What is Volantes?

El Arte Milenario del Metal Precioso

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Desde los albores de la civilización, la humanidad ha sentido una profunda fascinación por los metales preciosos. El oro y la plata, con su brillo inalterable y maleabilidad, no tardaron en convertirse en símbolos de poder, riqueza y divinidad. Así nació un arte que trasciende culturas y épocas: la orfebrería y la platería. Esta disciplina, que combina habilidad técnica, conocimiento de los materiales y una visión artística excepcional, ha dado forma a objetos de incalculable valor, desde sencillos adornos hasta complejas obras maestras de ingeniería y diseño.

What is Volantes?
Volante (meaning "flying" and "steering wheel" in several languages) may refer to: Volante (carriage), two-wheeled carriage. Volante, a racehorse, the 1885 American Derby winner.

El trabajo con metales preciosos no es simplemente una técnica; es un legado que se ha transmitido de generación en generación, adaptándose a nuevos estilos, tecnologías y significados culturales. Explorar la historia de la orfebrería y la platería es sumergirse en la propia historia de la humanidad, observando cómo estas creaciones han reflejado las creencias, la moda, la estructura social y los avances técnicos de cada era. Es un viaje que nos lleva desde las tumbas faraónicas y los templos mesopotámicos hasta los talleres contemporáneos donde la tradición se encuentra con la innovación.

Índice de Contenido

Orígenes Antiguos: Donde Nació el Brillo

Las primeras evidencias del trabajo del oro se remontan a miles de años antes de Cristo, en civilizaciones como la sumeria en Mesopotamia y el antiguo Egipto. El oro, encontrado a menudo en forma de pepitas en los ríos, era relativamente fácil de trabajar en su estado puro. Los primeros orfebres utilizaban técnicas rudimentarias como el martillado en frío para aplanar el metal y darle forma. En Egipto, la orfebrería alcanzó un nivel de sofisticación asombroso desde el Reino Antiguo, con la creación de intrincadas joyas, amuletos y objetos funerarios para la élite y los dioses. La tumba de Tutankamón es un testimonio espectacular de la maestría egipcia con el oro.

En la isla de Creta y en Micenas, durante la Edad del Bronce, los artesanos minoicos y micénicos desarrollaron técnicas como la granulación, que consiste en soldar diminutas esferas de metal sobre una superficie para crear patrones decorativos. Esta técnica, increíblemente compleja y que requería un control preciso de la temperatura, demuestra el alto nivel de especialización alcanzado en la antigüedad. La plata también comenzó a ser utilizada, aunque su extracción y purificación eran más complejas que las del oro nativo. Las minas de plata en lugares como Laurion, cerca de Atenas, fueron cruciales para la economía y el poder de algunas ciudades-estado griegas.

El Esplendor Clásico: Grecia y Roma

En la antigua Grecia, la orfebrería y la platería no solo producían joyas y objetos rituales, sino también vajillas de lujo y ofrendas votivas. Los orfebres griegos eran conocidos por su habilidad en la filigrana (hilos de metal retorcidos y soldados) y el repujado (trabajar el metal desde el reverso para crear relieve). Las joyas griegas a menudo representaban escenas mitológicas o motivos florales y animales con gran detalle y realismo. La plata era ampliamente utilizada para monedas y objetos cotidianos de mayor tamaño.

El Imperio Romano heredó y expandió las tradiciones griegas y etruscas. La demanda de objetos de lujo, tanto en oro como en plata, creció exponencialmente con la expansión del imperio y el aumento de la riqueza. Los romanos perfeccionaron técnicas como el cincelado para añadir detalles finos y texturas. La platería romana, en particular, es famosa por sus grandes bandejas, copas y servicios de mesa decorados con escenas mitológicas, históricas o de la vida cotidiana. Estos objetos no solo eran funcionales sino también símbolos de estatus y cultura. El tesoro de Hildesheim es un ejemplo sobresaliente de la opulencia de la platería romana.

La Edad Media y el Renacimiento: Arte Sacro y Gremios

Tras la caída del Imperio Romano, la orfebrería y la platería en Europa occidental encontraron un importante mecenas en la Iglesia. Cálices, relicarios, cruces, cubiertas de libros litúrgicos y otros objetos sagrados fueron encargados a hábiles artesanos. El estilo predominante en la Alta Edad Media, influenciado por el arte bizantino y las tradiciones bárbaras, a menudo incorporaba gemas, esmalte y vidrio. La técnica del esmaltado, en particular el esmalte cloisonné (celdas de metal rellenas de pasta vítrea) y el esmalte champlevé (cavidades excavadas en el metal), alcanzó gran popularidad.

Durante la Baja Edad Media y el Renacimiento, el arte de la orfebrería floreció tanto en el ámbito religioso como en el secular. Ciudades como Florencia, Brujas y París se convirtieron en centros de producción. Surgieron los gremios de orfebres y plateros, que regulaban la formación, la calidad y el comercio. Maestros como Benvenuto Cellini en el Renacimiento italiano no solo eran orfebres sino también escultores y escritores, elevando la percepción social del artesano. Las técnicas se refinaron y se desarrollaron nuevos estilos, con un creciente interés en la representación figurativa y los motivos clásicos. La platería se hizo cada vez más importante para la nobleza y la burguesía, con la producción de elaborados servicios de mesa, jarras y copas.

La Era de los Descubrimientos y el Barroco: Riqueza y Exuberancia

La llegada de grandes cantidades de plata desde el Nuevo Mundo a Europa a partir del siglo XVI tuvo un impacto transformador en la platería. La disponibilidad de metal permitió la creación de objetos de mayor tamaño y complejidad. El estilo Barroco, con su amor por el movimiento, la opulencia y el drama, encontró en la platería un medio perfecto para expresarse. Objetos como fuentes ornamentales, centros de mesa monumentales y mobiliario de plata maciza se convirtieron en símbolos del poder y la riqueza de las cortes europeas. Técnicas como el alto relieve y el repujado se utilizaron para crear superficies ricamente decoradas con motivos vegetales, figuras humanas y escenas alegóricas.

En España y sus colonias americanas, la platería alcanzó un desarrollo espectacular, influenciada por las tradiciones indígenas y las técnicas europeas. La platería virreinal de lugares como Perú, México y Bolivia es famosa por su calidad y su fusión de estilos, a menudo incorporando motivos locales y una rica decoración.

Siglos XVIII y XIX: Del Neoclasicismo a la Revolución Industrial

El siglo XVIII vio el auge del estilo Neoclásico, que buscaba la simetría, la proporción y la elegancia de la antigüedad clásica. La orfebrería y la platería neoclásica se caracterizan por líneas limpias, motivos grecorromanos como guirnaldas, urnas y columnas, y una ejecución técnica impecable. Casas plateras como Paul de Lamerie en Londres o Biennais en París produjeron obras maestras de este estilo.

El siglo XIX trajo consigo la Revolución Industrial, que tuvo un impacto dual en el oficio. Por un lado, la producción en masa de objetos de plata y metales plateados (como la alpaca o la plata de Sheffield) hizo que estos artículos fueran más accesibles para una clase media creciente. Por otro lado, surgieron movimientos como el Arts and Crafts, que buscaban revivir la artesanía tradicional y oponerse a la producción mecanizada. Esto llevó a un renovado interés en técnicas antiguas y en la creación de piezas únicas y artísticas. Estilos como el Romanticismo y el Historicismo inspiraron diseños que evocaban épocas pasadas.

Siglo XX y XXI: Vanguardia, Tecnología y Tradición

El siglo XX fue testigo de una explosión de estilos en la orfebrería y la platería. El Art Nouveau introdujo formas orgánicas y curvilíneas inspiradas en la naturaleza. El Art Deco abrazó la geometría y la influencia de culturas exóticas. Posteriormente, movimientos como el Modernismo y el Diseño Contemporáneo exploraron nuevas formas, materiales y conceptos. La orfebrería y la joyería de autor ganaron relevancia, con artistas que utilizaban el metal precioso como medio de expresión artística.

La tecnología ha transformado algunos aspectos del oficio, con el uso de diseño asistido por computadora (CAD), impresión 3D y nuevas herramientas de precisión. Sin embargo, muchas de las técnicas tradicionales, como el engaste de gemas, el pulido manual o el soldado, siguen siendo fundamentales y requieren la habilidad y experiencia del artesano. La globalización y la creciente conciencia sobre la sostenibilidad también han influido en el oficio, con un interés creciente en el origen ético de los metales y las gemas.

Hoy en día, la orfebrería y la platería coexisten en un panorama diverso, que abarca desde la alta joyería de lujo y las piezas de diseño contemporáneo hasta la artesanía tradicional y la producción a pequeña escala. Es un oficio que sigue vivo, adaptándose a los tiempos pero manteniendo un vínculo inquebrantable con su rica historia y la maestría del trabajo con metales preciosos.

Técnicas Fundamentales en la Orfebrería y Platería

El arte de transformar un lingote de metal en una obra de arte se basa en un conjunto de técnicas que se han desarrollado y perfeccionado a lo largo de milenios. Aquí se presentan algunas de las más importantes:

  • Fundición: Proceso de calentar el metal hasta que se vuelve líquido y verterlo en un molde para crear una forma básica. Es una de las técnicas más antiguas.
  • Laminado y Trefilado: Reducir el grosor del metal pasándolo por rodillos (laminado) o estirándolo a través de orificios progressively más pequeños (trefilado) para obtener láminas o hilos.
  • Martillado: Dar forma al metal golpeándolo con martillos sobre un yunque o una matriz. Esencial para crear formas tridimensionales a partir de láminas planas.
  • Recocido: Proceso de calentar el metal y dejarlo enfriar para aliviar las tensiones internas causadas por el trabajo en frío (martillado, laminado, trefilado) y restaurar su maleabilidad. Es fundamental para evitar que el metal se fracture.
  • Soldadura: Unir piezas de metal utilizando una aleación de menor punto de fusión (soldadura) y calor. Requiere gran habilidad para no derretir el metal principal.
  • Repujado: Crear diseños en relieve trabajando la lámina de metal desde el reverso con herramientas especiales.
  • Cincelado: Añadir detalles finos, texturas o contornos trabajando el metal desde el anverso con cinceles y martillos.
  • Grabado: Eliminar material de la superficie del metal para crear líneas o diseños incisos. Puede ser manual (buril) o químico (ácido).
  • Filigrana: Soldar hilos finos de metal, a menudo retorcidos, sobre una base o entre sí para crear patrones calados o decorativos.
  • Granulación: Soldar diminutas esferas de metal sobre una superficie. Es una técnica muy antigua y compleja que requiere un control preciso de la temperatura.
  • Engaste: Fijar gemas u otros materiales a la pieza de metal de forma segura y estética. Existen numerosas técnicas de engaste (bisel, garras, pavé, etc.).
  • Pulido: Proceso final para alisar y dar brillo a la superficie del metal, eliminando arañazos y marcas de herramientas.

Tabla Comparativa: Orfebrería vs. Platería

Aunque a menudo se mencionan juntas, existen algunas diferencias tradicionales entre la orfebrería y la platería, principalmente basadas en el metal utilizado y, a veces, en el tamaño y la función de los objetos.

CaracterísticaOrfebreríaPlatería
Metal PrincipalOro y otros metales preciosos (platino)Plata
Objetos TípicosJoyería (anillos, collares, pendientes, pulseras), pequeños objetos de arte, objetos religiososVajilla (bandejas, copas, jarras, cubiertos), objetos decorativos grandes, candelabros, mobiliario
Escala de las PiezasGeneralmente más pequeñas y detalladasGeneralmente más grandes y funcionales
Énfasis TradicionalHabilidad artística, engaste de gemas, trabajo finoHabilidad técnica, manejo de grandes láminas, acabado de superficies
Origen del TérminoDel latín auri faber (trabajador de oro)Del latín argentarius (relacionado con la plata)

Es importante notar que hoy en día, la distinción a menudo se difumina, y muchos artesanos trabajan con ambos metales, utilizando técnicas similares. Sin embargo, históricamente, la platería tendía a centrarse en objetos utilitarios o decorativos de mayor tamaño hechos de plata, mientras que la orfebrería se asociaba más directamente con la creación de joyas y objetos más pequeños y preciosos, principalmente en oro.

Preguntas Frecuentes sobre Orfebrería y Platería

La orfebrería y la platería son oficios llenos de historia y técnica. Aquí respondemos algunas preguntas comunes:

¿Cuál es la diferencia principal entre orfebrería y platería?
Tradicionalmente, la orfebrería se centra en el trabajo del oro y otros metales preciosos para crear joyas y objetos pequeños y detallados, mientras que la platería se dedica al trabajo de la plata, a menudo en objetos más grandes y funcionales como vajillas y artículos decorativos. Aunque hoy en día hay mucha superposición.

¿Qué técnicas son esenciales en estos oficios?
Técnicas fundamentales incluyen la fundición, el laminado, el martillado, el recocido, la soldadura, el repujado, el cincelado, el grabado, la filigrana, la granulación y el engaste de gemas.

¿Cómo se mide la pureza del oro y la plata?
La pureza del oro se mide en quilates (kt), donde 24 kt es oro puro. La pureza de la plata se mide en milésimas, indicando las partes de plata pura por mil. La plata de ley común es 925 milésimas (92.5% plata pura).

¿Es la orfebrería un oficio en peligro de extinción?
Aunque la producción industrial ha impactado el oficio, la orfebrería y la platería tradicionales siguen vivas, especialmente en la creación de piezas únicas, de alta joyería, restauración y objetos de arte. Hay escuelas y talleres que continúan enseñando estas habilidades milenarias.

¿Cómo se cuidan las piezas de plata para evitar que se pongan negras?
La plata se oxida (se empaña) al reaccionar con compuestos de azufre en el aire. Para cuidarla, úsala regularmente (el contacto con la piel ayuda a mantenerla limpia), guárdala en un lugar seco y hermético (bolsas anti-tarnish son ideales) y límpiala periódicamente con un paño suave específico para plata o una solución limpiadora adecuada.

¿Qué diferencia hay entre un joyero y un orfebre?
Un orfebre es un artesano que trabaja metales preciosos. Un joyero puede ser un orfebre, pero el término también se refiere a la persona que diseña, repara o vende joyas. No todos los joyeros son orfebres que trabajan el metal desde cero.

El arte de la orfebrería y la platería es un testimonio de la creatividad humana y la capacidad de transformar la materia prima en objetos de belleza y significado duradero. Es un legado que continúa inspirando y cautivando a generaciones.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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