What is the meaning of orfebres?

Maestros de la Plata: Orfebres Argentinos

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La orfebrería y la platería son oficios que hunden sus raíces profundamente en la historia y la cultura de Argentina. Desde la época colonial, la habilidad para transformar metales preciosos, especialmente la plata, en objetos de arte y utilidad ha sido un distintivo del talento artesanal en estas tierras. Esta tradición, ligada estrechamente a la cultura criolla y a la vida en el campo, ha evolucionado, adaptándose a los tiempos pero conservando la esencia y el legado de los maestros que la precedieron.

¿Qué es el arte de la platería?
Se denomina platería el trabajo artesanal de la plata con fines ornamentales. Jarra de plata. La función principal de la platería es decorar casas, tanto sagrados como profanos y de las habitaciones particulares, especialmente en los momentos de solemnidad y recepción.

Hoy, en pleno siglo XXI, la orfebrería argentina sigue viva, gracias al compromiso y la pasión de artesanos que dedican su vida a mantener este arte. No son solo técnicos; son custodios de una tradición, narradores de historias a través del metal, y forjadores de identidad. Conocer a algunos de estos maestros contemporáneos nos permite apreciar la vitalidad y la diversidad de la orfebrería actual en el país.

Índice de Contenido

Un Legado Forjado en Plata

La historia de la platería en el territorio argentino es rica y compleja. Se nutrió inicialmente de las técnicas traídas por los colonizadores españoles, que a su vez tenían influencias árabes y europeas. Sin embargo, con el tiempo, se desarrolló un estilo propio, el estilo criollo, caracterizado por su funcionalidad, su sobriedad elegante y el uso de motivos vinculados a la vida rural, la fauna local y los símbolos patrios. Objetos como mates, bombillas, facones (cuchillos), hebillas de cinturón, espuelas y riendas se convirtieron en lienzos donde el platero volcaba su arte.

La abundancia de plata en la región (el nombre 'Argentina' proviene de 'argentum', plata en latín) contribuyó a que este oficio floreciera. Las estancias, centros de la vida económica y social, demandaban objetos de platería como símbolos de estatus y elementos esenciales para la vida diaria y las festividades. Así, el platero se convirtió en una figura respetada, un artesano que dominaba técnicas como el repujado, el cincelado, la filigrana y la fundición.

Maestros Contemporáneos: Nombres que Resuenan

La orfebrería argentina no es solo un eco del pasado; es una disciplina vibrante con artistas que hoy continúan innovando y preservando las técnicas ancestrales. La lista de orfebres talentosos es extensa, pero algunos nombres destacan por su trayectoria, su habilidad y su contribución a la difusión de este arte. Recientemente, un grupo de estos distinguidos artesanos fue invitado a compartir su arte, representando la diversidad geográfica y estilística de la orfebrería argentina contemporánea.

  • Ramiro Cánovas Lescano (CABA): Representando a la Capital Federal, Cánovas Lescano aporta la visión de un orfebre que quizás combina la tradición con influencias urbanas o contemporáneas, mostrando que el arte de la plata tiene cabida en los grandes centros urbanos.
  • Pedro Medina (Tres Arroyos, Buenos Aires): Desde la provincia de Buenos Aires, una región con fuerte arraigo rural y tradición gaucha, Pedro Medina encarna la continuidad de la platería ligada a las costumbres y el paisaje pampeano.
  • Adalberto Sanez (General Pico, La Pampa): La Pampa, otra provincia con profunda identidad rural, nos presenta a Adalberto Sanez, un orfebre cuyo trabajo seguramente refleja los motivos y la estética propios de la vida en la llanura pampeana, donde la funcionalidad y la belleza se unen en objetos de uso diario.
  • Federico Fiorda (San Antonio de Areco, Buenos Aires): San Antonio de Areco es reconocido como uno de los bastiones de la tradición gauchesca y la platería criolla en Argentina. Federico Fiorda, desde este icónico lugar, es sin duda un exponente de la platería más clásica y representativa del estilo criollo.
  • Gonzalo Meo (San Antonio de Areco, Buenos Aires): Compartiendo geografía con Fiorda, Gonzalo Meo también proviene de San Antonio de Areco, lo que sugiere una influencia fuerte de la escuela arequera, famosa por sus detalles finos y su apego a las formas tradicionales. La coexistencia de varios maestros en un mismo lugar habla de la vitalidad de la artesanía en esa localidad.
  • Miguel Gasco (Bariloche, Río Negro): Desde la Patagonia, en Bariloche, Miguel Gasco nos muestra que la orfebrería se extiende por todo el país, adaptándose quizás a las influencias culturales y los materiales disponibles en la región patagónica. Su trabajo podría incorporar elementos distintivos de la zona.

Estos nombres son solo una muestra representativa de la cantidad de artesanos talentosos que hay en Argentina. Cada uno, desde su taller y su región, contribuye a enriquecer y mantener viva esta milenaria cultura.

El Arte de la Orfebrería: Técnicas y Estilos

La creación de una pieza de orfebrería es un proceso laborioso que requiere habilidad, paciencia y un profundo conocimiento de los materiales. Las técnicas varían dependiendo del objeto a crear y el efecto deseado:

  • Cincelado y Repujado: Consisten en trabajar el metal con cinceles y martillos para crear relieves, texturas y diseños. El repujado se hace desde el revés para crear volumen en el frente, mientras que el cincelado se realiza directamente sobre el frente para definir detalles y contornos.
  • Filigrana: Técnica que utiliza hilos muy finos de metal, retorcidos y soldados entre sí para formar delicados encajes metálicos.
  • Fundición: Proceso de derretir el metal y verterlo en moldes para crear formas específicas, que luego son terminadas con otras técnicas.
  • Soldadura: Esencial para unir diferentes partes de una pieza.
  • Grabado: Creación de diseños incisos en la superficie del metal.
  • Pulido y Acabado: Procesos finales para dar brillo y la textura deseada a la pieza.

Los estilos en la orfebrería argentina varían desde el puramente criollo, con sus motivos gauchescos y florales estilizados, hasta enfoques más contemporáneos que exploran formas abstractas o combinan la plata con otros materiales. La elección del estilo a menudo refleja la región de origen del artesano y su propia visión artística.

Objetos Emblemáticos de la Platería Argentina

La platería criolla se manifiesta en una variedad de objetos, cada uno con su historia y funcionalidad. Aquí comparamos algunos de los más representativos:

ObjetoDescripción y UsoCaracterísticas TípicasSimbolismo Cultural
Mate y BombillaRecipiente para beber mate y tubo metálico para sorberlo. Esencial en la vida social argentina.Mates de calabaza, madera o plata, forrados o cincelados en plata. Bombillas con filtros decorados.Hospitalidad, amistad, tradición, identidad nacional.
Facón o CuchilloCuchillo grande, parte indispensable del apero gaucho.Cabos de plata, a menudo con incrustaciones de oro o maderas nobles. Vainas ricamente decoradas en plata.Herramienta de trabajo, defensa personal, símbolo de estatus y destreza.
Hebilla de CinturónPieza central del cinturón gaucho.Grandes dimensiones, elaborados diseños cincelados o repujados, a menudo con iniciales o motivos criollos.Adorno personal, símbolo de estatus, parte fundamental de la vestimenta tradicional.
EspuelasParte del apero para dirigir al caballo.De metal (hierro, plata), con rodajas (rosetas) grandes y sonoras, ricamente decoradas.Herramienta ecuestre, símbolo de la habilidad del jinete, elemento estético del apero.
Riendas y CabezadasPartes del apero para conducir al caballo.Con apliques, pasadores y terminales de plata cincelada o repujada.Adorno del caballo, muestra de cuidado y aprecio por el animal, símbolo de estatus.

Estos objetos no son meras herramientas; son piezas de arte que se heredan de generación en generación, cargadas de significado y valor afectivo.

Preguntas Frecuentes sobre la Orfebrería Argentina

Es común tener curiosidad sobre este arte fascinante. Aquí respondemos algunas preguntas habituales:

¿La orfebrería argentina utiliza solo plata?

Principalmente sí, la plata es el metal más utilizado, especialmente la plata 925 (plata Sterling). Sin embargo, también se usa oro, alpaca (una aleación que imita la plata pero sin contenerla) y se combina la plata con otros materiales como maderas, cueros, piedras semipreciosas o cuerno.

¿El estilo criollo es el único que existe?

No, si bien el estilo criollo es el más reconocido y tradicional, los orfebres contemporáneos exploran una amplia gama de estilos, incluyendo diseños modernos, abstractos y fusiones con otras culturas o corrientes artísticas internacionales.

¿Cómo puedo distinguir una buena pieza de orfebrería?

Una buena pieza se distingue por la calidad del metal (generalmente marcada con sellos), la perfección en la ejecución de las técnicas (cincelado nítido, soldaduras invisibles, pulido impecable), el diseño equilibrado y la sensación general de solidez y arte. La firma o el sello del artesano también suelen indicar la autenticidad y la calidad.

¿Dónde puedo ver o comprar orfebrería argentina?

Se puede encontrar en talleres de artesanos, galerías de arte, ferias de artesanía (como la Feria de Mataderos en Buenos Aires o la Fiesta de la Tradición en San Antonio de Areco) y tiendas especializadas. Muchos orfebres también tienen presencia online.

¿Son los orfebres mencionados los únicos famosos?

No, los orfebres mencionados son solo algunos ejemplos destacados de la vasta cantidad de artistas talentosos que trabajan la plata en Argentina. Fueron invitados a un evento o muestra particular, lo que los pone en relieve, pero hay muchos otros maestros con trayectorias igualmente importantes en todo el país.

El Futuro de un Arte Milenario

A pesar de los desafíos económicos y la competencia con la producción industrial, la orfebrería argentina mira hacia el futuro con esperanza. Las nuevas generaciones de artesanos están incorporando herramientas modernas, explorando nuevos diseños y utilizando las plataformas digitales para mostrar y comercializar su trabajo a nivel mundial. La tradición se mantiene viva no solo por la preservación de las técnicas, sino por la capacidad de adaptación e innovación.

El valor de una pieza de orfebrería no reside únicamente en el metal precioso que contiene, sino, y quizás más importante, en la habilidad, el tiempo, la historia y el alma que el artesano deposita en ella. Conocer a maestros como Ramiro Cánovas Lescano, Pedro Medina, Adalberto Sanez, Federico Fiorda, Gonzalo Meo y Miguel Gasco nos recuerda que este arte sigue latiendo con fuerza en el corazón de Argentina, forjando belleza y preservando la identidad nacional en cada golpe de martillo sobre la plata.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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