¿Qué son las Criollas en Joyería?

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En el vasto y brillante universo de la joyería, hay piezas que trascienden las modas pasajeras para convertirse en verdaderos iconos de estilo. Entre ellas, destacan con luz propia los pendientes de aro, conocidos popularmente en muchas regiones como criollas. Estas joyas, de forma circular o semicircular, son un básico indispensable que adorna rostros de todas las edades y estilos, aportando un toque de elegancia, audacia o sencillez, según su tamaño y diseño.

¿Qué es una criolla en joyería?
También conocidas como creolas o aros, las criollas consisten en un aro que rodea el lóbulo de la oreja y termina en la parte posterior. Algunas criollas son autónomas, mientras que otras se sujetan a la oreja con un pasador más un tapón. Antiguamente eran las joyas de piratas y marineros y tenían un gran significado.

Pero, ¿qué define exactamente a una criolla en joyería? En esencia, una criolla es un pendiente con la forma característica de un aro cerrado o casi cerrado. Aunque el término puede variar ligeramente su connotación según la geografía, generalmente se refiere a los pendientes de aro clásicos, que pueden variar enormemente en tamaño, grosor y el material del que están hechos. Su atractivo reside precisamente en su simplicidad geométrica y su increíble versatilidad.

Índice de Contenido

Un Viaje a Través del Tiempo: La Historia de los Pendientes de Aro

La historia de los pendientes de aro es tan antigua como la civilización misma. Estas joyas no son un invento moderno; de hecho, se han encontrado evidencias de su uso en culturas milenarias. Desde el antiguo Egipto, donde eran usados tanto por hombres como por mujeres de todas las clases sociales como símbolo de estatus y belleza, hasta las civilizaciones mesopotámicas, griegas y romanas, los aros han sido una constante en la expresión personal a través de la joyería.

En muchas culturas africanas y de Oriente Medio, los aros han tenido y siguen teniendo un profundo significado cultural y espiritual, a menudo asociados con la identidad tribal, el paso a la adultez o la protección espiritual. Con el paso del tiempo y la expansión de las rutas comerciales, los pendientes de aro llegaron a Europa y América, adaptándose a los estilos y materiales disponibles en cada época.

Durante el Renacimiento y épocas posteriores, los aros se mantuvieron populares, aunque sus diseños evolucionaron. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando los pendientes de aro, incluyendo lo que hoy llamamos criollas, experimentaron un resurgimiento masivo, asociándose con movimientos culturales, la moda de los años 70 y 80, y convirtiéndose en un símbolo de empoderamiento y autoexpresión. Hoy en día, siguen siendo una pieza fundamental, demostrando su carácter atemporal.

Materiales que Dan Vida a las Criollas

La belleza y durabilidad de una criolla dependen en gran medida del material con el que ha sido fabricada. Los orfebres y joyeros utilizan una amplia gama de metales para crear estas piezas, cada uno con sus propias características y atractivo:

  • Oro: Es quizás el material más clásico y valorado. Las criollas de oro pueden ser de oro amarillo, blanco o rosa, y su pureza se mide en quilates (k). El oro de 18k (75% oro puro) y 14k (58.3% oro puro) son los más comunes en joyería fina, ofreciendo una buena combinación de pureza, durabilidad y valor. Son hipoalergénicas y conservan su brillo con el cuidado adecuado.
  • Plata de Ley: La plata de ley (generalmente 925, indicando 92.5% plata pura) es otra opción muy popular. Es más asequible que el oro, ofrece un brillo metálico hermoso y es muy versátil. Sin embargo, la plata tiende a oxidarse (empañarse) con el tiempo y la exposición al aire y la humedad, requiriendo limpieza regular para mantener su lustre.
  • Acero Inoxidable: Este material ha ganado popularidad en la joyería moderna debido a su resistencia a la corrosión, durabilidad y precio accesible. Es una excelente opción para personas con piel sensible, ya que es altamente hipoalergénico. Las criollas de acero inoxidable son robustas y requieren muy poco mantenimiento.
  • Latón y Bronce: Estos metales son utilizados a menudo en joyería de bisutería. Son económicos y pueden ser recubiertos con otros metales (como oro o plata) para mejorar su apariencia. Sin embargo, pueden causar reacciones alérgicas en algunas personas y tienden a empañarse o decolorarse con mayor facilidad que los metales preciosos.
  • Otros Materiales: También se pueden encontrar criollas hechas de titanio, platino (muy valioso y duradero), o incluso materiales no metálicos como la madera, el acrílico o el bambú, especialmente en diseños de bisutería más vanguardistas.

La elección del material no solo afecta la apariencia y el precio, sino también la comodidad y la idoneidad para personas con sensibilidades cutáneas.

Estilos y Tamaños: Una Criolla para Cada Personalidad

Lo maravilloso de las criollas es la infinita variedad de estilos disponibles. No existe una única "criolla", sino un abanico de posibilidades que se adaptan a diferentes gustos, ocasiones y formas de rostro.

  • Tamaño: Varían desde aros diminutos y discretos que apenas se separan del lóbulo, ideales para el día a día o para llevar en perforaciones secundarias, hasta aros extragrandes y audaces que rozan los hombros, perfectos para hacer una declaración de moda. Los tamaños medianos ofrecen un equilibrio entre sutileza y presencia.
  • Grosor: Pueden ser finas y delicadas, aportando un aire sutil y elegante, o gruesas y substanciales, transmitiendo una sensación de fuerza y modernidad.
  • Diseño de la Superficie: Las criollas pueden ser completamente lisas y pulidas para un brillo impecable, o tener texturas como acabado martillado, tallado, retorcido o satinado. También pueden estar adornadas con grabados.
  • Adornos: Algunas criollas incorporan elementos decorativos como pequeñas cuentas, colgantes (charms), perlas, o piedras preciosas y semipreciosas engastadas, añadiendo un toque de color y sofisticación. Las criollas tipo "pavé", cubiertas de pequeñas piedras, son especialmente llamativas.
  • Forma: Aunque la forma clásica es un círculo perfecto, también existen variaciones ovaladas, cuadradas con esquinas redondeadas, o incluso formas irregulares que mantienen la esencia del aro.
  • Tipo de Cierre: Los cierres más comunes incluyen el cierre de click (un poste que encaja en el aro hueco), el cierre de palillo (un poste que atraviesa la oreja y se asegura en un pequeño enganche), y el cierre de presión o mariposa (para aros más pequeños o ligeros). El tipo de cierre influye en la seguridad y comodidad del pendiente.

Esta diversidad asegura que, sin importar tu estilo personal, siempre habrá un par de criollas que se ajusten perfectamente a ti.

Cómo Elegir las Criollas Perfectas

Seleccionar el par de criollas ideal puede parecer sencillo, pero algunos consejos pueden ayudarte a tomar la mejor decisión:

  • Considera la Forma de tu Rostro: Mientras que las criollas favorecen a casi todos, el tamaño puede realzar tus rasgos. Los aros grandes pueden equilibrar rostros alargados, mientras que los aros medianos o pequeños suelen complementar rostros más redondos. Experimenta para ver qué tamaño te hace sentir más cómoda y segura.
  • Piensa en tu Estilo Personal: ¿Eres minimalista, bohemia, clásica, atrevida? Elige criollas que reflejen tu personalidad. Aros finos y lisos para un look elegante, aros grandes y texturizados para un toque bohemio, aros con adornos para ocasiones especiales.
  • Define la Ocasión: Unas criollas pequeñas y discretas son perfectas para el trabajo o el día a día. Un par grande y llamativo puede ser ideal para una fiesta o evento nocturno.
  • Prioriza la Comodidad y el Peso: Si no estás acostumbrada a llevar pendientes pesados, opta por aros ligeros, especialmente si son grandes. El material también influye en el peso.
  • Presupuesto: Decide cuánto quieres invertir. La plata y el acero inoxidable ofrecen opciones hermosas a precios accesibles, mientras que el oro y el platino representan una inversión mayor y un valor duradero.
  • Sensibilidad de la Piel: Si tienes alergias a ciertos metales, opta por materiales hipoalergénicos como el oro de alto quilate, el platino o el acero inoxidable quirúrgico.

Elegir tus criollas es un acto personal que debe hacerte sentir fabulosa.

Cuidado y Mantenimiento de tus Criollas

Para que tus criollas mantengan su brillo y belleza a lo largo del tiempo, es fundamental cuidarlas adecuadamente. El mantenimiento varía según el material:

  • Oro: Limpia suavemente con un paño suave y sin pelusa. Puedes usar agua tibia y un jabón suave para eliminar la suciedad y los aceites, enjuagando bien y secando completamente. Evita el contacto con productos químicos agresivos.
  • Plata de Ley: La plata se empaña. Usa un paño específico para pulir plata o un limpiador líquido diseñado para plata. Sigue las instrucciones del producto. Guarda la plata en un lugar seco, idealmente en una bolsa anti-empañamiento.
  • Acero Inoxidable: Es muy fácil de cuidar. Límpialo con agua tibia y jabón suave, y sécalo con un paño suave. Es resistente, pero evita rayarlo con objetos abrasivos.
  • Latón/Bronce: Pueden requerir pulido frecuente con limpiadores específicos para metales no ferrosos para eliminar el empañamiento. Un remedio casero común es usar una mezcla de limón y bicarbonato, pero úsalo con precaución.

En general, es buena práctica quitarse las criollas antes de ducharse, nadar (especialmente en piscinas con cloro o en el mar), hacer ejercicio, o aplicar perfumes, lociones o productos para el cabello. Guarda tus pendientes por separado para evitar que se rayen o enreden.

¿Qué es una criolla en joyería?
También conocidas como creolas o aros, las criollas consisten en un aro que rodea el lóbulo de la oreja y termina en la parte posterior. Algunas criollas son autónomas, mientras que otras se sujetan a la oreja con un pasador más un tapón. Antiguamente eran las joyas de piratas y marineros y tenían un gran significado.

Criollas: Más que un Accesorio, un Icono de Estilo

Las criollas han trascendido su función original de simple adorno para convertirse en un verdadero símbolo de estilo y personalidad. Representan una mezcla de tradición y modernidad, capaces de complementar desde el atuendo más casual (unos jeans y camiseta) hasta el vestido de noche más sofisticado. Su forma circular evoca unidad, totalidad y eternidad, quizás contribuyendo a su perdurable atractivo.

La artesanía detrás de unas buenas criollas, especialmente las hechas a mano en metales preciosos, implica habilidad y precisión para lograr la forma perfecta y un acabado impecable. Desde el delicado trabajo del orfebre para dar forma a un fino hilo de oro, hasta el engaste experto de piedras, cada par de criollas de calidad es una pequeña obra de arte.

Además, las criollas son una opción de regalo fantástica. Son un clásico que agrada a la mayoría y que puede ser usado durante años, incluso pasando de generación en generación. Elegir un par de criollas para regalar demuestra buen gusto y aprecio por las piezas atemporales.

Tabla Comparativa de Materiales Comunes

MaterialVentajasDesventajasCuidadoPrecio Aproximado
Oro (14k/18k)Hipoalergénico, Muy duradero, Alto valor, No se oxidaPrecio elevado, Puede rayarseLimpieza suave con jabón, Pulido profesional ocasionalAlto
Plata de Ley (925)Asequible, Brillante, VersátilSe empaña (oxida), Menos resistente que el oroLimpieza regular con paño/líquido para plata, Guardar en secoMedio
Acero InoxidableMuy resistente, Hipoalergénico, Económico, No se empañaMenor valor percibido, Menos opciones de diseño complejoAgua y jabón suaveBajo
Latón / BronceMuy económico, Fácil de trabajarPuede causar alergia, Se empaña/decolora fácilmente, Menos duraderoPulido frecuente, Evitar humedadMuy Bajo

Preguntas Frecuentes sobre las Criollas

¿Son las criollas solo para mujeres?

No, en absoluto. Si bien tradicionalmente han sido más asociadas con la joyería femenina en algunas culturas, los pendientes de aro son usados por personas de todos los géneros. De hecho, los aros, especialmente en tamaños pequeños o medianos y materiales como el acero inoxidable o la plata, son una opción de joyería masculina muy popular y con estilo.

¿Puedo dormir con mis criollas puestas?

No es recomendable, especialmente con aros grandes o con cierres que puedan engancharse. Dormir con pendientes puede causar molestias, dañar el pendiente o incluso lesionar el lóbulo de la oreja. Es mejor quitárselas antes de dormir.

¿Cómo evito que mis criollas de plata se pongan negras?

La plata se oxida al reaccionar con el azufre presente en el aire y la humedad. Para ralentizarlo, guárdalas en un lugar seco, idealmente en una bolsa pequeña de tela o plástico hermética. Evita el contacto con productos químicos, sudor excesivo y humedad. Límpialas regularmente con un paño de pulido para plata.

¿Las criollas pesadas pueden estirar el agujero de la oreja?

Sí, el uso constante de pendientes muy pesados, incluyendo criollas grandes y macizas, puede con el tiempo estirar o incluso rasgar el lóbulo de la oreja. Es importante ser consciente del peso del pendiente y considerar alternar con piezas más ligeras o usar soportes para lóbulos si planeas usar aros pesados durante mucho tiempo.

¿Cuál es el tamaño de criolla más versátil?

Generalmente, las criollas de tamaño mediano (entre 2 y 4 cm de diámetro) y grosor moderado son consideradas las más versátiles, ya que son lo suficientemente visibles para destacar pero no tan grandes como para ser restrictivas para el uso diario o profesional.

En conclusión, las criollas son mucho más que simples pendientes de aro. Son una declaración de estilo con una rica historia, una pieza adaptable a infinidad de looks y personalidades, y un testimonio de la belleza de la simplicidad en la joyería. Ya sean de oro reluciente, plata clásica o acero moderno, un buen par de criollas es una inversión segura en tu joyero personal que nunca pasará de moda.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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