¿Cuántas cofradías hay en la Semana Santa de Sevilla?

Orfebrería en la Semana Santa de Sevilla

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La Semana Santa en Sevilla es una manifestación cultural y religiosa de una profundidad inmensa, donde la devoción se mezcla con un arte centenario. Más allá de las imponentes imágenes y el fervor de los nazarenos, existe un universo de detalles que enriquecen visualmente cada procesión: la orfebrería. Esta disciplina artística, que trabaja los metales preciosos y no preciosos, juega un papel fundamental en la estética de los pasos y las insignias que recorren las calles, aportando un brillo y una solemnidad únicos a la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

La presencia de la orfebrería en la Semana Santa sevillana no es meramente decorativa; cada pieza metálica, ya sea un llamador, una cantonera o un cirial, posee un significado y contribuye a la narrativa visual del cortejo. Es un arte que se transmite de generación en generación en los numerosos talleres repartidos por la ciudad, manteniendo viva una tradición artesanal que es parte intrínseca del patrimonio cultural sevillano.

¿Qué hacer en Sevilla en Semana Santa?
10 COSAS QUE VER Y HACER EN SEMANA SANTA EN SEVILLA1Participa en las famosas procesiones de la ciudad. ...2Haz un recorrido de bocadillos sevillanos en el mercado de Triana. ...3No te pierdas las tallas de las hermandades sevillanas. ...4La Madrugá de Los Gitanos es un plan recomendable. ...5Haz un recorrido por las iglesias de la ciudad.
Índice de Contenido

La Orfebrería que Viste los Pasos

Los pasos, esas impresionantes estructuras que portan las imágenes, son verdaderas obras de arte ambulantes. Su estructura, especialmente la canastilla (la peana de madera noble sobre la parihuela), aunque a menudo tallada en estilo barroco, se complementa y enriquece con elementos de orfebrería. La iluminación es un ejemplo claro: candelabros, hachones y faroles, generalmente elaborados en metal, no solo cumplen una función práctica, sino que añaden un esplendor visual inigualable, especialmente durante las procesiones nocturnas.

Un elemento distintivo y funcional de orfebrería en cada paso es el llamador o martillo. Este aldabón de metal, ubicado en la parte frontal, es la herramienta que utiliza el capataz para dar la señal a los costaleros para levantar o arriar el paso. Los llamadores suelen ser piezas únicas, a menudo con motivos religiosos relacionados con la hermandad, convirtiéndose en pequeñas esculturas metálicas que simbolizan la 'llamada' al esfuerzo y la devoción de los costaleros.

En los pasos de palio, que cubren a la Virgen, la orfebrería adquiere una relevancia aún mayor. Los varales que sostienen el palio, la crestería que lo remata y los respiraderos que adornan la parte inferior del paso son, en muchos casos, elaborados trabajos en metal que añaden suntuosidad y detalle. Estas piezas son fundamentales para la estética del paso de palio, creando un dosel de arte y simbolismo sobre la imagen mariana.

El Arte Metálico en las Insignias Procesionales

El cortejo procesional está compuesto por una serie de insignias que representan la identidad, historia y devoción de la hermandad. Muchas de estas insignias incorporan elementos de orfebrería de gran valor artístico e histórico. La cruz de guía, que abre el cortejo, puede ser en sí misma una obra de arte, a veces con detalles metálicos o elaborada completamente en metal.

El libro de reglas, que contiene los estatutos de la hermandad, es otra insignia importante. Aunque el libro es de papel y pergamino, sus cubiertas suelen estar protegidas y adornadas con cantoneras de plata ricamente decoradas, a menudo con el escudo de la corporación en el centro. Estas cantoneras no solo embellecen el libro, sino que también lo protegen, siendo testigos metálicos de la historia de la hermandad.

Los estandartes, ya sean los conocidos como 'bacalao' (con el escudo) o los 'simpecados' (con la imagen de la Virgen), se sustentan sobre un mástil que, en la mayoría de los casos, es una pieza de orfebrería. Estos mástiles de metal, a menudo coronados por una cruz, son trabajados con detalles que complementan la riqueza del bordado textil de la insignia.

Las bocinas, esos grandes añafiles que portan algunos hermanos, son también piezas destacadas de metalistería. Son grandes, generalmente plateadas, y aunque en la actualidad no se hacen sonar, cuelgan de ellas paños de terciopelo bordados. Representan una tradición antigua de expresar lamento con el sonido, y hoy se mantienen como elementos simbólicos y visuales de la procesión.

¿Qué hacer en Sevilla en Semana Santa?
10 COSAS QUE VER Y HACER EN SEMANA SANTA EN SEVILLA1Participa en las famosas procesiones de la ciudad. ...2Haz un recorrido de bocadillos sevillanos en el mercado de Triana. ...3No te pierdas las tallas de las hermandades sevillanas. ...4La Madrugá de Los Gitanos es un plan recomendable. ...5Haz un recorrido por las iglesias de la ciudad.

Finalmente, los ciriales, que son portados por los acólitos ceroferarios delante de los pasos o escoltando otras insignias como la manguilla, son largos candeleros metálicos. Su función es la de iluminar el camino y añadir solemnidad, siendo también ejemplos del trabajo de la orfebrería aplicada a la liturgia procesional.

Maestros de la Orfebrería Sevillana en la Semana Santa

La riqueza de la orfebrería en la Semana Santa de Sevilla es el resultado del trabajo de numerosos artesanos a lo largo de los siglos. La ciudad ha sido cuna y taller de importantes Maestros orfebres que han dejado un legado imborrable en el patrimonio de las hermandades. El texto proporcionado menciona a dos figuras destacadas en este campo:

  • Cayetano González: Este orfebre dejó obras significativas que perduran en la Semana Santa. Entre ellas se encuentran los respiraderos, la crestería y los varales del paso de palio de la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio, realizados entre 1929 y 1930. También es autor del paso de madera dorada y plata del Jesús de Pasión, ejecutado entre 1940 y 1949. Su trabajo abarca tanto la plata como la combinación con otros materiales como la madera dorada.
  • Fernando Marmolejo Camargo: Otro nombre relevante en la orfebrería cofrade sevillana. Entre sus creaciones mencionadas se encuentran el camarín de plata de la Virgen de la Macarena, una pieza de gran devoción y valor artístico. También realizó la corona de Nuestra Señora de la Salud de San Gonzalo y los ciriales de plata de la Hermandad del Gran Poder. Su obra destaca por el uso de la plata en piezas de gran envergadura y simbolismo.

Estos maestros, junto a muchos otros, han sido fundamentales para forjar el carácter artístico de la orfebrería que hoy admiramos en las calles de Sevilla cada Semana Santa.

La Importancia y el Legado de la Orfebrería Cofrade

La orfebrería en la Semana Santa sevillana es mucho más que simple adorno. Es una expresión artística con siglos de historia, un reflejo de la devoción y el poder económico de las hermandades en diferentes épocas. Cada pieza es resultado de un complejo proceso artesanal que requiere habilidad, conocimiento técnico y una profunda comprensión de la iconografía religiosa.

La presencia de numerosos talleres dedicados a esta actividad en la ciudad subraya la vitalidad de este oficio. Estos talleres no solo restauran y conservan las piezas antiguas, sino que también crean nuevas obras, asegurando que la tradición de la orfebrería cofrade continúe evolucionando.

Admirar la orfebrería durante la Semana Santa es prestar atención a los detalles que a menudo pasan desapercibidos en medio de la multitud y la emoción. Es apreciar el brillo de la plata en los respiraderos, la complejidad de un llamador tallado, la elegancia de un mástil de estandarte o la solemnidad de unos ciriales. Es entender que cada elemento metálico tiene una historia y contribuye a la grandiosidad de la celebración.

En definitiva, la orfebrería es un pilar artístico de la Semana Santa de Sevilla, un testimonio de la habilidad artesanal y la devoción, que enriquece la experiencia visual y espiritual de esta semana grande.

Preguntas Frecuentes sobre Orfebrería en la Semana Santa Sevillana

¿Qué elementos de orfebrería se encuentran en un paso?
En un paso se pueden encontrar elementos como los respiraderos, la crestería, los varales (en pasos de palio), el llamador o martillo, candelabros, hachones y faroles que forman parte de la iluminación.
¿Qué orfebres importantes se mencionan en relación con la Semana Santa de Sevilla?
Se mencionan a Cayetano González y Fernando Marmolejo Camargo como orfebres importantes con obras destacadas en las hermandades sevillanas.
¿Dónde se encuentra orfebrería en las insignias?
La orfebrería está presente en las cantoneras de plata del libro de reglas, en los mástiles de los estandartes (bacalao y simpecado), en las bocinas plateadas y en los ciriales que portan los acólitos.
¿Cuál es la función del llamador?
El llamador es un aldabón de metal en la parte frontal del paso que el capataz utiliza para dar la señal a los costaleros.
¿Se siguen utilizando las bocinas?
Las bocinas se portan en el hombro por un grupo de cofrades, son grandes y plateadas, y cuelgan de ellas paños de terciopelo, pero ya no se hacen sonar.

Obras Destacadas de Orfebres Sevillanos (según texto)

OrfebreObras MencionadasHermandad(es) / UbicaciónPeriodo (si aplica)
Cayetano GonzálezRespiraderos, crestería y varales del paso de palioVirgen de la Concepción (Silencio)1929-1930
Paso de madera dorada y plataJesús de Pasión1940-1949
Fernando Marmolejo CamargoCamarín de plataVirgen de la MacarenaNo especificado
CoronaNuestra Señora de la Salud (San Gonzalo)No especificado
Ciriales de plataHermandad del Gran PoderNo especificado

Esta tabla resume algunas de las contribuciones específicas de los orfebres mencionados en el texto, mostrando la diversidad de piezas de orfebrería que enriquecen el patrimonio de la Semana Santa sevillana.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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