¿Por qué le llaman platería?

¿Por Qué Llamamos Platería a los Cubiertos?

Valoración: 4.44 (8543 votos)

Es una de esas curiosidades del lenguaje que usamos a diario sin pensarlo demasiado. Pedimos la "platería" en un restaurante, buscamos "juegos de platería" para equipar nuestra cocina, o heredamos "platería" familiar. Sin embargo, al observar estos objetos, a menudo nos damos cuenta de que no están hechos de plata. Entonces, ¿por qué les llamamos así? La respuesta se encuentra en un viaje a través de la historia, la tradición y la evolución de las costumbres en la mesa.

https://www.youtube.com/watch?v=@PlateriaAmor925

Antiguamente, en un mundo donde la distinción social se marcaba con el uso de materiales preciosos, la mesa no era una excepción. Los banquetes y comidas de las clases altas, la nobleza y la realeza eran una exhibición de riqueza y estatus. En este contexto, los utensilios utilizados para comer adquirieron una importancia simbólica y práctica inmensa.

¿Cómo se demuestra el amor por la patria?
Basta con reafirmar con hechos concretos nuestra soberanía; reivindicar permanentemente nuestras tradiciones; seguir practicando la solidaridad; guardar celosamente nuestra unidad; trabajar y desear siempre el progreso; cuidar nuestro hábitat, y respetar y hacer respetar nuestro patrimonio y nuestra cultura.
Índice de Contenido

Los Orígenes Nobles: La Plata en la Mesa de Lujo

La elección de la plata para la fabricación de cubiertos de lujo no fue casual. La plata, un metal precioso conocido desde la antigüedad, poseía varias características que la hacían ideal para este propósito, especialmente en comparación con otros materiales disponibles en la época. Su belleza inherente, con un brillo distintivo que realzaba la presentación de los alimentos y la elegancia de la mesa, era un factor clave. Además, la plata tiene propiedades antimicrobianas naturales, lo cual, aunque quizás no comprendido científicamente en ese entonces al nivel actual, se traducía en una percepción de mayor higiene y seguridad al usarla para comer.

Fabricar cubiertos de plata maciza era una tarea costosa y laboriosa. Requería artesanos expertos, conocidos como plateros, que dominaban técnicas complejas de fundición, forja, repujado y pulido. Cada pieza era una obra de arte, a menudo adornada con intrincados grabados, escudos familiares o diseños elaborados que reflejaban la maestría del orfebre y el poder económico del propietario. Poseer un juego completo de cubiertos de plata era un signo inequívoco de opulencia, un lujo reservado para una élite muy reducida.

La Consolidación del Término en el Siglo XIX

A medida que avanzaba la historia y las sociedades evolucionaban, también lo hacían las costumbres y la producción de bienes. Fue particularmente durante el siglo XIX, una era de gran desarrollo industrial y cambios sociales, cuando el uso de cubiertos de plata de ley se estandarizó entre las clases acomodadas y comenzó a popularizarse, aunque seguía siendo un artículo de lujo. La plata de ley, una aleación de plata que contiene un 92.5% de plata pura y un 7.5% de otros metales (generalmente cobre) para darle dureza y durabilidad, se convirtió en el material predilecto para la fabricación de cubiertos de alta calidad. Esta proporción es la que le da su sello distintivo, a menudo marcado con el número 925.

La producción, aunque aún artesanal en muchos aspectos, se benefició de algunas mejoras técnicas. Los talleres de platería crecieron y la demanda de juegos de cubiertos elegantes se mantuvo alta. En este contexto, el conjunto de cuchillos, tenedores, cucharas y utensilios para servir fabricados con este metal precioso se convirtió en el arquetipo de los cubiertos finos. Era natural, entonces, que el término que los describía, derivado directamente de su material principal y de quienes los trabajaban (los plateros), se consolidara. En inglés surgió el término "silverware", y en español, aunque no hay una traducción literal exacta de una sola palabra que abarque todo el concepto como "silverware", la asociación con la plata llevó a usar "platería" para referirse al conjunto de cubiertos, especialmente los de valor o los utilizados en ocasiones especiales. El término se arraigó profundamente en el lenguaje popular y en la cultura.

La Expansión del Uso: Del Material al Concepto

Con el tiempo, la tecnología avanzó y nuevos materiales más económicos y fáciles de mantener comenzaron a utilizarse para fabricar cubiertos. El acero inoxidable, desarrollado a principios del siglo XX, revolucionó la industria. Era resistente a la corrosión (no se manchaba ni requería el pulido constante de la plata), duradero y mucho más barato de producir en masa. Esto permitió que juegos de cubiertos completos estuvieran al alcance de un público mucho más amplio, democratizando el acceso a utensilios de mesa funcionales y estéticos.

Simultáneamente, surgieron alternativas que buscaban imitar la apariencia de la plata a un menor costo, como los cubiertos plateados (silver plated). Estos consisten en un metal base, a menudo latón o alpaca (una aleación de cobre, zinc y níquel), recubierto con una fina capa de plata mediante procesos electrolíticos. Aunque visualmente similares a la plata maciza, su valor intrínseco y durabilidad (la capa de plata puede desgastarse con el uso) son diferentes.

A pesar de la proliferación de estos nuevos materiales, la palabra "platería" ya estaba firmemente establecida en el vocabulario. Se había convertido en un sinónimo genérico para el conjunto de utensilios utilizados en la mesa para comer. La fuerte asociación histórica entre los cubiertos de calidad y el metal noble hizo que el nombre trascendiera el material y pasara a designar la función. Es un fenómeno lingüístico común donde el nombre de un material original se convierte en el nombre genérico del objeto, incluso cuando este se fabrica con otros materiales (piénsese, por ejemplo, en cómo a veces se usa "cristal" para referirse a vasos de vidrio).

El Uso Actual del Término Platería

Hoy en día, cuando hablamos de "platería", en la mayoría de los contextos cotidianos, nos referimos simplemente a los cubiertos en general, independientemente de si están hechos de plata maciza, plata de ley, plateados, acero inoxidable, o incluso otros materiales como plástico o bambú en situaciones informales. La herencia del término es tan fuerte que ha perdido, en el uso popular, su conexión estricta con el metal precioso.

Sin embargo, en el ámbito de la orfebrería y la platería como oficio y arte, el término conserva su significado original, refiriéndose a objetos fabricados con plata, ya sean cubiertos, bandejas, candelabros, joyas u otros ornamentos. Es crucial distinguir entre el uso genérico del término en el lenguaje común y su significado técnico y artístico. Un juego de "platería" de acero inoxidable para uso diario es muy diferente de un juego de "platería" de plata de ley, tanto en valor como en cuidado requerido.

Comparativa de Materiales Comunes en Cubiertos

Para entender mejor la evolución y el uso de los materiales en los cubiertos, veamos una tabla comparativa de los más comunes:

MaterialDescripciónVentajasDesventajasUso ComúnAsociación con "Platería"
Plata de Ley (Sterling Silver)Aleación 92.5% plata, 7.5% otros metales (usualmente cobre).Alto valor intrínseco, belleza y brillo, propiedades antibacterianas.Costo elevado, requiere pulido regular para evitar el deslustre (oxidación), relativamente blanda (puede rayarse).Cubiertos de lujo, ocasiones especiales, herencia.Origen histórico del término.
Plateado (Silver Plated)Metal base (alpaca, latón) con recubrimiento de plata.Apariencia similar a la plata a menor costo, brillo.Menor valor intrínseco que la plata maciza, la capa de plata puede desgastarse con el uso y la limpieza.Cubiertos de gama media-alta, objetos decorativos.Asociación por imitación visual y material (plata en la superficie).
Acero InoxidableAleación de hierro, cromo y níquel (varias composiciones, ej. 18/10, 18/8, 18/0).Altamente resistente a la corrosión y manchas, duradero, fácil de limpiar, económico.Menor valor percibido que la plata, no tiene el mismo brillo cálido de la plata.Uso diario, hostelería, la mayoría de los hogares.Asociación genérica por ser el cubierto estándar actual.
Alpaca (Níquel-Plata)Aleación de cobre, zinc y níquel.Aspecto plateado, relativamente resistente, más económica que la plata.Puede deslustrarse con el tiempo (aunque menos que la plata), no contiene plata real.Base para plateados, cubiertos económicos.Asociación por color y a veces como base para "platería" plateada.

Como se puede apreciar en la tabla, la plata de ley es el material original que dio nombre a la categoría, mientras que otros materiales como el acero inoxidable son los más comunes hoy en día para el uso diario, a pesar de que a menudo se les sigue refiriendo colectivamente como "platería".

Preguntas Frecuentes Sobre el Término Platería y los Cubiertos

¿Toda la "platería" está hecha de plata?
No, en el uso común moderno, el término "platería" se refiere a menudo a cualquier conjunto de cubiertos (cuchillos, tenedores, cucharas), independientemente del material del que estén hechos. Históricamente, sí se refería a cubiertos de plata.
¿Cómo puedo saber si mis cubiertos son de plata de ley?
Los cubiertos de plata de ley suelen tener un sello o contraste que indica su pureza. El más común es el número 925, que significa que la aleación contiene un 92.5% de plata pura. También puede haber sellos de la casa platera o de la ciudad de origen.
¿Cuál es la diferencia entre "plata de ley" y "plateado"?
La plata de ley es una aleación sólida con un alto porcentaje de plata en toda su masa. El plateado (silver plated) es un objeto hecho de otro metal (como alpaca o latón) que ha sido recubierto con una fina capa superficial de plata.
¿Por qué los cubiertos de plata son tan caros?
Su costo se debe al valor intrínseco del metal precioso, la complejidad y el trabajo artesanal involucrado en su fabricación, y su carácter de artículo de lujo e inversión.
¿Requieren los cubiertos de acero inoxidable el mismo cuidado que la plata?
No, los cubiertos de acero inoxidable son mucho más fáciles de mantener. No se deslustran (oxidan) como la plata y generalmente se pueden lavar en lavavajillas (aunque siempre es recomendable seguir las instrucciones del fabricante). La plata requiere pulido regular para mantener su brillo.
¿Es "platería" un término correcto para cubiertos de acero inoxidable?
En el lenguaje cotidiano, sí, es un uso extendido y comprendido. Sin embargo, técnicamente, "platería" se refiere a objetos hechos de plata. Al comprar o describir objetos de valor, es importante especificar el material real.

La Permanencia de una Palabra con Historia

La persistencia del término "platería" para designar los cubiertos es un recordatorio fascinante de cómo el lenguaje conserva rastros de la historia, las costumbres y la evolución tecnológica. Lo que comenzó siendo una descripción literal de un objeto de lujo hecho de un material específico, se transformó con el tiempo en una etiqueta general para una categoría de utensilios esenciales en nuestra vida diaria. Cada vez que ponemos la mesa y usamos un tenedor o una cuchara, aunque sean de reluciente acero inoxidable, estamos, de alguna manera, evocando la rica tradición de la platería que adornó las mesas de épocas pasadas y dio nombre a algo tan fundamental como nuestros cubiertos.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a ¿Por Qué Llamamos Platería a los Cubiertos? puedes visitar la categoría Orfebreria.

Avatar photo

Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

Subir