¿Dónde se elaboran los accesorios de chaquira?

El Arte de la Chaquira: Cuentas con Historia

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La artesanía con chaquira, ese universo de diminutas cuentas que se entrelazan para dar vida a objetos llenos de color y significado, es una práctica extendida por diversas culturas a lo largo del tiempo. Aunque a menudo se asocia con la bisutería y la joyería, su alcance va mucho más allá, abarcando desde la decoración de textiles y accesorios hasta la creación de complejas piezas escultóricas y rituales.

La palabra 'chaquira' tiene un origen americano, posiblemente vinculado a las lenguas chibchenses de Panamá, y su registro en diccionarios data al menos del año 1620. Este término ha llegado a designar a esas pequeñas cuentas, generalmente de cristal cortado o plástico, que pueden incluso llevar baños de oro o plata, y que son el material fundamental de esta laboriosa artesanía.

¿Dónde se originó la chaquira?
Se les puede ubicar en las montañas de la Sierra Madre Occidental, donde su mítica cultura sigue cosechándose. Según la historia, el primer encuentro del pueblo Huichol con las chaquiras, provenientes de Europa, fue entre 1590 y 1600 aproximadamente.
Índice de Contenido

¿Qué es la Chaquira? Definición y Materiales

En su esencia, la chaquira es una cuenta pequeña utilizada para crear una vasta gama de objetos. Si bien hoy en día las más comunes son de vidrio o plástico, históricamente se han empleado diversos materiales. Estas cuentas son el alma de la artesanía, permitiendo la confección de piezas de distintas dimensiones y propósitos. Podemos encontrar chaquira en:

  • Joyería y bisutería (collares, pulseras, aretes)
  • Objetos utilitarios
  • Decoración en textiles
  • Accesorios de vestir
  • Piezas de gran formato

La versatividad de la chaquira reside en su tamaño y en la infinidad de colores y acabados disponibles, lo que permite a los artesanos plasmar diseños intrincados y detallados.

Un Vistazo a la Historia y Origen de la Chaquira

El uso de cuentas para decoración y adorno es una práctica que se remonta a tiempos muy antiguos. Algunos arqueólogos sugieren que se utilizaban desde la antigua Mesopotamia y la India, aunque en aquellos tiempos los materiales eran diferentes, predominando el oro. También se han hallado collares con pequeñas cuentas de diversos materiales en Norteamérica y África, evidenciando una tradición global en el uso de este tipo de elementos decorativos.

En el contexto americano, específicamente en México, el uso de la chaquira como elemento decorativo parece surgir después de la época prehispánica. Antes de la llegada de los españoles, ya se elaboraban objetos ornamentales con cuentas de materiales preciosos y semipreciosos como jade, turquesa y obsidiana. La llegada de las chaquiras provenientes de Europa, especialmente las de vidrio, introdujo un nuevo material que fue adoptado y adaptado por los pueblos indígenas.

Aunque no se conoce con exactitud cuándo comenzó su uso extendido en México, es posible que inicialmente se empleara en las esferas coloniales y que, a través de la observación y el aprendizaje, los pueblos indígenas incorporaran su uso a sus propias tradiciones artísticas y rituales.

La Chaquira en México: Un Legado Cultural

México es, sin duda, uno de los países donde la artesanía con chaquira ha alcanzado una notable expresión artística y cultural. Diversas etnias han adoptado esta técnica, desarrollándola y fusionándola con sus cosmovisiones y simbolismos propios. La chaquira se ha convertido en un medio para contar historias, representar deidades y plasmar la identidad de los pueblos.

Existen diferentes técnicas artesanales que emplean la chaquira en México, cada una con sus particularidades:

  • Cosida: Las cuentas se cosen directamente sobre una tela o superficie.
  • Anudada: Las cuentas se aseguran mediante nudos en hilos o cordones.
  • Brocado: Aunque el término brocado suele referirse a tejidos con patrones en relieve, en el contexto de la chaquira podría aludir a técnicas de tejido o inserción de cuentas en tejidos.
  • Tejido en gancho: Similar al crochet, se usan ganchos para entrelazar hilos y cuentas.
  • Pegada: Quizás una de las técnicas más distintivas en ciertas regiones. Consiste en adherir las cuentas a una superficie, a menudo utilizando cera de Campeche (una cera de abeja) como adhesivo. Sobre la superficie (madera, calabazas, etc.), se aplica la cera para dibujar el diseño, y luego se van pegando las cuentas una a una con gran precisión.
  • Tejido en telar: Las cuentas se ensartan en hilos que luego se tejen en un telar, creando patrones lineales y geométricos.

Estas técnicas permiten una gran variedad de acabados, desde superficies lisas y uniformes hasta texturas ricas y tridimensionales.

El Sagrado Arte del Pueblo Huichol (Wixárika)

Entre las culturas mexicanas que han abrazado la chaquira, el pueblo Huichol, también conocido como Wixárika, destaca por la profundidad de su conexión y el virtuosismo de su arte. Ubicados principalmente en las montañas de la Sierra Madre Occidental, en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas, los Huicholes han logrado preservar gran parte de sus tradiciones y su cosmovisión ancestral.

El encuentro del pueblo Huichol con las chaquiras europeas se estima que ocurrió entre 1590 y 1600. Inicialmente, se incorporaron a su vestimenta, pero rápidamente su uso se extendió a la joyería y a la decoración de objetos rituales y cotidianos. Hoy en día, la chaquira es un elemento central y sagrado en la vida del pueblo Huichol.

¿Cómo se llama la artesanía con chaquira?
Se denomina chaquira, al arte o artesanía de unir cuentas que también se llaman chaquiras entre sí ensartándolas en un hilo o alambre delgado con una aguja de coser o aguja de chaquira o cosiéndolas en una tela.

Para los Huicholes, la chaquira es sagrada y representa la vida. Las pequeñas cuentas se comparan con semillas de maíz, un alimento fundamental y simbólico. Cada diseño, color y figura plasmada en su arte con chaquira está cargado de un profundo simbolismo que narra sus mitos, sus rituales y su relación con el mundo espiritual.

El arte huichol se caracteriza por el uso vibrante del color y patrones detallados que cuentan historias. Dos de sus técnicas más emblemáticas son:

  • Incrustación de Chaquira: Consiste en adherir las pequeñas cuentas sobre superficies de madera u otros materiales, a menudo cubiertos con cera de Campeche. Se crean así máscaras, figuras de animales (como el venado azul), jícaras (contenedores sagrados) y otros objetos, cubiertos completamente por mosaicos de chaquiras que forman complejos diseños iconográficos.
  • Arte con Estambre: Aunque no usa chaquira, es la otra técnica distintiva del arte huichol, donde hilos de estambre se pegan sobre tablas para crear representaciones visuales similares en estilo y simbolismo al arte con chaquira.

El aprendizaje de este arte comienza desde la infancia, alrededor de los cinco años, con diseños sencillos, progresando gradualmente a piezas más complejas. Esta transmisión generacional asegura la continuidad de la tradición y el dominio de las técnicas y los significados.

La simbología en el arte huichol es rica y multifacética:

  • El Venado Azul (Kauyumari): Es una figura central, considerada un intermediario entre los humanos y los dioses. Representa la conexión con el mundo espiritual y es fundamental en sus ceremonias.
  • El Peyote (Hikuri): Este cactus sagrado se consume en rituales para alcanzar estados alterados de conciencia y comunicarse con las deidades. En el arte, simboliza la iluminación y la conexión divina.
  • Los Cinco Puntos Cardinales: A diferencia de las cuatro direcciones cardinales comunes, los huicholes consideran cinco, incluyendo el centro. Cada dirección tiene un color asociado (Este: rojo, Oeste: azul, Norte: blanco, Sur: rosa, Centro: verde), que se refleja en sus composiciones.

Cada pieza de arte huichol es una ventana a su cosmovisión, un objeto que no solo es estéticamente bello, sino que también porta un significado espiritual y cultural profundo.

¿Dónde se Elabora el Arte Huichol?

Aunque el arte huichol es conocido a nivel nacional e internacional, su elaboración se concentra principalmente en las comunidades asentadas en la Sierra Madre Occidental. Los estados con mayor presencia y tradición en este arte son:

EstadoRegiones Destacadas
JaliscoMezquitic, Bolaños
NayaritLa Yesca, Nayar
DurangoAlgunas regiones con presencia huichol
ZacatecasAlgunas regiones con presencia huichol

En estas áreas, las comunidades preservan y transmiten las técnicas y los conocimientos asociados a este arte ancestral.

Técnicas de Trabajo con Chaquira: Un Mundo de Posibilidades

La versatilidad de la chaquira se manifiesta en la diversidad de técnicas empleadas para manipularla y crear objetos. Más allá de las ya mencionadas en el contexto mexicano, la chaquira se presta a innumerables métodos de trabajo.

TécnicaDescripción Breve
Tejido en TelarEnsartar cuentas en hilos para tejer patrones planos o tubulares en un telar.
Tejido a Mano (sin telar)Diversas puntadas que entrelazan cuentas con hilo, como la puntada peyote (muy popular, usada en la Iglesia Nativa Americana), la puntada ladrillo, la puntada herringbone, etc.
Bordado con ChaquiraCoser cuentas directamente sobre tela u otro material con aguja e hilo.
Adhesión (Pegada)Fijar cuentas a una superficie usando un adhesivo como cera de Campeche, pegamento, etc., creando mosaicos.
Ensartado SimpleEnhebrar cuentas en un hilo o alambre para hacer collares, pulseras, etc.
Macramé con ChaquiraIncorporar cuentas en nudos de macramé.
Tejido en Gancho (Crochet)Usar un gancho para tejer hilo e insertar cuentas en el proceso.

La elección de la técnica depende del objeto a crear, del efecto deseado y de la tradición cultural del artesano.

Chaquira Más Allá de México: Tradiciones Globales

El uso de cuentas decorativas no es exclusivo de México. Diversas culturas en todo el mundo tienen ricas tradiciones de trabajo con chaquira o materiales similares.

  • África: Varias naciones africanas tienen una fuerte tradición. Los pueblos de África Occidental, como los ghaneses, utilizan las chaquiras aggry (o agrey), cuentas de vidrio decoradas, que a menudo se cree que poseen poderes medicinales o de fertilidad. En Mauritania, las perlas de vidrio de Kiffa representan una antigua tradición que está siendo revitalizada. Las mujeres camerunesas son conocidas por decorar esculturas de madera cubriéndolas con chaquiras de vidrio, como las impresionantes caretas de elefante del pueblo Bamileke.
  • Europa: En Ucrania occidental, las joyas hechas con chaquiras se volvieron muy populares y de moda desde el siglo XVIII, influenciadas por los logros artísticos de otros países europeos. La confección moderna de chaquiras ucranianas se aplica a ropa, collares (como los gerdanes), pulseras, accesorios y artículos para el hogar, como la decoración de pisankas (huevos de Pascua).

La chaquira es un material que ha cruzado fronteras, adaptándose a diferentes estéticas y propósitos en distintas partes del mundo.

¿Dónde se elabora la chaquira huichol?
¿En qué estado se elabora el arte huichol? No se limita a una sola región, pero su epicentro indudablemente radica en los siguientes estados: Jalisco: en particular en zonas como Mezquitic y Bolaños, en donde se encuentran asentadas comunidades huicholas que han pasado sus técnicas de generación en generación.

Preservación y Desafíos del Arte de la Chaquira

Con el creciente interés global en las artesanías tradicionales, el arte de la chaquira ha ganado reconocimiento internacional. Sin embargo, esta popularidad también presenta desafíos. La demanda puede llevar a la producción masiva, lo que a veces resulta en una pérdida de la calidad, la autenticidad y el significado cultural profundo que encierran las piezas tradicionales.

Preservar la integridad del arte de la chaquira, especialmente en culturas como la Huichol donde está intrínsecamente ligada a la espiritualidad y la identidad, es crucial. Apoyar a los artesanos que mantienen vivas las técnicas tradicionales y respetan el simbolismo es fundamental para asegurar que este legado ancestral continúe floreciendo.

Preguntas Frecuentes sobre la Chaquira

A continuación, respondemos algunas preguntas comunes sobre este fascinante material y artesanía.

¿Cómo se llama la artesanía con chaquira?
Generalmente se le conoce simplemente como "arte con chaquira" o "artesanía con chaquira". En el caso específico del pueblo Huichol, se le llama "arte huichol" o "arte wixárika", haciendo referencia tanto a la técnica de chaquira como a la de estambre y al simbolismo cultural que las acompaña.

¿Dónde se elaboran los accesorios de chaquira?
Los accesorios y objetos de chaquira se elaboran en muchas partes del mundo, tanto por artesanos tradicionales como por aficionados y artistas contemporáneos. En México, destacan las comunidades indígenas, especialmente el pueblo Huichol, en estados como Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas. También se elaboran en países de África, Europa del Este (como Ucrania) y otras regiones con tradiciones artesanales.

¿Dónde se originó la chaquira?
El uso de pequeñas cuentas para decoración tiene orígenes muy antiguos, posiblemente en Mesopotamia e India, aunque con materiales diferentes al vidrio o plástico actuales. La palabra 'chaquira' es de origen americano. Las chaquiras de vidrio llegaron a América con los colonizadores, siendo adoptadas por diversas culturas indígenas. El uso de chaquira es global, con orígenes diversos para el concepto general de cuentas, y la chaquira de vidrio específicamente vinculada a su introducción post-contacto en América.

¿Dónde se elabora la chaquira huichol?
El arte huichol (con chaquira y estambre) se elabora principalmente en las comunidades del pueblo Huichol (Wixárika) ubicadas en la Sierra Madre Occidental de México. Las regiones clave se encuentran en los estados de Jalisco (Mezquitic, Bolaños), Nayarit (La Yesca, Nayar), y en menor medida, Durango y Zacatecas.

La chaquira es mucho más que un simple material; es un vehículo para la creatividad, la expresión cultural y la preservación de tradiciones milenarias. Desde las intrincadas piezas rituales huicholes hasta la vibrante bisutería moderna, cada cuenta ensartada o pegada cuenta una historia de arte, paciencia y conexión con el pasado.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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