El Arte Ancestral de la Orfebrería y Platería

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Desde los albores de la civilización, la humanidad ha sentido una fascinación innata por los metales preciosos. El oro y la plata, con su brillo inmutable y su maleabilidad, no solo sirvieron como medio de intercambio, sino que también se convirtieron en el lienzo para expresiones artísticas de inigualable belleza y significado. Este es el reino de la orfebrería y la platería, dos disciplinas hermanas que combinan la maestría técnica con una profunda sensibilidad artística para crear objetos que trascienden el tiempo.

La orfebrería y la platería son oficios milenarios que se dedican a trabajar metales preciosos, principalmente oro (orfebrería) y plata (platería), para crear joyas, objetos decorativos, utensilios y piezas litúrgicas. Aunque a menudo se usan indistintamente para referirse al trabajo con metales preciosos, tradicionalmente, la orfebrería se centraba en el oro y la platería en la plata, si bien hoy en día los orfebres y plateros suelen dominar el trabajo con ambos materiales, así como con otros metales como el platino o el cobre.

Índice de Contenido

Un Vistazo Histórico: El Legado de los Metales Preciosos

La historia de la orfebrería y la platería es tan antigua como la propia historia de la humanidad. Las primeras evidencias de trabajo con oro datan de miles de años antes de Cristo en civilizaciones como la egipcia, mesopotámica y minoica. Estas culturas ya dominaban técnicas rudimentarias para transformar el metal en joyas y objetos rituales, demostrando un conocimiento sorprendente de sus propiedades.

En la Edad Antigua, griegos y romanos elevaron el arte de la orfebrería a nuevas alturas, creando piezas de gran sofisticación técnica y estética. La Edad Media vio florecer la platería, especialmente en la elaboración de objetos religiosos y suntuosos para la nobleza. El Renacimiento trajo consigo un auge en ambas disciplinas, con artistas como Benvenuto Cellini que se convirtieron en maestros reconocidos, fusionando el arte con la técnica de una manera sin precedentes.

La llegada de metales preciosos de América en la época de los descubrimientos impulsó enormemente la platería en Europa, dando lugar a la creación de grandes vajillas, mobiliario y ornamentos. Cada época y cultura ha dejado su impronta en este arte, desde la sobriedad nórdica hasta la exuberancia barroca, pasando por la delicadeza Art Nouveau o las líneas geométricas Art Déco. Hoy en día, orfebres y plateros continúan esta rica tradición, explorando nuevas formas, materiales y técnicas.

Los Materiales: Más Allá del Oro y la Plata Puros

Si bien el oro y la plata son los protagonistas, el trabajo de orfebrería y platería involucra el uso de otros materiales y aleaciones para conferir a los metales las propiedades deseadas, como dureza, color o durabilidad. El oro puro es muy blando para la mayoría de las aplicaciones, por lo que se alea con otros metales como cobre, plata, níquel, zinc o paladio para aumentar su resistencia. La pureza del oro se mide en Kilates (K), siendo 24K oro puro. Las aleaciones más comunes son 18K (75% oro), 14K (58.3% oro) y 10K (41.7% oro).

La plata pura (999 milésimas) también es relativamente blanda. La aleación más común utilizada en platería es la plata de ley, que contiene 92.5% de plata y 7.5% de otros metales, generalmente cobre. Esta aleación se conoce como Ley 925 o plata sterling. Otros estándares de ley existen, como la Ley 800 (80% plata) utilizada en algunos países europeos.

Además de los metales base, la orfebrería y platería a menudo incorporan piedras preciosas (diamantes, rubíes, zafiros, esmeraldas), semipreciosas (amatistas, topacios, granates) y otros materiales orgánicos como perlas, coral o marfil (aunque el uso de este último está restringido). El conocimiento de la gemología es, por tanto, un complemento esencial para el orfebre y platero.

Técnicas Fundamentales del Oficio

El arte de transformar un lingote o lámina de metal en una obra de arte requiere el dominio de una amplia gama de técnicas. Algunas de las más importantes incluyen:

Fundición

Proceso mediante el cual el metal se calienta hasta su punto de fusión y se vierte en un molde. Permite crear formas complejas o duplicar diseños. Existen diversas técnicas de fundición, como la fundición a la cera perdida, muy utilizada en joyería fina.

Forja

Consiste en dar forma al metal golpeándolo con un martillo sobre un yunque. Permite estirar, aplanar o curvar el metal, modificando su estructura interna y endureciéndolo.

Soldadura

Unión de dos o más piezas de metal mediante la aplicación de calor y un metal de aportación (soldadura), cuyo punto de fusión es inferior al de las piezas a unir. Es fundamental para ensamblar componentes.

Cincelado

Técnica decorativa que consiste en trabajar el metal con cinceles y martillos para crear relieves, texturas o patrones sobre su superficie. Permite añadir detalles finos y ornamentación.

Repujado

Similar al cincelado, pero se trabaja el metal desde el reverso para crear un relieve en el anverso. A menudo se combina con el cincelado para definir los detalles.

Engaste

El proceso de fijar una piedra preciosa o semipreciosa a una pieza de metal. Existen múltiples tipos de engaste, como el engaste de garras, de bisel, a grano, o invisible, cada uno con su propia estética y seguridad para la piedra.

Filigrana

Técnica que utiliza hilos finos de metal, a menudo retorcidos, para crear patrones intrincados que se sueldan a una base o entre sí. Es una técnica delicada que produce piezas ligeras y caladas, muy populares en diversas culturas.

Esmaltado

Aplicación de una sustancia vítrea coloreada sobre la superficie del metal, que se funde a altas temperaturas para formar una capa duradera y brillante. Hay diferentes técnicas como el cloisonné, champlevé o esmalte a fuego.

Pulido

Proceso final para dar brillo a la superficie del metal, eliminando rayones y marcas de herramientas. Se utilizan abrasivos de diferente grano hasta obtener el acabado deseado.

Platería vs. Orfebrería: Similitudes y Diferencias

Aunque comparten muchas técnicas y herramientas, el trabajo con oro y plata presenta algunas diferencias clave:

CaracterísticaOrfebrería (Oro)Platería (Plata)
Material PrincipalOro y sus aleacionesPlata y sus aleaciones (Ley 925)
Maleabilidad/DuctilidadGeneralmente mayor que la plataAlta, pero menor que el oro puro
DensidadMuy alta (el oro es muy pesado)Menor que la del oro
Punto de FusiónVaría según la aleación (aprox. 900-1064°C)Varía según la aleación (aprox. 800-961°C)
Resistencia a la CorrosiónExcelente (no se oxida ni empaña)Se empaña (sulfura) con el tiempo
Aplicaciones TípicasJoyería fina, objetos pequeños de lujoVajilla, objetos decorativos grandes, joyería
Costo del MaterialSignificativamente más altoMenor que el oro

Históricamente, la platería tendía a centrarse en objetos utilitarios o decorativos de mayor tamaño debido a la mayor disponibilidad y menor costo de la plata en comparación con el oro, que se reservaba para joyería personal y objetos de gran valor simbólico o religioso.

El Valor de una Pieza de Orfebrería o Platería

El valor de una pieza no se determina únicamente por el peso del metal precioso que contiene. Es una combinación de varios factores:

  • Peso y Pureza del Metal: La cantidad y la ley (Kilates o Ley) del oro o la plata son fundamentales.
  • Maestría Técnica y Artística: La complejidad de las técnicas empleadas (un buen Engaste, una Filigrana perfecta, un Cincelado detallado) y la habilidad del artesano.
  • Diseño y Originalidad: Una pieza con un diseño único, innovador o particularmente estético.
  • Estado de Conservación: La ausencia de daños, desgaste o reparaciones mal hechas.
  • Antigüedad e Historia: Las piezas antiguas, especialmente si tienen procedencia conocida o están asociadas a eventos o personas importantes, pueden tener un valor histórico y coleccionista significativo.
  • Firma del Artista o Taller: Las obras de maestros reconocidos o talleres de prestigio suelen alcanzar precios más altos.

Apreciar una pieza de orfebrería o platería implica mirar más allá del simple brillo del metal; es reconocer el tiempo, el conocimiento y la pasión que el artesano ha invertido en su creación.

Cuidado y Mantenimiento

Para preservar la belleza de las piezas de orfebrería y platería, es importante cuidarlas adecuadamente:

  • Limpieza: La plata tiende a empañarse (sulfurarse) con el tiempo debido a la exposición al aire y compuestos de azufre. Se puede limpiar con productos específicos para plata o métodos caseros (como bicarbonato de sodio y papel de aluminio). El oro es más resistente, pero puede perder brillo. Se limpia con agua tibia, jabón suave y un cepillo blando.
  • Evitar Productos Químicos: Perfumes, lacas para el cabello, cloro de piscinas y productos de limpieza pueden dañar o empañar los metales y las piedras. Es recomendable quitarse las joyas antes de usarlos.
  • Almacenamiento: Guardar las piezas individualmente, preferiblemente en bolsas de tela suave o joyeros forrados, para evitar que se rayen entre sí y reducir la exposición al aire en el caso de la plata.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo saber si una pieza de plata es auténtica?

Las piezas de plata de ley suelen llevar un contraste o sello que indica su pureza, como "925", "Sterling", o marcas del fabricante o país de origen. La ausencia de sello no siempre significa que no sea plata, especialmente en piezas muy antiguas o artesanales, pero un sello reconocido es una buena indicación.

¿Qué significa el número en un sello de oro, como 750 o 585?

Estos números indican la pureza del oro en milésimas. 750 corresponde a 750/1000 partes de oro puro, es decir, 18 Kilates. 585 corresponde a 585/1000 partes de oro puro, es decir, 14 Kilates. 999 es oro puro (24K).

¿Se puede reparar cualquier pieza de orfebrería o platería?

La mayoría de las piezas pueden ser reparadas por un profesional cualificado. Las reparaciones comunes incluyen soldar roturas, reemplazar engastes o piedras, o restaurar el acabado. Sin embargo, las piezas muy dañadas o con técnicas complejas pueden presentar desafíos.

¿Es lo mismo el oro blanco que el platino?

No, son metales diferentes. El oro blanco es una aleación de oro amarillo con metales blancos como paladio o níquel, y a menudo se le da un baño de rodio para un acabado más brillante. El platino es un metal precioso distinto, naturalmente blanco, más denso, más resistente al desgaste y generalmente más caro que el oro.

¿Por qué la plata se pone negra?

La plata reacciona con el sulfuro de hidrógeno presente en el aire y en ciertos materiales (como la goma o algunos tejidos), formando sulfuro de plata, que es una capa oscura o negra sobre la superficie. Este proceso se llama sulfuración o empañamiento.

En conclusión, la orfebrería y la platería son mucho más que simples oficios; son artes que conectan el pasado con el presente, transformando metales inertes en objetos cargados de historia, belleza y significado. Cada pieza es un testimonio de la habilidad humana para moldear la materia y capturar la luz en formas perdurables, un legado brillante que continúa fascinándonos a través de los siglos.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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