Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha sido cautivada por el brillo y la resistencia de ciertos elementos que la naturaleza nos regala: los metales preciosos. Oro, plata y platino no solo han servido como moneda de cambio o reserva de valor, sino que, en manos de hábiles artesanos, se han convertido en objetos de incomparable belleza y significado. La orfebrería y la platería son disciplinas que elevan estos materiales a la categoría de arte, transformándolos en joyas, utensilios y piezas decorativas que trascienden el tiempo y las modas. Comprender las propiedades y el encanto de cada uno de estos metales es fundamental para apreciar la maestría detrás de cada creación y para elegir la pieza perfecta que nos acompañará.

El Oro: El Rey de los Metales
El oro es quizás el metal precioso más universalmente reconocido y valorado. Su historia en la orfebrería se remonta a miles de años antes de Cristo, hallándose objetos de oro en civilizaciones tan antiguas como la egipcia, la mesopotámica o la inca. Su perdurable brillo, su resistencia a la corrosión y su increíble maleabilidad y ductilidad lo convierten en el material ideal para la creación de joyas complejas y delicadas. Una sola onza de oro puede estirarse hasta formar un hilo de kilómetros de longitud o ser martillada hasta obtener láminas increíblemente finas.
La pureza del oro se mide en quilates. El oro puro es de 24 quilates (24k). Sin embargo, el oro de 24k es muy blando para el uso diario en joyería, por lo que se alea con otros metales como cobre, plata, níquel o zinc para aumentar su dureza y durabilidad. Las aleaciones más comunes para joyería son:
- Oro de 18k: Contiene 18 partes de oro puro y 6 partes de otros metales (75% oro). Es el estándar de alta calidad en muchas partes del mundo, ofreciendo un buen equilibrio entre pureza y resistencia.
- Oro de 14k: Contiene 14 partes de oro puro y 10 partes de otros metales (58.3% oro). Es más duro y resistente que el de 18k, popular en joyería de uso diario, especialmente en Estados Unidos.
- Oro de 10k: Contiene 10 partes de oro puro y 14 partes de otros metales (41.7% oro). Es la aleación más dura y económica comúnmente utilizada en joyería, pero su menor contenido de oro puede hacerlo menos valioso y propenso a causar alergias en algunas personas debido a otros metales.
La elección de los metales de aleación también determina el color del oro:
- Oro Amarillo: La aleación tradicional, generalmente con plata y cobre en proporciones que mantienen el color dorado.
- Oro Blanco: Se obtiene aleando oro puro con metales blancos como níquel, paladio, plata o zinc. A menudo se recubre con rodio para un acabado más blanco y brillante. Es una alternativa popular al platino.
- Oro Rosa/Rojo: Se logra aumentando la proporción de cobre en la aleación. Cuanto más cobre, más rojizo es el tono.
- Oro Verde: Una aleación menos común, con una mayor proporción de plata y a veces cadmio o zinc, que le da un tinte verdoso.
El cuidado del oro depende de su pureza y aleación. Generalmente, se limpia con agua tibia, jabón suave y un cepillo blando. Evitar el contacto con químicos agresivos es crucial para mantener su brillo.
La Plata: Elegancia Versátil y Atemporal
La plata es otro metal precioso con una rica historia en la orfebrería y, especialmente, en la platería, el arte de crear objetos de plata de mayor tamaño como vajillas, bandejas y objetos decorativos. Es más abundante y accesible que el oro y el platino, lo que la ha hecho popular a lo largo de los siglos. Su brillante lustre blanco y su alta reflectividad la hacen muy atractiva.
Al igual que el oro, la plata pura (99.9% plata fina o 999) es muy blanda para la mayoría de las aplicaciones prácticas. Por ello, se alea, típicamente con cobre, para mejorar su dureza y durabilidad. La aleación más conocida y utilizada en joyería y platería de calidad es la plata de ley o plata Sterling.
- Plata de Ley (Sterling Silver): Contiene 92.5% de plata pura y 7.5% de otros metales, generalmente cobre. Se marca con el sello "925". Es el estándar internacional para la plata de calidad.
- Plata Fina (Fine Silver): 99.9% pura. Se marca con "999". Es muy blanda y se usa principalmente para lingotes o en técnicas donde se requiere alta maleabilidad, como el metal clay.
- Plata Britannia: Contiene 95.8% de plata pura (958). Es un estándar histórico británico, ligeramente más pura que la plata de ley.
La principal característica de la plata de ley que requiere atención es su tendencia a empañarse o ennegrecerse (tarnish). Esto ocurre debido a la reacción del cobre en la aleación con sulfuro de hidrógeno en el aire u otros químicos. Aunque la plata pura no se empaña de esta manera, es demasiado blanda. El empañamiento es superficial y se puede limpiar con productos específicos para plata o métodos caseros como el bicarbonato de sodio y papel de aluminio.
La versatilidad de la plata la hace adecuada para una enorme variedad de estilos, desde diseños minimalistas y modernos hasta piezas intrincadas y ornamentadas. Su precio más accesible en comparación con el oro y el platino la convierte en una excelente opción para joyas de moda y objetos decorativos.

El Platino: Símbolo de Exclusividad y Resistencia
El platino es el más raro y, a menudo, el más caro de los tres metales preciosos principales utilizados en joyería. Su uso en orfebrería es más reciente que el del oro y la plata, ganando popularidad a finales del siglo XIX y principios del XX. Es notable por su densidad, peso, extrema durabilidad y su resistencia a la corrosión y al desgaste.
A diferencia del oro y la plata, el platino se utiliza en joyería en un estado de pureza muy alto. Las aleaciones comunes son:
- Platino 950: Contiene 95% de platino y 5% de otros metales del grupo del platino (como paladio, rutenio, iridio) o cobre y cobalto. Es el estándar más común para joyería de platino.
- Platino 900, 850: Aleaciones con menor pureza, usadas en algunos mercados.
Una de las mayores ventajas del platino en joyería, especialmente en anillos de compromiso y otras piezas de uso continuo, es su durabilidad. En lugar de desgastarse y perder material con el tiempo (como el oro, que se raspa), el platino simplemente se desplaza. Esto significa que el metal permanece en la pieza, lo que es crucial para mantener las piedras preciosas firmemente engastadas. Además, su color blanco natural no se desvanece ni requiere recubrimientos (como el rodio en el oro blanco) y es hipoalergénico, lo que lo hace ideal para personas con piel sensible.
El platino no se empaña. Su mantenimiento es relativamente sencillo, aunque puede desarrollar una pátina (un ligero rayado superficial que le da un aspecto mate suave) con el tiempo. Esta pátina es valorada por algunos, pero la pieza puede ser pulida para restaurar su brillo original.
Comparativa de Metales Preciosos en Joyería
Para facilitar la elección y comprensión, aquí presentamos una tabla comparativa de las propiedades clave:
| Característica | Oro (ej. 18k/14k) | Plata de Ley (925) | Platino (950) |
|---|---|---|---|
| Color Natural | Amarillo (puede ser blanco, rosa, etc., por aleación) | Blanco brillante | Blanco grisáceo natural |
| Pureza Típica en Joyería | 75% (18k), 58.3% (14k) | 92.5% | 95% |
| Dureza | Varía según quilates y aleación (generalmente más duro que 24k, menos que platino) | Relativamente blanda (más dura que plata pura) | Muy duro y denso |
| Tendencia a Empañarse | No (si es alta pureza), bajo (aleaciones) | Sí (debido al cobre) | No |
| Hipoalergénico | Puede serlo (depende de la aleación, ej. níquel) | Puede serlo (generalmente el cobre no causa problemas, pero depende de sensibilidades) | Sí (generalmente considerado el más hipoalergénico) |
| Peso/Densidad | Pesado (menos denso que platino) | Ligero (menos denso que oro y platino) | Muy pesado y denso |
| Desgaste | Se desgasta (pierde material) | Se desgasta (pierde material) | Desplaza el metal (no pierde material) |
| Precio | Alto (varía según quilates) | Accesible | Muy alto (generalmente el más caro) |
| Marcas Comunes | 750, 585, 417 (o 18k, 14k, 10k) | 925, Sterling | 950 Plat, Pt950 |
Preguntas Frecuentes sobre Metales Preciosos en Joyería
¿Qué significa que una joya es de "oro de 18 quilates"?
Significa que, de las 24 partes totales que componen el metal, 18 son de oro puro y las 6 partes restantes son de otros metales (como cobre, plata, etc.) que forman la aleación. Esto equivale a un 75% de oro puro.
¿Por qué la plata de ley se pone negra o se empaña?
El empañamiento (tarnish) es una reacción química que ocurre principalmente debido al cobre presente en la aleación de plata de ley (el 7.5%). El cobre reacciona con el sulfuro de hidrógeno y otros compuestos de azufre presentes en el aire, la humedad, la piel, ciertos alimentos, cosméticos y químicos, formando una capa oscura de sulfuro de plata en la superficie.
¿Es el platino mejor que el oro blanco?
No necesariamente "mejor", sino diferente y a menudo preferido por sus propiedades únicas. El platino es más denso, más pesado, naturalmente blanco (no requiere recubrimiento de rodio que puede desgastarse), más duradero en el sentido de que no pierde metal por abrasión, y es hipoalergénico. El oro blanco (especialmente 14k) es más duro (resistente a rayones superficiales), más ligero, generalmente más económico y tiene un brillo diferente (a menudo más brillante inicialmente gracias al rodio). La elección depende de las preferencias personales, el presupuesto y la importancia de propiedades como la hipoalergenicidad o la durabilidad a largo plazo del metal.

¿Cómo puedo saber si mi joya es de plata de ley?
Las joyas de plata de ley auténtica suelen llevar un sello o marca distintiva, que indica su pureza. El sello más común para la plata de ley es "925". Otros sellos pueden incluir "Sterling", "Ster", o marcas de plateros o contrastes oficiales que certifican el metal y su pureza.
¿Cómo debo limpiar mis joyas de oro, plata y platino?
Para oro y platino: use agua tibia con unas gotas de jabón suave (lavavajillas neutro es ideal) y un cepillo de dientes de cerdas suaves para frotar suavemente. Enjuague con agua limpia y seque con un paño suave que no suelte pelusa.
Para plata de ley: puede usar el método anterior para suciedad ligera. Para el empañamiento, hay limpiadores líquidos específicos para plata o paños impregnados. Un método casero efectivo es forrar un recipiente con papel de aluminio, añadir agua caliente, bicarbonato de sodio y sal, e introducir la plata; la reacción electroquímica ayuda a eliminar el sulfuro. Siempre seque bien las piezas.
¿Qué metal es mejor para personas con alergias?
El platino (especialmente 950) es generalmente considerado el metal más hipoalergénico, ya que se usa en alta pureza y no contiene níquel (un alérgeno común). El oro de alta pureza (como 24k o 18k) es menos propenso a causar alergias que el de menor pureza (como 14k o 10k), ya que estos últimos contienen más metales de aleación, incluyendo a veces níquel en el oro blanco. La plata de ley contiene cobre, que rara vez causa alergias, pero el níquel puede estar presente en algunas aleaciones de plata de menor calidad o en recubrimientos.
En conclusión, los metales preciosos son la columna vertebral de la orfebrería y la platería. Cada uno, con sus propiedades únicas, historia y belleza inherente, ofrece un lienzo distinto para la creatividad del artesano y un significado especial para quien lo porta. Comprender el oro, la plata y el platino no solo enriquece nuestra apreciación por estas formas de arte, sino que también nos empodera para elegir y cuidar nuestras piezas de manera informada, asegurando que su legado y su brillo perduren por generaciones.
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