otras tipologías de objetos.

La colección de Doyharcabal es un testimonio de la riqueza y diversidad de la platería mapuche de la época, aunque su formación esté ligada a un periodo de dificultad para el pueblo creador de estas obras. En 1946, esta importante colección fue adquirida por la Universidad de Chile para ser incorporada al Museo de Arte Popular Americano (MAPA), donde hasta el día de hoy constituye una de las fuentes más importantes para el estudio y la valoración de la platería mapuche. La historia de estas colecciones nos recuerda la compleja interacción entre la creación cultural, los procesos históricos y la preservación del patrimonio.

Características Principales del Tupu Mapuche

AspectoDescripción
Función PrincipalBroche para unir la ikülla (manto/chal) y soporte para otras joyas del ajuar femenino.
Forma TípicaDisco plano con un alfiler o punzón.
MaterialesPrincipalmente plata, también aleaciones de plata y cobre.
Antigüedad EstimadaDesde mediados del siglo XVII.
Evolución NotoriaTendencia al incremento de tamaño desde el siglo XVIII.
Simbolismo de la FormaRepresenta la planicie de la tierra (mapu) en la cosmovisión mapuche.
Simbolismo de la IconografíaRelacionado con la fertilidad, prosperidad, bienestar, elementos naturales y espirituales.
Posible Significado del TamañoIndicador de riqueza económica y estatus social (hipótesis de Morris).
Contexto Histórico RelevanteMercado de coleccionismo a fines del XIX y principios del XX debido a la situación post-Ocupación de la Araucanía.

Preguntas Frecuentes sobre el Tupu Mapuche

¿Qué significa la palabra Tupu?
El texto proporcionado se centra en el objeto y su simbolismo, no en la etimología exacta de la palabra en mapudungun, pero se refiere a este broche o alfiler.
¿Cuál es la función principal de un Tupu?
Su función principal es la de broche para sujetar el manto o chal (ikülla) de la mujer mapuche. También puede servir para colgar otras joyas del ajuar.
¿De qué materiales se fabricaba el Tupu?
Se fabricaba principalmente de plata, aunque también se utilizaban aleaciones de plata con cobre.
¿Qué simboliza la forma del Tupu?
La forma de disco plano se vincula a la representación de la planicie de la tierra (mapu) en la cosmovisión mapuche.
¿Qué representan los diseños en un Tupu?
La iconografía puede representar la fertilidad, la prosperidad, el bienestar, elementos de la naturaleza y otros conceptos importantes para la cultura y espiritualidad mapuche.
¿Por qué variaba el tamaño de los Tupu?
Una hipótesis es que el tamaño, que tendió a aumentar desde el siglo XVIII, podía estar relacionado con la cantidad de plata que poseía una familia, siendo un signo de riqueza.
¿Es el Tupu una pieza antigua?
Sí, las investigaciones sugieren su uso desde mediados del siglo XVII, siendo una de las piezas más antiguas del ajuar femenino mapuche.
¿Dónde se pueden encontrar ejemplos de Tupu históricos?
Importantes colecciones de Tupu históricos se encuentran en museos, como la colección de Pedro Doyharcabal que forma parte del MAPA en la Universidad de Chile.

En resumen, el Tupu mapuche es una pieza fundamental de la platería y el ajuar femenino, cuyo estudio nos revela la riqueza cultural, espiritual, histórica y económica del pueblo mapuche. Es un objeto que trasciende su función práctica para convertirse en un poderoso símbolo de identidad, conexión con la tierra y manifestación de la resiliencia de un pueblo que ha sabido plasmar su cosmovisión en la nobleza de la plata.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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