El Arte Ancestral: Orfebreria y Plateria

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Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sido cautivado por el brillo y la maleabilidad de los metales preciosos. La orfebrería, el arte de trabajar el oro, y la platería, el oficio dedicado a la plata, son testimonios vivos de una tradición artesanal que se remonta a las civilizaciones más antiguas. Estas disciplinas no son meras técnicas; son formas de expresión cultural, vehículos de simbolismo y lujo, y guardianes de un saber hacer transmitido de generación en generación.

Transformar un lingote inerte en una joya deslumbrante o un objeto decorativo de valor incalculable requiere no solo habilidad manual, sino también paciencia, precisión y una profunda comprensión de las propiedades de los metales. Es un proceso que combina ciencia y arte, donde la creatividad del diseñador se encuentra con la maestría del artesano.

Materiales Nobles: Oro y Plata

Los protagonistas indiscutibles de estos oficios son el oro y la plata. Ambos metales comparten características que los hacen ideales para la orfebrería y platería: son maleables, dúctiles, resistentes a la corrosión y poseen un brillo inigualable.

El oro, con su distintivo color amarillo, ha sido un símbolo universal de riqueza, poder y divinidad. Su pureza se mide en quilates (k), siendo 24k el oro puro. Sin embargo, para aumentar su dureza y crear diferentes tonalidades (oro blanco, rosa, rojo), se alea con otros metales como cobre, plata, níquel o paladio. La elección de la aleación y su proporción determinarán la resistencia y el color final de la pieza.

La plata, por otro lado, es conocida por su brillo blanco y su versatilidad. Es más abundante y económica que el oro, lo que la ha hecho accesible para una gama más amplia de objetos, desde cuberterías y vajillas hasta joyas y elementos decorativos. La plata de ley, comúnmente utilizada en platería, tiene una pureza del 92.5%, aleada generalmente con cobre para darle mayor dureza. Esta aleación se conoce como plata 925 o plata esterlina.

La elección entre oro y plata a menudo depende del propósito de la pieza, el presupuesto y la preferencia estética del cliente o artesano. Ambos metales requieren cuidados específicos para mantener su esplendor, como limpieza regular y protección contra agentes corrosivos, especialmente en el caso de la plata, que tiende a oxidarse (empañarse) con el tiempo.

Técnicas Fundamentales del Oficio

La magia de la orfebrería y la platería reside en el dominio de un conjunto de técnicas ancestrales, muchas de las cuales apenas han cambiado en siglos. Estas técnicas permiten dar forma, unir y decorar los metales.

  • Fundición: Permite crear formas complejas vertiendo metal fundido en moldes. Existen diversas técnicas como la fundición a la cera perdida, ideal para detalles intrincados.
  • Forja y Martillado: Consiste en golpear el metal con martillos para darle forma, endurecerlo o crear texturas. Es una técnica fundamental para la platería, creando objetos como bandejas o cuencos a partir de una lámina plana.
  • Laminado y Trefilado: Reducir el grosor del metal (laminado) o convertirlo en hilo (trefilado) mediante rodillos y matrices. Esencial para crear láminas finas o alambres para filigrana.
  • Soldadura: Unir piezas de metal mediante la aplicación de calor y un metal de aportación con un punto de fusión más bajo. Requiere gran precisión para no dañar las piezas.
  • Engaste: Fijar gemas o piedras preciosas en una pieza de metal. Hay múltiples tipos de engaste, como el engaste de garras, bisel, pavé, etc.
  • Grabado y Cincelado: Decorar la superficie del metal mediante la eliminación de material (grabado) o el desplazamiento del mismo con cinceles y martillos (cincelado).
  • Pulido y Acabado: Dar el brillo final a la pieza, eliminando marcas de herramientas y creando texturas deseadas (mate, brillante, satinado).

El dominio de estas técnicas requiere años de práctica y dedicación, convirtiendo al artesano en un verdadero maestro de su oficio.

Historia y Evolución a Través del Tiempo

La historia de la orfebrería y la platería es tan antigua como la historia de la humanidad. Se han encontrado objetos de oro y plata que datan de miles de años antes de Cristo en civilizaciones como la egipcia, la mesopotámica y la del valle del Indo. Estos objetos no solo tenían un propósito decorativo, sino también ceremonial, religioso y de estatus social.

En la antigüedad clásica, griegos y romanos produjeron magníficas joyas y objetos de plata, utilizando técnicas cada vez más sofisticadas. La Edad Media vio florecer la platería en la creación de objetos litúrgicos y relicarios para la iglesia, así como joyas para la nobleza.

El Renacimiento marcó una época dorada para estas artes, con artistas como Benvenuto Cellini elevando la orfebrería a la categoría de arte mayor. Se desarrollaron nuevos estilos y técnicas, y la demanda de objetos de lujo creció con la expansión de las monarquías y las cortes europeas.

La llegada de la Revolución Industrial trajo consigo la producción en masa, lo que afectó a los oficios artesanales. Sin embargo, la orfebrería y platería tradicionales sobrevivieron, valorándose cada vez más la singularidad y la calidad del trabajo hecho a mano frente a la producción industrial. Hoy en día, coexisten talleres artesanales que mantienen vivas las técnicas ancestrales con empresas de joyería que combinan métodos tradicionales y modernos.

La Inspiración Detrás del Diseño

El diseño es el alma de cualquier pieza de orfebrería o platería. La inspiración puede provenir de innumerables fuentes: la naturaleza, la arquitectura, la historia, la mitología, las emociones o, incluso, los cuerpos celestes.

La luna, por ejemplo, ha sido una fuente recurrente de inspiración en el arte y la joyería a lo largo de los siglos. Su ciclo, su misterio, su brillo nocturno y su asociación con lo femenino y lo mágico la convierten en un motivo poderoso. Piezas con formas de creciente lunar, representaciones de fases lunares, o el uso de piedras que evocan su brillo (como la piedra luna o el nácar) son ejemplos de cómo este astro influye en el diseño de joyas y objetos de plata.

Otros elementos naturales como flores, hojas, animales o el movimiento del agua también son temas frecuentes. La abstracción, las formas geométricas y la experimentación con texturas y volúmenes son igualmente importantes en el diseño contemporáneo. Un buen diseñador entiende cómo el metal puede ser manipulado para expresar una idea o evocar una sensación, creando piezas que no solo son bellas, sino que también cuentan una historia o evocan un sentimiento.

El Taller del Artesano: Un Espacio de Creación

El taller de un orfebre o platero es un espacio donde la concentración y la habilidad se unen. Es un lugar equipado con herramientas específicas: yunques, martillos de diversas formas y tamaños, sopletes para soldar, limas, sierras de joyero, pulidoras y una infinidad de pequeños instrumentos diseñados para manipular el metal con precisión. Este espacio, a menudo un estudio privado, es el santuario donde las ideas toman forma tangible.

En la intimidad de su taller, el artesano puede dedicar horas a cada detalle, asegurando la calidad y la perfección de la pieza. La privacidad es crucial para mantener la concentración en un trabajo que exige extrema precisión y para desarrollar el proceso creativo sin interrupciones. Es un lugar de experimentación, donde se prueban nuevas técnicas y se perfeccionan las antiguas. La relación del artesano con su taller es profunda; es donde pasa la mayor parte de su tiempo, rodeado por las herramientas y los materiales que dan vida a su arte.

Comparativa: Oro vs. Plata

CaracterísticaOroPlata
Símbolo QuímicoAuAg
Color TípicoAmarillo (puro), Blanco, Rosa, Rojo (aleado)Blanco Brillante
Pureza Común (Joyeria/Plateria)18k (75%), 14k (58.5%), 24k (99.9%)925 (92.5% - Plata de Ley)
Resistencia a CorrosiónMuy AltaAlta (se empaña por sulfuro de hidrógeno)
Maleabilidad y DuctilidadExtremadamente AltaMuy Alta
Precio (por peso)Generalmente Mucho Más AltoGeneralmente Más Bajo
Usos PrincipalesJoyería Fina, Inversión, ElectrónicaJoyería, Platería (vajilla, decoración), Industria, Fotografía
CuidadoRequiere limpieza, menos propenso a empañarse que la plata.Requiere limpieza regular para evitar el empañamiento.

Preguntas Frecuentes sobre Orfebrería y Platería

¿Cuál es la diferencia principal entre orfebrería y platería?
La orfebrería se centra específicamente en el trabajo del oro, mientras que la platería se dedica al trabajo de la plata. Aunque muchas técnicas son compartidas, las propiedades y aplicaciones de los metales difieren, lo que lleva a especializaciones.

¿Por qué el oro y la plata de joyería no son 100% puros?
El oro y la plata puros son muy blandos y se desgastarían fácilmente. Se alean con otros metales para aumentar su dureza, durabilidad y, en el caso del oro, para modificar su color.

¿Cómo puedo saber si una pieza de plata es de ley?
Las piezas de plata de ley suelen llevar un contraste o sello que indica su pureza, como "925". En algunos países también se añade la marca del platero o la oficina de contraste.

¿Cómo debo limpiar mis joyas de oro y plata?
Para el oro, un paño suave y, si es necesario, agua tibia con jabón neutro. Para la plata, existen productos específicos para eliminar el empañamiento (sulfuro de plata). Evita productos abrasivos y químicos fuertes.

¿Es la platería solo para objetos grandes como bandejas?
No, la platería abarca una vasta gama de objetos, incluyendo cuberterías, centros de mesa, objetos religiosos, marcos de fotos, y también joyería de plata.

¿Se pueden combinar oro y plata en una misma pieza?
Sí, es una técnica común que crea interesantes contrastes de color y textura. Se utilizan técnicas de soldadura específicas para unir ambos metales.

En conclusión, la orfebrería y la platería son artes que nos conectan con la historia, la cultura y la belleza atemporal de los metales preciosos. Son oficios que requieren un profundo respeto por el material, un dominio técnico excepcional y una visión artística para transformar la materia prima en objetos que perduran a través del tiempo, contando historias de habilidad, inspiración y la búsqueda constante de la perfección.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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