¿Qué es la cultura precolombina de Nariño?

Orfebrería Ancestral de Nariño

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El departamento de Nariño, reconocido por la generosidad de su tierra, producto de la actividad volcánica y fluvial, ha sido históricamente el hogar de culturas precolombinas que dejaron un legado artístico invaluable. Más allá de ser una despensa agrícola, este territorio fue cuna de civilizaciones con profundos conocimientos metalúrgicos. Entre las manifestaciones más fascinantes de su pasado se encuentra la orfebrería, un arte que alcanzó niveles de gran maestría y que hoy nos habla del ingenio y la cosmovisión de quienes habitaron estas tierras andinas.

¿Qué es lo más destacado de la cultura de Nariño?
Es el único departamento de Colombia con tres denominaciones de Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad con: El Carnaval de Negros y Blancos, La Música de marimba, los cantos y bailes tradicionales del Pacífico, y el Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino.
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Cultura Capulí y Piartal: Forjadores del Oro Andino

Hacia el siglo VII de nuestra era, el altiplano que hoy comparten el departamento de Nariño en Colombia y la provincia de Carchi en Ecuador fue el asentamiento principal de la cultura Capulí, también identificada arqueológicamente como cultura Nariño. Esta sociedad se distinguió por sus complejas estructuras sociales, evidenciadas en sus prácticas funerarias, que incluían el entierro de sus líderes en tumbas de notable profundidad, llegando a alcanzar entre 30 y 50 metros bajo tierra.

Los Capulí no vivían aislados; mantenían activas relaciones comerciales con pueblos asentados tanto en la cuenca amazónica como en el litoral del Pacífico. Este intercambio no solo facilitaba la adquisición de recursos exóticos, sino que también pudo influir en sus expresiones culturales y artísticas.

Paralelamente, la misma región fue habitada por otro grupo cultural significativo: los Piartal. Aunque coexistieron en el tiempo y el espacio con los Capulí, los Piartal desarrollaron una producción artística que, si bien compartía el territorio, presentaba características propias, especialmente en el trabajo de diversos materiales.

La Maestría en Metales Preciosos

La orfebrería fue una de las expresiones artísticas más notables de ambas culturas, demostrando un conocimiento avanzado de las propiedades del oro y las técnicas para trabajarlo. Sin embargo, cada cultura imprimió su sello particular a sus creaciones metálicas.

La cultura Capulí se enfocó en el trabajo del oro fino. La técnica predominante que emplearon para dar forma al metal fue el martillado. Esta técnica consistía en transformar lingotes o pepitas de oro en láminas finas o darles volumen y forma mediante golpes precisos y repetidos con herramientas duras. Las técnicas de martillado utilizadas por los Capulí guardaban similitudes con las empleadas por otras culturas contemporáneas en regiones vecinas, lo que sugiere un intercambio de conocimientos o una tradición metalúrgica regional compartida.

¿Qué es lo más destacado de la cultura de Nariño?
Es el único departamento de Colombia con tres denominaciones de Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad con: El Carnaval de Negros y Blancos, La Música de marimba, los cantos y bailes tradicionales del Pacífico, y el Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino.

Por su parte, la cultura Piartal es reconocida por la exquisitez de sus producciones artísticas en diversos materiales, y la orfebrería no fue la excepción. Sus piezas de metal, al igual que sus objetos de cerámica, madera y textiles, sorprenden por el refinamiento de su diseño. Los Piartal no solo dominaban las técnicas básicas de la metalurgia, sino que poseían una técnica única en el panorama orfebre regional. Aunque el texto disponible no especifica en qué consistía exactamente esta singularidad, el hecho de que se destaque su técnica como 'única' sugiere innovaciones o un nivel de habilidad que los diferenciaba marcadamente de otros grupos orfebres de la época y la zona. Este refinamiento y técnica especializada les permitieron crear piezas de gran detalle y belleza.

Comparando la Producción Orfebre Capulí y Piartal

A pesar de habitar la misma región y ser contemporáneas, las culturas Capulí y Piartal mostraron diferencias notables en su enfoque y estilo dentro de la orfebrería:

CaracterísticaCultura CapulíCultura Piartal
PeriodoDesde el siglo VIISimultánea a Capulí
Ubicación PrincipalAltiplano Nariño/CarchiMisma región
Material Orfebre DestacadoOro finoOro (entre otros)
Técnica Principal en OroMartilladoTécnica única y refinada
Estilo/AcabadoTécnicas semejantes a culturas vecinasRefinamiento de diseño
Otras Artes DestacadasRelaciones comerciales, entierros profundosCerámica, madera, textiles, orfebrería

Esta comparación subraya cómo la diversidad cultural se manifestaba incluso entre grupos que compartían un mismo entorno geográfico y temporal, desarrollando cada uno su propia identidad artística y técnica en el manejo del oro.

Legado de las Culturas del Altiplano

Los descendientes directos de la cultura Capulí son identificados como los Tuza, un grupo que englobaba a los Pastos y Quillacingas. Estas poblaciones, que aún habitaban la zona a la llegada de los españoles, experimentaron la influencia del Imperio Incaico, aunque de forma tardía en comparación con otras regiones andinas. La orfebrería, que para estas culturas no solo tenía un valor estético sino también simbólico y ritual, enfrentó cambios drásticos con la llegada de los europeos y la posterior colonización.

Hoy, las piezas de orfebrería de las culturas Capulí y Piartal que han sobrevivido al paso del tiempo son tesoros arqueológicos que nos permiten vislumbrar la sofisticación y la habilidad de estas civilizaciones. Son testimonio de un arte que transformó el metal en expresiones de poder, creencia y belleza, constituyendo una parte fundamental del patrimonio cultural de Nariño y de Colombia.

Preguntas Frecuentes sobre la Orfebrería de Nariño

¿Cuáles son las culturas precolombinas más importantes en la orfebrería de Nariño?
Las culturas Capulí (o Nariño) y Piartal son destacadas por su trabajo en orfebrería en el altiplano nariñense.
¿Cuándo se desarrollaron estas culturas?
La cultura Capulí se sitúa alrededor del siglo VII, siendo la cultura Piartal contemporánea a esta.
¿Qué técnicas de orfebrería utilizaba la cultura Capulí?
La cultura Capulí trabajaba el oro fino principalmente mediante la técnica del martillado.
¿Por qué es notable la orfebrería de la cultura Piartal?
La orfebrería Piartal es notable por el refinamiento de su diseño y por emplear una técnica considerada única en el panorama orfebre de la región.
¿Solo trabajaban el oro estas culturas?
Si bien la orfebrería en oro es destacada, la cultura Piartal también sobresalió en el trabajo de otros materiales como la cerámica, la madera y los textiles.
¿Quiénes son los descendientes de la cultura Capulí?
Los descendientes de la cultura Capulí son conocidos como los Tuza, que incluyen a los Pastos y Quillacingas, quienes habitaron la zona hasta la llegada de los españoles.

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Alberto Calatrava

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1956, en un entorno donde el arte y la artesanía se entrelazaban con la vida cotidiana. Mi viaje en la platería comenzó en el taller de Don Edgard Michaelsen, un maestro que me introdujo en las técnicas ancestrales de la platería hispanoamericana, herederas de siglos de tradición colonial. Allí, entre martillos y limaduras de plata, descubrí que el metal no era solo un material, sino un lenguaje capaz de expresar historias, culturas y emociones. Complemé mi formación como discípulo del maestro orfebre Emilio Patarca y del escultor Walter Gavito, quien me enseñó a ver la anatomía de las formas a través del dibujo y la escultura. Esta fusión entre orfebrería y escultura definió mi estilo: una búsqueda constante por capturar la esencia viva de la naturaleza en piezas funcionales, como sahumadores, mates o empuñaduras de bastones, donde animales como teros, mulitas o ciervos se convertían en protagonistas metálicos.Mis obras, forjadas en plata 925 y oro de 18 quilates, no solo habitan en colecciones privadas, sino que también forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires. Cada pieza nace de un proceso meticuloso: primero, estudiar las proporciones y movimientos del animal elegido; luego, modelar sus partes por separado —patas, cabeza, tronco— y finalmente unirlas mediante soldaduras invisibles, como si el metal respirara. Esta técnica, que combina precisión técnica y sensibilidad artística, me llevó a exponer en espacios emblemáticos como el Palais de Glace, el Museo Histórico del Norte en Salta y hasta en Miami, donde el arte argentino dialogó con coleccionistas internacionales.En 2002, decidí abrir las puertas de mi taller para enseñar este oficio, no como un mero conjunto de técnicas, sino como un legado cultural. Impartí seminarios en Potosí, Bolivia, y en Catamarca, donde colaboré con el Ministerio de Educación para formar a nuevos maestros plateros, asegurando que la tradición no se perdiera en la era industrial. Sin embargo, mi camino dio un giro inesperado al explorar el poder terapéutico del sonido. Inspirado por prácticas ancestrales del Himalaya, comencé a fabricar cuencos tibetanos y gongs usando una aleación de cobre y zinc, forjándolos a martillo con la misma dedicación que mis piezas de platería. Cada golpe, realizado con intención meditativa, no solo moldea el metal, sino que activa vibraciones capaces de inducir estados de calma profunda, una conexión entre el arte manual y la sanación espiritual.Hoy, desde mi taller Buda Orfebre, fusiono dos mundos: el de la platería criolla, arraigada en la identidad gaucha, y el de los instrumentos sonoros, que resonan como puentes hacia lo intangible. Creo que el arte no debe limitarse a lo estético; debe ser un vehículo para transformar, ya sea a través de un sahumador que evoca la Pampa o de un cuenco cuyas ondas acarician el alma. Mi vida, como mis obras, es un testimonio de que las manos, guiadas por pasión y conciencia, pueden convertir el metal en poesía y el sonido en medicina.

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