Pendientes de Aro: Nombres, Historia y Tipos

Los pendientes de aro, una forma de adorno personal que ha perdurado a través de milenios, poseen una riqueza histórica y una variedad terminológica que a menudo genera curiosidad. Estas piezas circulares u ovaladas, que adornan el lóbulo o cartílago de la oreja (y a veces otras partes del cuerpo), son mucho más que un simple accesorio; son portadores de historias, símbolos culturales y evolución artística. Desde las tumbas de faraones hasta las pasarelas modernas, el aro ha mantenido su atractivo atemporal, adaptándose a diferentes estilos y significados.

La forma más icónica y reconocible de pendiente es, sin duda, el aro. Sin embargo, nombrar a estas joyas puede ser una tarea confusa debido a la diversidad de términos utilizados en el idioma español. ¿Son aretes, zarcillos, arracadas o simplemente pendientes? La respuesta es que pueden ser todas esas cosas, dependiendo del contexto, la región o las características específicas de la pieza. Profundicemos en la terminología y la fascinante trayectoria histórica de estos adornos circulares.

¿Cómo se llaman los pendientes de aro? La Amplitud Terminológica

El término más genérico y abarcador para cualquier adorno que se cuelga o sujeta de la oreja es pendiente. Esta palabra es una castellanización del vocablo francés pendentif, que literalmente significa 'colgante'. Fue un término adoptado por arqueólogos a finales del siglo XIX y principios del XX al estudiar piezas de adorno que se encontraban en excavaciones, muchas de las cuales, efectivamente, 'pendían' o colgaban.

Dentro de esta amplia categoría de pendientes, encontramos nombres más específicos que a menudo se refieren, total o parcialmente, a los aros. Algunos de los sinónimos o términos relacionados que se utilizan para referirse a los pendientes de aro, o a tipos específicos de ellos, incluyen:

• Arete: Este es quizás uno de los términos más comunes y a menudo se utiliza como sinónimo directo de pendiente de aro o de un pendiente que se sujeta a la oreja.
• Arito: Diminutivo de arete, refiriéndose generalmente a aros de menor tamaño.
• Aro: Directamente hace alusión a la forma circular de la joya.
• Zarcillo: Otro término tradicional, sinónimo de arete o pendiente, a menudo asociado a piezas más elaboradas o colgantes, pero que históricamente también incluía aros.
• Arcillo: Variante de zarcillo.
• Caravana: Este término, aunque a veces se usa para pendientes colgantes llamativos, en algunas regiones también puede referirse a aros grandes o conjuntos de aros pequeños.

Es importante entender que, si bien 'pendiente' es el término general, 'arete' y 'aro' son los que más directamente evocan la forma circular característica que nos ocupa. La riqueza del idioma español permite esta variedad, que puede variar en uso de una región a otra.

Un Viaje por la Historia del Aro en la Orfebrería

La historia de los pendientes de aro es tan antigua como la civilización misma. Su forma simple y funcional los convirtió en uno de los primeros adornos personales. Ya en la Edad de Bronce, se han encontrado aros sencillos en sepulturas, lo que demuestra su uso temprano como adorno.

Diversas culturas antiguas adoptaron el uso de aros, a menudo con propósitos tanto estéticos como simbólicos. Los relieves asirios frecuentemente muestran a sus personajes luciendo aros, a veces incluso en la nariz, perforando el cartílago nasal, lo que indica que su uso no se limitaba solo a las orejas.

Curiosamente, en el antiguo Egipto, los pendientes no parecen haber estado tan de moda en ciertos períodos, o al menos no se observan con la misma frecuencia en las representaciones artísticas tempranas como en otras culturas contemporáneas. Sin embargo, sí se han descubierto ejemplares de gran belleza en tumbas de princesas de las dinastías XII y XIII, así como de faraones de la XX y otras, lo que demuestra que sí se usaron, y con una notable maestría en la orfebrería, aunque quizás no de forma tan universal como en Asiria.

Fenicios y hebreos copiaron las formas de egipcios y asirios, difundiendo el uso de estos adornos circulares por el Mediterráneo y Oriente. Griegos y romanos también adoptaron esta costumbre, creando pendientes de una singular riqueza. Sus aros de oro a menudo servían como base para colgantes elaborados con perlas, gemas preciosas y pequeñas cabezas esculpidas en metal. En estas culturas, el uso de pendientes era principalmente propio de las mujeres, aunque en Atenas y Roma, los niños también solían llevarlos, a menudo en una sola oreja.

Un documento gráfico interesante que atestigua la presencia de aros en épocas más recientes es el cuadro de la batalla de Zúrich de 1799, situado en el palacio de Versalles. En él, se puede observar la figura de un guerrero francés herido luciendo un arete o zarcillo en el lóbulo de la oreja derecha. Esto sugiere que, aunque predominantemente femeninos en muchas culturas occidentales, los aros también tuvieron un uso, quizás más esporádico o ligado a ciertos grupos, entre hombres.

Las Imponentes Arracadas: El Aro en Gran Formato

Dentro de la familia de los aros, las arracadas merecen una mención aparte. Este término se utiliza para distinguir a los pendientes completos, y de forma más particular, a aquellos de grandes dimensiones. Las arracadas, con su forma circular destacada, fueron muy populares entre numerosos pueblos antiguos.

Civilizaciones como los egipcios, asirios, fenicios, etruscos, celtas e iberos lucieron arracadas. Las estatuas ibéricas, como la célebre Dama de Elche, son una prueba palpable de la importancia de estas grandes piezas en su indumentaria y adorno personal. Es posible que muchas de las placas de bronce repujado en forma de disco halladas en sepulturas celtíberas también tuvieran un destino similar, sirviendo como grandes aros u ornamentos auriculares.

El Tesoro de Aliseda, un conjunto de joyas tartesias con influencias fenicias y egipcias, contiene magníficas arracadas de oro que evidencian la sofisticación de la orfebrería antigua y la predilección por este tipo de adorno circular a gran escala. Los árabes en España también utilizaron grandes pendientes con múltiples colgantes, y a imitación de ellos, las damas de diversas regiones españolas continuaron llevando arracadas elaboradas incluso en la Edad Moderna.

Estructura y Tipos de Cierre: Cómo se Sujetan los Aros

La estructura básica de un pendiente de aro, como la de la mayoría de los pendientes, consta de un elemento decorativo (el aro en sí, a veces con colgantes) y una parte que se inserta en la perforación de la oreja y se sujeta. En el caso de los aros, esta parte que se inserta es a menudo una extensión del propio aro o un pequeño poste que se engancha al otro extremo del círculo para cerrarlo.

La sujeción en la parte interior de la oreja se realiza mediante un mecanismo de cierre. El texto menciona la 'rosca (mariposa)', que es un tipo de cierre común para pendientes de poste, pero en los aros, el cierre suele ser una parte integral del diseño del aro. Los aros pueden tener varios tipos de cierre:

• Cierre de clic o articulado: Una parte del aro se abre mediante una bisagra y se cierra encajando en el extremo opuesto del aro, haciendo 'clic'. Es muy seguro y común en aros de grosor medio a grueso.
• Cierre de durmiente (o 'sleeper'): Común en aros finos, una parte del aro (un alambre delgado) se inserta en la perforación y luego entra en un pequeño tubo en el extremo opuesto del aro, cerrando el círculo. Son muy cómodos para usar a diario o incluso para dormir (de ahí su nombre en inglés).
• Cierre de poste con mariposa/rosca: Aunque menos común en aros *puros*, algunos diseños de aros (especialmente los que no son un círculo completo o tienen un diseño más complejo) pueden usar un poste recto que atraviesa la oreja y se sujeta con una mariposa o rosca por detrás.
• Gancho: Algunos aros, especialmente aquellos con colgantes o de diseño más abierto, pueden usar un simple gancho que se inserta en la oreja. El texto menciona que algunos pendientes con gancho usan un tapón adicional (de goma, silicona, plástico) por detrás para evitar que se salgan, especialmente los pesados o los muy ligeros que apenas se notan. Si bien este es más típico de pendientes colgantes, algunos aros incompletos o con un diseño específico pueden emplear una variación de este sistema.

La elección del cierre influye tanto en la seguridad como en la comodidad del aro.

Arete vs. Pendiente: Despejando Dudas

La diferencia entre 'arete' y 'pendiente' es, como hemos visto, a menudo sutil y dependiente del uso regional o de una definición más técnica. Sin embargo, el texto proporcionado ofrece una distinción clave basada en el mecanismo de cierre, que ayuda a aclarar la relación entre ambos términos.

Según esta perspectiva, el arete se caracteriza por tener un mecanismo de cierre específico que fija el aro a la oreja, formando un círculo o semicírculo cerrado y seguro. El aro se engancha a sí mismo o a una parte receptora, creando un circuito cerrado alrededor del lóbulo.

El pendiente, en una definición más restringida mencionada en el texto (y que lo distingue del arete en este contexto), a menudo consiste únicamente en un gancho largo en forma de lazo que se introduce en la perforación de la oreja y 'cuelga' de ella. Aunque puede tener un tapón de seguridad por detrás, la sujeción principal depende del propio gancho. En este sentido, muchos pendientes colgantes encajarían en esta descripción de 'pendiente' que se diferencia del 'arete' por su cierre. El trabajo ornamental del pendiente suele estar en el extremo opuesto al gancho.

Sin embargo, en el uso común, 'arete' y 'pendiente' se usan a menudo indistintamente para referirse a cualquier adorno de oreja, incluyendo los aros. La distinción basada en el cierre propuesta en el texto es útil para un análisis más técnico de la estructura de la joya.

Además, el texto señala que los aretes (en el sentido de aros) suelen llevarse individualmente, sin combinarlos con otras joyas en la misma oreja, permitiendo que la forma circular hable por sí sola. Los pendientes, en cambio, ofrecen una variedad enorme en formas, longitudes y materiales, desde discretos hasta llamativos, con o sin piedras o perlas, y pueden combinarse más fácilmente.

Tabla Comparativa de Términos

Significado Cultural y Simbolismo

Más allá de su función ornamental, los pendientes, incluyendo los aros, han tenido significados simbólicos en diversas culturas. El texto menciona que algunas culturas los utilizan como amuleto protector, creyendo que impiden que los malos espíritus se introduzcan en el cuerpo a través de los oídos. Esta creencia subraya cómo la joyería puede trascender la mera estética para adquirir un propósito espiritual o protector.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

A continuación, respondemos algunas preguntas comunes sobre los pendientes de aro y su terminología:

¿Qué es un arete?
Según una distinción, un arete es una joya para la oreja que se sujeta mediante un mecanismo de cierre que fija el aro a la propia oreja, formando un círculo o semicírculo cerrado. En un uso más amplio, es sinónimo de pendiente, especialmente de aro.

¿Qué es un pendiente?
Es el término más general para cualquier adorno que se lleva en la oreja (o en otras perforaciones del cuerpo). Puede ser un aro, un colgante, un pendiente pegado (stud), etc. Históricamente deriva de la idea de algo que 'pende' o cuelga.

¿Cuál es la diferencia principal entre arete y pendiente?
Si usamos la distinción basada en el mecanismo de cierre mencionada en algunos contextos, el arete tiene un cierre propio que cierra el aro, mientras que el pendiente (en esta distinción) a menudo usa un simple gancho que se inserta en la oreja.

¿Qué son las arracadas?
Son pendientes de aro de grandes dimensiones. El término se usa para referirse a aros notables por su tamaño y, a menudo, por su elaboración.

¿Desde cuándo se usan los pendientes de aro?
Su uso se remonta al menos a la Edad de Bronce. Han sido populares en numerosas civilizaciones antiguas como la asiria, egipcia (en ciertos periodos), fenicia, griega, romana e ibera.

¿Solo las mujeres usan pendientes?
Si bien en muchas culturas occidentales su uso ha sido predominantemente femenino, históricamente también han sido usados por hombres (como el guerrero francés en el cuadro de Zúrich o personajes asirios) y niños (como en la antigua Atenas y Roma).

¿Los pendientes de aro tienen algún significado especial?
En algunas culturas, se les ha atribuido un significado de amuleto protector, creyendo que evitan la entrada de malos espíritus a través de los oídos.

Conclusión

Los pendientes de aro, conocidos por múltiples nombres como arete, zarcillo, arito o arracada, representan una de las formas más antiguas y persistentes de joyería. Su simple pero poderosa forma circular ha adornado a personas de todas las épocas y culturas, desde los faraones de Egipto y los guerreros asirios hasta la Dama de Elche y las modas contemporáneas. Comprender la variedad de términos y su rica historia nos permite apreciar aún más estas piezas atemporales. Ya sean aros sencillos o grandes arracadas elaboradas, continúan siendo un símbolo de estilo y, a veces, incluso de protección, demostrando la habilidad y el arte de la orfebrería a lo largo del tiempo.

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