Do they still make Insignia?

La Orden del Toisón de Oro: Historia y Tesoros

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Las grandes órdenes de caballería de Europa no solo forjaron leyendas y defendieron ideales, sino que también se convirtieron en centros de poder, mecenazgo artístico y acumulación de tesoros. Entre las más distinguidas y duraderas se encuentra la Orden del Toisón de Oro, una institución cuya rica historia se entrelaza con la de las principales dinastías europeas y cuyo legado material es un testimonio de la opulencia y la destreza artesanal de siglos pasados.

Who is the sovereign of the Order of the Golden Fleece?
Archduke Karl of Austria (1961) – sovereign (grand master) of the order since 2000.

Fundada en el siglo XV, esta orden ha mantenido su relevancia y prestigio a lo largo de más de quinientos años, adaptándose a los cambios políticos y sociales, pero conservando su esencia y sus impresionantes colecciones de objetos preciosos, que incluyen desde insignias hasta vestimentas litúrgicas de incalculable valor artístico e histórico. Adentrarse en su historia es explorar un capítulo fascinante donde la caballería, la fe y el arte de la orfebrería y el textil se dan la mano.

Índice de Contenido

Orígenes y Propósito de la Orden

La Orden del Toisón de Oro fue establecida en el año 1430 por Felipe III el Bueno, Duque de Borgoña, en la ciudad de Brujas, Flandes. Su fundación coincidió con la celebración de su matrimonio con Isabel de Portugal, marcando el inicio de una de las órdenes más exclusivas y renombradas de la cristiandad. Dedicada a la Bienaventurada Virgen María y a San Andrés, la Orden nació con objetivos claros: defender la religión católica, mantener y promover los ideales de la caballería, y aumentar el prestigio de los Duques de Borgoña en el escenario europeo.

Inicialmente, la Orden estaba compuesta por el Gran Maestre (el Duque soberano) y veintitrés caballeros. Con el tiempo, el número de miembros se incrementó, primero a treinta y uno y finalmente a cincuenta y uno. La Orden se concibió como una hermandad de élite, donde los caballeros tenían el derecho a ser juzgados por sus pares en casos de rebelión, traición o herejía. Se esperaba que la Orden resolviera todas las disputas entre sus miembros a través de sus capítulos, donde se evaluarían, elogiarían o censurarían las acciones de los caballeros.

El primer capítulo de la Orden se celebró en Lille en 1431, y en 1432 su sede se fijó en Dijon, la capital del ducado de Borgoña. La elección del 'Toisón de Oro' como símbolo es rica en interpretación, vinculándose a la mitología griega (Jasón y los Argonautas) o a la historia bíblica (el vellocino de Gedeón), simbolizando la búsqueda de algo valioso y la protección divina.

La Transmisión del Gran Maestrazgo

El destino de la Orden cambió drásticamente a finales del siglo XV. A través del matrimonio de María de Borgoña, heredera de Felipe el Bueno, con el archiduque austriaco Maximiliano en 1477, el Gran Maestrazgo de la Orden pasó a la Casa de Habsburgo. Esta unión dinástica fue crucial, ya que los Habsburgo se convirtieron en una de las familias más poderosas de Europa, extendiendo su influencia desde Austria hasta España.

El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V (quien también fue Carlos I de España), un Habsburgo de gran poder, concedió a la Orden jurisdicción exclusiva sobre todos los crímenes que pudieran cometer sus miembros, elevando aún más su estatus. Carlos V legó el Gran Maestrazgo a su hijo Felipe II de España. La posesión española del Gran Maestrazgo fue confirmada por el Papa Clemente VIII en 1600.

What was the Order of the Golden Fleece in Burgundy?
The Order of the Golden Fleece, order of knighthood founded in Burgundy in 1430 and associated later especially with Habsburg Austria and with Spain. The order was founded by Philip III the Good, duke of Burgundy, at Bruges in Flanders in 1430, to commemorate his wedding there to Isabella of Portugal.

Sin embargo, tras la extinción de la rama española de los Habsburgo en 1700, con la muerte de Carlos II, el Gran Maestrazgo fue disputado entre los reyes Borbones de España, que sucedieron en el trono español, y los Habsburgo austriacos. Esta disputa llevó a la existencia de dos ramas distintas de la Orden del Toisón de Oro: una asociada con la monarquía española y otra con la Casa de Habsburgo en Austria. El emperador Carlos VI instituyó la Orden en Viena en 1713, consolidando así la rama austriaca. Desde entonces, tanto los soberanos españoles como los jefes de la Casa de Habsburgo han continuado otorgando el Toisón de Oro como su principal orden de caballería.

El Tesoro de la Orden y la Orfebrería

La Orden del Toisón de Oro, a lo largo de los siglos, acumuló un impresionante tesoro de objetos ceremoniales, insignias, vestimentas y otros artefactos de gran valor artístico e histórico. Muchos de estos objetos se conservan hoy en día y son ejemplos sobresalientes del arte suntuario de diferentes épocas.

El Kaiserliche Schatzkammer (Cámara del Tesoro Imperial) en Viena, Austria, alberga una parte significativa del Tesoro de la Orden del Toisón de Oro, particularmente aquellos objetos asociados con la rama austriaca. Entre ellos, destaca una pieza que, aunque textil, demuestra la estrecha relación de la Orden con las técnicas de trabajo de metales preciosos: la capa litúrgica o Marienmantel.

La Capa Marienmantel: Un Ejemplo de Or Nué

Esta notable capa data de principios del siglo XV y fue producida en los Países Bajos meridionales. Mide 164 x 330 cm y es un ejemplo magnífico de la técnica conocida como or nué. Esta técnica, muy popular en los Países Bajos durante los siglos XV y XVI, consiste en un bordado de hilo de oro tendido sobre un tejido base y fijado con hilos de seda de diferentes colores. La densidad y el color de los hilos de seda que fijan el oro permiten crear efectos de luz y sombra, modelando figuras y detalles con gran realismo y riqueza.

La capa forma parte de las llamadas Vestimentas Litúrgicas de la Orden del Toisón de Oro. Es conocida como Marienmantel (Capa de la Virgen María) debido a que la Virgen María está representada en el centro de la prenda. Es interesante notar que casi todos los santos representados en la capa son figuras femeninas. Como en otras vestimentas realizadas en or nué, el tejido base es de lino, sobre el cual se aplica el bordado de hilo de oro fijado con hilo de seda.

El diseño de la decoración de la capa y de las dalmáticas del conjunto se vincula a la obra del renombrado pintor Rogier van der Weyden, mientras que el frontal de altar, que también forma parte del conjunto, se compara con la obra del Maestro de Flémalle. Estas conexiones artísticas subrayan la alta calidad y el valor cultural de los objetos encargados por la Orden.

Aunque la Marienmantel es una pieza textil, la técnica de or nué la vincula directamente con la orfebrería, ya que el hilo de oro utilizado es un producto de la metalurgia, a menudo elaborado por artesanos especializados en trabajar metales preciosos para luego ser aplicado en el bordado. La habilidad requerida tanto para producir el hilo como para ejecutar el bordado lo convierten en un arte suntuario de primer nivel.

Does the Order of the Golden Fleece still exist?
Yes, the Order of the Golden Fleece still exists in two different branches (the Spanish and Austrian branches). 21st century members of the Order include such well-known figures as Queen Elizabeth II and former King of Greece, Constantine II.

Las Insignias: Símbolo de Estatus en Oro

Las insignias de la Orden del Toisón de Oro son quizás los ejemplos más directos de la orfebrería asociada a la institución. La insignia principal es un toisón (vellocino) de oro colgando de un collar o una cinta. El collar de la Orden es una obra maestra de la orfebrería, compuesto por eslabones alternados que representan pedernales y chisperos (símbolos de la Casa de Borgoña) y toisones de oro. Este collar, a menudo de gran peso y exquisita factura, es un símbolo supremo de la pertenencia a la Orden y se reserva para ocasiones solemnes.

Existen diferentes tipos de insignias según la rama y la ocasión, incluyendo la Insignia de Cuello del Soberano, Insignias de Cuello y Solapa, e Insignias de Cuello. Aunque la información proporcionada no detalla el material o la técnica específica de cada insignia, el nombre de la Orden y la tradición de las órdenes de caballería de alto rango implican que estas piezas están elaboradas predominantemente en oro, a menudo enriquecidas con esmaltes u otras piedras preciosas. Son ejemplos destacados del arte del joyero y el orfebre al servicio de la realeza y la alta nobleza.

La posesión y exhibición de estas insignias no solo denotaba la pertenencia a una élite selecta, sino que también era una manifestación visible de la riqueza y el poder del caballero y de la propia Orden. La calidad artística y el valor intrínseco de estas piezas las convierten en objetos de estudio y admiración para historiadores del arte, coleccionistas y expertos en orfebrería.

Las Dos Ramas en la Actualidad

Como resultado de la disputa sucesoria del siglo XVIII, la Orden del Toisón de Oro existe hoy en dos ramas distintas:

  • La Rama Española: El soberano de esta rama es el Rey de España. Con el tiempo, esta rama se ha desarrollado en gran medida como una orden estatal de mérito, si bien mantiene su carácter histórico y ceremonial.
  • La Rama Austriaca: El soberano de esta rama es el jefe de la Casa de Habsburgo. Esta rama ha conservado un carácter más acentuado de orden de caballería católica y una fuerte conexión de hermandad entre sus miembros.

A pesar de la división, ambas ramas comparten un origen común y un profundo respeto por la rica historia de la Orden. Miembros destacados del siglo XXI en ambas ramas han incluido figuras prominentes como la Reina Isabel II (en la rama española, otorgada por el Rey Juan Carlos I) y el antiguo Rey de Grecia, Constantino II. La membresía ha sido históricamente reservada exclusivamente para católicos de la más alta nobleza, aunque en la rama española se han otorgado excepciones a esta regla en tiempos más recientes.

Tabla Comparativa de las Ramas

CaracterísticaRama EspañolaRama Austriaca
SoberanoRey de EspañaJefe de la Casa de Habsburgo
Naturaleza PrincipalOrden estatal de méritoOrden de caballería católica
Ubicación principal del TesoroEspaña (varias localizaciones)Kaiserliche Schatzkammer (Viena)
Exclusividad (histórica)Católicos de alta nobleza (con excepciones recientes)Católicos de alta nobleza

Privilegios de los Caballeros

Los caballeros de la Orden del Toisón de Oro han disfrutado históricamente de una serie de privilegios, algunos compartidos entre las ramas y otros que se desarrollaron de manera diferente tras la división. Estos privilegios reflejan el alto estatus de los miembros dentro de la sociedad.

Entre los privilegios destacados se encuentran:

  • Privilegio Heráldico: Documentado y codificado por figuras como Jean-Baptiste Christyn en el siglo XVII, los caballeros tenían el privilegio de usar yelmos dorados en sus escudos de armas. Este privilegio se basaba en las prácticas observadas en los capítulos de la Orden y se reflejaba en la iconografía y la heráldica de la época, a menudo plasmada en objetos de metal como armaduras ceremoniales o placas conmemorativas.
  • Forma de Dirigirse: La hermandad entre los caballeros se reforzaba con el privilegio de dirigirse unos a otros en escrito y en persona con la forma de "Mon Cousin" (Mi Primo), un tratamiento reservado normalmente a la realeza.
  • Misa y Altar: El Papa Pío X restableció en 1913 el privilegio de los caballeros de la rama austriaca de considerar un lugar como digno para celebrar la Santa Misa sin necesidad de permiso del obispo local (algo usualmente requerido fuera de suelo sagrado). Derivado de esto, tenían la posibilidad de poseer y usar un altar portátil personal. Este privilegio, aunque de naturaleza religiosa, implicaba la existencia de objetos litúrgicos portátiles, a menudo bellamente elaborados, que podían incluir cálices, patenas y relicarios, muchos de ellos ejemplos de orfebrería sacra.

Estos privilegios no solo conferían estatus, sino que también generaban la necesidad de crear y poseer objetos específicos, desde elementos heráldicos hasta mobiliario litúrgico portátil, muchos de los cuales caen dentro del ámbito de la orfebrería y las artes aplicadas.

What is the cope of the Order of the Golden Fleece?
The cope of the Order of the Golden Fleece, or nué, early 15th century, The Netherlands. Copyright Kaiserliche Schatzkammer, Vienna. The Kaiserliche Schatzkammer in Vienna, Austria, houses a remarkable cope that dates to the early fifteenth century and was produced in the southern Netherlands or beyond.

Preguntas Frecuentes sobre la Orden del Toisón de Oro

Aquí respondemos algunas de las preguntas comunes sobre esta histórica Orden:

¿Sigue existiendo la Orden del Toisón de Oro?
Sí, la Orden del Toisón de Oro sigue existiendo en la actualidad. Como se mencionó, se mantiene en dos ramas distintas: la rama española y la rama austriaca. Ambas continúan otorgando la membresía a individuos selectos. Miembros notables del siglo XXI han incluido a figuras de la realeza europea.

¿Qué es la capa de la Orden del Toisón de Oro?
La capa a la que se refiere comúnmente en el contexto del Tesoro de la Orden es la Capa Marienmantel, conservada en el Kaiserliche Schatzkammer en Viena. No es una capa de caballería estándar, sino una vestimenta litúrgica, parte de un conjunto más amplio de vestimentas de la Orden. Data de principios del siglo XV, fue producida en los Países Bajos meridionales y destaca por estar trabajada en la técnica de or nué, con bordados de hilo de oro fijados con hilo de seda sobre lino. Es una pieza de gran tamaño (164 x 330 cm) y valor artístico, vinculada a la obra de artistas como Rogier van der Weyden y el Maestro de Flémalle.

¿Qué fue la Orden del Toisón de Oro en Borgoña?
La Orden del Toisón de Oro fue una orden de caballería fundada en Borgoña en 1430 por Felipe III el Bueno, Duque de Borgoña. Fue establecida en Brujas para conmemorar su boda y dedicada a la Virgen María y San Andrés. Sus propósitos iniciales eran defender el catolicismo, mantener la caballería y aumentar el prestigio ducal. Originalmente con 24 miembros (incluido el soberano), su sede se fijó en Dijon. Tras la anexión de Borgoña y matrimonios dinásticos, el Gran Maestrazgo pasó a los Habsburgo, primero a la rama austriaca y luego a la española, aunque su origen y primeros años están firmemente ligados al Ducado de Borgoña.

¿Quién es el soberano de la Orden del Toisón de Oro?
Actualmente, hay dos soberanos de la Orden debido a la división en el siglo XVIII. El soberano de la rama española es el Rey de España. El soberano de la rama austriaca es el jefe de la Casa de Habsburgo. Ambos ostentan el título de Gran Maestre de sus respectivas ramas.

Un Legado Vivo de Arte y Prestigio

La Orden del Toisón de Oro, a través de sus siglos de existencia, no solo ha sido una institución de gran peso político y social, sino también un importante centro de mecenazgo artístico. El tesoro que ha acumulado, desde las complejas vestimentas litúrgicas bordadas con hilo de oro hasta las magníficas insignias de orfebrería, son testimonios de la maestría artesanal de diferentes épocas y regiones de Europa.

El estudio de estos objetos nos permite apreciar la evolución de técnicas como el or nué o la orfebrería de alta calidad, y entender el contexto histórico y cultural en el que fueron creados. La pervivencia de la Orden, en sus dos ramas, asegura que este legado histórico y artístico continúe siendo relevante, conectando el presente con un pasado glorioso de caballería, fe y esplendor material.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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