¿Cómo se llama el recipiente para purificar oro?

Purifica Oro: De la Mina a tu Joya

Valoración: 4.26 (9381 votos)

El oro, ese metal precioso que ha fascinado a la humanidad a lo largo de la historia, rara vez se encuentra en la naturaleza en su estado puro. Ya sea extraído de la mina o como parte de una joya que ha perdido su brillo, el oro a menudo requiere procesos de purificación y limpieza para revelar su máximo esplendor y valor. Pero, ¿qué métodos se utilizan? La respuesta varía enormemente dependiendo de si hablamos de refinar oro en bruto a niveles de alta pureza para la industria o de simplemente limpiar una pieza de joyería para restaurar su lustre.

La purificación del oro a nivel industrial es un proceso químico y electrolítico fundamental en la metalurgia. El oro que proviene de la extracción minera, a menudo obtenido mediante procesos de amalgamación o cianuración, contiene una variedad de impurezas, como zinc, cobre, plata y hierro. Eliminar estas impurezas es crucial para obtener oro de alta pureza, apto para inversión, fabricación de componentes electrónicos o la creación de aleaciones precisas para joyería de alta calidad.

¿Qué se usa para purificar el oro?
A través de una combinación de ácidos y el uso posterior de compuestos químicos es posible refinar aleaciones que contienen oro. El agua regia es una mezcla de ácido clorhídrico (HCl) y ácido nítrico (Hno3).
Índice de Contenido

Refinación Industrial del Oro: Métodos y Procesos

Existen varios métodos para refinar oro a gran escala, cada uno con sus particularidades en cuanto a pureza final, velocidad y costo. Los más destacados son el proceso con Agua Regia, el proceso Miller y el proceso Wohlwill.

Refinación con Agua Regia: Un Proceso Químico Clave

La refinación de oro utilizando agua regia es uno de los procesos químicos más importantes y delicados en el refinado de metales preciosos. El agua regia es una potente mezcla de ácido clorhídrico (HCl) y ácido nítrico (HNO₃). Lo notable de esta combinación es su capacidad para disolver el oro, algo que ninguno de sus componentes puede hacer por sí solo. El ácido nítrico oxida el oro a iones de oro (Au³⁺), mientras que el ácido clorhídrico proporciona iones cloruro (Cl⁻) que reaccionan con los iones de oro para formar aniones tetracloroaurato(III) (AuCl₄⁻). La formación de este complejo estable elimina eficazmente los iones de oro de la solución, permitiendo que la oxidación del oro continúe.

El proceso implica disolver el oro impuro en agua regia. Las impurezas metálicas también se disuelven o reaccionan de diversas maneras. La solución resultante, que contiene el oro disuelto como cloruro y otras impurezas, se somete luego a diversos procesos químicos adicionales. Estos pasos post-disolución están diseñados para precipitar el oro de la solución, dejándolo libre de las impurezas que quedaron disueltas o se separaron. El residuo de oro purificado puede entonces fundirse y transformarse en granalla o lingotes de alta pureza.

Para llevar a cabo este proceso de manera eficiente y segura, se requiere un equipo especializado. Existen unidades de refinado de oro con agua regia diseñadas específicamente para este fin, garantizando que todos los procesos químicos subyacentes se realicen correctamente. Algunas instalaciones son estáticas, permitiendo realizar todas las etapas desde el análisis preliminar de la aleación hasta la fundición final. Otras, como las instalaciones tipo «Buratto», incorporan un cilindro giratorio de polipropileno con velocidad ajustable. La rotación de este cilindro ayuda a que la granalla de oro se disuelva completamente en el agua regia. Estos sistemas avanzados pueden incluso operar de forma autónoma, reduciendo la necesidad de presencia constante de un operador.

Otros Métodos Industriales: Miller y Wohlwill

Más allá del agua regia, dos métodos son comúnmente empleados para la purificación a gran escala del oro extraído:

El Proceso Miller

Este método se basa en el hecho de que la mayoría de las impurezas presentes en el oro (como zinc, cobre, plata, hierro) se combinan más fácilmente con el cloro gaseoso que el oro, especialmente a temperaturas iguales o superiores al punto de fusión del oro. En el proceso Miller, el oro impuro se funde y se sopla cloro gaseoso a través del metal líquido. Las impurezas forman compuestos de cloruro que, al ser menos densos, flotan y se separan en una capa sobre la superficie del oro fundido. Estos cloruros pueden luego ser removidos.

El proceso Miller es relativamente rápido y simple en comparación con otros métodos. Sin embargo, su principal limitación es la pureza del oro que se obtiene, que es de aproximadamente 99.5 por ciento. Aunque es suficiente para muchas aplicaciones, no alcanza los niveles de pureza más altos requeridos para ciertas industrias o estándares de inversión.

¿Cómo purificar una joya de oro?
Para limpiar el oro amarillo basta sumergir la joya durante 15 minutos en agua con lavavajillas. Si frotas suavemente un cepillo de dientes que tenga las cerdas suaves conseguirás eliminar las marcas más obstinadas. Por último solo tienes que enjuagar la joya con agua caliente y secarla con un paño para sacarle brillo.

El Proceso Wohlwill

Para lograr una pureza aún mayor, de hasta aproximadamente 99.99 por ciento, se utiliza el proceso Wohlwill, que es un método electrolítico. En este proceso, se prepara una colada de oro impuro que actúa como electrodo positivo (ánodo). Este ánodo se sumerge en una solución electrolítica que típicamente contiene ácido clorhídrico y cloruro de oro. Bajo la influencia de una corriente eléctrica, el ánodo de oro impuro comienza a disolverse.

A medida que el oro se disuelve, los iones de oro migran a través de la solución electrolítica hacia el electrodo negativo (cátodo), donde se depositan en un estado metálico de alta pureza. Las impurezas, dependiendo de su naturaleza, o bien pasan a la solución electrolítica o se precipitan al fondo del tanque de electrorefinación como un lodo insoluble. Este lodo, conocido como lodo anódico, a menudo contiene otros metales preciosos valiosos como la plata y los metales del grupo del platino, que pueden ser recuperados posteriormente.

Aunque el proceso Wohlwill produce oro de una pureza excepcionalmente alta, tiene la desventaja de requerir una inversión significativa en inventario de oro. Esto se debe a que se necesita una cantidad considerable de oro para preparar el electrolito y mantener el proceso funcionando eficientemente, lo que puede resultar muy costoso para el productor. No obstante, para aplicaciones donde la máxima pureza es indispensable, el proceso Wohlwill es la opción preferida.

Además de estos métodos, se mencionan procesos basados en purificación química directa y recuperación a partir de soluciones como oro elemental. Estos enfoques pueden acelerar significativamente el procesamiento del oro y reducir o eliminar los costosos inventarios de oro en proceso asociados con la electrólisis.

Purificación vs. Limpieza: Una Distinción Importante

Es fundamental diferenciar entre la refinación industrial del oro, que busca eliminar impurezas metálicas del oro en bruto o chatarra para aumentar su pureza intrínseca, y la limpieza de joyas de oro terminadas. La limpieza de joyas no cambia la pureza del metal, sino que busca eliminar la suciedad, grasa, residuos de productos cosméticos y otras sustancias que se acumulan en la superficie y hacen que la pieza pierda su brillo.

Cómo Limpiar tus Joyas de Oro en Casa

Para que tus joyas de oro, incluso las de 18 quilates (kt), mantengan su brillo y belleza, es necesario limpiarlas regularmente. Afortunadamente, la limpieza de la mayoría de las joyas de oro es una tarea que puedes realizar cómodamente en casa con productos comunes.

Antes de empezar, es útil recordar que el oro puro (24 kt) es demasiado blando para la mayoría de las joyas. El oro utilizado en joyería suele ser una aleación, mezclado con otros metales para darle dureza y durabilidad. El oro de 18 kt es muy común y de alta calidad, compuesto por un 75% de oro puro y un 25% de otros metales. Joyas con menor contenido de oro (como 14 kt, con un 40% de oro puro) son de menor calidad en términos de contenido de oro, aunque pueden ser duraderas. También existen joyas chapadas en oro, que tienen una fina capa de oro sobre un metal base diferente; estas requieren cuidados especiales para no dañar el chapado.

¿Cuál es la mejor manera de purificar el oro?
Se emplean comúnmente dos métodos de purificación: el proceso Miller y el proceso Wohlwill . El proceso Miller se basa en que prácticamente todas las impurezas presentes en el oro se combinan con el cloro gaseoso con mayor facilidad que el oro a temperaturas iguales o superiores a su punto de fusión.

Tipos de Oro por Color y sus Aleaciones

El color del oro en joyería depende de los metales con los que se alea el oro puro. El oro puro es amarillo, pero las aleaciones permiten obtener diferentes tonalidades:

  • Oro Amarillo: Es la aleación más tradicional. Se suele obtener mezclando un 75% de oro puro con un 12.5% de plata y un 12.5% de cobre.
  • Oro Blanco: Para obtener una tonalidad blanca, se mezcla el 75% de oro de 24 kt con un 25% de otros metales blancos como plata, platino, manganeso, paladio o níquel. A menudo, el oro blanco recibe un baño de rodio para aumentar su brillo y blancura, y esta capa puede desgastarse con el tiempo.
  • Oro Rosa: Se consigue mezclando el 75% de oro puro con un 12.5% de plata y un 12.5% de cobre electrolítico puro, que es el que le aporta el tono rosáceo.

En términos de calidad (siempre hablando de la misma pureza en quilates, por ejemplo 18 kt), ningún color es inherentemente mejor que otro; la elección depende de la preferencia personal y el estilo.

Métodos de Limpieza Casera Específicos

La limpieza más adecuada puede variar ligeramente según el color de tu joya de oro:

Limpieza de Oro Amarillo

El oro amarillo es generalmente el más fácil de mantener, ya que tiende a oscurecerse menos que otras aleaciones. Un método sencillo y eficaz es sumergir la joya durante unos 15 minutos en un recipiente con agua tibia y unas gotas de lavavajillas suave. Si hay suciedad incrustada, puedes frotar suavemente con un cepillo de dientes de cerdas muy suaves. Después, enjuaga bien la joya con agua tibia y sécala con un paño suave, preferiblemente de microfibra, para sacarle brillo.

Limpieza de Oro Blanco

El oro blanco puede mostrar más fácilmente marcas y suciedad, y el baño de rodio puede requerir un cuidado especial. Una mezcla casera útil es combinar media taza de vinagre blanco con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Sumerge la joya en esta solución durante aproximadamente un par de horas. Después de la inmersión, aclara la pieza con agua y sécala cuidadosamente con un paño suave. Si el baño de rodio se ha desgastado, es posible que necesites llevar la joya a un joyero para que le aplique una nueva capa.

Limpieza de Oro Rosa

El oro rosa se puede limpiar de manera rápida y efectiva. Un método popular es usar un cepillo de dientes suave con una pequeña cantidad de pasta de dientes (no abrasiva). Frota suavemente la joya, luego enjuágala con agua y sécala bien. Otra opción es sumergir la pieza durante 10 a 15 minutos en una solución de vinagre blanco y sal. Asegúrate de que el vinagre cubra completamente la joya y añade un par de cucharaditas de sal. Después, enjuaga y seca.

Independientemente del color, es una buena práctica evitar que tus joyas de oro entren en contacto con productos químicos corrosivos, como cloro de piscinas, productos de limpieza fuertes o perfumes directamente sobre la pieza, ya que pueden dañar el metal o las piedras engastadas.

Mantenimiento y Cuidado Profesional

Aunque la limpieza casera es efectiva para el mantenimiento regular, a veces las joyas pueden estar muy sucias o requerir una limpieza más profunda o profesional. Un joyero puede utilizar métodos más avanzados, como limpieza por ultrasonidos (adecuada para la mayoría de las joyas de oro sin piedras delicadas) o pulido profesional para eliminar pequeños arañazos y restaurar el brillo original. Buscar ayuda profesional es recomendable si no estás seguro de cómo limpiar una pieza particular, si tiene piedras preciosas o delicadas, o si los métodos caseros no logran el resultado deseado.

Tablas Comparativas

Para resumir los métodos de refinación y limpieza:

Métodos de Refinación Industrial

MétodoPrincipioPureza TípicaVelocidadConsideraciones
Agua RegiaDisolución química (HCl + HNO₃)Alta (requiere pasos adicionales)ModeradaRequiere equipo especializado; manipulación de ácidos fuertes.
MillerCloración del oro fundido~99.5%RápidaMás simple que la electrólisis; pureza limitada.
WohlwillElectrorefinación~99.99%Lenta (comparado con Miller)Requiere alto inventario de oro en proceso; máxima pureza.

Métodos de Limpieza Casera para Joyas

Color de OroMétodo SugeridoMaterialesProceso Básico
AmarilloInmersión y frotado suaveAgua tibia, lavavajillas suave, cepillo de dientes suave, paño suaveSumergir, frotar si es necesario, enjuagar, secar.
BlancoInmersión en solución ácida/básicaVinagre blanco, bicarbonato de sodio, agua, paño suaveSumergir, enjuagar, secar. Considerar baño de rodio profesional si pierde brillo.
RosaFrotado o inmersiónPasta de dientes (no abrasiva) y cepillo suave O Vinagre blanco, sal, agua, paño suaveFrotar suavemente O Sumergir, enjuagar, secar.

Preguntas Frecuentes

¿Es lo mismo refinar oro que limpiar una joya de oro?

No, son procesos diferentes. La refinación es un proceso industrial para eliminar impurezas metálicas del oro en bruto y aumentar su pureza. La limpieza de una joya es para remover suciedad y restaurar su brillo superficial sin alterar su pureza.

¿Cuál era el proceso por el cual la plata era purificada?
Proceso: El mineral o el metal impuro se funde en un horno a alta temperatura, dentro de una vasija de arcilla porosa llamada «copela». Durante este proceso, el plomo se oxida y se absorbe en la copela, dejando la plata pura en el fondo.

¿Por qué mis joyas de oro se ensucian o pierden brillo?

El contacto con la piel, aceites corporales, lociones, perfumes, productos de limpieza, maquillaje e incluso la exposición al aire pueden hacer que se acumule suciedad y residuos en tus joyas, opacando su brillo.

¿Puedo usar cualquier método de limpieza para cualquier color de oro?

Aunque algunos métodos generales pueden funcionar, es recomendable seguir las sugerencias específicas para cada color (amarillo, blanco, rosa) debido a las diferentes aleaciones y posibles recubrimientos (como el rodio en el oro blanco).

¿Cuándo debo llevar mis joyas de oro a un profesional para su limpieza?

Debes considerar la limpieza profesional si la joya está muy sucia y los métodos caseros no funcionan, si la pieza es antigua, delicada, tiene piedras preciosas que requieren cuidado especial, o si necesitas un pulido para eliminar arañazos.

¿Qué es el agua regia y para qué se usa en el oro?

El agua regia es una mezcla de ácido clorhídrico y ácido nítrico. Se utiliza en la refinación industrial del oro para disolver el metal y separarlo de las impurezas metálicas.

¿Cuál es el oro más puro y por qué no se usa para todas las joyas?

El oro más puro es el de 24 quilates (99.9% o 99.99% de pureza). No se usa para la mayoría de las joyas porque es muy blando y se deformaría fácilmente. Se alea con otros metales para darle la dureza necesaria para la joyería.

En conclusión, ya sea a través de complejos procesos químicos y electrolíticos a gran escala para obtener oro de alta pureza, o mediante simples técnicas caseras para restaurar el brillo de tus piezas favoritas, la purificación y limpieza son pasos esenciales para mantener el valor y la belleza duradera de este noble metal.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Purifica Oro: De la Mina a tu Joya puedes visitar la categoría Orfebreria.

Avatar photo

Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

Subir