Taxco: Corazón de la Platería Mexicana

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Cuando nos preguntamos dónde se elabora la platería de renombre, un nombre resuena con fuerza en México y el mundo: Taxco de Alarcón, en el estado de Guerrero. Esta pintoresca ciudad colonial no es solo un destino turístico lleno de encanto, sino el epicentro de una tradición artesanal que ha definido su identidad a lo largo de generaciones. La platería en Taxco es más que un oficio; es un legado cultural, una forma de vida que se manifiesta en cada pieza elaborada con maestría.

La base de este arte es, por supuesto, la plata. Este metal de transición posee cualidades excepcionales que lo hacen ideal para la orfebrería. Es dúctil, lo que permite estirarlo en hilos finísimos; blando, facilitando su moldeo; maleable, permitiendo darle diversas formas sin romperse; brillante, con un lustre característico que lo hace irresistible; y de un inconfundible color blanco. Estas propiedades físicas son esenciales para que los artesanos puedan transformar una simple barra de metal en complejas y hermosas creaciones.

Índice de Contenido

Taxco, Guerrero: Cuna de la Platería

La conexión entre Taxco y la plata es profunda e histórica. Aunque la minería de plata en la región tiene siglos de antigüedad, la elaboración artística de la platería como la conocemos hoy, y que le ha dado fama mundial a la ciudad, floreció de manera significativa a partir de principios del siglo XX. Fue en este periodo cuando se sentaron las bases de la escuela de diseño y producción que caracteriza a la platería taxqueña. Desde entonces, la ciudad se ha consolidado como el principal centro platero de México.

La actividad artesanal en Taxco no es una mera industria; es el alma de la ciudad. Caminar por sus calles empedradas es encontrarse con talleres y joyerías en casi cada esquina, donde se exhiben y se crean piezas que van desde delicadas joyas hasta imponentes objetos decorativos. La tradición se transmite de generación en generación, con familias enteras dedicadas a este noble oficio.

Los Artesanos: Maestros de la Transformación

El corazón de la platería taxqueña reside en sus artesanos. Son ellos quienes, con sus manos expertas y su visión artística, toman la plata y la dotan de vida. Cada pieza es el resultado de horas de trabajo meticuloso, paciencia y una profunda comprensión del metal. Utilizan técnicas ancestrales combinadas con innovaciones contemporáneas para crear diseños únicos que reflejan tanto la rica herencia cultural de México como tendencias modernas.

La habilidad de los artesanos de Taxco no se limita a dar forma al metal. Implica también el dominio de procesos como el fundido, laminado, cortado, soldado, cincelado, pulido y, en muchos casos, la aplicación de acabados especiales como el oxidado para resaltar texturas y detalles. La dedicación y el talento de estos maestros son lo que eleva la platería de Taxco a la categoría de verdadero arte.

El Proceso Creativo y de Elaboración

La elaboración de una pieza de platería es un viaje fascinante que comienza mucho antes de que el metal toque las herramientas. Inicia con la concepción del diseño, que puede ser tradicional, inspirado en la naturaleza, o completamente vanguardista. Una vez que el diseño está definido, la plata, generalmente en forma de lingotes o granalla, es fundida a altas temperaturas. Luego, se lamina o se estira según sea necesario para obtener el grosor o la forma inicial requerida para la pieza.

A continuación, el artesano comienza a dar forma. Esto puede involucrar corte con sierra de joyero, martillado para crear texturas (como el acabado martillado que es muy apreciado), doblado, y soldado de las diferentes partes. El cincelado y el grabado se utilizan para añadir detalles finos y ornamentación. Una vez que la pieza ha tomado su forma final y todos los elementos están unidos, viene el proceso de acabado, que incluye limado para eliminar imperfecciones, lijado para alisar superficies y, finalmente, el pulido intenso para sacar el brillo característico de la plata. En algunos casos, se aplica un baño de rodio para proteger la pieza o se oxida para oscurecer ciertas áreas y crear contraste.

La Tradición desde Principios del Siglo XX

La consolidación de Taxco como centro platero a principios del siglo XX no fue casualidad. Fue el resultado de una serie de factores, incluyendo la riqueza mineral de la región y la llegada de personas visionarias que vieron el potencial de revitalizar la artesanía local y combinarla con diseños modernos. Este período marcó un renacimiento para la platería en Taxco, elevando su calidad técnica y estética y abriendo las puertas a los mercados nacionales e internacionales. La perseverancia y el talento de los artesanos locales fueron fundamentales en este proceso, construyendo una reputación de excelencia que perdura hasta hoy.

La Platería de Taxco en el Mundo

Hoy en día, la platería de Taxco es reconocida y buscada a nivel mundial. Su calidad, la pureza de la plata utilizada (generalmente plata .925, que indica un 92.5% de plata pura), y la originalidad de sus diseños la hacen altamente valorada. Las piezas taxqueñas no son solo adornos; son pequeñas esculturas portátiles, objetos de arte que cuentan una historia de tradición, esfuerzo y belleza.

Comparativa de Metales Preciosos en Joyería

Aunque la plata es la protagonista en Taxco, es interesante compararla con otros metales preciosos comúnmente usados en joyería para entender mejor sus características:

CaracterísticaPlataOroPlatino
Color NaturalBlanco BrillanteAmarillo (puro), puede variar con aleacionesBlanco Grisáceo
DuctilidadMuy DúctilExtremadamente DúctilDúctil
MaleabilidadMuy MaleableExtremadamente MaleableMaleable
DensidadModerada (10.49 g/cm³)Alta (19.32 g/cm³)Muy Alta (21.45 g/cm³)
Punto de FusiónBajo (961.8 °C)Medio (1064 °C)Alto (1772 °C)
Resistencia a la CorrosiónSe empaña (oxida)Muy ResistenteExtremadamente Resistente
CostoRelativamente BajoAltoMuy Alto
Origen Principal de Platería Famosa en MéxicoTaxcoNo asociado a una ciudad específica para orfebrería masivaNo asociado a una ciudad específica para orfebrería masiva

Esta tabla resalta por qué la plata, con su combinación de belleza, trabajabilidad (es dúctil y maleable) y costo accesible en comparación con el oro y el platino, ha sido el metal predilecto para desarrollar una tradición artesanal tan rica y prolífica en lugares como Taxco.

Preguntas Frecuentes sobre la Platería de Taxco

  • ¿Dónde se concentra la elaboración de platería en México?
    Aunque se elabora platería en varias partes de México, Taxco, Guerrero, es reconocido nacional e internacionalmente como el principal centro y cuna de la platería mexicana de arte.
  • ¿Desde cuándo se elabora platería de forma destacada en Taxco?
    La tradición de la platería artística que le dio fama mundial a Taxco se consolidó y floreció a partir de principios del siglo XX.
  • ¿Qué características tiene la plata utilizada en platería?
    La plata es un metal de transición dúctil, blando, maleable, brillante y de color blanco, ideal para ser trabajado por los artesanos.
  • ¿Quiénes son los protagonistas en la elaboración de la platería en Taxco?
    Los protagonistas son los hábiles artesanos taxqueños, herederos de una tradición de conocimiento y destreza en el manejo del metal.
  • ¿Por qué es tan famosa la platería de Taxco?
    Es famosa por la calidad de la plata utilizada, la maestría técnica de sus artesanos, la originalidad y belleza de sus diseños, y una tradición que se ha mantenido viva por más de un siglo.

En conclusión, la respuesta a la pregunta sobre dónde se elabora la platería nos lleva directamente a Taxco, Guerrero. Es allí donde la magia ocurre; donde la plata, con sus propiedades únicas, se encuentra con el talento y la pasión de los artesanos. Desde principios del siglo XX, Taxco ha forjado una identidad indisoluble con este oficio, convirtiéndose en un faro de la artesanía mexicana y un lugar donde cada pieza de platería es un testimonio de historia, habilidad y belleza inmutable.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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