¿Es valiosa la plata de Taxco?

Guía para identificar plata de Taxco

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Hablar de Taxco de Alarcón es evocar un legado centenario forjado en plata. Esta pintoresca ciudad colonial en México no solo es famosa por su belleza arquitectónica, sino que es reconocida a nivel mundial como uno de los centros plateros más importantes. Las piezas de Taxco son apreciadas por su diseño artístico, calidad de la plata y la maestría de sus artesanos. Sin embargo, en un mercado global donde la autenticidad es clave, saber identificar una pieza genuina de Taxco es fundamental. La clave reside, en gran medida, en sus marcas distintivas.

Las marcas en la plata, conocidas como contrastes o sellos, son pequeños grabados que se aplican sobre la pieza para indicar su pureza, origen y, a menudo, la identidad del artesano o taller que la produjo. En el caso de la plata de Taxco, estas marcas tienen una rica historia y han evolucionado a lo largo del tiempo, reflejando los cambios en las regulaciones y la organización de la industria platera local y nacional.

¿Cómo identificar las marcas de plata de Taxco?
Decodificación de marcas de letras y números La primera letra, T, corresponde a la letra de la ciudad. La segunda letra, E, corresponde a la inicial del apellido del herrero (o del nombre de su empresa). El número después del guion, 43, significa que este platero es el 43.º herrero cuyo apellido empieza con la letra E, en la ciudad de Taxco, México.
Índice de Contenido

La Evolución Histórica de las Marcas en la Plata de Taxco

La tradición platera en Taxco se remonta a la época virreinal, pero experimentó un renacimiento espectacular en la década de 1930 gracias, en gran parte, a la llegada del diseñador estadounidense William Spratling. Spratling no solo fundó talleres que revivieron técnicas ancestrales y crearon diseños innovadores, sino que también sentó las bases para la organización moderna de la producción de plata artística en la ciudad. Con el crecimiento de la industria y la creciente exportación de piezas, surgió la necesidad de establecer sistemas de marcaje estandarizados para garantizar la calidad y proteger tanto a los productores como a los consumidores.

Primeras Marcas (Antes de 1948)

En los inicios de este renacimiento, las marcas eran variadas y dependían mucho del taller o artesano. Era común encontrar sellos que indicaban la pureza de la plata, como "Sterling" (que generalmente implicaba .925 de plata) o "925". También se incluía el lugar de origen, como "Taxco" o "Mexico". Muchos artesanos o talleres prominentes también utilizaban sus propias iniciales o símbolos distintivos. No existía un sistema centralizado y la consistencia podía variar.

El Sistema del Águila (1948-1979)

Para regular y formalizar la industria platera a nivel nacional, el gobierno mexicano implementó un sistema de marcaje estandarizado en 1948. Este sistema es quizás uno de los más reconocibles y buscados por coleccionistas hoy en día: el sello del Águila. Este sello consiste en una figura estilizada de un águila, similar al escudo nacional mexicano, con un número grabado en su interior. El número dentro del águila indica el distrito de registro del platero o taller. El número 3 fue asignado a Taxco. Por lo tanto, una marca de águila con un "3" en su centro es un fuerte indicio de que la pieza fue registrada en Taxco durante este período.

Es importante notar que el diseño exacto del águila varió ligeramente a lo largo de los años que este sistema estuvo en vigor. Algunas águilas son más detalladas, otras más esquemáticas. A pesar de estas variaciones, la presencia del número 3 dentro del águila es el factor clave para identificar su origen en Taxco durante esta era. Además del águila, las piezas de este período a menudo también llevaban la marca de pureza (.925, Sterling) y la marca del taller o artesano (iniciales o símbolo).

El Sistema de Letras y Números (Posterior a 1979)

El sistema del águila fue reemplazado a finales de la década de 1970 por un sistema de registro más detallado basado en letras y números. Este es el sistema que, con algunas modificaciones, se sigue utilizando hoy en día. Este sistema proporciona información más específica sobre el origen geográfico y la identidad del platero o taller.

El formato general de estas marcas es una combinación de letras seguida de un guion y números. La primera letra indica la ubicación geográfica general. Para Taxco, esta letra es típicamente la T. La segunda letra es generalmente la inicial del apellido del platero o la primera letra significativa del nombre del taller. Los números subsiguientes corresponden al número de registro único asignado a ese platero o taller dentro de esa ubicación geográfica.

Por ejemplo, una marca como "TM-25" indicaría: T (Taxco), M (inicial del apellido del platero, por ejemplo, Martínez), 25 (su número de registro). Otras combinaciones comunes podrían ser TS (Taxco, con inicial S), TL (Taxco, con inicial L), etc. Este sistema permite una trazabilidad mucho mayor de la pieza hasta su creador registrado.

Elementos Clave a Buscar al Identificar Marcas de Taxco

Para identificar correctamente una pieza de plata de Taxco, es fundamental examinar detenidamente las marcas que lleva. Aquí hay un resumen de lo que debes buscar:

  • Pureza de la Plata: Busca marcas como ".925", "Sterling", ".950" (que indica una mayor pureza, usada en algunos diseños de alta gama) o a veces simplemente "Plata". El .925 es el estándar para la plata esterlina.
  • Origen Geográfico: Busca las palabras "Taxco" o "Mexico". En piezas más recientes, la letra "T" al inicio del código de registro indica Taxco.
  • Marca del Artesano o Taller: Busca iniciales, nombres o símbolos únicos. Esta marca es crucial para identificar al creador y, en muchos casos, puede influir significativamente en el valor de la pieza, especialmente si proviene de un platero renombrado.
  • Marca del Sistema de Registro: Dependiendo de la época, busca el sello del Águila con el número 3, o el código de Letras y Números (ej. TM-XX, TS-YY).

Es común encontrar una combinación de varias de estas marcas en una sola pieza. Por ejemplo, una pieza de la era del águila podría tener "Taxco", ".925", las iniciales del platero y el sello del águila con el 3. Una pieza más reciente podría tener ".925" y el código de registro TM-XX.

Tabla Comparativa de Sistemas de Marcaje

EraSistema de MarcajeCaracterísticas ClaveFormato Típico
Antes de 1948Marcas Variadas de TallerPureza, Origen (Taxco/Mexico), Iniciales/Símbolos de Artesano. Muy variable.Taxco Mexico Sterling,
.925 [Iniciales]
1948-1979Sistema del ÁguilaSello de Águila estilizada con número dentro. Número 3 = Taxco. Combinado con pureza y marca de artesano.Águila (3), .925,
Sterling, Taxco,
[Iniciales]
Posterior a 1979Sistema de Letras y NúmerosCódigo con letra de ubicación (T=Taxco), inicial de artesano, número de registro. Combinado con pureza.T[Inicial]-[Número],
.925,
Sterling

Observar la ubicación de las marcas también puede ser útil. Suelen estar en lugares discretos pero accesibles, como en el reverso de un broche, en la parte inferior de una base, en el cierre de un collar o pulsera, o en el interior de un anillo.

¿Por qué es importante saber identificar estas marcas?

Saber identificar las marcas de plata de Taxco tiene varias ventajas significativas:

1. Autenticidad: Las marcas son la principal forma de verificar que una pieza es genuina y no una imitación. Ayudan a distinguir la plata auténtica de metales base plateados o de baja calidad, y a confirmar su origen en Taxco.

2. Calidad: Las marcas de pureza garantizan el contenido de plata en la aleación, asegurando que estás adquiriendo plata esterlina (.925) o de mayor pureza.

3. Valor: Las piezas de plateros reconocidos o de períodos históricos específicos (como la era del Águila o piezas de talleres fundacionales) suelen tener un mayor valor en el mercado de coleccionistas. Identificar la marca del artesano es clave para determinar esto.

4. Historia: Las marcas cuentan una historia sobre la pieza: dónde se hizo, cuándo y quién la creó. Conocer las marcas te permite conectar con la rica tradición platera de Taxco.

Preguntas Frecuentes sobre las Marcas de Plata de Taxco

¿Todas las piezas de plata de Taxco tienen marcas?
La gran mayoría de las piezas producidas en talleres establecidos, especialmente desde la década de 1940, llevan marcas. Sin embargo, piezas muy pequeñas, algunas piezas antiguas o aquellas hechas por artesanos informales podrían no estar marcadas. La ausencia de una marca no siempre significa que la pieza no es de plata o no es de Taxco, pero la presencia de marcas adecuadas es un indicador muy fuerte de autenticidad y origen.

¿La presencia de una marca garantiza que la pieza es de plata auténtica y de Taxco?
En la mayoría de los casos, sí. Sin embargo, como con cualquier objeto valioso, existen falsificaciones. Es posible encontrar piezas marcadas fraudulentamente. Por eso, además de las marcas, los expertos consideran otros factores como la calidad de la artesanía, el diseño (si es consistente con los estilos de Taxco) y el peso de la pieza.

¿Qué significa exactamente la marca ".925" o "Sterling"?
Ambas marcas indican que la aleación utilizada contiene 925 partes de plata pura por cada 1000 partes totales (es decir, 92.5% plata pura). El 7.5% restante suele ser cobre u otros metales para dar dureza y durabilidad a la plata, que en estado puro es muy blanda. "Sterling" es el término anglosajón para esta pureza.

¿El número dentro del águila siempre es 3 para Taxco?
Sí, durante el período en que el sistema del águila estuvo vigente (1948-1979), el número 3 era el código de distrito asignado a Taxco. Otros distritos plateros en México tenían números diferentes.

¿Cómo se lee una marca como "TM-45"?
Según el sistema de letras y números posterior a 1979: 'T' indica la ciudad de origen (Taxco). 'M' es la inicial del apellido del platero o del nombre del taller. '45' es el número de registro único asignado a ese platero/taller en Taxco.

Identificar las marcas en la plata de Taxco es una habilidad valiosa para coleccionistas, entusiastas y cualquier persona que desee adquirir una pieza de este renombrado centro platero. Las marcas son pequeñas ventanas a la historia, la calidad y la autenticidad de cada objeto, conectándonos directamente con la tradición y el arte de los maestros plateros de Taxco.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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