What bacteria turns flamingos pink?

El Arte Milenario de Orfebreria y Plateria

Valoración: 3.61 (4606 votos)

La orfebrería y la platería son oficios que se hunden en las raíces mismas de la civilización humana. Desde que el hombre descubrió la maleabilidad y el brillo de ciertos metales, comenzó un viaje de creatividad y habilidad manual que ha perdurado a través de milenios. Estas disciplinas no son meras técnicas de trabajo con metales; son verdaderas formas de arte que combinan conocimiento técnico, diseño, paciencia y una profunda conexión con la materia prima.

Ambas artes, aunque a menudo mencionadas juntas, tradicionalmente se distinguían por el metal principal con el que trabajaban: la orfebrería con el oro y la platería con la plata. Sin embargo, con el tiempo, las técnicas, herramientas y, en muchos casos, los propios artesanos, han fusionado sus conocimientos, abarcando no solo oro y plata, sino también otros metales como el platino, el cobre y sus aleaciones.

Índice de Contenido

Un Viaje a Través de la Historia

La fascinación por los metales preciosos no es nueva. Ya en las civilizaciones antiguas como Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma, el oro y la plata eran símbolos de poder, divinidad y estatus. Se utilizaban para crear joyas suntuosas, objetos rituales, adornos arquitectónicos y vajillas para la élite. Los egipcios, por ejemplo, eran maestros en el trabajo del oro, creando máscaras funerarias, sarcófagos y joyas de una belleza y detalle asombrosos.

En América Precolombina, culturas como la Moche, la Chimú o la Inca en los Andes, o la Mixteca y la Azteca en Mesoamérica, desarrollaron técnicas metalúrgicas extraordinarias sin contacto con el Viejo Mundo. Crearon piezas de oro y plata de gran complejidad y significado religioso y ceremonial, demostrando un dominio técnico comparable o incluso superior al de sus contemporáneos en otras partes del globo.

Durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa, los gremios de orfebres y plateros alcanzaron gran importancia. Controlaban estrictamente la calidad, la formación de aprendices y la producción. Catedrales e iglesias se llenaron de objetos litúrgicos de oro y plata, mientras que la nobleza encargaba joyas y objetos decorativos que reflejaban su riqueza y sofisticación. Artistas como Benvenuto Cellini no solo fueron escultores, sino también orfebres célebres, elevando el oficio a una de las bellas artes.

La era de los descubrimientos trajo consigo una enorme afluencia de metales preciosos, especialmente plata de América, lo que impulsó aún más la platería en Europa. Las cortes reales y la burguesía adinerada demandaban vajillas, candelabros, espejos y todo tipo de objetos decorativos de plata.

Hoy en día, la orfebrería y la platería conviven. Aunque las técnicas tradicionales se mantienen vivas, se han incorporado nuevas tecnologías y enfoques de diseño. El oficio sigue siendo un equilibrio delicado entre la tradición, la habilidad manual y la innovación.

Materiales: El Alma del Oficio

Los metales preciosos son el corazón de estas artes. Cada uno tiene sus propiedades únicas que los hacen adecuados para diferentes propósitos y técnicas.

  • Oro (Au): Conocido por su inalterabilidad, brillo y maleabilidad excepcionales. Se mide en quilates (kilates), que indican la pureza. 24 quilates es oro puro (99.9%), pero es demasiado blando para la mayoría de los usos. Se alea con otros metales (cobre, plata, níquel, paladio) para aumentar su dureza y variar su color (oro amarillo, blanco, rosa). Las aleaciones más comunes son 18k (75% oro), 14k (58.5%) y 10k (41.7%).
  • Plata (Ag): Es el metal más reflectante y con mayor conductividad térmica y eléctrica. Pura es relativamente blanda, por lo que se alea comúnmente con cobre para aumentar su dureza y durabilidad. La aleación más conocida es la plata de ley o plata Sterling (92.5% plata y 7.5% cobre), marcada a menudo con '925'. También existen otras leyes como la 800 o la 900. Con el tiempo, la plata tiende a empañarse (oxidarse) al reaccionar con compuestos de azufre en el aire, formando una capa negra de sulfuro de plata.
  • Platino (Pt): Extremadamente denso, duro y resistente a la corrosión. Es más raro y caro que el oro. Se utiliza a menudo en joyería de alta gama, especialmente para engastes de diamantes debido a su resistencia.
  • Cobre (Cu): Aunque no es un metal precioso, es fundamental. Se utiliza como aleante para dar dureza al oro y la plata. Además, el cobre puro o sus aleaciones (como el bronce o el latón) se trabajan a menudo con técnicas similares a la platería para crear objetos decorativos o prototipos.

Técnicas Fundamentales del Taller

El orfebre y el platero dominan un repertorio de técnicas que les permiten transformar un trozo de metal en una pieza acabada. Algunas de las más importantes incluyen:

  • Fundición: Proceso de calentar el metal hasta su punto de fusión y verterlo en un molde para obtener una forma básica o detallada. Se utilizan técnicas como la fundición a la cera perdida, muy antigua y precisa.
  • Forja: Dar forma al metal golpeándolo con martillos sobre yunques, generalmente mientras está caliente (aunque la plata y el oro también se trabajan en frío). Permite crear formas tridimensionales a partir de láminas o lingotes.
  • Laminado y Trefilado: Pasar el metal por rodillos (laminadora) para obtener láminas de grosor uniforme o estirarlo a través de orificios decrecientes (hilera o trefiladora) para crear alambres de diferentes diámetros.
  • Soldadura: Unir piezas de metal usando una aleación de menor punto de fusión (soldadura) y calor. Requiere gran precisión para no fundir las piezas principales.
  • Cincelado y Repujado: Técnicas de decoración en relieve. El repujado se realiza trabajando el metal por el reverso con punzones y martillos para crear un diseño en relieve por el anverso. El cincelado se hace por el anverso para definir detalles, texturas o contornos sobre el relieve ya creado o directamente sobre la superficie.
  • Engastado: Fijar piedras preciosas o semipreciosas en la pieza de metal. Existen numerosas técnicas como el engaste de garras, bisel, carril, pavé, etc.
  • Grabado: Crear diseños o textos sobre la superficie del metal retirando material con buriles u otras herramientas cortantes.
  • Pulido: Proceso final para alisar la superficie, eliminar marcas de herramientas y dar brillo al metal. Se utilizan abrasivos de diferente grano, desde gruesos hasta pastas muy finas.

Orfebrería vs. Platería: Similitudes y Diferencias

Aunque las técnicas son a menudo las mismas, el trabajo con oro y plata presenta particularidades debido a las propiedades intrínsecas de cada metal.

CaracterísticaOro (Orfebrería)Plata (Platería)
CostoGeneralmente más altoGeneralmente más bajo
DensidadMás densoMenos denso
Punto de FusiónMás alto (para oro puro)Más bajo (para plata pura)
MaleabilidadExtremadamente maleableMuy maleable (después del oro)
Resistencia a la CorrosiónMuy alta (no se empaña)Menor (se empaña con sulfuro)
Uso Histórico ComúnJoyería, objetos rituales pequeños, adornosVajilla, objetos decorativos grandes, candelabros
Aleaciones TípicasCon Ag, Cu, Ni, Pd (quilates)Con Cu (plata de ley)

Históricamente, la orfebrería tendía a centrarse en objetos más pequeños y detallados, como joyas, debido al alto costo del oro. La platería, por otro lado, se aplicaba a menudo a objetos de mayor tamaño, como bandejas, jarras, cuberterías, etc., aunque también se hacía joyería en plata.

El Valor de una Pieza

El valor de una pieza de orfebrería o platería no reside únicamente en el peso del metal precioso. Factores como:

  • La calidad de la mano de obra: la habilidad técnica y artística del artesano.
  • El diseño y la complejidad de la pieza.
  • La antigüedad y el estado de conservación (para piezas históricas).
  • La procedencia o el autor (si es un artista reconocido).
  • La presencia de piedras preciosas o esmaltes.
  • La rareza de la pieza.

contribuyen significativamente a su valor final. Una pieza bien ejecutada, incluso de plata, puede alcanzar un valor mucho mayor que su peso en metal debido al trabajo artístico invertido.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo puedo saber si una pieza es de plata de ley?
La mayoría de las piezas de plata de ley fabricadas profesionalmente llevan contrastes o punzones. El más común para la plata de ley es '925', que indica que la aleación contiene 92.5% de plata pura. Otros contrastes pueden incluir el nombre del fabricante, el lugar de origen o el año de fabricación.

¿Cómo se limpia la plata empañada?
La plata se empaña debido a la formación de sulfuro de plata. Se puede limpiar con productos específicos para plata que disuelven o convierten el sulfuro. También existen métodos caseros como frotar suavemente con bicarbonato de sodio y agua, o usar un baño electrolítico con papel de aluminio, agua caliente y bicarbonato o sal (el sulfuro se transfiere al aluminio).

¿El oro blanco es oro puro?
No, el oro blanco es una aleación de oro puro con metales blancos como níquel, paladio o plata. La proporción de oro puro se indica en quilates (por ejemplo, 18k oro blanco contiene 75% oro puro). A menudo, el oro blanco se recubre con rodio para darle un brillo más blanco y duradero, aunque esta capa puede desgastarse con el tiempo.

¿Qué diferencia hay entre orfebrería y joyería?
La joyería es una rama de la orfebrería/platería que se centra específicamente en la creación de adornos personales (anillos, collares, pendientes, pulseras). La orfebrería y la platería son términos más amplios que abarcan no solo joyería sino también objetos decorativos, utilitarios o rituales hechos de metales preciosos.

La orfebrería y la platería son oficios que demandan una combinación única de paciencia, precisión y visión artística. Cada pieza creada es el resultado de horas de trabajo, donde el artesano moldea la materia inerte para darle vida, forma y significado. Son artes que conectan el pasado con el presente, manteniendo vivas técnicas ancestrales y adaptándolas a las sensibilidades estéticas contemporáneas.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a El Arte Milenario de Orfebreria y Plateria puedes visitar la categoría Artesania.

Avatar photo

Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

Subir