Mixtecos: Pueblo de la Lluvia y Maestros del Arte

Los Mixtecos, conocidos en su propia lengua como Ñuu Savi o “Pueblo de la Lluvia”, fueron una civilización mesoamericana que habitó una extensa y montañosa región en lo que hoy son los estados mexicanos de Oaxaca, Puebla y Guerrero. Su historia se extiende por más de dos milenios, desde los primeros asentamientos agrícolas en el Preclásico hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI. A lo largo de este vasto período, los Mixtecos desarrollaron una cultura rica y compleja, caracterizada por su organización política en pequeños estados, su avanzada escritura pictográfica y, notablemente, su excepcional habilidad en diversas artes, incluyendo la metalurgia.

La Mixteca, el territorio histórico de este pueblo, es una región de gran diversidad geográfica y climática, situada en la intersección de la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Oaxaca. Este entorno, con sus valles intermontanos, colinas áridas y llanuras costeras, influyó profundamente en su desarrollo cultural y económico. Tradicionalmente, la región se divide en tres subregiones principales:

• Mixteca Alta: La zona más elevada, con montañas cubiertas de pinos y valles fértiles. Aquí se encuentran importantes centros como Tilantongo y Huamelulpan.
• Mixteca Baja: Una región más baja y árida, caracterizada por colinas onduladas. Destacan sitios como Cerro de las Minas.
• Mixteca de la Costa: Una zona tropical en la llanura costera del Pacífico, donde floreció el reino de Tututepec.

Aunque los Mixtecos nunca formaron una unidad política centralizada que abarcara toda la región, la interacción entre estos diferentes valles y zonas fue constante, a través de alianzas matrimoniales, conflictos y un dinámico intercambio comercial.

Orígenes Míticos y Visión del Mundo

La cosmogonía mixteca, registrada en sus códices, comparte elementos con otras tradiciones mesoamericanas. Creían en múltiples eras de creación y destrucción. En el principio, el mundo era un caos, y los espíritus creadores, conocidos por sus nombres calendáricos Uno Venado-Serpiente de Jaguar y Uno Venado-Serpiente de Puma (equivalentes a Ometecuhtli y Omecíhuatl), separaron los elementos y crearon a los cuatro dioses creadores, quienes a su vez darían origen a la humanidad, creada a partir del maíz.

Uno de los mitos centrales narra el origen del pueblo mixteco a partir de un árbol en Apoala, del cual nacieron sus primeros ancestros. Uno de estos descendientes, identificado con el nombre calendárico Nueve Viento (una advocación de la Serpiente Emplumada), desafió al Sol, el señor de La Mixteca, en un duelo. Tras herir al Sol y hacerlo ocultarse tras las montañas, Nueve Viento se adueñó de la tierra para su pueblo, ordenándoles cultivar el maíz esa misma noche para legitimar su posesión. Así, los Mixtecos se consideraban dueños de la región por derecho divino y militar.

La deidad principal y patrona de los Mixtecos era Dzahui, el dios de la lluvia y el agua celestial, comparable al Tláloc del centro de México. Su culto era fundamental, y su nombre es la raíz de la auto-denominación del pueblo. Otra figura crucial fue Nueve Viento-Coo Dzahui, un héroe civilizador asociado a la Serpiente Emplumada, quien les habría enseñado la agricultura y la civilización. Además, veneraban a los ñuhu, espíritus de la naturaleza que se creía se habían petrificado al amanecer el Sol, refugiándose en cuevas y montañas, lugares que se convirtieron en centros de peregrinación y culto.

Historia de la Civilización Mixteca

La cronología mixteca es una de las más extensas de Mesoamérica, mostrando una notable continuidad cultural.

El Periodo Preclásico: Los Primeros Asentamientos

Desde el siglo XVI a.C., surgieron las primeras poblaciones sedentarias en La Mixteca, dedicadas a una agricultura incipiente de maíz, frijol, chile y calabaza. Aunque sus asentamientos iniciales no alcanzaron las dimensiones de los valles centrales de Oaxaca, se integraron tempranamente en la red de intercambio mesoamericano. La influencia olmeca es visible en su cerámica, y productos mixtecos se han encontrado en el área nuclear olmeca.

Hacia el final del Preclásico Medio (siglo V a.C. - siglo II d.C.), surgieron centros poblacionales más grandes como Monte Negro y Huamelulpan en la Mixteca Alta, y Cerro de las Minas en la Mixteca Baja. La sociedad comenzó a mostrar una clara diferenciación social y la aparición de edificios públicos, marcando el inicio de organizaciones estatales basadas en cacicazgos. Estos estados mixtecos dominaban territorios pequeños, a diferencia del gran estado zapoteco centrado en Monte Albán, aunque compartían rasgos culturales y sistemas de escritura.

El Periodo Clásico: El Florecimiento de Ñuiñe

El Clásico (siglos I al VIII/IX d.C.) vio la consolidación de la vida urbana. En la Mixteca Alta, centros como Yucuñudahui reemplazaron a otros como Yucuita. Sin embargo, la Mixteca Baja experimentó un florecimiento particular con la cultura ñuiñe (que significa “Tierra Caliente” en mixteco). Centrada en sitios como Cerro de las Minas, esta cultura desarrolló un estilo artístico y un sistema de escritura propios, aunque con fuertes vínculos con los zapotecos de Monte Albán y la influencia de Teotihuacán. Las ciudades ñuiñe a menudo se ubicaban en posiciones estratégicas y fortificadas, sugiriendo un período de conflicto. El culto al antiguo dios del fuego, Huehuetéotl, fue prominente en esta región. Al final del Clásico, muchos centros mixtecos, al igual que otras grandes ciudades mesoamericanas, experimentaron un declive.

El Periodo Posclásico: Reinos, Alianzas y Guerra

El Posclásico (siglos X al XVI) es el período mejor documentado gracias a los códices y fuentes coloniales. Se caracteriza por el auge de estados militaristas y un notable incremento demográfico, especialmente en la Mixteca Alta. Las unidades políticas fundamentales eran los ñuu (pueblos o comunidades), organizados en redes jerárquicas. La estructura política clave era el yuhuitayu (asiento, petate), que representaba la unión dinástica de dos linajes nobles a través del matrimonio. Las alianzas matrimoniales entre élites mixtecas y con la nobleza extranjera (como los zapotecos) eran una estrategia crucial para mantener el poder y el orden.

Un personaje central de este período fue Ocho Venado-Garra de Jaguar (1063-1115 d.C.), un señor de Tilantongo que logró unificar temporalmente bajo su dominio un vasto territorio que abarcaba desde la Mixteca de la Costa (con su capital en Tututepec) hasta la Mixteca Alta. Sus hazañas militares y alianzas, incluyendo una notable con los toltecas/nahuas de Cholula, se narran en detalle en el Códice Nuttall. Tras su asesinato, el reino unificado se disolvió, volviendo al patrón de pequeños estados rivales.

Durante el Posclásico tardío, los Mixtecos se enfrentaron a la creciente expansión del Imperio Mexica. Ciudades importantes como Coixtlahuaca cayeron bajo su dominio y se convirtieron en provincias tributarias. Sin embargo, otros estados mixtecos, como Tututepec, lograron mantener su independencia y se aliaron con los zapotecos para resistir las incursiones mexicas, logrando victorias notables como en Guiengola.

La Conquista Española

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la respuesta mixteca fue variada. Muchos señoríos optaron por la negociación y se sometieron voluntariamente, lo que les permitió conservar algunas de sus estructuras y tradiciones. Otros, como Tututepec, presentaron resistencia militar, aunque finalmente fueron derrotados. La conquista marcó el fin del período prehispánico, pero la cultura mixteca persistió, adaptándose a las nuevas realidades.

Sociedad Mixteca: Estructura y Vida Cotidiana

La sociedad mixteca prehispánica era marcadamente jerárquica, una estratificación que se consolidó a lo largo de su historia. Las principales clases sociales identificadas a través de fuentes coloniales y códices eran:

• yya: El señor o gobernante del chiefdom.
• dzayya yya: La nobleza, de la misma categoría que el rey, de donde provenían los linajes gobernantes.
• tay ñuu: La gente libre, que poseía sus tierras comunales.
• tay situndayu: Los terrazgueros, personas que habían perdido el control sobre su producción y debían tributar a los nobles.
• tay sinoquachi y dahasaha: Siervos y esclavos, respectivamente, con menos derechos.

La movilidad social era muy limitada. La nobleza practicaba la endogamia, a menudo a través de matrimonios incestuosos o alianzas con otras élites de prestigio, para mantener su posición. El sistema de parentesco era de tipo hawaiano, bilateral, lo que permitía que tanto hombres como mujeres tuvieran derechos de herencia sobre bienes y títulos. De hecho, los códices registran la existencia de numerosas mujeres nobles que ocuparon posiciones de poder.

La vida cotidiana giraba en torno a la agricultura, la familia nuclear (aunque era común la cohabitación de parientes), y la participación en la vida comunitaria, incluyendo el servicio obligatorio (tequio) para los hombres y, en algunos casos, para las mujeres en la actualidad.

Militarismo: Guerreros y Armas

La guerra fue una constante en la historia mixteca, ya fuera entre estados rivales, para expandir territorios o para defenderse de invasores como los mexicas. Los códices muestran a guerreros ataviados con vestimenta zoomorfa, similar a las órdenes militares de águila y jaguar del centro de México.

Sus armas incluían:

• Armas a distancia: Arcos y flechas con puntas de obsidiana o pedernal, y el atlatl (lanzadardos).
• Armas cuerpo a cuerpo: Variedad de mazos y lanzas, algunas similares al tepoztopilli mexica pero más pequeñas. Un arma distintiva era un bastón de madera doblado en ángulo recto con hojas de piedra afiladas, usado para golpear.

Economía: Agricultura, Comercio y Artesanías

La base de la economía mixteca era la agricultura, adaptada a la variada geografía. Cultivaban maíz, frijol, chile y calabaza. En zonas más cálidas, algodón y cacao. Para contrarrestar la escasez de agua y el relieve abrupto, desarrollaron avanzadas técnicas de ingeniería agrícola como las terrazas de cultivo llamadas coo yuu (lama-bordo) en las laderas de las montañas, utilizando presas de mampostería para conservar el suelo. También practicaban la agricultura de tala y quema, lo que contribuyó a la erosión de la región.

Complementaban su dieta con la caza, recolección y pesca. Una actividad económica importante, especialmente en la Mixteca Alta, era la cría de la cochinilla, un insecto parásito del nopal del cual se obtiene un tinte rojo intenso (grana cochinilla), muy valorado en Mesoamérica y posteriormente en Europa.

Los Mixtecos estaban integrados en la extensa red comercial mesoamericana. Exportaban bienes de lujo como cerámica policroma, artículos de pluma, tallas en hueso y madera, cristal de roca, así como productos agrícolas y minerales como la magnetita.

Cultura Mixteca: Arte, Lengua y Religión

Lengua y Escritura: Códices que Hablan

Los Mixtecos hablaban diversas variantes de la lengua mixteca, pertenecientes al grupo lingüístico otomangue. Ya en tiempos prehispánicos existía una lengua que podría haber servido como lingua franca en algunas zonas. Tras la conquista, los frailes dominicos documentaron la lengua, siendo el Arte en lengua mixteca de Antonio de los Reyes uno de los primeros intentos de gramática.

Uno de los mayores legados culturales mixtecos son sus códices pictográficos. Si bien los primeros ejemplos de escritura en la región muestran influencia zapoteca (como en Huamelulpan), en el Clásico surgió la escritura ñuiñe, y en el Posclásico se desarrolló el estilo de escritura mixteca, parte del gran estilo Mixteca-Puebla. Estos códices (como el Nuttall, Selden, Vindobonensis, Becker I y Colombino) no eran solo textos, sino instrumentos mnemotécnicos que permitían a quienes poseían la clave interpretar narrativas orales sobre genealogías, historias dinásticas, mitos y rituales.

Religión: El Culto a la Lluvia y los Ñuhu

La religión mixteca era animista y politeísta. El culto a Dzahui, el dios de la lluvia, era central. Veneraban a los ñuhu, espíritus de la naturaleza asociados a cuevas y montañas. También existía un culto solar. En la Mixteca Baja, el culto a Huehuetéotl (dios viejo del fuego) fue muy importante durante el Clásico. Los rituales incluían sacrificios de animales y humanos, a menudo asociados a eventos históricos o cultos específicos como el de Xipe Tótec. La jerarquía religiosa estaba encabezada por los yaha yahui, sacerdotes de alto rango que se creía poseían habilidades sobrenaturales, incluyendo la capacidad de transformarse en animales.

Arte: Maestros de las Artes Menores

El arte mixteco se caracteriza por su exquisita elaboración y detalle, especialmente en las llamadas “artes menores”. Aunque su arquitectura y escultura monumental no alcanzaron la escala de otras civilizaciones mesoamericanas, destacaron en la cerámica, la talla de materiales preciosos y, sobre todo, la orfebrería.

La cerámica mixteca evolucionó desde estilos influenciados por olmecas y zapotecos en el Preclásico, pasando por el estilo ñuiñe en el Clásico (con representaciones del dios del fuego y cabezas colosales), hasta alcanzar su apogeo en el Posclásico con la cerámica policroma estilo Mixteca-Puebla. Estas piezas, de paredes finas y superficies bruñidas, estaban ricamente decoradas con motivos similares a los de los códices y se destinaban a la élite.

En escultura, produjeron estelas con inscripciones y, de manera más destacada, pequeñas tallas en hueso, madera, cristal de roca, jade y turquesa, de gran virtuosismo. Muchas de estas piezas suntuarias se han encontrado en contextos funerarios.

La metalurgia, una tecnología adoptada tardíamente en Mesoamérica, fue dominada por los Mixtecos en el Posclásico. Trabajaron el cobre para herramientas, pero sobresalieron en la orfebrería de oro y plata. El oro, considerado excremento de los dioses y símbolo solar, se combinaba a menudo con turquesa, la piedra solar por excelencia. Estas piezas, como pectorales, orejeras y otros adornos, eran símbolos de estatus reservados para la nobleza. Hallazgos como el de la Tumba 7 de Monte Albán revelaron una colección extraordinaria de estas obras maestras de la orfebrería mixteca.

Vestimenta Tradicional

Aunque hoy predomina la vestimenta occidental, las fuentes históricas y la tradición oral describen la indumentaria tradicional:

• Mujer Mixteca: Usaba blusa de manta bordada (huipil), falda amplia con holanes, faja o rebozo negro (simbolizando estado civil y maternidad), collares de papelillo y peinados con trenzas adornadas con cintas de colores y claveles.
• Hombre Mixteco: Vestía calzón y camisa de manta, paliacate en la cintura y cuello, un coton de lana en el hombro y sombrero de palma de ala ancha.

Los Mixtecos Hoy: Migración y Continuidad Cultural

Los Mixtecos son hoy uno de los grupos indígenas más numerosos de México. Se autodenominan orgullosamente Ñuu Savi. Su historia contemporánea está marcada por la migración, tanto dentro de México (a ciudades como Oaxaca, Puebla, Ciudad de México, Sinaloa, Baja California) como hacia Estados Unidos, particularmente a California. Esta migración, impulsada por la pobreza y la falta de oportunidades en su región de origen (agravada por la erosión del suelo y la imprevisibilidad de la lluvia), ha creado importantes comunidades mixtecas transnacionales.

Aunque muchos se dedican a la agricultura de subsistencia o comercial, las artesanías (tejidos, cerámica, sombreros de palma) siguen siendo una fuente de ingresos. La migración y la urbanización están transformando algunos aspectos de su vida, pero la identidad cultural, la lengua, las tradiciones (como el tequio o servicio comunitario, y las festividades patronales) y los valores (como el animismo y la reciprocidad) se mantienen vivos, adaptándose a los nuevos contextos.

Preguntas Frecuentes

Aquí respondemos algunas preguntas comunes sobre los Mixtecos:

• ¿Qué significa Ñuu Savi? Significa "Pueblo de la Lluvia" o "Nación de la Lluvia" en lengua mixteca.
• ¿Dónde se localizaba La Mixteca? Principalmente en el oeste de Oaxaca, el sur de Puebla y el este de Guerrero, en México.
• ¿Quién fue Ocho Venado? Un importante gobernante mixteco del Posclásico que logró unificar temporalmente varios señoríos bajo su mando.
• ¿Qué son los códices mixtecos? Documentos pictográficos prehispánicos que narran la historia, genealogías y mitos de los Mixtecos, como el Códice Nuttall.
• ¿Los Mixtecos practicaban la metalurgia? Sí, aunque la adoptaron tardíamente, se convirtieron en hábiles orfebres, destacando en el trabajo del oro y la plata.
• ¿Siguen existiendo los Mixtecos hoy en día? Sí, los Mixtecos son un grupo indígena vibrante y numeroso en México y Estados Unidos, que conserva gran parte de su identidad cultural.

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