El trabajo de la platería es una disciplina artística y artesanal de profundas raíces históricas, que se enmarca dentro del vasto universo de la orfebrería. No es simplemente una ocupación; es un oficio que requiere destreza manual, conocimiento de los metales y una visión artística para transformar la materia prima en objetos de valor estético, funcional o simbólico. Se trata de una labor que conecta al artesano con técnicas milenarias, preservando un legado cultural y artístico que ha evolucionado a lo largo de civilizaciones enteras.

La orfebrería, en su definición más amplia, abarca el arte de labrar metales preciosos o semi-preciosos. Dentro de este gran paraguas, la platería se especializa fundamentalmente en el trabajo con la plata. Si bien ocasionalmente se emplean otros metales como el oro (en menor medida dentro de la platería pura) o el cobre (a menudo como aleación o base), la identidad del platero reside en su dominio sobre la plata, un metal apreciado por su brillo, maleabilidad y durabilidad. Es por ello que, aunque la orfebrería es el término general, y la platería una especialización, con frecuencia los nombres de orfebre y platero se utilizan de forma indistinta, reflejando la estrecha relación entre ambas artes y la versatilidad que a menudo poseen quienes las practican.
- Orígenes Milenarios: El Nacimiento de un Arte
- La Evolución en Europa: Del Bronce a la Plata
- La Platería a Través de los Siglos: Del Culto al Lujo Ostentoso
- Influencias y Maestros: Un Legado Diverso
- Técnicas Fundamentales en la Labor del Platero
- El Platero Hoy: Un Custodio de la Tradición
- Preguntas Frecuentes sobre la Platería
Orígenes Milenarios: El Nacimiento de un Arte
Determinar el punto exacto de origen de la orfebrería y, por ende, de la platería, es una tarea compleja que se pierde en la noche de los tiempos. Sin embargo, su aparición está intrínsecamente ligada al desarrollo de las primeras grandes civilizaciones. Fue en estos núcleos de progreso humano donde la necesidad y el deseo de adornar, simbolizar y crear objetos duraderos llevaron al descubrimiento y dominio de las técnicas metalúrgicas. Los restos arqueológicos de estas culturas primigenias a menudo revelan la presencia de elementos decorativos elaborados con metales nobles, testificando la antigüedad de este arte.
Los vestigios más tempranos de trabajos de orfebrería significativos se sitúan en el Oriente Próximo, remontándose aproximadamente al cuarto milenio antes de Cristo. En esta cuna de civilizaciones, el dominio de los metales permitió la creación de piezas que no solo cumplían funciones prácticas o rituales, sino que también eran portadoras de un inmenso valor artístico y social. Desde sus inicios, la orfebrería fue un arte asociado al poder, la divinidad y la belleza.
Las civilizaciones posteriores, como la egipcia, demostraron un dominio excepcional de las técnicas orfebres. Los artífices del antiguo Egipto crearon piezas de una sofisticación asombrosa, utilizando oro, plata y piedras preciosas para elaborar joyas, objetos funerarios y elementos decorativos para templos y palacios. Su habilidad en el manejo de metales revela que, ya en aquella época, la orfebrería había alcanzado un nivel técnico y estético muy elevado.
La Evolución en Europa: Del Bronce a la Plata
En el continente europeo, la orfebrería hizo su aparición en el III milenio a.C., inicialmente con el oro como material predilecto. Este metal, maleable y resistente a la corrosión, fue el primero en ser trabajado con relativa facilidad por las culturas neolíticas y del cobre. Con el tiempo, y a medida que se desarrollaban las técnicas metalúrgicas, la plata comenzó a ganar protagonismo.
Fue en el II milenio a.C. cuando la utilización de la plata se extendió significativamente, especialmente a lo largo de la fachada atlántica. De esta época datan una gran variedad de piezas elaboradas principalmente mediante técnicas de martillado. Los artesanos de entonces, utilizando herramientas rudimentarias hechas de sílex, daban forma a láminas de plata a base de golpes precisos. Las decoraciones, si bien presentes, eran a menudo finas y ligeras, realizadas mediante cincelados básicos.
Un hito importante en la decoración fue la aparición del repujado en los bordes de las piezas. Esta técnica, que consiste en golpear el metal por el reverso para crear relieves en el anverso, se realizaba con punzones hechos de hueso o cobre. Es fascinante constatar cómo estas técnicas primitivas de martillado, cincelado y repujado constituyen la base de gran parte del trabajo de platería que se realiza incluso en la actualidad. Aunque las herramientas han evolucionado, pasando de sílex y hueso a sofisticados instrumentos de acero, la esencia del trabajo manual, la habilidad de dar forma al metal con las manos y herramientas básicas, se ha mantenido inalterada durante miles de años. Algunos artesanos contemporáneos son capaces de producir piezas que, en su concepción técnica, son asombrosamente similares a las creadas por sus antepasados de la Edad del Bronce.
La Platería a Través de los Siglos: Del Culto al Lujo Ostentoso
La función y el destino de las piezas de platería han variado a lo largo de la historia, adaptándose a las estructuras sociales, económicas y religiosas de cada época. Durante la Edad Media, una parte significativa de la producción orfebre estuvo ligada a las necesidades del culto cristiano. Las catedrales, iglesias y monasterios demandaban objetos litúrgicos de gran riqueza y simbolismo, como cálices, cruces, relicarios y, en casos de gran opulencia, magníficos retablos construidos parcial o totalmente en oro y plata.
Paralelamente, las clases sociales más pudientes, la nobleza y el alto clero, comenzaron a encargar objetos de platería para su uso personal y doméstico. Vajillas, bandejas, jarras y elementos decorativos se convirtieron en símbolos de estatus y riqueza. Esta tendencia hacia la elaboración de objetos suntuarios se mantuvo y se incrementó en los siglos posteriores, impulsada por el deseo de lujo y ostentación de las élites.
El crecimiento de la demanda llevó al florecimiento de centros de producción y a la concentración de artesanos en ciertas ciudades. En el siglo XIII, la actividad de los artífices de París debió ser tan numerosa que se hizo necesaria su reglamentación, sentando las bases para la organización gremial del oficio. Esta época fue también particularmente espléndida para la orfebrería española, donde la tradición visigoda y la influencia árabe se fusionaron para crear un estilo propio.
Influencias y Maestros: Un Legado Diverso
La platería española recibió una influencia fundamental de la cultura árabe, especialmente durante el periodo de Al-Ándalus. Los artesanos árabes imprimieron un carácter distintivo a sus obras, demostrando una maestría excepcional en diversas técnicas. Destacaron en los trabajos de fundición, forja, cincelado (grabado y decoración de la superficie con cinceles), repujado (trabajo en relieve desde el reverso) y, de manera muy particular, en la elaboración de la filigrana menuda. La filigrana, que consiste en entrelazar finísimos hilos de metal para crear diseños calados, se convirtió en un sello distintivo de la orfebrería islámica y dejó una profunda huella en la tradición española.
El Renacimiento italiano, conocido por su explosión de creatividad y redescubrimiento del arte clásico, también produjo figuras cumbres en la orfebrería. Quizás el más genial orfebre de esta época fue Benvenuto Cellini. Sus obras, que combinan una técnica impecable con una visión artística audaz, son consideradas obras maestras y se conservan en importantes colecciones de diversos países europeos, testimoniando el altísimo nivel que podía alcanzar este oficio.
El desarrollo de la platería continuó de la mano del aumento y enriquecimiento de las clases acomodadas, que generaban una demanda creciente de estos productos. En España, el siglo XIX vio cómo la elaboración de platería se concentraba en determinadas regiones. Bilbao, impulsado por su pujante desarrollo industrial, se convirtió en un importante centro de producción. Paralelamente, San Sebastián, con su carácter de ciudad veraniega de gran prestigio y frecuentada por clases sociales de elevado nivel económico, también vio florecer la actividad platera para satisfacer los deseos de lujo de sus visitantes y residentes.
Técnicas Fundamentales en la Labor del Platero
El trabajo del platero se basa en un conjunto de técnicas que, aunque muchas tienen orígenes ancestrales, han sido refinadas y adaptadas con el tiempo. Dominarlas requiere años de práctica y una profunda comprensión de las propiedades de la plata. Algunas de las técnicas esenciales incluyen:
- Fundición: El proceso de derretir la plata (o la aleación) y verterla en moldes para crear formas básicas o piezas complejas.
- Forja: Dar forma al metal mediante golpes de martillo, a menudo sobre un yunque. Es fundamental para crear láminas, hilos o para conformar piezas tridimensionales a partir de una pieza sólida o una lámina gruesa.
- Martillado: Similar a la forja, pero a menudo se refiere al trabajo con láminas para darles concavidad, convexidad o textura.
- Laminado y Trefilado: Procesos para reducir el grosor del metal a láminas finas (laminado) o estirarlo para obtener hilos de diversos grosores (trefilado), esenciales para la filigrana.
- Recocido: Calentar el metal a una temperatura controlada para devolverle su maleabilidad después de haber sido trabajado en frío, evitando que se vuelva quebradizo.
- Cincelado: Técnica decorativa que utiliza cinceles y buriles para grabar líneas, texturas o diseños sobre la superficie del metal.
- Repujado: Crear relieves en la superficie del metal trabajando desde el lado opuesto con punzones y martillos.
- Embutido: Crear formas cóncavas a partir de una lámina plana, hundiendo el metal con herramientas sobre un hueco o una matriz.
- Soldadura: Unir piezas de metal utilizando una aleación de plata con un punto de fusión más bajo, aplicando calor.
- Pulido y Acabado: Procesos finales para limpiar, alisar y dar brillo a la pieza, utilizando abrasivos y pulimentos.
La maestría del platero reside en la combinación experta de estas técnicas para dar vida a sus creaciones, ya sean joyas, objetos decorativos, piezas religiosas o utilitarias.
El Platero Hoy: Un Custodio de la Tradición
A pesar de los avances tecnológicos, la esencia del trabajo del platero sigue siendo profundamente artesanal. Si bien existen herramientas eléctricas y maquinaria que facilitan algunos procesos (como el laminado o el pulido), el corazón de la labor sigue dependiendo de la habilidad, la paciencia y el conocimiento manual del artesano. El platero contemporáneo es un heredero de una tradición milenaria, utilizando en gran medida técnicas que se desarrollaron hace miles de años, aunque con herramientas más precisas y ergonómicas.
El oficio de platero hoy en día puede abarcar una amplia gama de actividades: desde la creación de piezas únicas de alta joyería o arte sacro, pasando por la restauración de antigüedades, hasta la producción de objetos decorativos o utilitarios de diseño contemporáneo. Cada platero, con su estilo y especialización, contribuye a mantener viva esta noble arte. Trabajar de platero implica un compromiso constante con el aprendizaje, la mejora de la técnica y la búsqueda de la belleza en la transformación de la plata, un metal que ha fascinado a la humanidad desde los albores de la civilización.
Preguntas Frecuentes sobre la Platería
- ¿Es lo mismo orfebrería que platería?
- No exactamente. La orfebrería es el arte general de trabajar metales preciosos (oro, plata, etc.), mientras que la platería es una especialización dentro de la orfebrería que se centra principalmente en el trabajo con la plata. Sin embargo, los términos a menudo se usan indistintamente para referirse al artesano que trabaja estos metales.
- ¿Desde cuándo existe la platería?
- La orfebrería, que incluye la platería, tiene orígenes muy antiguos, asociados al desarrollo de las primeras civilizaciones. Los primeros trabajos significativos datan del cuarto milenio antes de Cristo en el Oriente Próximo. En Europa, se desarrolló a partir del III milenio a.C.
- ¿Qué herramientas usaban los primeros plateros?
- Inicialmente, los plateros utilizaban herramientas muy básicas hechas de materiales disponibles, como martillos de piedra o madera, punzones de hueso o cobre, y herramientas de corte o cincelado de sílex.
- ¿Para qué se usaba la platería en la Edad Media?
- En la Edad Media, la platería se utilizaba principalmente para crear objetos destinados al culto cristiano (cálices, cruces, relicarios) y para elaborar objetos de lujo y estatus para las clases sociales más pudientes (vajillas, elementos decorativos).
- ¿Se siguen usando las mismas técnicas de platería hoy en día?
- Sí, muchas de las técnicas fundamentales desarrolladas hace miles de años, como el martillado, el repujado, el cincelado, la fundición y la forja, siguen siendo la base del trabajo del platero moderno, aunque las herramientas y los procesos auxiliares (como el pulido o la soldadura) han evolucionado.
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