What is the Mapuche problem?

Platería Mapuche: El Arte Ancestral de la Plata

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Cuando hablamos del rico patrimonio artístico del pueblo mapuche, a menudo pensamos en la textilería, el tallado en madera o la cerámica, cada una con su propia historia y función dentro de la comunidad. Si bien la alfarería tuvo un papel significativo en la vida cotidiana y ritual, siendo utilizada para la creación de vasijas, ollas, y otros recipientes utilitarios y ceremoniales, existe otra manifestación artística que alcanzó un esplendor particular y se convirtió en un símbolo de identidad, estatus y conexión espiritual: la orfebrería, específicamente la platería.

¿Qué significa piedra en mapuche?
Los Ngen-kura(del mapudungun ngen, "dueño" y kura, "piedra"), de acuerdo a las creencias del pueblo mapuche.

La platería mapuche es, sin duda, una de las expresiones artísticas más reconocidas y valoradas de este pueblo originario. A diferencia de la cerámica, cuyos orígenes se remontan a tiempos precolombinos con fines principalmente funcionales, el desarrollo de la platería mapuche está estrechamente ligado a la llegada de los conquistadores europeos y la posterior interacción, a menudo conflictiva, con la sociedad colonial y republicana.

Índice de Contenido

El Origen de la Plata Mapuche

Inicialmente, los mapuches no trabajaban metales preciosos como la plata. Su destreza se centraba en otros materiales. La plata comenzó a ser un material disponible tras el contacto con los españoles. No la obtenían de minas (al menos no en gran escala inicial), sino principalmente a través de intercambios comerciales, trueques, o como resultado de incursiones y botines de guerra donde adquirían objetos de plata europeos (monedas, vajilla, adornos) que luego fundían y transformaban.

Esta capacidad de transformar la plata adquirida en piezas propias no solo demostraba una notable habilidad técnica, sino también una profunda afirmación cultural. Era tomar un elemento del 'otro' y resignificarlo, adaptándolo a su propia estética y cosmovisión. La plata, brillante y duradera, pronto adquirió un valor que trascendió lo puramente material, asociándose con el poder, la distinción y, crucialmente, con el mundo espiritual y los ancestros.

Técnicas y Herramientas Tradicionales

Los plateros mapuches, conocidos como rütrafe, desarrollaron técnicas sofisticadas utilizando herramientas relativamente sencillas. El proceso comenzaba con la fundición de la plata, a menudo en crisoles de arcilla. Una vez fundida, la plata se vertía en moldes o se dejaba enfriar para luego ser trabajada mediante el martillado intensivo. El martillado era fundamental para laminar, dar forma y endurecer el metal. Utilizaban martillos de piedra o metal y yunques improvisados.

Otras técnicas importantes incluían:

  • Laminado: Adelgazar la plata fundida a golpes de martillo para obtener láminas finas.
  • Recocido: Calentar el metal para ablandarlo y evitar que se quiebre durante el martillado.
  • Corte: Utilizando cinceles o herramientas de corte primitivas.
  • Repujado y Grabado: Crear diseños en relieve o incisos sobre la superficie de la plata utilizando punzones y otras herramientas puntiagudas.
  • Soldadura: Unir piezas de plata mediante soldaduras rudimentarias, a menudo utilizando aleaciones de plata y cobre con fundentes naturales.
  • Pulido: Dar brillo a las piezas utilizando abrasivos naturales como arena fina o polvos minerales.

La maestría del rütrafe residía en su habilidad para combinar estas técnicas, transformando un trozo de metal en una obra de arte cargada de significado. A diferencia de la cerámica, que se moldea a mano o con tornos rudimentarios y se cuece, la platería requiere una interacción constante con el metal a través de la fuerza y la precisión del golpe, el control del fuego para fundir y recocer, y la habilidad para dibujar y grabar símbolos con herramientas finas.

Principales Piezas de la Orfebrería Mapuche

La platería mapuche se manifiesta en una amplia variedad de adornos, cada uno con su nombre, forma y significado específico. Estas piezas no eran meros adornos estéticos; eran portadoras de identidad, marcadores de estatus social, protectores espirituales y elementos clave en ceremonias y rituales.

Algunas de las piezas más emblemáticas incluyen:

  • Trapelacucha: Quizás la pieza más icónica. Es un pectoral colgante, a menudo de gran tamaño y peso, compuesto por varias placas unidas por eslabones. Su diseño varía, pero comúnmente presenta figuras antropomorfas estilizadas (a menudo con cabezas de ave) en la parte superior y una cruz de brazos iguales (símbolo solar o de los cuatro puntos cardinales, no necesariamente religioso cristiano) o formas geométricas en la parte inferior. Representaba el cosmos, la conexión con los ancestros y el estatus de quien lo portaba.
  • Chawai: Pendientes colgantes, generalmente grandes y elaborados. Podían tener formas circulares, rectangulares, o diseños más complejos con elementos colgantes. Eran muy variados y utilizados tanto por hombres como mujeres, aunque los más grandes y ornamentados solían ser femeninos.
  • Tupu: Alfileres o prendedores utilizados para sujetar mantas o vestidos. Consisten en un vástago largo con una cabeza ornamental en un extremo. La cabeza podía ser circular, en forma de disco, o más elaborada, a menudo con elementos colgantes. Son similares a los alfileres prehispánicos de hueso o madera, pero magnificados en plata, lo que les confería mayor prestigio.
  • Trarilonko: Cintillos o cinturones frontales. Bandas de plata que se colocaban alrededor de la cabeza. A menudo estaban formados por placas rectangulares o circulares unidas, o por una banda continua repujada. Representaban la conexión con el linaje y la autoridad.
  • Mancilla: Pulseras o brazaletes. Podían ser bandas rígidas, brazaletes abiertos, o formados por eslabones.
  • Akucha: Adornos para el cabello o broches más pequeños.

Cada una de estas piezas era cuidadosamente elaborada, con diseños que a menudo repetían motivos cosmológicos, naturales o geométricos que tenían un profundo significado dentro de la cosmovisión mapuche. A diferencia de la cerámica, que cumplía funciones más terrenales (almacenamiento de alimentos, cocción, transporte de líquidos, urnas funerarias), la platería se asociaba más directamente con la persona que la portaba, su identidad, su historia familiar y su relación con el mundo espiritual.

Simbolismo y Significado Profundo

El verdadero valor de la platería mapuche reside en su profundo simbolismo. Los diseños grabados y repujados no son meros adornos; son un lenguaje visual que narra la historia, las creencias y la relación del mapuche con su entorno y el cosmos.

Motivos recurrentes incluyen:

  • El Sol y la Luna: Representados a menudo por círculos o discos, simbolizan el equilibrio cósmico, el ciclo de la vida y las fuerzas vitales.
  • Estrellas y Constelaciones: Guías en el cielo, asociadas con la navegación y el conocimiento ancestral.
  • Figuras Humanas Estilizadas: A menudo interpretadas como representaciones de ancestros o espíritus protectores.
  • Aves (especialmente el Choique o ñandú): Símbolos de libertad, movimiento y conexión con el mundo aéreo.
  • Figuras Geométricas: Rombos (ojos o protección), líneas en zigzag (agua, movimiento), cuadrados, triángulos, cada una con posibles interpretaciones ligadas a la naturaleza, el territorio o la estructura social.

La plata misma tenía un simbolismo especial. Su brillo se asociaba con la luz, la pureza y la energía de los astros. Se creía que las joyas de plata tenían propiedades protectoras contra los malos espíritus y las enfermedades. Portar estas piezas era una forma de afirmar la identidad mapuche y mantener viva la conexión con el linaje y la tierra. La platería era, en esencia, un anclaje material de la identidad y cosmovisión.

Comparación con la Cerámica Mapuche

Para entender mejor el rol de la platería, es útil contrastarla con la cerámica, como preguntaba inicialmente el usuario. Si bien ambas son artes mapuches importantes, sus funciones y simbolismo difieren significativamente.

CaracterísticaPlatería MapucheCerámica Mapuche
Material PrincipalPlata (principalmente), a veces cobreArcilla
Origen MaterialPrincipalmente de origen europeo (fundición de objetos), luego comercioLocal, de yacimientos de arcilla
Función PrincipalAdorno personal, estatus, identidad, protección espiritual, ceremonialUtilitaria (cocción, almacenamiento, transporte), ritual (urnas funerarias, ofrendas)
Época de EsplendorSiglo XVIII - principios del XX (post-contacto europeo)Precolombina y colonial (uso continuo, pero auge de la platería la opacó en prestigio)
Valor SimbólicoMuy alto, asociado a estatus, linaje, cosmovisión, protección, luzPresente, asociado a la tierra, fertilidad, ciclo de vida, pero menos centrado en el estatus individual
Tipo de PiezasPectorales, aros, prendedores, cintillos, pulserasVasijas, ollas, cántaros, platos, urnas

Esta tabla ilustra cómo, aunque ambas artes son vitales, la platería adquirió un rol más prominente como marcador de identidad personal y colectiva en un período histórico particular, mientras que la cerámica mantuvo su importancia funcional y ritual ligada a la vida cotidiana y el ciclo vital.

La Platería Mapuche en la Actualidad

Hoy en día, la tradición de la platería mapuche sigue viva. Aunque enfrentó desafíos históricos, como la disminución del acceso a la plata y cambios sociales, muchos rütrafe continúan creando piezas, manteniendo vivas las técnicas ancestrales y los diseños tradicionales, aunque también incorporando innovaciones. La platería contemporánea es un puente entre el pasado y el presente.

La producción actual se destina tanto al uso dentro de las comunidades, especialmente en ceremonias y eventos importantes, como a la venta en mercados artesanales, lo que ayuda a sustentar a los artesanos y difundir esta importante manifestación cultural. Comprar joyas mapuches auténticas es apoyar la continuidad de esta tradición milenaria.

Preguntas Frecuentes sobre la Platería Mapuche

Aquí respondemos algunas dudas comunes:

¿De dónde obtenían la plata los mapuches para sus joyas?
Principalmente de la fundición de objetos de plata de origen europeo (monedas, vajilla) adquiridos a través de comercio, trueque o como botín.

¿Qué significado tienen los diseños en las piezas de plata?
Representan elementos de la cosmovisión mapuche, como el sol, la luna, las estrellas, la naturaleza, figuras humanas estilizadas y símbolos geométricos, cada uno con significados relacionados con la protección, el equilibrio cósmico, los ancestros y la identidad.

¿Se sigue practicando la platería mapuche hoy en día?
Sí, la tradición continúa viva. Muchos artesanos mapuches (rütrafe) siguen creando piezas utilizando técnicas tradicionales, adaptándose a los tiempos modernos y manteniendo viva la herencia cultural.

¿Cómo se diferencia la platería de otras artes mapuches como la cerámica?
Aunque ambas son artes importantes, la platería se desarrolló más tardíamente (post-contacto europeo) y se centró en adornos personales de alto valor simbólico, estatus y protección, mientras que la cerámica tiene orígenes más antiguos y se utilizó principalmente para objetos utilitarios y rituales relacionados con la vida cotidiana y la alimentación.

¿Son auténticas las joyas mapuches que se venden hoy?
Muchas lo son, creadas por artesanos mapuches. Es importante buscar certificaciones o comprar en lugares reconocidos que trabajen directamente con las comunidades para asegurar la autenticidad y apoyar el comercio justo.

En conclusión, mientras la cerámica mapuche cumplió roles esenciales en la vida material y ritual, la platería emergió como un arte de profundo significado simbólico e identitario. Las piezas de plata mapuches son mucho más que adornos; son portadoras de historia, cosmovisión y resistencia cultural, un legado brillante que sigue vivo en las manos de los artesanos actuales.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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