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Historia de la Platería: De la Función al Lujo

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Cuando pensamos en “platería” o “cubiertos de plata”, nuestra mente evoca inmediatamente tenedores, cuchillos y cucharas elegantemente dispuestos sobre una mesa. Sin embargo, la realidad es que la gran mayoría de los cubiertos que usamos hoy en día no contienen ni un gramo de plata pura. Aun así, la costumbre de referirse a ellos como platería persiste. Este fenómeno lingüístico, similar a llamar “Kleenex” a cualquier pañuelo de papel o “Band-Aid” a cualquier venda adhesiva, tiene profundas raíces históricas que se entrelazan con la evolución de los utensilios, las propiedades de los metales y el simbolismo de la riqueza. Explorar la historia de la platería es descubrir un viaje fascinante que va desde las herramientas más rudimentarias hasta los objetos de deseo y estatus.

¿Qué es el arte de la platería?
Se denomina platería el trabajo artesanal de la plata con fines ornamentales. Jarra de plata. La función principal de la platería es decorar casas, tanto sagrados como profanos y de las habitaciones particulares, especialmente en los momentos de solemnidad y recepción.

La historia de los utensilios de mesa es tan antigua como la civilización misma. Mucho antes de que los metales entraran en escena, nuestros ancestros utilizaban lo que tenían a mano: herramientas primitivas hechas de huesos afilados, piedras pulidas, trozos de madera o incluso conchas marinas para ayudarse a preparar y consumir alimentos. Estos primeros utensilios eran puramente funcionales, adaptados a las necesidades básicas de supervivencia.

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El Enigma Semántico: Platería que No es Plata

Hoy en día, el término platería se ha convertido en una palabra genérica que se refiere a cualquier tipo de cubertería, vajilla o incluso objetos decorativos, siempre que estén hechos de un material metálico y grisáceo. Un tenedor de acero inoxidable es considerado platería. Un candelabro de latón plateado también puede ser llamado platería. Incluso un plato (plate) de plata, en inglés, es silverware. El término ha trascendido su significado original, extendiéndose para abarcar una amplia gama de materiales.

¿Por qué la confusión? La Generalización de un Nombre

Esta generalización se debe a que, durante mucho tiempo, la plata fue el material principal utilizado para fabricar cubiertos de calidad. A medida que la civilización humana progresó y la metalurgia se desarrolló, los materiales para los utensilios evolucionaron. Tras las herramientas primitivas de hueso y piedra, surgieron implementos más sofisticados hechos de madera y conchas. Eventualmente, la era de los metales trajo consigo el uso de bronce, hierro y acero.

Fue con la llegada de civilizaciones avanzadas como la romana que la plata comenzó a utilizarse para la creación de utensilios de mesa. No era el primer metal empleado, pero sus características únicas pronto la destacarían y la asociarían indeleblemente con la cubertería de calidad.

Los Orígenes Históricos: De la Piedra a la Plata

La transición de materiales marca hitos importantes en la historia de la humanidad. Del Paleolítico con sus herramientas de piedra, pasamos a la Edad del Bronce y luego a la Edad del Hierro. Cada nuevo material permitía la creación de herramientas más duraderas, eficientes y, en algunos casos, estéticamente más atractivas. Los primeros intentos de crear herramientas para comer más allá de las manos se manifestaron en formas sencillas de madera o conchas. Luego, los metales como el bronce y el hierro se usaron para cuchillos y primitivos tenedores o punzones.

Sin embargo, la plata poseía cualidades que otros metales de uso común no tenían, o al menos no en la misma medida. Su maleabilidad, su brillo inherente y su resistencia a la corrosión (en comparación con el hierro o el bronce) la hacían ideal para la orfebrería y, eventualmente, para la fabricación de utensilios de mesa que no solo eran funcionales sino también hermosos y duraderos.

La Platería y la Higiene: Propiedades Asombrosas

Una de las razones clave por las que la plata se volvió un material tan popular para los utensilios, especialmente en épocas antiguas, radicaba en sus sorprendentes propiedades. Mucho antes de que se entendieran los principios de la microbiología moderna, se observó que la plata tenía un efecto purificador.

Los antiguos fenicios, por ejemplo, utilizaban recipientes de plata para mantener el agua potable durante sus largos viajes marítimos. Los marineros, por su parte, solían arrojar monedas de plata en la leche para evitar que se estropeara en travesías prolongadas antes de la invención de la refrigeración. Estas prácticas empíricas se basaban en la observación de que la plata parecía preservar los líquidos y alimentos mejor que otros materiales.

Un Aliado Inesperado para la Salud

Hoy sabemos que esta capacidad de la plata se debe a sus propiedades oligodinámicas. Esto significa que los iones de plata (partículas cargadas liberadas por el metal) son capaces de dañar y matar células vivas y microorganismos, incluyendo bacterias, moho, hongos, virus y algas. Actúan interfiriendo con procesos celulares vitales de estos organismos.

Lejos de ser algo aterrador, esto implica que los utensilios hechos de plata son inherentemente higiénicos y poseen cualidades antibacterianas y desinfectantes naturales. En una época sin sistemas modernos de saneamiento, agua corriente limpia o métodos de conservación de alimentos eficientes, contar con utensilios y recipientes que activamente reducían la proliferación de patógenos era una ventaja inmensa. Esta capacidad de la plata para contribuir a la higiene personal y pública fue, sin duda, un factor importante en su adopción por aquellos que podían permitírselo.

La Plata como Símbolo de Estatus y Riqueza

A pesar de las notables propiedades funcionales e higiénicas de la plata, su uso generalizado en la antigüedad y la Edad Media estaba restringido a una pequeña fracción de la población. La razón principal era simple: la plata era, y sigue siendo, un metal precioso y, por lo tanto, costoso. Su extracción, refinamiento y la habilidad artesanal requerida para transformarla en objetos útiles y decorativos la convertían en un lujo inalcanzable para la mayoría.

Solo las familias más acaudaladas, la nobleza y las instituciones religiosas podían permitirse poseer objetos de plata, incluyendo cubertería. Tener un juego completo de cubiertos de plata en la mesa no era solo una cuestión de preferencia material o higiene; era una declaración inequívoca de riqueza, poder y estatus social. La exhibición de la platería se convirtió en un símbolo de estatus, una forma visible de diferenciar a la élite del resto de la sociedad.

Con el tiempo, esta asociación entre la plata y la opulencia se arraigó tan profundamente que la palabra misma, “platería”, se volvió sinónimo de cubertería fina, independientemente del metal utilizado. Incluso cuando otros materiales metálicos, como el acero inoxidable, se volvieron más comunes y asequibles para la fabricación de cubiertos en masa, el prestigio histórico de la plata persistió en el lenguaje.

La Platería Hoy: Variedad de Materiales

El panorama de la cubertería ha cambiado drásticamente en la era moderna. Los avances tecnológicos y la disponibilidad de nuevos materiales han democratizado el acceso a utensilios de mesa duraderos y funcionales. El acero inoxidable, en particular, se ha convertido en el material predominante debido a su resistencia a la corrosión, durabilidad, facilidad de limpieza y coste relativamente bajo.

Aunque la plata maciza (plata esterlina) o la plata bañada siguen existiendo y se valoran por su belleza y prestigio en ocasiones especiales, la mayoría de los cubiertos que se fabrican y utilizan a diario son de otros metales o aleaciones. Sin embargo, el legado de la plata es tan fuerte que el término “platería” ha perdurado, utilizándose como un descriptor genérico para el conjunto de cubiertos.

Evolución de los Materiales para Utensilios

Para comprender mejor este viaje, veamos una tabla que resume la progresión de los materiales utilizados para los utensilios a lo largo de la historia, según la información disponible:

Periodo/OrigenMateriales InicialesTransición y DesarrolloIncorporación de la Plata
Antigüedad Pre-metálicaHueso, Piedra, MaderaConchas, Astas-
Edad de los Metales TempranaBronce, HierroDesarrollo de técnicas de forja-
Imperio Romano y Épocas PosterioresHierro, AceroExpansión del uso de metalesPlata (utilizada por la élite)
Edad Media y RenacimientoHierro, Estaño, LatónUso creciente de la plata por la noblezaPlata como símbolo de estatus
Era ModernaAcero Inoxidable, Alpaca, Plásticos (en algunos casos)Producción masiva, variedad de aleacionesPlata (principalmente para lujo o inversión)

Preguntas Frecuentes sobre la Platería

¿Por qué se llama "platería" si no es de plata?

Se debe a un fenómeno lingüístico similar a la marca genérica. La plata fue históricamente el material de elección para los cubiertos de alta calidad debido a sus propiedades y coste. Con el tiempo, el término asociado a este material de prestigio se generalizó para referirse a cualquier conjunto de cubiertos metálicos, incluso si están hechos de acero inoxidable u otras aleaciones.

¿Eran los primeros utensilios de plata?

No, los primeros utensilios eran herramientas primitivas hechas de materiales naturales como hueso, piedra, madera o conchas. La plata se introdujo mucho más tarde en la historia, principalmente en épocas avanzadas como la del Imperio Romano, y su uso inicial estaba restringido a la élite.

¿Es verdad que la plata tiene propiedades antibacterianas?

Sí, la plata posee propiedades oligodinámicas. Sus iones pueden dañar y matar diversos microorganismos como bacterias, hongos y virus. Esta capacidad fue una ventaja significativa en la antigüedad para la higiene, ayudando a preservar alimentos y agua.

¿La plata siempre fue cara?

Históricamente, la plata ha sido un metal precioso y su valor de mercado siempre ha sido considerable. Su escasez relativa, los costes de extracción y la complejidad de trabajarla artesanalmente la hicieron inaccesible para la mayoría de la población durante siglos, consolidándola como un material asociado exclusivamente a la riqueza y el poder.

¿Se sigue usando plata para los cubiertos hoy en día?

Sí, aunque el acero inoxidable es el material más común para la cubertería de uso diario, la plata maciza (plata esterlina, 925) y la plata bañada (con un recubrimiento de plata sobre otro metal) todavía se utilizan para juegos de cubiertos de lujo, piezas de colección o regalos especiales, manteniendo viva la tradición y el prestigio de la platería.

En conclusión, la historia de la platería es un fascinante reflejo de la evolución humana, desde la necesidad básica de herramientas hasta la búsqueda de la belleza, la higiene y el estatus. El término ha perdurado, adaptándose a un mundo donde los materiales han cambiado, pero la asociación con la calidad y la tradición se mantiene, recordándonos el importante papel que este metal precioso jugó en la configuración de nuestras costumbres y nuestro lenguaje.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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