¿Quién tiene el oro más antiguo del mundo?

Varna: El Oro Más Antiguo del Mundo Revelado

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Desde los albores de la civilización, el oro ha capturado la imaginación humana, sirviendo como un símbolo universal de poder, riqueza y eternidad. Su brillo inalterable y su maleabilidad lo hicieron el metal predilecto para la realeza y lo divino a lo largo de milenios. Sin embargo, la historia de la orfebrería y el uso ceremonial del oro se remonta mucho más atrás de lo que comúnmente se piensa, a un tiempo en que las primeras sociedades complejas comenzaban a emerger en Europa. En la región de Varna, en la costa del Mar Negro en Bulgaria, un descubrimiento arqueológico sin precedentes desveló el uso del oro más antiguo conocido por la humanidad, ofreciendo una ventana única a una civilización prehistórica sofisticada y a sus profundas conexiones con este metal precioso.

¿Cuál es el oro más antiguo del mundo?
Hasta la fecha, la más antigua se encontró en Bulgaria y tiene más de 6500 años. Desde tiempos inmemoriales, el oro ha ejercido una fascinación inquebrantable sobre la humanidad. Este metal precioso, sinónimo de poder, riqueza y belleza eterna, ha sido codiciado y venerado durante todos los períodos de la historia.

En octubre de 1972, un trabajador de la construcción tropezó fortuitamente con objetos de oro mientras realizaba trabajos cerca de Varna, en el noreste de Bulgaria. Este hallazgo inicial condujo al descubrimiento de una vasta necrópolis prehistórica, uno de los yacimientos arqueológicos más significativos de Europa. Las excavaciones posteriores, dirigidas por Mijaií Lazarov e Iván Ivanov, revelaron cerca de 300 sepulturas pertenecientes a la cultura de Varna, datadas aproximadamente entre el 4600 y el 4200 a.C. Este período, conocido como el Calcolítico (o Edad del Cobre), marcó una transición crucial en la prehistoria europea, y la necrópolis de Varna se convirtió en su testimonio más brillante.

Índice de Contenido

La Necrópolis de Varna: Un Espejo de una Sociedad Avanzada

La necrópolis de Varna no solo es notable por la antigüedad de sus hallazgos, sino también por la riqueza y variedad de los ajuares funerarios descubiertos. Aunque las tumbas presentaban una uniformidad superficial en su forma y coloración (teñidas de ocre), el contenido de cada sepultura variaba enormemente, reflejando las marcadas diferencias sociales entre los individuos enterrados. Se encontraron miles de objetos, desde sofisticada metalurgia de oro y cobre hasta cerámica finamente elaborada, herramientas de sílex y obsidiana de alta calidad, y cuentas de conchas marinas.

Un aspecto particularmente fascinante de la necrópolis es la presencia de cenotafios, o tumbas simbólicas, que no contienen restos humanos pero sí ofrendas funerarias extremadamente ricas. De hecho, algunos de los cenotafios albergaron las mayores concentraciones de oro, sugiriendo que conmemoraban a individuos de altísimo estatus, quizás líderes o figuras religiosas, cuya importancia trascendía la necesidad de un entierro físico tradicional. Se han hallado hasta 3000 objetos de oro en estas tumbas simbólicas, con un peso aproximado de 6 kilogramos.

La cultura de Varna demostró tener conexiones comerciales de largo alcance, evidenciadas por la presencia de conchas de Spondylus (posiblemente usadas como proto-moneda) y mineral de cobre de minas lejanas. Poseían creencias religiosas complejas, particularmente en relación con la vida después de la muerte, manifestadas en los elaborados ritos funerarios y la inclusión de ajuares. La evidencia de la necrópolis, especialmente los entierros masculinos ricos en oro y símbolos de poder, ha sido interpretada por arqueólogos como Marija Gimbutas como una de las primeras manifestaciones claras de una jerarquía social bien definida y quizás del surgimiento del dominio masculino en Europa.

La Opulencia de la Sepultura 43

Entre las casi 300 tumbas excavadas en la necrópolis de Varna, la sepultura número 43 destaca por su extraordinaria riqueza. Este enterramiento contenía los restos de un varón adulto, de entre 40 y 50 años y aproximadamente 1,75 metros de estatura. Lo que hizo a esta tumba verdaderamente excepcional fue la asombrosa cantidad de oro encontrada: 990 objetos con un peso total de 1,5 kilogramos. Este ajuar incluía elementos simbólicos de poder como cilindros que podrían haber sido parte de un cetro, numerosos brazaletes, abalorios y otros ornamentos.

El volumen de oro recuperado de la sepultura 43 superaba, en el momento de su descubrimiento, la cantidad total de oro prehistórico hallado en el resto del mundo hasta esa fecha. Esta concentración sin precedentes de riqueza en un solo entierro subraya la posición de extrema prominencia que debió ocupar el individuo en vida. Los objetos de oro no eran meros adornos; eran símbolos tangibles de su estatus de élite, su autoridad (quizás como jefe o sacerdote) y su conexión con lo sagrado o lo poderoso. La presencia de una funda de oro para el pene y plaquetas de oro con forma de toro en otras tumbas ricas de la necrópolis sugiere una veneración de la virilidad, la fuerza y cualidades guerreras, elementos asociados al poder masculino emergente.

La Pieza de Oro Más Antigua: No Solo Varna

Si bien la necrópolis de Varna es famosa por albergar la mayor concentración de oro prehistórico y muchos de los objetos de oro más antiguos, recientes descubrimientos en la región han empujado aún más atrás la fecha del trabajo del oro. En el poblado prehistórico de Solnitsata, también en Bulgaria, un equipo liderado por Vassil Nikolov desenterró una pequeña pieza de oro de 24 quilates, de apenas dos gramos de peso. Esta pieza, datada en unos 6500 años, es considerada actualmente la pieza de oro fabricada por el ser humano más antigua del mundo.

¿Quién tiene el oro más antiguo del mundo?
En octubre de 1972, un obrero de la construcción encontró objetos de oro en un terreno cerca de Varna, al noreste de Bulgaria. Desde entonces, se han excavado unas 300 tumbas, dando lugar a algunos de los mayores descubrimientos arqueológicos de Europa.

El hecho de que esta pequeña pieza fuera encontrada no dentro de una tumba, sino entre ellas, sugiere que su función pudo haber sido ritualística o simbólica, no necesariamente ligada a un entierro específico. Este hallazgo, anterior incluso a la necrópolis de Varna, demuestra que la habilidad para trabajar el oro ya existía en la región en una fecha sorprendentemente temprana, cimentando la reputación de Bulgaria como cuna de la orfebrería europea.

Orfebrería Calcolítica: Técnica y Arte

La manufactura de los objetos de oro encontrados en Varna y Solnitsata, por pequeños que fueran, requirió un conocimiento y una habilidad considerables para la época. El oro, aunque maleable, necesita ser refinado y trabajado con precisión para crear las formas deseadas. La presencia de abalorios, brazaletes, placas y otros objetos sugiere que los artesanos de la cultura de Varna dominaban técnicas básicas de metalurgia, como la fundición, el martillado y la conformación del metal. Esta destreza en la orfebrería, tan temprana en la historia, indica que la metalurgia no era una habilidad rudimentaria, sino un arte especializado, probablemente ejercido por individuos dedicados a este oficio.

La habilidad para transformar el oro en objetos de belleza y simbolismo no solo refleja un avance tecnológico, sino también una valoración cultural del arte y la estética. Estos primeros orfebres sentaron las bases para las técnicas de metalurgia que se desarrollarían en épocas posteriores, influyendo quizás en la propagación del trabajo del metal precioso a otras regiones de Europa y más allá. El Calcolítico en esta región de Bulgaria fue, sin duda, un período de innovación y maestría artesanal.

El Oro como Distintivo Social

La distribución del oro en la necrópolis de Varna no fue aleatoria; fue un claro indicador de la estructura social compleja de esta cultura. Los arqueólogos han propuesto diversas clasificaciones para los tipos de enterramientos, reflejando una sociedad estratificada:

Tipo de TumbaCaracterísticas del AjuarInterpretación Social
Tumbas/Cenotafios RicosGran cantidad de objetos de oro (cetros, cintas, brazaletes), objetos simbólicos. A menudo cenotafios o enterramientos masculinos en decúbito dorsal.Jefes, Líderes, Sacerdotes. La élite más alta.
Tumbas con Herramientas de Cobre y poco OroHerramientas de metal (hachas, martillos, cinceles), a veces toberas de barro. Pocos adornos de oro.Artesanos especializados (metalurgistas). Una élite social basada en la habilidad.
Tumbas con algunos AdornosPocos objetos de oro, concha, cobre, etc.Estrato social medio. Individuos con cierto acceso a bienes de valor.
Tumbas SimplesVaso cerámico o nada.Gente plebeya. El estrato social más bajo.

Esta clara diferenciación en los ajuares, particularmente la concentración masiva de oro en ciertos entierros y cenotafios (especialmente la sepultura 43), sugiere que la cultura de Varna había desarrollado un sistema jerárquico sofisticado. La posesión y exhibición de oro servían como un medio para comunicar y reforzar el estatus y el poder dentro de la comunidad. En ausencia de moneda, el oro no solo era un símbolo, sino que podría haber funcionado como una forma temprana de riqueza acumulable y transferible, facilitando quizás el comercio y las alianzas.

Impacto Histórico y Exhibición

El descubrimiento de la necrópolis de Varna tuvo un impacto profundo en la arqueología europea. Desafió las nociones preexistentes sobre la complejidad de las sociedades prehistóricas en Europa Oriental y puso en tela de juicio teorías sobre el origen del oro en Europa. La riqueza y la antigüedad de los hallazgos de Varna sugirieron que la metalurgia del oro y las estructuras sociales complejas se desarrollaron localmente en esta región mucho antes de lo que se pensaba.

Los objetos de oro de Varna, incluyendo los de la famosa sepultura 43, se exhiben actualmente en el Museo Arqueológico de Varna y en el Museo Nacional Histórico de Sofía. Su importancia ha sido reconocida a nivel mundial, y partes del tesoro han recorrido museos internacionales desde la década de 1970. La exhibición en Japón en 1982, titulada "El oro más antiguo del mundo: la primera civilización europea", atrajo una enorme atención y generó documentales, consolidando la fama de Varna como el sitio del oro prehistórico más antiguo y significativo.

Preguntas Frecuentes sobre el Oro de Varna

¿Quién tiene el oro más antiguo del mundo? El oro fabricado por el ser humano más antiguo conocido actualmente se encontró en Bulgaria. Una pequeña pieza de Solnitsata data de hace unos 6500 años, mientras que la Necrópolis de Varna (4600-4200 a.C.) alberga la mayor y más rica colección de oro prehistórico antiguo.

¿Qué se encontró en la sepultura 43 de la necrópolis de Varna?
Sepultura 43 En esta tumba se encontraron 990 objetos de oro con un peso total de 1,5 kg, entre ellos los cilindros de un cetro de oro, conchas de spondylus, brazaletes, etc. Este sepulcro contenía más oro del que había sido descubierto en el resto del mundo en esa época.

¿Qué se encontró en la sepultura 43 de la necrópolis de Varna? La sepultura 43 contenía los restos de un varón adulto y un ajuar funerario excepcionalmente rico, incluyendo 990 objetos de oro con un peso total de 1,5 kg, entre ellos cilindros de un cetro, brazaletes y otros ornamentos. Fue uno de los enterramientos más ricos encontrados en la necrópolis.

¿Cuál es el oro más antiguo del mundo? En términos de objetos fabricados, la pieza más antigua conocida proviene de Solnitsata, Bulgaria (hace unos 6500 años). La Necrópolis de Varna contiene el tesoro de oro más antiguo y abundante del mundo, datado en el Calcolítico (4600-4200 a.C.).

¿Dónde se encuentra la Necrópolis de Varna? La Necrópolis de Varna se encuentra cerca de la ciudad de Varna, en la costa del Mar Negro, en el noreste de Bulgaria.

¿Qué es un cenotafio? Un cenotafio es una tumba simbólica que contiene el ajuar funerario y conmemora a un individuo, pero no contiene sus restos físicos.

¿A qué cultura pertenecía la Necrópolis de Varna? Pertenece a la cultura de Varna, una importante cultura del Calcolítico (Edad del Cobre) en el sureste de Europa.

¿Qué nos dice el oro de Varna sobre su sociedad? La cantidad y distribución del oro indican una sociedad altamente estratificada con una élite poderosa, artesanos especializados y complejas creencias religiosas y funerarias.

Un Legado Dorado del Pasado

La exploración continua de yacimientos como la necrópolis de Varna y Solnitsata sigue proporcionando conocimientos invaluables sobre los orígenes de la civilización europea, la orfebrería y el desarrollo de estructuras sociales complejas. Cada descubrimiento nos acerca a comprender mejor a nuestros ancestros prehistóricos, su ingenio tecnológico, sus creencias espirituales y la importancia perdurable del oro en la historia humana. La historia del oro de Varna es un recordatorio fascinante de que las raíces de nuestra fascinación por este metal precioso y su papel en la sociedad son tan antiguas como las primeras civilizaciones que emergieron en nuestro continente.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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